| Introducción   Con el crecimiento de la población mundial y el
       	      aumento en el consumo de agua por persona, la demanda de agua dulce
       	      se está elevando enormemente y ha originado serios problemas, en
       	      tanto al abastecimiento de agua, lo que se ha convertido en un
       	      gran problema en la actualidad, tema que cada día ocupa más la
       	      atención de científicos, técnicos, políticos y en general, de muchos
       	      de los habitantes del planeta, ya que los suministros de agua dulce
   	        son limitados y  además se encuentra la amenaza de la contaminación. La escasez de este vital líquido obliga a repetir
       	      consecutivamente llamadas a la moderación de consumo por parte
       	      de la población a nivel mundial, ya que sin su colaboración los
       	      esfuerzos técnicos que llevan a cabo algunas organizaciones resultarían
       	      insuficientes. Sólo muy poca agua es utilizada para el consumo
       	      del hombre, ya que: el 97% es agua de mar, y solo el 3% restante
       	      es agua dulce (ver figura 1) encontrándose en ríos, lagos y mantos
       	      subterráneos (Alder, et al., 2007). Además el agua tal
       	      como se encuentra en la naturaleza, requiere ser tratada para el
       	      consumo humano, para eliminar las partículas y organismos que pueden
       	      ser dañinos para la salud, y finalmente debe ser distribuida,y
       	      pueda ser utilizada sin riesgo alguno.   	          Figura 1.
 Este trabajo enfoca su atención  particularmente
       	      en el tema de fugas de agua, puesto que las malas instalaciones
       	      y el mal uso de este vital líquido en nuestra vida cotidiana, ocasionan
       	      serios problemas en el abastecimiento y distribución del mismo.   	         En las principales ciudades del país como Monterrey
       	      (acueductos de Linares y El Cuchillo), Tijuana (acueducto de Río
       	      Colorado-Tijuana), Guadalajara (acueducto de Chapala-Guadalajara)
       	      y la Ciudad de México (sistema Cutzamala), más del 40% del suministro
       	      de agua potable se pierde por fugas en la red de distribución;
       	      la mayoría de las que fueron beneficiadas con grandes acueductos
       	      en los 80 y 90, presentan o presentarán un déficit en el abastecimiento,
       	      debido a que su diseño fue realizado para satisfacer las necesidades
       	      de sus poblaciones en un lapso de 20 a 25 años (Carmona, 2009).
       	      Por lo tanto, es urgente la necesidad de mejorar radicalmente los
       	      suministros actuales de agua para convertirlos en sustentables
       	      (Tortajada, 2003).   |