10 de octubre de 2004 Vol. 5, No. 9 ISSN: 1607 - 6079    
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Galeria

La adelita Soldadera

No obstante, desarrollamos el análisis a partir de una segmentación topológica del significante, en donde justamente la ausencia de una puesta en escena y de decorado, permitirán ubicar estas fotos —inicialmente— en tanto que instantáneas, tomadas en el exterior a la luz de ambiente.

Partamos del supuesto de que el análisis del plano del contenido de una fotografía, o de cualquier otro objeto visual, se realiza de la misma manera que el análisis del plano del contenido de cualquier otro discurso. Desde esta perspectiva, un intento de clasificación del material nos permite dividirlo en dos, en relación con la configuración antroponímica de los sujetos del discurso: personajes anónimos y personajes conocidos. Esta oposición en el nivel superficial del discurso nos permite identificar, inmediatamente, el carácter de ciertas imágenes, donde el elemento espontaneidad verifica aún mas el “delito flagrante” de las instantáneas, en razón de otras que no lo son y aparecen como no-retratos, o como no-instantáneas. Tal es el caso de fotografías en delito flagrante como “Adelita la soldadera” (AV.C.l); “El soldado y su mujer” (AV.C.6); “La soldadera y sus hijos” (AV.C. 7).

A.V.C.1
A.V.C.6

En el caso de H. Brehme, sólo H.B. l, con los hermanos Zapata, resulta antroponímicamente identificable, quedando todas las otras en el nivel del anonimato, y en consecuencia, cargadas hacia la instantaneidad.

En casi todas las imágenes de Casasola no aparecen más que sujetos anónimos, que sólo son identificados ahora como arquetipos fotográficos, gracias al conocimiento histórico-cultural que de ellos se tiene, porque han trascendido dentro de nuestro acervo cultural. Pero su verdadera significación no radica ahí, menos aún a través de una lectura etnocentrista y contemporánea que de ellas hagamos.

Por otro lado, aparecen fotografías que deben ser enmarcadas dentro de una cierta “retratificación”, y se debe justamente el embrage antroponímico de los sujetos del discurso, tanto para el fotógrafo, como para los lectores del enunciado. Es el caso de, por ejemplo, “La entrada del Ejército de Villa y Zapata a la Ciudad de México, en 1914” (AV.C. 3); “Villa en su Rancho” (AV.C. 4); “Retrato de Zapata” (AV.C. 13); “Zapata asesinado” (AV.C. 14); y en el caso de Hugo Brehme; “Eufemio y Emiliano Zapata con sus hermanas” (H.B. 1).

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