La
depresión
Sentirse
abatido y triste es una experiencia común
en la mayoría de los seres humanos;
sin embargo hay una diferencia significativa
entre esta circunstancia y los síntomas
que caracterizan a la depresión clínica.
A pesar de que hay una relación entre
la tristeza humana normal y los trastornos
depresivos, no todas las personas que están
tristes, tienen un trastorno depresivo.
Como el estado de ánimo deprimido se
encuentra en varios trastornos, su presencia
no significa que la persona padece un trastorno
del estado de ánimo, ya que el término
“depresión” se puede referir
a un síntoma o a un trastorno.
DEFINICIÓN.
La depresión es una enfermedad que
afecta el estado de ánimo, los pensamientos
y por lo tanto al organismo total. Es un sentimiento
persistente de inutilidad, de pérdida
de interés por el mundo y de falta
de esperanza en el futuro que modifica negativamente
la funcionalidad del sujeto.
ETIOLOGÍA.
La mayoría de los investigadores cree
que la depresión es el resultado de
la interacción entre las características
biológicas y las vulnerabilidades fisiológicas
de una persona y la frecuencia de sucesos
estresantes o situaciones difíciles
de superar en su vida.
Entre las perspectivas para tratar de comprender
las causas de la depresión están:
Las teorías biológicas que suponen
que la causa de la depresión se encuentra
en los genes o en un mal funcionamiento fisiológico
que puede tener o no una base en la herencia.
EL PAPEL DE LA HERENCIA.
Algunas formas de la depresión son
genéticas, lo que indica que alguna
vulnerabilidad biológica puede heredarse.
Los estudios de gemelos y de familias sugieren
con claridad un componente genético
tanto en la depresión grave como en
los trastornos bipolares. Hay estudios que
revelan que existe un riesgo mucho mayor de
desarrollar una depresión grave si
el gemelo idéntico de la persona padece
este trastorno (54%) que si la padece el padre,
el hermano o la hermana (16.6%). También
mencionan que aquellas personas que tienen
parientes con un diagnóstico bipolar,
tienen de 1.5 a 3 veces más probabilidad
para desarrollar una depresión grave,
que aquellas que no tienen ningún familiar
con este diagnóstico. Los estudios
de las familias también demuestran
que mientras más joven sea la persona
cuando ocurre la primera depresión,
más probable es que sus parientes también
experimenten periodos de depresión.
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