Cervantes y la crítica contra el clero
El paralelismo existente entre estos episodios nos hace considerar que Don Quijote equipara la vestimenta enharinada de los trabajadores con la de los frailes, con lo cual nuevamente subyace en la mente del caballero el Monacatus non est pietas,19 o en otras palabras “El hábito no hace al monje”, que caracteriza el pensamiento de Erasmo. En el capítulo diecinueve, Don Quijote considera que no es común ver esa "estraña visión, a tales horas y en tal despoblado", por lo cual piensa que se encuentra ante una aventura caballeresca y detiene a la procesión para preguntar si sucede algo que él pudiera remediar. Ante la descortés respuesta de uno de los sacerdotes, don Quijote los ataca, y en este punto se corrobora el tercer significado de la voz "encamisados", quienes, como eran "gente medrosa y sin armas": comenzaron a correr por aquel campo, con las hachas encendidas, que no parecían sino a los de las máscaras que en noche de regocijo y fiesta corren [...] (I, 19). Una
vez que identifica a los personajes contra quienes ha arremetido, don
Quijote es explícito al enlistar los factores que propiciaron su
confusión:
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