Algunas
obras
Una referencia a una obra de arte
digital off-line es Viceversa, de
la artista mexicana Grace Quintanilla14
, en la colección “Zonas
de Contacto”.
Fue concebido como una obra interactiva
multimedia para soporte CD-ROM y está
inspirada en la vida de dos artistas
en la antesala de la vejez. En esta
pieza se recuperan, de manera aleatoria,
trozos de la vida de los protagonistas.
Su historia se construye a partir
de la deconstrucción de sus
cuerpos. Los actores mexicanos Chelo
y Roberto Cobo colaboraron en la realización
del guión, basándose
en anécdotas y en sus respuestas
a las imágenes presentadas
por Quintanilla.
La autora dice “el hecho de
que esta obra se haya producido para
CD-ROM no fue por capricho, fue la
naturaleza fragmentaria y no lineal
del proyecto lo que me llevó
al sistema interactivo, pues es idóneo
para la representación visual
y conceptual” (Centro de la
Imagen, 1999:120). Viceversa tiene
elementos del documental, a la vez
que experimenta con las nuevas posibilidades
narrativas del hipermedia: animación,
video, texto y audio.
En Internet podemos encontrar la Information
Woman15,
de Roz Dimon16
. Esta obra resulta también
de especial interés por la
conjugación de elementos multimediáticos.
Se trata de una pieza digital que
se dibuja a sí misma y va coloreándose,
a través de animaciones, en
función de las ideas, imágenes
y sonidos. Pasa de la introversión
a la extroversión, modificando
la imagen conforme la autora expresa
sus pensamientos. El grupo Art+Com,
fundado por Monika Fleischmann y Wolfgang
Strauss, puede considerarse uno de
los primeros exponentes de este novel
género.
Con obras como “Cibercity”
o “Home of the brain”,
estos artistas berlineses presentan
sus inquietudes no sólo por
el desarrollo del potencial tecnológico,
sino por trasladar a los espectadores
a “un mundo imaginario en un
espacio sin tiempo” (Mayo, 1995:30).
En 1995 Strauss elevó la telepresencia
a la categoría de obra artística
y Fleischmann recurre a las computadoras
más potentes para crear obras
artísticas y al casco de visualización
esteroscópica y a las pantallas
táctiles, para que los espectadores
accedan e interactúen con sus
obras. Por su parte, la española
Águeda Simó se ha inspirado
en la geografía de los fractales
para realizar su obra “Mimesis”
y “La caverna de Platón”
(Mayo, 1995:30) y más recientemente
ha creado obras como “Mimesis17”
.
Las
y los artistas mencionados, junto
con Jeffrey Shaw y Roy Ascott, Jenny
Holzer, Matt Mullican, David Blair
y Antoni Muntadas, son algunos de
los pioneros del arte digital. Otros
ejemplos pioneros del net art son
las obras de Rieko Nakamura y Toshihiro
Anzai, ambos difundieron, en abril
de 1992, imágenes de sus obras
digitales en la red, anunciando, con
ello, la llegada de este nuevo género
artístico (Quéau, 1996).