Cultivo
de células vegetales
La célula vegetal es totipotente
El
cultivo de células y tejidos vegetales
se refiere al conjunto de técnicas
usadas para crecer células, tejidos
u órganos vegetales in vitro,
bajo condiciones asépticas, controladas
y libres de microorganismos (Street 1977,
Calva y Ríos 1999). Se basa en el principio
de totipotencia, que indica que cualquier
célula vegetal contiene una copia íntegra
del material genético de la planta
a la que pertenece sin importar su función
o posición en ella, y por lo tanto
tiene el potencial para regenerar una nueva
planta completa (Ferl y Paul 2000).
El
proceso involucrado en la transformación
de una célula a una planta u órgano,
en ese entonces lo llamaron diferenciación
celular, pero actualmente se denomina organogénesis.
En
la Tabla
1 se indican los principales
sucesos ocurridos durante la evolución
de las técnicas de cultivo de células
vegetales. En un principio los investigadores
sugerían que las células en
las plantas se diferenciaban al retener sólo
aquella parte del genoma necesario para el
tipo celular del órgano al que estaban
destinadas. Se pensaba que debía haber
factores externos que provocaban que las células
cambiaran tomando gran diversidad de formas
y funciones. Al inicio no se sabía
si los cambios sufridos por la diferenciación
eran permanentes e irreversibles o si sólo
eran características temporales para
que las células se adaptasen a necesidades
funcionales del organismo en general y del
órgano en particular.
Sin
embargo, en experimentos realizados por Vochting
en 1878 sobre la polaridad celular, se observó
que células de tallos eran capaces
de rediferenciarse y formar raíces
y brotes, lo que demostró que la diferenciación
no era permanente sino que estaba dada por
la posición relativa de la célula
en la planta (Bhojwani y Razdan 1983, Ferl
y Paul 2000). Ahora se sabe que la diferenciación
celular está regulada por la expresión
genética y que no implica la pérdida
de material genético (Ferl y Paul 2000).
En
investigaciones desarrolladas sobre el tema
de diferenciación celular, Gottlieb
Haberlandt en 1898 aisló células
y tejidos de plantas superiores y las colocó
en soluciones nutritivas para su crecimiento
y estudio, dando origen de esta manera a la
técnica de cultivo de células
y tejidos vegetales. Así, Haberlandt
fue el pionero en el cultivo in vitro
de células vegetales completamente
diferenciadas, habiendo reportado sus estudios
y resultados en 1902, según lo indican
Krikorian y Berquam (1969). Haberlandt propuso
que era posible cultivar juntas células
vegetativas libres y túbulos de polen
adicionando soluciones nutrientes suplementadas
con extractos de ápices vegetativos
o con fluidos de sacos embrionarios. Es por
ello que ahora se considera a Haberlandt como
el padre de la técnica de cultivo de
células y tejidos vegetales, la cual
se ha convertido en el dogma central de la
Biotecnología Vegetal.
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