De la selección al uso

La revista electrónica presenta una característica muy importante, durante la suscripción puede ir sufriendo cambios múltiples, a saber: editor, ISSN, título, etc. Por tanto, no es algo que se adquiere y se coloca en al algún lugar hasta que llegue nuevamente el proceso de suscripción. Este tipo de recurso electrónico requiere de una gestión constante, e involucra el trabajo de personal especializado, así como de tecnologías de información que faciliten el mantenimiento y verificación de los enlaces, tan solo por citar uno.

En la Dirección General de Bibliotecas se distinguen seis etapas en el desarrollo y mantenimiento de la colección electrónica:

  1. Evaluación de productos disponibles en el mercado.
  2. Selección del recurso con base en varios parámetros tales como población usuaria, costos, nivel de especialidad, cobertura, entre otros).
  3. Suscripción, considerando varios elementos tales como modelos de dquisición, tipo cambiario, formas de acceso, etcétera.
  4. Difusión y capacitación, con el objetivo de dar a conocer a la comunidad la nueva adquisición y alentar su uso.
  5. Mantenimiento, en donde es indispensable estar pendientes de los cambios que sufren las publicaciones, así como del seguimiento de la funcionalidad de la revista buscando que siempre esté disponible para los usuarios.
  6. Evaluación de uso a través de las estadísticas proporcionadas por los editores, donde es posible detectar la frecuencia y uso de la publicación; en este sentido, debe mencionarse que los diferentes proveedores o agregadores no siempre ofrecen una forma única de obtención de los datos estadísticos.

Con el fin de facilitar el acceso a la publicación electrónica, recientemente la Dirección General de Bibliotecas, ha puesto en marcha la Biblioteca Digital-UNAM (BiDi-UNAM). En ella, se pueden consultar acervos digitales provenientes de tres fuentes distintas de información:

1) los recursos adquiridos;
2) los producidos en la universidad y,
3) los de acceso libre.

Los tres tipos de recursos implican, desde luego, algún proceso previo de selección antes de estar disponibles a los usuarios. Dentro de BiDi-UNAM, los recursos digitales son organizados de acuerdo a las 4 áreas del conocimiento establecidas por la UNAM, y por tipo de recurso, es decir, se pueden consultar: libros electrónicos, revistas electrónicas, tesis digitales, bases de datos y enciclopedias electrónicas, entre otros.

Uno de los mayores retos que se presenta actualmente en la integración y conformación de recursos electrónicos, tiene que ver con la cantidad de motores e interfaces de búsqueda. Cada vez que se agrega en BiDi-UNAM un nuevo recurso electrónico, éste depende de la interfaz de consulta del proveedor de la información, lo que da como resultado que el usuario tiene que enfrentar múltiples maneras de búsqueda de la información digital. Recientemente la DGB cuantificó el número de interfaces, dando como resultado más de 80 interfaces diferentes para consultar los recursos electrónicos:

Derivado de esta situación, la DGB, está trabajando en conformar núcleos de información por áreas del conocimiento (según el modelo BiDi-UNAM) 17 e integrar metabuscadores que disminuyan la multiplicidad de interfaces, con el fin de facilitar a los usuarios la búsqueda de información, disminuir los tiempos de consulta y favorecer la obtención de mejores resultados.

La comunidad universitaria puede hacer uso de BiDi-UNAM también en la dirección: http://bidi.unam.mx. El acceso a algunas revistas y bases de datos está restringido a la comunidad UNAM, ya sea mediante el uso de claves de acceso o bien definido por el rango IP (132.248.*.*) de la Red-UNAM.