31 de octubre de 2003, Vol. 4, No. 6. ISSN: 1607-6079
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Asimismo, la exigencia de la sustentabilidad introduce un criterio fundamental en la construcción de estas ventajas. El corto plazo no puede privilegiarse si se amenaza la reproducción del sistema en el largo plazo.

Las políticas públicas frente al proceso de transformación

Las políticas públicas no pueden marginarse de este proceso, juegan un papel muy importante en la transformación de las capacidades en ventajas. Lo anterior no se resuelve mediante decretos sino mediante el establecimiento de una institucionalidad que favorezca la construcción de consensos.

El fortalecimiento de las relaciones entre los actores de un territorio no resulta de la simple acción de las fuerzas del mercado (Boyer, 1998). Las políticas públicas deben alentar la creación y desarrollo de mecanismos que posibiliten el intercambio de opiniones y experiencias entre las organizaciones productivas, entre éstas y las instituciones de educación e investigación y también con los diferentes órdenes de gobierno. Estos espacios de intercambio constituyen un mecanismo que favorece la apropiación colectiva de los saberes particulares de la población y con ello el establecimiento de consensos para la construcción de las ventajas territoriales con una orientación sustentable.
Es frecuente escuchar que la coordinación entre los diferentes actores locales requiere sobre todo, de voluntad para llevarla a cabo. Las más de las veces esta percepción se expresa en iniciativas de organización que fracasan y cuya explicación se asocia, precisamente, con la falta de voluntad. Diversas experiencias de DRS señalan que la coordinación entre actores locales se presenta de múltiples formas y obedece a condiciones muy particulares que la

 

alientan y que no se sustentan en la voluntad de los actores (Merino et al., 2000).

En este contexto cobra relevancia el uso de la mediación como un instrumento para el diseño de políticas públicas para el DRS. “Mediar es moderar, facilitar o incluso fungir como árbitro en un proceso de diálogo entre distintas partes. La mediación en este sentido implica un proceso de ‘interponerse’ entre diferentes intereses, con el fin de encontrar un camino para salir adelante de lo que es o está en peligro de convertirse en un conflicto o inercia sin salida [...] La sustentabilidad tiene muchas interpretaciones, cada una construida para apoyar un programa de acción particular y legitimada a través de elaboraciones ideológicas y metodológicas particulares. La mediación en este contexto es una facilitación del diálogo y de la persuasión no sólo entre actores con metas opuestas, sino también entre actores que se defienden a sí mismos recurriendo a la causa del desarrollo sustentable” (Blauert y Zadek, 1999).

La mediación puede entonces fortalecer o ajustar los efectos de los factores que inciden en la coordinación entre los actores y contribuyen a la articulación de sus capacidades. Existen evidencias de que la comunicación y el intercambio de experiencias se ven favorecidos por la cercanía territorial. Este proceso de intercambio estimula el desarrollo de un conocimiento colectivo sobre las condiciones económicas, tecnológicas y sociales que prevalecen en un territorio. La construcción de este conocimiento genera, al mismo tiempo, una ventaja específica intangible de la que gozan todos sus miembros. El hecho de que los miembros de un territorio compartan una misma historia, que se expresa en sus hábitos, tradiciones y aspiraciones, facilita la puesta en marcha de formas de cooperación. Es pertinente señalar, sin



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