10 de marzo de 2004, Vol. 5, No. 2 ISSN: 1607-6079
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Intervención de la ciencia
Postura sustancialista
Postura procesal

• No corresponde al conocimiento científico, a la genética o a la embriología, determinar la condición del embrión, pues la ciencia no está pensando en valores sino en describir los hechos, es a los humanistas a quienes corresponde determinar la condición del embrión. Es preciso recaer en la separación entre hechos y valores.

• Hay que ver escépticamente los intereses de la ciencia, pues ella está ligada al poder tecnológico y económico.

• Es preciso, por tanto, comprender de otra manera la libertad de investigación. No podemos pensar en una libertad absoluta. Toda libertad supone responsabilidad. El conocimiento se da dentro de una sociedad y debe responder a ella. Pero actualmente cada quien hace lo que quiere, todo parece posible.

• La libertad no es una cuestión individual sino comunitaria. El problema es el individualismo actual que nos priva de una auténtica comunicación social en cuanto a los intereses comunes, que debieran asumirse como tales.

• Es preciso confiar en la ciencia, ésta debe tener la última palabra. De hecho, la oposición a la clonación terapéutica responde a creencias religiosas, no a datos científicos.

• La libertad de investigación no puede ser limitada por la sociedad a la cual le falta precisamente el amplio horizonte que da el conocimiento científico. La libertad de investigación debe ser respetada.

• Asimismo, se advierte que esta postura no habla de los riesgos que puede implicar la manipulación de las stem cells, pues quizá espera que la tecnología pueda controlarlos.

 

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