Satanás en el Quijote
El
término “bulto” alude tanto a la figura que no se distingue
(inmediatamente que don Quijote los nombra de tal modo, Sancho corrige
para aclarar que son frailes de San Benito), como a su corpulencia. Reciben,
además, una segunda designación: "deben de ser, y son
sin duda, algunos encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel
coche". Son "gente perdida y endiablada"11
tal como reformula el mismo caballero al apostrofarlos, lo cual se sustenta
(para la óptica de don Quijote) en la mala acción que realizan:
secuestrar a una doncella.
En este punto no concordamos con tal crítico. Los frailes podrían ser otra cosa, pero no lo son porque don Quijote no quiso que lo fueran, ya que las características primitivas de los religiosos y las obligaciones que su voto de pobreza les imponía, no correspondían a la magnificencia de estos miembros del clero, quienes encantaban13 al pueblo, como en su momento llegó a presentarlo Erasmo en algunos de sus Coloquios. En este episodio, preguntamos por segunda vez, ¿a quién cree ofender don Quijote?, ¿a sacerdotes o a bultos? ¿Verdaderamente en este episodio el caballero trastoca la realidad? |