CUALIFICADOR MODAL
(MODAL QUALIFIER)
El
cualificador modal especifica el grado de certeza,
la fuerza de la aserción, los términos
y las condiciones que la limitan. Es la concesión
que se les hace a los otros. Expresa el medio
lingüístico mediante el cual la
persona revela el modo en el que debe interpretarse
su enunciado. En efecto, la certeza con la cual
se sostienen los argumentos varía en
grado y fuerza, de allí que se hable
de conclusiones probables, posibles o presumibles.
La función de un cualificador modal es
establecer la probabilidad. Los argumentos cotidianos
no pueden ser conceptuados como correctos o
incorrectos, pues tal calificación depende
del punto de vista que asuma el oyente o lector.
De aquí la importancia del cualificador
modal a través del cual se expresa
la manera en que el hablante manifiesta la probabilidad
de su aserción a la audiencia. En la
vida diaria es necesario conocer los tipos de
frases modales propias de los diversos tipos
de argumentación práctica. Ellos
revelan la fuerza de la tesis. Se expresan generalmente
a través de adverbios que modifican al
verbo de la aserción que se discute o
a través de adjetivos que modifican a
los sustantivos claves. Algunos modificadores
modales son: quizá, seguramente,
típicamente, usualmente, algunos, pocos,
algunas veces, la mayoría, probablemente,
tal vez. El modo del verbo es también
un cualificador modal.
La
mayoría de los razonamientos prácticos
se relacionan con la probabilidad, pues casi
siempre hay excepciones, incluso hasta en una
ley científica. Por el hecho de que la
fuerza del razonamiento práctico es relativa,
el modificador representa la verbalización
de tal fuerza y establece la seguridad que tiene
el autor de la generalidad de su aserción.
De allí que muchas sean introducidas
por palabras como “sin duda”, “probablemente”,
que caen dentro de la categorías de adverbios
y frases adverbiales con la función de
calificar la aserción. En consecuencia,
la aserción no es categórica.