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Estudios etnobotánicos de la Universidad Autónoma Chapingo. Entrevista

Alonso Zavala Núñez
 
 


Formas de investigación

BRT: En nuestras investigaciones, la elección de los objetos de estudio al azar, a través de ensayo y error, constituye un sistema poco exitoso para encontrar principios activos; se toma un muestreo grande de plantas, se gasta mucho tiempo, muchos reactivos y se utiliza mucha más gente en el proceso de búsqueda. Con la exploración etnobotánica y la revisión de documentos existe de un 70% a un 90% de probabilidad de tener éxito. Y de hecho, es así como se han encontrado los fármaco.

Los grupos étnicos tienen tradiciones en cuanto a con qué se curan, qué comen o cuáles son las hierbas que se usan para las ceremonias. Ellos están completamente ligados a su entorno ecológico y de esa manera resuelven sus problemas inclusive de construcción. En algunos pueblos tienen chozas de lodo con varillas de algún carrizo o algún árbol y esto permite que no se acerquen los moscos o que sus casas sean térmicas. Sé que gente de Europa ha venido a estudiar las construcciones de las casas de los grupos étnicos, sus sistemas de riego y ahora un interés importante es por sus alimentos, frutas, verduras y raíces que utilizan nuestros paisanos de la República Mexicana. Nosotros tenemos que ir allá a los lugares que habitan. La ventaja de la UACH es que como hay alumnos de esos lugares ellos se acercan, proponen sus ideas y llevamos a cabo proyectos que tienen buen éxito.

El siguiente esquema muestra como llevamos a cabo nuestras investigaciones:


Figura 1. Selección y estudio de las plantas medicinales


Por otra parte, el Ejido, es decir, el pueblo, vende su producto sin saber su precio real a grandes empresas reconocidas que las comercializan en el mercado nacional. Venden las plantas, supongamos, a un peso el kilogramo y la empresa a su vez vende una cajita a 50 pesos. Sin embargo, si alguien los organizara les podría ir mejor, ya que podrían desarrollar una agricultura alternativa, que ya no sea sólo del maíz, del frijol o del trigo, y en tiempo de secas ellos podrían organizar y controlar sus recursos.

La empresa vende hasta en cien veces más del valor original del producto. Si recursos como plantas medicinales, insecticidas y combustibles, pudieran valorar su calidad en laboratorios en universidades como la UACH, la UNAM o la Universidad de Chihuahua, la Universidad de Sinaloa, donde también habitan grupos étnicos como los taraumaras o los coras, se ganaría mucho más en diversos aspectos: se proporciona a los ejidos certificados de identidad botánica, que les permite formar un pequeña empresa ahí mismo, y aún mas, si aíslan los principios activos y se revaloran las plantas se permitiría que el Ejido comercialice no sólo bolsitas con hierbas, sino plantas encapsuladas, tableteadas, en sobres o en jarabes; claro todo esto con ayuda de una universidad, que es lo que estamos planteando aquí en la UACh.

Lo anterior nos beneficia, porque en el futuro podemos pedir al gobierno estatal, al gobierno federal u otras instituciones públicas dedicadas a promover la investigación científica, que nos ayuden con el equipo, porque ya contamos con el personal calificado, pero es necesario contar con equipo nuevo para analizar los recursos fitogenéticos y desarrollar temas de investigación al más alto nivel, más competitivo y de mayor calidad paraobtener patentes, generar artículos especializados, etcétera.

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