• TEMA DEL MES •

El holismo: uno más de los sustentos metodológicos del diseño

Luz del Carmen Vilchis
Holismo
  • Uno
  • Dos
  • Tres

El conocimiento del diseño

En la epistemología, parte de la filosofía dedicada a las múltiples maneras en que nos acercamos a las grandes interrogantes del saber, hay tipos de conocimiento, como el diseño, no explicables únicamente por sus pretensiones de saberes verdaderos -como ocurre con las ciencias denominadas “duras”-, sino por la vía de adquisición, el grado de orden que establecen en el mundo, la orientación que proporcionan a la vida de los seres humanos y los progresos que propician a la humanidad.

Estos conocimientos no “acreditan” la racionalidad de sus estructuras conceptuales (racionalidad que para muchos es sinónimo de autoridad y jerarquía), a pesar de ser verdaderos, son los conocimientos provenientes de las experiencias diarias o de la percepción como es el caso del diseño cuyos órdenes escapan a las posibilidades comunes de comprobación y, como afirmaba Bertrand Russell:
[…] todo conocimiento acerca de lo que hay en el mundo, si no se refiere directamente a hechos conocidos por medio de la percepción o la memoria, ha de ser inferido de premisas, de las cuales, al menos una nos es conocida por medio de la percepción o de la memoria […] formas de probable inferencia que deben ser aceptadas […] (Russell, 1976: 136)
Pese a estas dificultades, es válido reconocer como punto de partida y recurso metodológico, el cúmulo de fenómenos que a lo largo de la historia se han llamado “diseño” y los objetos que de ello emanan, denominados “lo diseñado”.

El diseño da cuenta de sí mismo, se explica y por ello es saber ordenado, sistematizado, que permite transitar de conocimiento en conocimiento para explicar sus objetos.
Lo anterior hace factible el encuentro de criterios para determinar el objeto de estudio llamado “diseño” y una vez logrado esto, fijar las características epistemológicas de la disciplina que se estudia, esto determina la denominada Teoría del Diseño. A partir de esto se estará en condiciones de crear jerarquías y tramas epistemológicas: intradisciplinarias, procedentes de la esencia misma de la práctica del diseño y su metodología particular; multidisciplinarias, vinculadas a las teorías comunes a disciplinas provenientes de fundamentos comunes, como las artes visuales, la comunicación o la arquitectura, entre otras; e interdisciplinarias, emanadas de la diversidad de relaciones entre el universo disciplinario y la metodología del diseño, de donde se originan por ejemplo la pedagogía del diseño, la psicología del diseño, etc.

La importancia del diseño proviene tanto de sus afanes de búsqueda como de su naturaleza crítica, de la capacidad que se despliega para juzgar o discernir a partir del análisis de circunstancias y contextos y la síntesis en lo diseñado. Diseño es ante todo conocimiento crítico que además, por sus condiciones de materialización, queda impreso en la conciencia.

El diseño da cuenta de sí mismo, se explica y por ello es saber ordenado, sistematizado, que permite transitar de conocimiento en conocimiento para explicar sus objetos. El diseño es orden y como tal, también encuentra en ello su fuente de autoridad frente al conocimiento incoherente, disperso e incapaz de dar cuenta de sí, que no explica ni se explica.

Diseño de señales de carretera en Bolehill
Diseño de señales de carretera en Bolehill, Gran Bretaña

Lo diseñado, al relacionar conocimientos es mediador entre ellos y sus objetos dan unidad y sentido, dirigen y orientan, muestran un fragmento del mundo como universo de conocimiento donde lo diverso y disperso referido a las formas intencionales encuentra su unidad. El diseño se torna así en una disciplina ordenada por el saber que ella misma implica e integra, dejando a un lado el saber informe y difuso producido por la percepción simple que distingue al receptor común del diseñador, cuyo propósito nunca se abandona al azar y la imprevisión.

La epistemología del diseño, lo define como un orden sistematizado que genera constantemente conocimiento, que cumple con los requisitos de unidad, racionalidad y temporalidad del discernimiento en el que se precisa el principio de la racionalidad, que fusiona las categorías de ser y pensar cuyo entendimiento, como su realidad, es intersubjetivo.

