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El
pasado 14 de febrero se inauguró en
el Cyberlonge del Museo Rufino Tamayo
la exposición Retrospectiva, que es
una muestra del trabajo de Santiago Ortiz,
artista digital colombiano. La siguiente entrevista
no pretende ser un interrogatorio de rutina
sobre la dicha exposición, sino una
charla en torno del trabajo de Santiago y
una pequeña ventana hacía el
mundo de uno de los jóvenes talentos
de Latinoamérica.
RDU : Al navegar por la página
de Moebio podemos apreciar tu obra
como el trabajo de un artista pero también
como la de una persona comprometida con la
educación, hay un nivel pedagógico
en tu trabajo y por otro lado un simple estrato
de experimentación a través
de los medios digitales, vistos estos como
un simple medio, un instrumento para la expresión.
¿Cómo
defines tu trabajo?, cómo se engloban
estos tres niveles, por un lado, el nivel
artístico como tal, como creación;
el nivel pedagógico, de intercambio
con las personas y, por último, el
nivel meramente expresivo y de experimentación
con medios digitales.
SANTIAGO:
Bueno, el aspecto experimentativo, por supuesto
que está en todas las piezas y, sobre
todo, era la intención principal cuando
comencé a trabajar, es decir, intentaba
explorar uno a uno distintos tipos de interactividad,
tipos de movimiento, de generación
de sonidos y, poco a poco, de esa experimentación
fueron surgiendo mis propuestas más
consistentes, con una estructura más
profunda y en algunos casos con algún
contenido narrativo más fuerte. En
ese caso se abandona la experimentación
y ya me dirijo en cada caso a una construcción
que responde a unas expectativas. Cuando un
trabajo está en su fase de mera experimentación
técnica creo que está también
en el campo de lo artístico pues eso
hace también parte del arte, el mero
juego experimental con formatos y con técnicas
pero claro, esta segunda fase digamos ya se
acerca más a la idea de obra artística
como pieza que se conforma.
El
nivel pedagógico está presente
en la forma en como trabajo el concepto de
interactividad. Por ejemplo, hago una comparación
con la muestra de Jodi que era la
que estaba antes de la mía aquí
en el Cyberlonge; Jodi son
un par de artistas que también trabajan
interactividad, también trabajan digital
y lo que hacen es conflictuar de alguna manera
las convenciones que ya se están planteando
a nivel de los computadores, de Internet,
etc. Ellos desbaratan esto, confrontan a las
personas con un lenguaje que les parece ya
común, cotidiano pero que se les devuelve
en la cara con un comportamiento poco común,
es una experiencia más de frustración
respecto a la interactividad.
Lo
mío en cambio va por otro camino muy
distinto, yo lo que intento es crear nuevas
formas de interacción, entonces, intento
ayudar a la gente a que comprendan éstas
nuevas formas, llevarlos por ahí, desde
este punto de vista desde un principio hay
una preocupación pedagógica
no tanto en el sentido de enseñar sino
en el sentido de aclarar la propia interfase,
que se entienda cómo manejarse en ella.
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