Revista Digital Universitaria
10 de agosto de 2005 Vol.6, No.8 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual

 
     

RDU

 

 

 

 

Globalización y desigualdad

La globalización neoliberal es la hegemonía de la ideología del mercado representada por una “metáfora incontroversial por una sociedad en libertad para hacer con la propiedad lo que le plazca sin interferencia del Estado” (Birchfield, 1999).

La desigualdad entre países se elevó principalmente durante el siglo XIX, considerado como un período de globalización rápida. Así, un pequeño número de naciones desarrolladas o elites privilegiadas se enajenan en la abundancia de bienes de lujo, mientras que la inmensa mayoría de países carecen de los recursos básicos para proveer a su población de satisfactores esenciales para su subsistencia. Las sociedades nacionales se separan en ricos y pobres.

Por lo tanto, el incremento en la desigualdad parece basarse en la exclusión de una gran parte de la población de los beneficios de la globalización. La exclusión se manifiesta en comportamientos económicos y sociales negativos. Siguiendo a Melucci (1996:84): "Hoy en día, a medida que estamos cada vez más tratando con movimientos que no pueden referirse a ninguna condición social específica, la cuestión de cómo un colectivo deviene eso se ha vuelto más prominente." El temor de que la globalización esté ampliando las brechas entre los pobres y los ricos es resultado de la creencia de que los inversionistas de los países ricos están rapando todas las utilidades de las inversiones internacionales de los países pobres.

La ideología de la democracia del libre mercado constituye el cuerpo teórico y la práctica de la política de desarrollo internacional, pensada como problema de gobernabilidad para establecer las reglas de juego a los agentes económicos ¿Cómo hacer que este sistema de gobernabilidad sea más efectivo, más justo, y más responsable frente a la cambiante situación internacional?

Los agentes económicos realizan transacciones mediante el uso de contratos, normas y procedimientos estandarizados para obtener economías de escala, reducir costos de transacción y una mayor eficiencia en las operaciones internacionales. Las contribuciones de la gobernabilidad en los acuerdos de cooperación internacional han crecido “pero sin progresos sustantivos en los soportes operacionales y con fuertes diferencias sobre los contenidos” (Saldomando, 2002).

La estrategia de la globalización no es la de compartir, sino la de competir, arrebatar, golpear a los otros con el objeto de tener un mejor acceso a los recursos globales mediante el uso de mecanismos del mercado y apoyados en las instituciones globales que no son democráticas. Los procesos de globalización se acompañan de una impresionante destrucción de las instituciones. El proyecto político neoliberal en implementación es el de una destrucción metódica de las colectividades (Bourdeau, 1998), que tiene como finalidad crear las condiciones bajo las cuales la doctrina económica puede realizarse y funcionar.

El mercado carece de la capacidad para integrar a la sociedad porque no tiene la noción de bien común, ni tampoco ofrece igualdad de oportunidades, debido a la perversidad y reduccionismo económico de su mecanismo. A pesar de las limitaciones burocrático-políticas y su incompatibilidad con los objetivos, el Estado puede intentar alcanzar una mayor igualdad sin menoscabo de la eficiencia.

 
 
   
 

 

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