La concordancia entre conocimiento y facticidad es posible en el diseño porque la realidad en lo diseñado es racional, parte del ámbito de la percepción pero es procesada a través de series conceptuales, que abarcan desde la intencionalidad hasta la codificación mediática, difiere del conocimiento del receptor común que descansa en la coincidencia (ideológica) careciendo de permanencia y de verdadera universalidad, su condición es transitoria porque puede y de hecho es sustituido constantemente, por ello los mensajes visuales, objetuales o de cualquier carácter diseñado tienen un devenir constante, “se limita a conocer ese hecho del devenir, adopta el concepto de tiempo como categoría principal y procede a partir de ahí para explicar cómo son las cosas…” (Nicol, 1974: 482).

El conocimiento en el diseño es la aserción de la constancia de sus categorías fundamentales.

La construcción filosófica del holismo

En la historia de la teoría del conocimiento se reconocen como paradigmas fundamentales, por una parte, el Novum Organon de Francis Bacon (1561-1626) a quien se considera fundador del empirismo inductivista, y por la otra, El discurso del método de René Descartes (1596-1650), a quien se tiene como introductor del moderno racionalismo deductivista.

Desde la perspectiva de Popper, se entiende el conocimiento como un conjunto de suposiciones hechas a partir de problemas, no de percepciones, ni de observaciones, ni de recopilaciones de datos o de hechos...
El método inductivo de Bacon continúa la tradición de la clasificación aristotélica descubriendo a partir de ella características distintivas, comparando objetos que las tuvieran con los que no. Descartes, con base en el método analítico aplicado a la Geometría postula un modelo simple utilizado hoy en día de manera recurrente por los estudiantes, descrito en cuatro pasos: identificar los objetos de estudio con ideas claras y distintas, dividirlos en elementos simples, proceder de lo simple a lo complejo y confirmar el seguimiento minucioso.

El enfrentamiento de ambos métodos se traduce en una compleja historia de la teoría del conocimiento protagonizada por Locke, Berkeley, Hume, Leibniz, Spinoza y Kant, cuya doctrina del apriorismo en la aplicación de la inducción presenta un problema (Popper, 1973: 30), en la consideración, reproducción, afirmación y generalización conceptual que estructura el conocimiento de esta manera:

  • Premisa mayor: leyes y teorías.

  • Premisa menor: condiciones que implican.

  • Conclusión: explicaciones y predicciones.

El anterior silogismo ejemplifica cómo la conclusión no es ya un hecho y no puede ser probada por hecho alguno.

Karl Popper, como Feyerabend y Kuhn, sostiene que tanto las observaciones como sus enunciados no son neutros o puros, sino que dependen de teorías de diversos grados de generalidad y complejidad, que éstas siempre preceden a los enunciados empíricos, formulados necesariamente en el lenguaje conceptual y en consecuencia, tan falibles o precisos como éste. (Popper, 1973: 40).

Desde la perspectiva de Popper, se entiende el conocimiento como un conjunto de suposiciones hechas a partir de problemas, no de percepciones, ni de observaciones, ni de recopilaciones de datos o de hechos, así se exponen dos criterios: verificar o disentir y de ellos Popper deriva dos conceptos fundamentales para la metodología general: la aproximación y la fuerza explicativa en un modelo de inducción a la inversa, basado en la contradicción insuperable de que todo enunciado empírico depende necesariamente de una teoría y por lo tanto es falible.

La tesis de que las teorías no dependen solamente de factores empíricos y sólo pueden ser refutadas por otras teorías encuentra su formulación más acabada en el concepto de paradigma de Tomas Kuhn (heredado de la filosofía aristotélica) que básicamente quiere decir modelo conceptual cuyo dominio significa la solución a un enigma, entendido éste como categoría especial de “problemas que pueden servir para poner a prueba el ingenio o la habilidad para resolverlos.” (Kuhn, 1971: 70).

Escuela Panyaden
Escuela Panyaden en Tailandia Diseñada para educación holística

Estas concepciones, herederas del formalismo kantiano, reducen el problema del conocimiento al problema del método, lo hacen dependiente de éste y erigen al método científico como receptáculo exclusivo del entendimiento y la racionalidad como si el ser humano, escindido, pensara y conociera mediante principios y reglas diferentes según sea o no científico su objeto de estudio o su actitud epistemológica. Valga aquí ejemplificar que estudiosos como Arquímedes, Galileo, Newton, Einstein o Watson han desarrollado sus teorías por vías ajenas a las aprobadas por la ciencia oficial.

