El
régimen fluvial
Los
ritmos anuales de la temperatura y de la precipitación pueden
presentar variadas formas de combinación, y a su vez éstas
producen un régimen fluvial con características propias,
donde la estacionalidad climática constituye un factor hidrológico
básico. De acuerdo a la altura sobre el nivel del mar en
la que se encuentra la localidad de Las Flores (32 metros), recibirá
un solo modo de alimentación preponderante -pluvial- con
influencia oceánica. Por lo tanto, se está en presencia
de un “régimen simple de alimentación pluvial
oceánico”, en el que interviene una marcha pluviométrica
ponderada, con lluvias regulares e invierno fresco, donde la baja
evapotranspiración justifica el período de altas aguas;
es decir, un régimen fluvial cuyo diseño se opone
a la curva pluviométrica y obedece más a causas térmicas,
por lo que se lo llama también “pluvio-evaporal”.
Dada
la estabilidad interanual de las temperaturas y la variabilidad
de las lluvias, pueden producirse bajantes pronunciadas y grandes
inundaciones. Un ejemplo particular de este régimen es el
río Salado de la provincia de Buenos Aires, que tiene la
característica de presentar una marcha anual de los caudales
totalmente invertida respecto del régimen de lluvias, fenómeno
que ha sido atribuido al efecto de la “alimentación
subterránea”. Esta inversión se atribuye al
retardo que genera la escasa pendiente y la presencia de lagunas
en la cuenca, como las que se localizan en los alrededores de Chascomús
y General Belgrano.
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excedentes hídricos y el escurrimiento fluvial
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