31 de octubre de 2003, Vol. 4, No. 6. ISSN: 1607-6079
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reflexiones sobre las experiencias contemporáneas de desarrollo local o regional destacan la importancia de esta dimensión: no existe desarrollo sin cohesión social. Al respecto, son ilustrativas las experiencias que reporta el Observatorio Europeo Leader < http://europa.eu.int/comm/archives/leader2/rural-es/biblio/
>) y las reflexiones de Enríquez sobre la experiencia de El Salvador (1996).


La articulación de los ámbitos regional, nacional e internacional

Las condiciones en que operan los procesos de reestructuración económica, así como el carácter global y local del deterioro ambiental, evidencian la importancia de poner en marcha iniciativas que articulen distintas escalas territoriales. En el ámbito del DRS esta articulación puede asumir diversas formas, entre ellas: el establecimiento de una oferta de bienes y servicios dirigida a mercados foráneos (productos orgánicos, turismo ecológico); la promoción de las ventajas del territorio para atraer nuevas inversiones (zonas de reserva, turismo ecológico); el intercambio de información entre los agentes económicos de distintas regiones con la finalidad de compartir experiencias que faciliten o induzcan la innovación sustentable; la coordinación con diversos órdenes nacionales de gobierno y con organismos internacionales para enriquecer el diseño, financiar y hacer más eficiente la ejecución de las políticas públicas; y la participación en foros multilaterales para desarrollar acciones de asesoría técnica o cabildeo.

Es evidente que el DRS está condicionado por una serie de procesos externos que corresponden a los ámbitos nacional e internacional, sobre los cuales la población local y sus

 

gobiernos tienen una incidencia marginal. Algunos autores consideran que en el contexto actual de reestructuración económica mundial, el ámbito nacional está cediendo poco a poco paso al ámbito internacional. De ahí que los precios, el acceso al crédito, la asistencia técnica, las importaciones, entre otros aspectos; aunque inciden en el nivel local, están determinados en el ámbito nacional y dependen en gran parte de lo que sucede en los mercados internacionales (Germain y Rodríguez, 1995).

Así es evidente que la necesidad de articular los ámbitos regional, nacional e internacional obedece al reconocimiento del alcance limitado de las iniciativas localizadas a nivel comunitario o microrregional. “Las iniciativas locales están de hecho recurriendo cada vez más a los actores en los niveles meso y macro para el manejo sustentable de recursos locales, para fortalecer los intentos regionales e incluso transnacionales de lograr una sustentabilidad social y ecológica” (Blauert y Zadek, 1999).

Nuevas estrategías para los agentes económicos

De lo anterior, se desprende que deben imaginarse nuevas formas de relación con el exterior y definir estrategias para llevarlas adelante. “Un primer paso estratégico puede ser la conformación de mancomunidades de municipios [...] que puedan asumir responsabilidades cada vez más complejas, contar con mayor recursos financieros y obtener economías de escala en la ejecución de sus funciones” (Germain y Rodríguez, 1995).

 

 



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