Frente a la teoría de Popper se encuentra el pensamiento de Imre Lakatos quien entiende el conocimiento científico como totalidades estructuradas, donde los conceptos adquieren significado por medio de definiciones y por las relaciones entre sí. Lakatos sostiene la existencia de núcleos teóricos formados por enunciados universales. Cada núcleo se sustenta en condiciones de aplicación, reglas de relación, etc., que guían la interpretación de los enunciados básicos. En algún momento, el positivismo lógico del “Círculo de Viena” con el empirismo inglés tiende a formalizar y unificar el lenguaje de esta propuesta, con objeto de evitar galimatías y pseudoproblemas derivados de su uso descuidado. Hay que destacar en este grupo en el que participan Neurath, Schlick, Carnap, Hempel y Ayer, a Bertrand Russell para quien lo principal es el estudio de la estructura. El estructuralismo lógico es una concepción filosófica racionalista que atiende “a la forma como se relacionan elementos dentro de un dominio de objetos no especificados y a cómo se relacionan entre sí.” (Ferrater Mora, 1994: 1125). El método de Russell es, en su propia descripción:
[…] partir de algo vago, pero enigmático, de algo que parece indudable, pero que no puedo expresar con precisión […] un proceso que es como ver primero con los ojos y examinarlo después con un microscopio […] fijando la atención aparecen divisiones y distinciones donde ninguna se hacía visible al principio […] hay muchos que condenan el análisis, pero me ha parecido evidente que el análisis aporta nuevos conocimientos sin destruir ninguno de los previamente existentes. Esto es válido no solamente en relación con la estructura de los objetos, sino también, y tanto, en relación con los conceptos. (Russell, 1976: 137-138)
El estructuralismo lógico dio lugar a múltiples ramificaciones del pensamiento entre las cuales se encuentran el estructuralismo antropológico, representado por Lévi-Strauss y su texto Libres Tópicos (1955) considerado por algunos el origen del concepto estructuralismo; el estructuralismo lingüístico en el que las principales corrientes incluyen a Saussure, Peirce, Chomsky, Morris y Jakobson, entre otros; el estructuralismo psicológico que encabeza el movimiento Gestalt con Wertheimer, Kofka y Köhler; el estructuralismo histórico representado por Dilthey quien sentó las bases del historicismo o el estructuralismo analítico identificado por la teoría de los sistemas generales originando un movimiento que perseguía “la unificación de la ciencia y el análisis” (Young, 1972: 35) cuya introducción y perspectivas fueron expuestas por el biólogo Ludwig von Bertalanffy.

El concepto de estructura no es coincidente en las diferentes disciplinas en que se ha expresado, si bien es cierto que propone una visión del todo, el totalismo se inserta en vertientes filosóficas e ideológicas, profundas y superficiales, se aplica para explicaciones lógicas, sistemáticas, organicistas y racionalistas trascendiendo hasta los existencialismos, voluntarismos, vitalismos e individualismos.

Expresiones del holomorfismo

Diseño holístico de silla para trabajadores de oficina
Diseño holístico de silla para trabajadores de oficina
Uno de los textos más representativos de la holística del siglo XX es Holismo y evolución de J.C. Smuts, quien expresa este concepto en relación con su pensamiento político y sus ideas sobre el evolucionismo. A partir de la teoría de los conjuntos, Smuts explicó la evolución o devenir del cosmos en la interacción dinámica de realidades auto-contenidas. (Wilber: 1989)

También desde la teoría de los sistemas, que comprende éstos como conjuntos de objetos que integran tanto las relaciones entre los objetos como sus atributos, es decir, la coherencia y continuidad de las relaciones estructurales características que confluyen en el todo, surgió, antes de la Segunda Guerra Mundial, la obra de Kurt Goldstein.

Psiquiatra y neuropsicólogo de origen alemán, Goldstein conjuntó las ideas del isomorfismo, provenientes del trabajo de Bertalanffy y los principios básicos de las leyes de la forma de la Escuela de la Gestalt (Kris, 1990: 24) postulando una serie de principios determinantes de los organismos entendidos como totalidad, explicando así por qué las enfermedades alteran integralmente las funciones de los sistemas del cuerpo humano trastornando su isomorfismo, es decir, sus interconexiones denominando esto la relación holística del comportamiento. Las reacciones del organismo deben actuar en la correspondencia de los sistemas entre sí para preservar la salud.

La Segunda Guerra Mundial, sus convicciones en contra del fascismo, el exilio y la estancia en los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald propiciaron en Goldstein la búsqueda de principios que sustentaran el humanismo surgido en los tiempos de la postguerra. Es así como sus dominios en el organicismo científico son trasladados hacia la psicología, donde busca explicaciones a la necesidad del ser humano de sustentar su existencia en elementos que trascendieran la mera supervivencia.

