Objetos intencionales

La primera sostiene que las categorías determinan lo que es un objeto real, es decir, expresan las relaciones entre representaciones gracias a las cuales pensamos en un objeto que puede existir con independencia de las propias representaciones o de las experiencias que tenemos del objeto. La segunda interpretación considera que las categorías tan sólo definen el objeto intencional, el objeto que pensamos a través de las representaciones, sin comprometerse con ello a sostener que el objeto es algo más que lo pensado a través de las representaciones.

La primera interpretación puede apoyarse en la explicación que da Kant en los Prolegomena acerca de la diferencia entre juicios de percepción y juicios de experiencia.12 A grandes rasgos, lo que sostiene Kant con esta diferencia es que en los juicios de percepción tan sólo relacionamos representaciones con el sujeto que las posee, mientras que en los juicios de experiencia sintetizamos el contenido de las representaciones bajo el concepto de un objeto o de una relación entre objetos. Esta síntesis de representaciones bajo el concepto de objeto, de acuerdo a los Prolegomena, es producto de la aplicación de las categorías y esto es lo que garantiza que el juicio sea objetivo y pueda tener validez no sólo para el sujeto en el momento en que emite el juicio. Con esta síntesis de representaciones mediante la aplicación de categorías se establece un compromiso de coherencia con todos los demás juicios que puedan referirse al mismo fenómeno. En el caso de los juicios de percepción, en cambio, tan sólo se afirma que el sujeto tiene ciertas representaciones y con ello no se contrae un compromiso de coherencia con los demás juicios, por lo cual las representaciones involucradas en estos juicios son sólo subjetivas. Puedo afirmar con sinceridad que veo aquí un elefante rosa, aun cuando no concuerde este juicio con lo que ustedes puedan afirmar que hay aquí e incluso con lo que yo mismo haya podido afirmar hace un momento. La coherencia con la cual nos comprometemos en los juicios de experiencia puede considerarse como la red que nos garantiza que estamos experimentando algo real y no simplemente alucinando o soñando. Es una red que nos permite otorgarle un valor de verdad a nuestros juicios e ir construyendo con ella el edificio de nuestras creencias.