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La evolución tecnológica del telar
Raúl Vicente Galindo Sosa y Yissel Hernández Romero
 



 
 

 

Avances en la tecnología del tejido sin lanzadera

El elemento central que ha orientado las innovaciones tecnológicas en la industria textil es la búsqueda de un proceso continuo de producción donde se alcance la eliminación, simplificación y automatización creciente de las operaciones. Para ello los adelantos se han centrado en:

1) Dispositivos para separar la urdimbre y elaborar diseños tejidos más complicados;

2) el uso de computadoras y sistemas de control electrónico; y

3) métodos más rápidos de insertar el hilo de la trama.

A pesar de la eficiencia aceptable del telar convencional, su productividad se ha visto limitada debido a la velocidad de la lanzadera, la cual, al ser incrementada, presenta algunos inconvenientes: genera gran cantidad de ruido y vibración, el movimiento se vuelve más difícil de controlar y las probabilidades de error son mayores. Para superar estas limitantes se han desarrollado tres tipos de telares sin lanzaderas: de chorro de agua, de chorro de aire y el telar de espadín. En estos sistemas, los hilos de trama no son continuos, sino que se miden y cortan dejando un borde a lo largo de la tela, pudiendo fundirse en el caso de las fibras sintéticas. A continuación se describen brevemente las características de cada uno, mencionadas por Hollen (1999).

Telar de chorro de agua. Como su nombre lo indica, utiliza un chorro de agua de alta presión para llevar el hilo de la trama a través de la urdimbre (Figura 4). El hilo de trama viene de un paquete estacionario que se encuentra junto al telar, va hasta un tambor de medición que controla la longitud del hilo y continua a través de una guía hasta la boquilla de agua donde un chorro de líquido lo transporta a través de la calada de urdimbre. Cuando la trama regresa el hilo es cortado.

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Figura 4. Los chorros de agua transportan el hilo de trama a través de la calada de urdimbre. Fuente: Hollen (1999).

El agua es eliminada del telar por un dispositivo de succión y la tela pasa por un proceso de secado. Este telar es más compacto, menos ruidoso y requiere de menos espacio que un telar convencional y puede trabajar a 400 o 600 pasadas por minuto (movimiento de la trama). Sin embargo, sus limitaciones radican en la utilización de fibras resistentes al agua así como el costo adicional que representa el secado. Telar de chorro de aire. Esta tecnología fue desarrollada en Suecia a principios de los 1920’s, y limitaba su operación a una distancia de 100 cm., debido a la falta de control del flujo de aire. La segunda etapa se ubica en los 60’s cuando se implementa el uso de boquillas que permiten lograr anchuras de 330 cm. Este sistema funge de manera similar al anterior, pero utilizando aire en lugar de líquido. La trama es previamente medida y se guía a través de una boquilla en la cual un chorro de aire la pasa por la urdimbre. El telar puede trabajar a 320 pasadas por minuto y tiene limitaciones en el ancho de la tela porque el chorro de aire disminuye a medida que pasa por el tejido. Este tipo de telar presenta ventajas sobre los otros al poder utilizar tanto hilos de trama continuos como discontinuos, siempre y cuando estos sean de gran calidad, de otra forma el proceso se detendría debido a rupturas tanto de la urdimbre como de la trama.

Telar de tipo espadín. El telar tipo espadín trabaja (principalmente) con hilados de fibra corta a 300 pasadas por minuto. Tiene dos brazos metálicos del tamaño aproximado de un pequeño cortaplumas llamados transportadores o falsas lanzaderas, uno en el lado derecho y otro en el izquierdo del telar (Figura 5). Un mecanismo de medición mide y corta la longitud correcta de hilo de trama que va a pasar por la calada llevada por los transportadores. Estos entran a la calada de urdimbre al mismo tiempo y se juntan en el centro. El transportador opuesto toma el hilo y lo jala. Después de cada inserción, los hilos de trama se cortan cerca del borde y los extremos que sobresalen se introducen de nuevo a la tela para reforzar el borde.

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Figura 5. Brazos de un telar sin lanzadera tipo espadín. Fuente: Hollen (1999).

Algunas otras innovaciones en la evolución tecnológica del tejido plano han mejorado la calidad del producto: el tensionador de urdimbre, por ejemplo, el cual permite reducir la tensión de los hilos especialmente durante la inserción, la apertura y el cierre, y pueden ser seleccionados de acuerdo al material, lo cual brinda mayor uniformidad al tejido. Otras mejoras incluyen: mayor anchura en el peine, mayor precisión del tejido, versatilidad y disminución de ruido del telar, métodos de lubricación centralizados, modificación de accesorios y materiales más resistentes. (Gómez, 1987:28)

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