El lugar que le corresponde a la “Antinomia de la razón pura” en el plan de la Crítica de la razón pura

Casi al final de la Crítica de la razón pura, en el “Canon de la razón pura” (A 805 –B 833), Kant resume los intereses de la razón, tanto en su ámbito especulativo como en el práctico, en tres preguntas:

1) ¿Qué puedo saber?
2) ¿Qué debo hacer?
3) ¿Qué puedo esperar?9

La primera pregunta, nos explica, es meramente especulativa y se resuelve en el desarrollo de la Crítica de la razón pura. La segunda, en cambio, es meramente práctica y aborda los problemas irresueltos por la razón teórica, no en un sentido trascendental 10, sino únicamente moral. La respuesta a esta pregunta corresponde, pues, al campo de la segunda crítica, esto es, de la Crítica de la razón práctica. Por último, la tercera cuestión es tanto teórica como práctica, de tal forma, nos dice Kant, que lo práctico nos lleva, finalmente, a dar una cierta respuesta a la cuestión teórica. “Lo práctico desemboca en la conclusión de que hay algo (que determina el último fin posible) porque algo debe suceder; lo teórico, en la conclusión de que hay algo (que opera como causa suprema) porque algo sucede11 (A 806 –B 834).

Así, pues, la Crítica de la razón pura, que es la que en este caso nos convoca, versa sobre la posibilidad humana de conocimiento o saber, esto es, lo que está en nuestra posibilidad como seres finitos de conocer, tanto en términos generales como particulares. Su preocupación central consiste en exponer las fuentes, los alcances y los límites de nuestro conocimiento . Para ello, Kant divide la obra en dos grandes momentos. El primero, que es el que abarca el grueso de la obra y le da su contenido esencial, lleva por título “Doctrina trascendental de los elementos” y se ocupa de la exposición de los elementos o momentos básicos que componen lo que el filósofo llama nuestra “capacidad trascendental de conocimiento”12. El segundo, por su parte, se aboca a presentar “la determinación de las condiciones formales de un sistema completo de la razón pura” (A 708 – B 736) y se compone de cuatro partes: una disciplina, un canon, una arquitectónica y una historia de la razón pura. Por cuanto el tema que nos interesa, las antinomias de la razón pura, se localiza en el primer gran momento del libro, nuestro análisis se concentrará en él.

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