<%@LANGUAGE="JAVASCRIPT" CODEPAGE="1252"%> Descartes y Bacon: Algunos aspectos metodologicos
10 de abril de 2004 Vol. 5, No. 3 ISSN: 1607 - 6079
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Bacon

Es sabido que Bacon dedica el segundo libro del Novum Organum a desarrollar e ilustrar su teoría de las formas. Ahí, en un apretado resumen en el párrafo 10 expone qué entiende por forma. Para él la forma no es esencia o forma sustancial a la manera de Aristóteles, básicamente porque el planteamiento de las cuatro causas le parece un camino que, más que ayudar a acceder al conocimiento del mundo natural, nos extravía en este propósito. Así, en su opinión, la causa final corrompe a las ciencias, la material y la eficiente son desilusionantes y superficiales y buscar esencias o formas es una tarea desalentadora (9).

Nada más erróneo para Bacon que confundir las verdaderas formas con las esencias en vista de que lo que se busca no es un término metafísico abstracto sino la verdadera constitución de los particulares.

Porque así como nada existe en la naturaleza excepto cuerpos individuales que exhiben claros efectos individuales en relación con leyes particulares así, en cada rama del conocimiento esta auténtica ley, su investigación, descubrimiento y desarrollo son los fundamentos tanto de la teoría como de la práctica (10).

Las formas son las leyes particulares que rigen a los fenómenos y el propósito para Bacon es descubrirlas. Buscar las formas de los cuerpos particulares es comprender su naturaleza, no como algo estático que se obtiene por ejercicio de análisis intelectual o abstracción, sino como algo dinámico de lo cual cabe esperar particularidades y que se manifiesta a través de los diversos casos de un mismo fenómeno, lo cual nos aproxima al conocimiento de la ley. La forma baconiana es pues una forma dinámica que sólo puede comprenderse a través del estudio atento de los múltiples casos de un mismo fenómeno. Pero además pide descubrir la configuración latente de cada caso, pues conocer verdaderamente la diferencia entre los cuerpos es estar en posibilidad de transmutar su naturaleza, lo cual constituye la clave del dominio del mundo natural. Además, el estudio de la ley particular o forma, implica no sólo el poder dar cuenta de la “configuración latente” de los cuerpos que equivaldría a su estructuración íntima, sino de los "procesos latentes", esto es, de la génesis y desarrollo de cada cuerpo.

En suma, el objeto del conocimiento de la naturaleza en Bacon es alcanzar leyes que den cuenta de la génesis, la constitución y las variaciones de los diversos cuerpos o naturalezas y esto es lo que debe entenderse por forma; luego, el conocimiento del mundo natural y de su estructura profunda es el conocimiento de sus formas.

Al alejarse de la esencia aristotélica a lo que Bacon se aproxima es a la búsqueda de una regularidad que manifiestan los fenómenos al ponerse en comparación. Descubrir la regularidad en lo que aparece, en los diversos casos de un fenómeno o naturaleza estudiada como el calor, el magnetismo o cualquier otra, encontrar el patrón de su dinamismo en los casos dados eso es indagar la forma o ley de un cuerpo, naturaleza o fenómeno. En suma Bacon no busca características metafísicamente estáticas sino establecer patrones de comportamiento con posibilidades de variación, v.gr. de aumento o disminución. Las diferencias dejan de designar entidades metafísicas para convertirse en diferencias de grado en la regularidad de la aparición y comportamiento de los fenómenos.

La investigación de las formas procede entonces: de una naturaleza dada debemos presentar al entendimiento todos los casos conocidos que coincidan en la misma naturaleza aun cuando el objeto se diversifique considerablemente. Y esta colección debe hacerse como historia, sin ninguna reflexión prematura o un grado de refinamiento muy elevado (11).

Más adelante añade que no podemos entender que algo sea una verdadera forma si no incrementa o decrece y puede ser analizada en una tabla comparativa (12).

Tampoco debe pensarse que nos referimos -aun cuando tratemos de naturalezas simples- a alguna forma abstracta o idea o bien indefinida o bien mal definida. Porque cuando hablamos de formas no queremos decir otra cosa que aquellas leyes y regulaciones de acción simple las cuales disponen y-constituyen a una naturaleza simple como el calor, la luz o el peso en cada especie de materia…La forma del calor o la forma de la luz, entonces, no significa otra cosa que la ley del calor o de la luz (13).

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