El isomorfismo con base en el que Goldstein había explicado las entidades holísticas en la medicina, se fusiona con los conceptos del holomorfismo griego, empleado como un modo para señalar y considerar ciertas realidades. Sin embargo, es pertinente aclarar que la psicología humanística de Goldstein, incluye además ideas del catastrofismo y el evolucionismo orgánico aludiendo a la transformación universal o cósmica de Nietzche –uno de los filósofos del nazismo- logrando en esta forzada convergencia conceptual una visión existencialista que compila ideas como realización personal, proyección vital, superación y autodesarrollo, aplicados en la actualidad en los neovitalismos caracterizados como holistas.

Las reacciones del organismo deben actuar en la correspondencia de los sistemas entre sí para preservar la salud.
La influencia de Goldstein ha sido importante en la generación de modalidades holísticas en múltiples disciplinas y pseudodisciplinas, llegando inclusive a crear una suerte de “moda” conceptual para sustentar alternativas de pensamiento que se puedan insertar en las ideas de la globalización, en muchos de los casos, tratando precisamente de crear isomorfismo entre ambos conceptos: holístico y globalizador, que en su trasfondo distan mucho de crear coincidencias teóricas.

No hay que soslayar la influencia de Goldstein en autores importantes para el diseño y las artes visuales, destaca particularmente como ascendiente de Husserl, Gurwitch y Merleau- Ponty, acotadas con detalle por María Luz Pintos. (Pintos: 2008: 133).

Sin embargo, la denominada “holopraxis filosófica” tiene otros espacios. El primero y originario es el holos griego, vocablo que significa “todo”, “entero”, “completo” empleado para describir el proceso evolutivo de la materia y el acontecer cósmico. Los milesios, jónicos, hilozoístas y eleatas, entre otros, llevan a cabo disquisiciones al respecto. Serían Pitágoras, Heráclito, Empédocles y Anaxágoras quienes realizarían estudios sobre las asociaciones infinitas de los elementos del universo, hasta llegar la idea del todo a Platón y Aristóteles: el primero refleja su pensamiento holístico en el concepto de unidad y el segundo en la asignación de superioridad al todo por encima de las partes.

Se puede hacer un recorrido sobre el holismo filosófico desde los griegos hasta nuestros días, ello implica un estudio más amplio y detallado para el que se recomienda la lectura de la historia de la filosofía porque la sucesión histórica de las ideas y los problemas que ello implica es una necesidad “inmanente y real”. (Windelband, 1960: 13).

El holismo y el diseño

Es claro que la holística ha estado manifiesta en el desarrollo de numerosos ámbitos del pensamiento, gran parte de las cosmovisiones filosóficas son holistas en virtud de que se basan precisamente en la observación del todo.

La disciplina del diseño no ha permanecido ajena a estas influencias, inevitablemente, como sucede en todo juego interdisciplinario, las mixturas de campos semánticos se suceden continuamente.

Así, se aplica el concepto de sistema como recurso de análisis en el proceso proyectual del diseño, considerado holístico:
[…] hacer diseño, desde una visión holista significaría entonces concebirlo con todas sus partes (materiales e inmateriales, práctica/teoría, herramientas/estrategias, procesos/argumentos, etc. todo basado en un estudio integrador del contexto y el usuario) funcionando simultáneamente, y a la vez implica preguntarse cómo es que eso ocurre […] se trata de una implicación integral, se trata de un resultado representativo, unificador, casi atemporal. (Introducción a la Mesa de debate “El holismo y el diseño”, 2009: s/p)
Aquí se enfrentan problemas teoréticos que se refieren al conocer mismo, “en el conocimiento de la realidad, hay que distinguir los problemas generales que afectan la totalidad de lo real de aquéllos que sólo se ocupan de territorios particulares” (Windelband, 1960: 19.1). Todo conocimiento, sistematizado, y el del diseño lo es, debe comprender jerarquías de acercamiento de los objetos de estudio.

Asimismo, el diseño, según se menciona en el texto Metodología del diseño, ha de acreditar sus fundamentos racionales, motivo por el cual es necesario hacer referencia a los principios ontológicos en que descansa y condiciones de conocimiento que lo determinan. Para ello, la metodología sirve de puente entre los principios generales del hacer y el conocer comunes a todo saber con las características específicas de la materia. (Vilchis, 2002: 9).

