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Gestión de la calidad del agua subterránea con la participación de usuarios

Alonso Aguilar Ibarra
 
 

Contaminación: riesgos y consecuencias

El gran problema de la contaminación del agua subterránea radica en el hecho de que su calidad es afectada generalmente de manera indirecta y en muchas ocasiones sin que se pueda notar. Así, diversas actividades económicas vierten una serie de productos químicos orgánicos e inorgánicos no sólo a los cuerpos de agua sino también al suelo. De hecho, la contaminación de suelos puede poner en riesgo especialmente la calidad de las aguas subterráneas por el proceso conocido como lixiviación y que consiste en el drenado y filtración de contaminantes a través del suelo hasta la tabla de agua. Aunque muchos contaminantes potenciales pueden filtrarse en el suelo y no alcanzar los mantos freáticos, hay otros, como los químicos orgánicos, que sí pasan por lixiviación. Pielou (1998) explica que cuando un contaminante llega a la tabla del agua en el subsuelo, puede suceder una de tres cosas. Una es que éste se disuelva, otra que flote (como por ejemplo la gasolina) y la otra que se hunda y forme una capa en la parte baja del acuífero (en el caso de metales pesados o intrusiones salinas). Pero la medición de la calidad del agua subterránea es uno de los mayores problemas para su gestión. En general sólo se sabe si el agua está contaminada cuando se mide en un manantial o un pozo.

Los diferentes usos del suelo, sobre todo la agricultura, la urbanización y la minería, son fuentes principales de contaminación del agua subterránea. Algunos ejemplos son las fugas de tanques de gasolina, la filtración del agua proveniente de lagunas de tratamiento, los basureros municipales, las descargas industriales, el uso intensivo de agroquímicos, los derrames de petróleo, e inclusive, el bombeo para extraer el agua. Este último punto es importante, tal y como lo señalan Maderey Rascón y Carrillo Rivera (2005), ya que el bombeo a partir de pozos puede inducir el ascenso de agua termal con grandes cantidades de fluoruro y sodio que pueden ser tóxicas. El mayor riesgo de contaminación por bombeo se presenta en donde los acuíferos presentan intrusiones salinas, ya que las sales vuelven más pesada el agua y se encuentran en la parte baja de los depósitos subterráneos.

En algunos casos, una fuente local de contaminación puede convertirse en un problema regional. Si algún elemento tóxico llega a la tabla de agua y se difunde en grandes cantidades en un acuífero extenso, otros usuarios que la extraigan de pozos o de algún manantial en lugares distantes, tendrán un problema de calidad del agua sin conocer la fuente de la contaminación. Este es el caso, por ejemplo, de los nitratos y los pesticidas, que han causado gran preocupación tanto en Europa como en Estados Unidos.

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