Cuadruplicidad
cósmica en los códices
Hay también imágenes de la cuadruplicidad cósmica
en los códices, como las páginas 75 y 76 del Códice
Madrid que representa los cuatro sectores y, en el centro,
un templo que funge como axis mundi y bajo el cual está
sentado el dios supremo Itzamná, en su aspecto antropomorfo,
con su pareja femenina.4
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Figura
9. Las páginas 75 y 76 del Códice
Madrid muestran los cuatro sectores cósmicos,
y en el centro a la pareja creadora sentada a los lados del
gran árbol que funciona como axis mundi. |
El
símbolo principal del Centro del Mundo en los Libros
de Chilam Balam es una colosal ceiba verde, llamada
“Gran Madre Ceiba“, que atraviesa y comunica los tres
niveles cósmicos. Los
mayas consideraron espacios
sagrados ciertas montañas, las cuevas, los arroyos
y a su vez ellos construyeron sus propios espacios a los que sacralizaron.
Fruto de ello son los grandes centros ceremoniales construidos a
imagen del cosmos; aquí se concentraban las energías
divinas y era posible contactar a los dioses.
Las enormes pirámides son la imagen de un microcosmos; conforme
se ascendía se acercaba el hombre al nivel celeste. Pero
también imaginaron una pirámide invertida como expresión
del Inframundo por la que se descendía al reino de la muerte.
Como ejemplo baste nombrar el Templo
de las Inscripciones de Palenque de nueve niveles,
igual que los pisos del Inframundo, donde reside el gobernante
Pacal en el nivel más bajo.
La
pirámide llamada Castillo
de Chichén Itzá es un buen ejemplo de
un recinto sagrado. Si bien tiene nueve niveles, lo que la identifica
con el inframundo, también expresa un concepto celeste por
la sombra en forma de serpiente de rombos, materialización
de la deidad suprema, que desciende de la pirámide en el
equinoccio de primavera; a su vez se reproduce el tiempo al contar
con 364 escalones y uno más con la base del templo, lo que
suma los 365 días del año solar.5
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