Señalización bilingüe en el metro de bangkok
Señalización bilingüe en el metro de bangkok

Dado que la metodología determina los universos particulares de conocimiento, el análisis de los fundamentos teóricos del diseño implica tanto el acercamiento a sus modelos metodológicos como los principios generales de la metodología y los supuestos conceptuales en que descansa. Esto establece la relación indisoluble entre teoría, método y técnica que presentan el pensar y el hacer en su unidad necesaria cuyo enfoque hace necesaria no solo la remisión a principios filosóficos, sino a la toma de postura que frente a ellos obliga toda praxis verdadera. La fragmentación analítica es una condición sine qua non del conocimiento, de lo contrario peligra el estancamiento del saber en cualquier circunstancia en lo que Rubert de Ventós describe como:
[…] esta necesidad de interpretar y calificarlo todo [que] no responde tanto a nuestro deseo de conocimiento como a nuestra necesidad de apaciguamiento. Que no es tanto producto de nuestra curiosidad como de nuestra ansiedad. Que más que expresión de nuestro interés por el mundo responde al miedo que éste nos produce. (Rubert de Ventós, 2004: 14)
Dentro de la estructura epistemológica de lo diseñado, el holismo se presentaría entonces como una más de las disyuntivas metódicas, enfatizando la distinción entre lo metodológico –que alude a la disciplina como un sistema de conocimientos- y lo metódico – que supone un modelo específico de pensamiento y su aplicación en la praxis-.

...en el conocimiento de la realidad, hay que distinguir los problemas generales que afectan la totalidad de lo real de aquéllos que sólo se ocupan de territorios particulares.
Windelband
Equiparar el diseño con el holismo supone una visión absolutamente reduccionista, ya que filosóficamente, como cualquier otra disciplina, el diseño puede y debe estar abierto a todo tipo de exposición conceptual, de ahí que encontremos entre los teóricos más importantes quienes sustentan sus postulados desde los principios del estructuralismo, el funcionalismo, el materialismo dialéctico u otras corrientes filosóficas todas las cuales incluyen variantes del holismo.

Desde esta perspectiva, una de las opciones metódicas del holismo se encuentra inmersa en el estructuralismo semiótico, particularmente en corpus como la semiótica de Chomsky y sus influencias en las proposiciones tanto de Greimas como del Grupo M; la semiótica de Charles Morris y la influencia de las dimensiones del signo en la semiótica de la significación a la que pertenecen Roland Barthes y Umberto Eco logrando, en palabras de éste último, “una teoría semiótica que sea capaz de considerar una serie más amplia de fenómenos sígnicos” (Di Girolamo, 1997: 265).

A partir del holismo, entendido en su justa magnitud como modelo metodológico de análisis y comprensión de lo diseñado, podemos establecer términos de investigación y acercamiento al pensar y el hacer del diseño en la búsqueda de la coherencia de su forma y contenido, en pocas palabras, de la correspondencia con su sentido que es, en última instancia, la esencia de todo objeto de diseño.

Conclusiones: regresemos a los principios originarios

Los seres humanos, afirma Rubert de Ventós, “tenemos una rara tendencia a creer que las cosas son claras y conclusivas cuando nos las explican en términos que no acabamos de comprender” (Rubert de Ventós, 2004: 11), y, en las demandas de la globalización por atender a multiculturalismos, pluralismos y eclecticismos pertenecientes a un posmodernismo que resulta ya anacrónico, se pierden las intenciones primordiales en la búsqueda de ideas que, no perteneciendo al campo semántico del diseño, nos envuelven en la tendencia a seleccionar lo que se estima como mejor de cada doctrina en el mejor estilo del helenismo romano.

La disciplina del diseño debe ante todo asimilarse a sí misma cuidando los peligros del sincretismo, algunas de sus teorías merecen ser revisadas y actualizadas desde el propio campo de conocimiento...
Aquí se quiere destacar la complejidad en la urdimbre de conocimiento que implica un solo concepto y como su traspolación epistemológica a campos específicos de conocimiento tiene el compromiso de la indagación sobre el alcance, contenido, extensión, convergencias y divergencias de una idea que no se puede desprender sin raíces y sembrarse en espacios que no tienen dominios de proximidad.

La disciplina del diseño debe ante todo asimilarse a sí misma cuidando los peligros del sincretismo, algunas de sus teorías merecen ser revisadas y actualizadas desde el propio campo de conocimiento, otras, sobre todo las interdisciplinarias, requieren una aprehensión especializada que no se ha desarrollado, continuamente padecemos las transferencias conceptuales de otros dominios sin comprender cabalmente sus alcances en los propios. Filosofar, nos dice Rubert de Ventós, “es desconfiar de las explicaciones que satisfacen.” (Rubert de Ventós, 2004: 17) fin

Bibliografía

DI GIROLAMO, Constanzo. “Semiótica” en La cultura del 900. Tomo 2. 2ª ed. México, Siglo XXI Editores, 1997.

