10 de septiembre de 2004 Vol. 5, No. 8 ISSN: 1607 - 6079
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El régimen fluvial

Los ritmos anuales de la temperatura y de la precipitación pueden presentar variadas formas de combinación, y a su vez éstas producen un régimen fluvial con características propias, donde la estacionalidad climática constituye un factor hidrológico básico. De acuerdo a la altura sobre el nivel del mar en la que se encuentra la localidad de Las Flores (32 metros), recibirá un solo modo de alimentación preponderante -pluvial- con influencia oceánica. Por lo tanto, se está en presencia de un “régimen simple de alimentación pluvial oceánico”, en el que interviene una marcha pluviométrica ponderada, con lluvias regulares e invierno fresco, donde la baja evapotranspiración justifica el período de altas aguas; es decir, un régimen fluvial cuyo diseño se opone a la curva pluviométrica y obedece más a causas térmicas, por lo que se lo llama también “pluvio-evaporal”.

Dada la estabilidad interanual de las temperaturas y la variabilidad de las lluvias, pueden producirse bajantes pronunciadas y grandes inundaciones. Un ejemplo particular de este régimen es el río Salado de la provincia de Buenos Aires, que tiene la característica de presentar una marcha anual de los caudales totalmente invertida respecto del régimen de lluvias, fenómeno que ha sido atribuido al efecto de la “alimentación subterránea”. Esta inversión se atribuye al retardo que genera la escasa pendiente y la presencia de lagunas en la cuenca, como las que se localizan en los alrededores de Chascomús y General Belgrano.

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