10 de abril de 2004 Vol. 5, No. 3 ISSN: 1607 - 6079
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Otro punto que es interesante destacar en esta obra, es que para Descartes la felicidad o "contento del alma" se obtiene siguiendo la virtud. Descartes define la virtud como el esfuerzo de la voluntad para realizar lo que considera como lo mejor, y se refiere a la virtud como el mejor remedio contra las pasiones:

…todo el que haya vivido de tal modo que su conciencia no pueda reprocharle que haya dejado nunca de hacer todo lo que ha juzgado lo mejor (que es lo que llamamos aquí seguir la virtud), recibe una satisfacción tan poderosa para hacerle feliz que ni los más violentos esfuerzos de las pasiones tienen jamás bastante poder para turbar la tranquilidad de su alma. (12)

Para Descartes el ejercicio de la virtud consiste "en poseer todos los bienes cuya adquisición depende de nuestro libre albedrío, y la satisfacción del espíritu de allí derivada", de lo cual también se desprende que si se ejercita la libertad, entonces el espíritu está satisfecho, y aquí vemos que sigue prevaleciendo el sentido de la moral del Discurso.

Después de haber analizado y señalado las principales características de las diversas pasiones, con la finalidad de proporcionarnos un conocimiento de ellas, Descartes manifiesta:

Y ahora que las conocemos todas, tenemos mucho menos motivo que antes para temerlas; pues vemos que todas son buenas en su naturaleza y que lo único que debemos evitar es su mal uso o sus excesos. (13)

Considero que el fin primordial de Las pasiones es poner de manifiesto el conocimiento y el control que se ejerza sobre las mismas. El conocimiento que tengamos de ellas nos permite no temerlas, y para el control que ejerzamos sobre ellas, como hemos expresado, es fundamental la moral. La mejor manera de enfrentar las pasiones es por medio del conocimiento y la educación.

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