Fobias a estímulos externos:
A) Agorafobia
Es
el miedo irracional a espacios abiertos, lugares
con mucha gente, o a dejar un lugar seguro
(temor a salir del hogar, entrar en tiendas
y almacenes, temor a las multitudes, a los
lugares públicos y a viajar solo).
Aunque la gravedad de la ansiedad y la intensidad
de las conductas de evitación son variables,
éste es el más incapacitante
de los trastornos fóbicos y algunos
individuos llegan a quedar confinados en su
casa.
Más
que el temor a la situación misma,
el agorafóbico teme quedarse
indefenso en determinadas situaciones. Por
eso el estar acompañado de alguien
de confianza reduce su conducta de evitación.
B)
Fobia social
También
llamado trastorno de ansiedad social. Es el
temor acusado y persistente por una o más
situaciones sociales o actuaciones en público
en las que el sujeto se ve expuesto a personas
que no pertenecen al ámbito familiar
o a la posible evaluación por parte
de los demás. Tienen miedo excesivo
a la humillación o turbación
en diferentes escenas sociales, como a hablar
en público, a orinar en un cuarto de
baño público (también
llamada “vejiga tímida) y a hablar
en una cita. Puede ser una patología
crónica e incapacitante.
C) Fobia especifica
El individuo con fobia específica anticipa
el daño, como el ser mordido por un
perro, o el pánico a perder el control
cuando se encuentre en una situación
determinada, o temer desmayarse al cerrarse
una puerta.
La
fobia a los animales habitualmente son miedos
monosintomáticos que comienza
en la niñez antes de los ocho años
de edad. Marks (citado en APM, 2001)
afirma que los pacientes con estas fobias
se condicionan en forma diferente a como lo
hacen los fóbicos adultos
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