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Disminuir la demanda: la inversión más rentable. Entrevista
Patricia Muñetón Pérez
 




 

Introducción

La ciudad de México posee una de las infraestructuras hidráulicas más complejas del mundo: 13 mil kilómetros de tuberías de agua potable, 12 mil tuberías de drenaje equipado y cerca de 2500 instalaciones, entre plantas potabilizadoras, de bombeo, entre otras, donde trabajan 12 mil personas. Sin duda, el sólo hecho de poner a funcionar este sistema, para surtir agua a una metrópoli de más de 9 millones de habitantes, representa un gran reto. Pero éste es aún mayor, sobre todo si considerando que las principales presas que abastecen a la ciudad están en su nivel histórico más bajo y que en 2009, debido a diversos fenómenos climáticos, no abundarán las lluvias. Si no se toman medidas adecuadas, la crisis del agua podría alcanzar un nivel muy crítico en 2010.

En entrevista, el Ing. Ramón Aguirre Díaz, Director General del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) nos habla de las dificultades que el sistema de aguas de la ciudad afrontará en los próximos meses, así como sobre la importancia de que sociedad y gobierno trabajen en conjunto para aminorar los efectos de esta crisis.

RDU: En la actualidad, existe algún sistema alternativo de obtención de agua que se tenga contemplado aplicar para la Ciudad de México, como por ejemplo, el de captar el agua de lluvia. ¿Considera que pueden ayudar a subsanar la actual problemática de desabasto de agua en nuestra ciudad?

Ramón Aguirre Díaz: Hay muchos sistemas alternativos, yo no le quito valor a ninguno, yo no eliminaría ninguno, todos contribuyen. Pero por ejemplo, hay personas que comentan: “la Ciudad de México puede resolver su carencia de agua con captar el agua de lluvia”, sin embargo, no es imposible captar toda el agua de lluvia, además por lo menos el 60% se pierde en el fenómeno de la transvaporización, eso es un dato estadístico promedio a nivel mundial, y aun si se pudiera captar, no alcanzaría para la ciudad.

Este tema en realidad es muy complejo, porque la ciudad ya existe, y está hecha para captar el agua y mandarla al sistema de alcantarillado, no para aprovecharla. Y eso es un tema que se podría poner sobre la mesa como una necesidad que tiene la ciudad. De hecho, todas las nuevas edificaciones tienen como norma contar con sistemas de captación de agua de lluvia, pero la ciudad no está creciendo a un ritmo como para pensar que se construirán suficientes edificios que permitirán solucionar este problema

Desafortunadamente, tenemos que partir de lo siguiente: la ciudad fue construida de acuerdo con decisiones que se tomaron en el pasado, las cuales no están fuera de la norma; lo normal, lo común, es que no existan drenajes pluviales en las ciudades, salvo en las que se inundan, claro. Aparte, no se tiene contemplado a nivel nacional algún programa para captar el agua de lluvia y además, la ciudad de México se construyó de acuerdo con los estándares de diseño que se tuvieron durante décadas. Construir un drenaje pluvial en este momento no es viable, ya que el gobierno no cuenta con recursos para ello

Además no se trata simplemente de introducir agua a los acuíferos, hay que verificar que éstos no se contaminen, ya que, por ejemplo, el agua de lluvia, que escurre por las calles, no está precisamente en condiciones potables. Aunque en lluvias muy severas pudiera ser una contaminación que se elimina en una segunda descarga. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que no llueve todos los días en toda la ciudad y en temporada de lluvias, cuando llueve bien, ―no en el 2009, donde casi no se están presentando lluvias―, pues son unas cuantas horas al año, no más de 40 días, no es lo suficiente como para pensar en la recarga de un acuífero. Entonces, estamos hablando de una infraestructura que requiere de un proceso de pretratamiento, que está sujeta al problema de la basura. No hay que olvidar el asunto de los animales en las calles, es un tema delicado.

Realmente donde se tiene que aprovechar la lluvia es el en suelo de conservación. Es importante evitar que se invadan esas zonas, necesitamos generar condiciones para que la filtración se lleve a cabo, incluso una más allá de lo normal. En donde más llueve, en esta ciudad, es en la zona alta de Tlalpan, Magdalena Contreras y Cuajimalpa, donde las precipitaciones llegan a ser del orden de 1200 milímetros por año, mientras que en la Gustavo A. Madero el promedio es de 650. La ciudad tiene en conjunto un promedio de 750 a 800 milímetros por año, pero la zonas donde más llueve es en las partes altas, donde además no estamos sujetos al problema de la contaminación que se da en la ciudad, por lo que se está estudiando cómo potenciar el aprovechamiento del agua de lluvia. Sin embargo, no se puede considerar que este sistema sea la solución para la ciudad, sin duda contribuye, desde luego. Por ejemplo, en el caso de los pozos de absorción en la ciudad, cuando tienen un doble propósito: disminuir encharcamientos, y filtrar agua al acuífero, es una inversión que por sus características vale la pena y puede contribuir y aporta a la solución del problema, pero obviamente no es la solución. Un pozo de absorción tiene un costo cuesta un millón de pesos, (ya se construyó uno en Iztapalapa) necesitamos 60 para que este sistema pueda ser rentable. Sin embargo, una dependencia como la SACM no puede abastecer a una ciudad partiendo de que todos los años llueve lo suficiente, necesitamos tener claro que precisamente el abastecimiento de la ciudad, obedece a la necesidad de asegurar de que la gente va a contar con el vital líquido, aun en años secos.

 

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