10 de septiembre de 2004 Vol. 5, No. 8 ISSN: 1607 - 6079
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Históricamente, tras la llegada de los colonizadores españoles, estas praderas se transformaron en el ámbito de las grandes “estancias”, caracterizadas por un sistema de explotación ganadera extensiva. La gran agricultura pampeana nació posteriormente, de una asociación del propietario estanciero y el colono agricultor llegado con la gran inmigración. De esta forma se estableció una modalidad de rotación singular del uso del suelo: en los lugares aptos para el maíz, se sembraba este cereal, alternando con trigo o lino durante unos años, y después el campo se convertía en alfalfar, aumentando así su capacidad ganadera; y al cabo de cierto tiempo el ciclo comenzaba de nuevo. En otras áreas se practicaban combinaciones parecidas, pero siempre adaptadas a las exigencias de los cereales utilizados en cada caso, sistema con el cual, según lo observara PAPADAKIS en su trabajo “Avances recientes en pedología”, “se puede afirmar que la fertilidad potencial de los campos es hoy tan alta como cuando llegaron los españoles”.

La agricultura se realiza en general en condiciones de secano (agricultura sin riego) y en forma semiextensiva y medianamente mecanizada. Los cereales participan con la mayor superficie y valor, siendo los más importantes el trigo y el maíz. También se destacan los granos forrajeros, como la avena, cebada, sorgo, etc, asimismo utilizados como pasturas de invierno; y las oleaginosas, como el lino y el girasol. En forma complementaria a la actividad agrícola también se desarrolla la ganadería, donde sobresale fundamentalmente la cría de la raza Shorthorn, productora de carne.

En este sentido, se distinguen dentro de la región dos zonas especializadas en la producción de carne vacuna: la de cría (Las Flores y alrededores) y la de invernada, hacia el oeste de la provincia de Buenos Aires. Las zonas de cría coinciden –en general– con campos de pastos pobres y de baja calidad. Son campos de menor receptividad por falta de agua o por ser inundables; se dedican entonces a la producción de terneros. La más importante es la ubicada en el centro-este de la provincia de Buenos Aires, correspondiente a la cuenca del río Salado, conocida con el nombre de pampa deprimida, que carece casi totalmente de pendiente y, como consecuencia, las aguas se estancan formando lagunas y bañados.

Una práctica generalizada consiste en sembrar lino sobre el campo virgen, al segundo año trigo sobre la misma parcela y al tercer año alfalfa; esta práctica, con sus distintas variantes regionales, llevó a un predominio de los cereales y forrajeras en el siguiente orden de importancia: trigo, maíz, avena, centeno, cebada, mijo, arroz y alpiste, además del lino y el girasol para la obtención de aceites. Los principales cereales forrajeros (avena, cebada, centeno y maíz) se utilizan para alimento del ganado durante el invierno, dando lugar al negocio ganadero conocido como “invernada”, que consiste en el engorde de los vacunos en pasturas artificiales a partir de los cereales mencionados.

De manera que sobre el mismo paisaje de pastizales se superpone la agricultura con la cría de ganado; es decir que la cerealicultura y la ganadería coexisten en la misma región de pastizales, donde se han registrado densidades de ganado vacuno cercanas a las 100 cabezas por km².

En este sistema asociado (agrícola – ganadero) lo esencial de la alimentación proviene de la alfalfa pastoreada, pero se sabe que la alfalfa, contrariamente a las hierbas naturales de las praderas, no puede permanecer constantemente en el mismo suelo, y es necesario su laboreo por rotación, sembrar trigo y luego avena o maíz que sirven de forraje y completan la alfalfa. Una práctica que podrá mejorar esta situación sería asociar los cereales, sembrados para verdeo, con leguminosas. Finalmente podría hablarse de la fauna típica de esta región con pastizales altos, que es la propia del paisaje estepario y que históricamente sirvió de caza a la población indígena: el ñandú, el ciervo de la pampa y el guanaco, además de roedores, vizcachas y aves corredoras como las perdices.

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