V.
Hibridación. Existen escasos estudios relativos
a la posible hibridación de las especies del
género. Martín del Campo mencionó
el fenómeno para el lago de Pátzcuaro
desde 1940; en 1986 Barbour, (Toledo y Barbour, 1986)
encontró un ejemplar híbrido de C. estor
y C. lucius proveniente del lago de Pátzcuaro,
y Alaye (1996) encontró, por, métodos
electroforéticos, posibles híbridos
de C. estor y C. lucius así como de C. estor
y C. grandocule en poblaciones de peces de este mismo
lago.Estos casos se refieren a peces colectados del
medio natural; por su parte, Pérez, (1987), Ledesma,
(1990), Oseguera, (1990), Andrade, (1990) y Estrada,
(1991), efectuaron la hibridación con fecundación
artificial de diferentes especies de charales y pescado
blanco del lago de Pátzcuaro y los mantuvieron
en laboratorio con el objeto de identificar características
que los diferenciaran de sus progenitores. Se demostró
con ello la viabilidad de los híbridos aunque
no sobrevivieron más allá de la etapa
juvenil de manera que se desconoce si éstos llegan
a ser fértiles fértiles.
VI.
Sobreexplotación de las especies de pescado blanco.
Una de las razones de la sobreexplotación que
sufren las poblaciones de pescado blanco de estos lagos,
es que constituyen los recursos más cotizados
porque tienen una alta demanda y precio en el mercado.
Actualmente (año 2005) el precio por kilo de
pescado blanco es de alrededor de los $200 en las plazas
de Pátzcuaro y Zirahuén. Compárese
estos precios con los que tienen las carpas e incluso
los charales ($25/kg) y se verá porqué
es el recurso más buscado comercialmente. Sin
embargo, no es sólo la pesca la causante de la
disminución de las poblaciones de pescado blanco.
VII.
Alteración o desaparición de hábitats.
En efecto, el Lago de Pátzcuaro enfrenta actualmente
una grave crisis producto de una compleja serie de actividades
antropogénicas que se dan a su alrededor. El
lago constituye el nivel base de la cuenca y todo lo
que en ella suceda, lo afecta irremisiblemente.