FERNÁNDEZ Martorell, Concha. Estructuralismo. Barcelona, Montesinos, 1994.

FERRATER Mora, José. Diccionario de Filosofía. Barcelona, Ariel, 1994.

KRIS, J. Corrientes fundamentales de la psicoterapia. Buenos Aires. Amorrortu Editores, 1990.

KUHN, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas, México, FCE, 1971.

LÉVI-STRAUSS, Claude. El pensamiento salvaje. 3ª reimp. México, FCE, 1975.

NICOL, Eduardo. Los principios de la ciencia. México, FCE, 1974.

PINTOS P., María-Luz. El neuropsiquiatra Kurt Goldstein en la Génesis del pensamiento fenomenológico de Merleau-Ponty. España, Universidad de Santiago de Compostela, 2008.

POPPER, Karl. La lógica de la investigación científica. Madrid, Tecnos, 1973.

RUBERT DE VENTÓS, Xavier. Por qué filosofía. México, Editorial Sexto Piso, 2004.

RUSSELL, Bertrand. “Teoría del conocimiento” en Evolución de mi pensamiento filosófico. Madrid, Alianza Editorial, 1976.

Texto de Introducción a la Mesa de debate “El holismo y el diseño”. Primer seminario de Diseño Holístico. México, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2009.

VILCHIS, Luz del Carmen. Metodología del diseño. 3ª ed. México, Centro Juan Acha de Investigación Sociológica en Arte Latinoamericano, 2002.

WINDELBAND, Wilhelm. Historia general de la filosofía. México, Editorial El Ateneo, 1960 (Traducción de la 15ª edición alemana por Francisco Larroyo).

WILBER, Ken. El Proyecto Atman. Una Visión Transpersonal del Desarrollo Humano. Barcelona, Editorial Kairós, 1989.

YOUNG, Oran R. Sistemas de ciencia política. México, FCE, 1972.

COMENTARIOS

SÍGUENOS
2013 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Luz del Carmen Vilchis Esquivel
Catedrática de la UNAM desde 1979

Luz del Carmen Vilchis Esquivel Mexicana. Catedrática de la UNAM desde 1979. Primera diseñadora gráfica en el Sistema Nacional de Investigadores. Estudió Licenciaturas en Diseño Gráfico y Filosofía; Maestría en Comunicación y Diseño Gráfico; Doctorado en Bellas Artes UPV/España; Doctorado en Filosofía / UNAM.

Autora de 12 libros, 23 colaboraciones en libros y 81 artículos especializados internacionales sobre teoría y crítica de las artes y el diseño.

Pionera en tecnología digital aplicada al arte y el diseño. Dictaminadora de 56 artículos para 13 comités editoriales internacionales. Directora de 230 tesis ha impartido 85 cursos especializados, dictando 135 conferencias en 24 países.

Evaluadora de 119 proyectos en CONACYT, SEP, MIT, Royal College of Art y University College of London. Miembro de Design Research Society, Fundación Historia del Diseny, DHS, ISSA- UNESCO/Grecia, Franklin Furnace Archive, MERLOT. Diseñadora profesional para más de 95 empresas ganando tres premios en México y Suiza.

Artista visual, expositora de obra gráfica y arte digital en 101 exposiciones individuales y colectivas en 32 países.

En 255 años ha sido la única mujer Directora de la Escuela Nacional de Artes Plásticas-UNAM (2002-2006)

VILCHIS, Luz del Carmen "El holismo: uno más de los sustentos metodológicos del diseño" Revista Digital Universitaria [en línea]. 1 de agosto de 2013, Vol. 14, No.8 [Consultada:]. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.14/num8/art25/index.html> ISSN: 1607-6079.

El holismo: uno más de los sustentos metodológicos del diseño

Luz del Carmen Vilchis

En el domino teórico del campo de conocimiento del diseño, el holismo no puede ser considerado como una línea pragmática o una orientación conceptual para resolver problemas, necesidades o intencionalidades. La visión holística es, como muchas otras teorías que emergen de la filosofía o de otras disciplinas, una alternativa metodológica más para reflexionar, analizar o proyectar el diseño.

Palabras clave: Diseño, metodología, holismo