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Escenarios del teatro en México. Miradas en torno a la creación, difusión y docencia teatral

Televisión y teatro, las dos tienen su encanto. Entrevista con Rodolfo Arias

Ignacio Escárcega
Rodolfo Arias RDU
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Televisión y teatro, las dos tienen su encanto

En esta entrevista, Rodolfo Arias, egresado de una de las más emblemáticas escuelas de actuación de México, quien ha logrado hacer una trayectoria importante en medios como la televisión, el teatro y el cine, relata su experiencia en el mundo de la actuación, desde su formación hasta su vida laboral. En esta oportunidad, destaca algunos aspectos del rigor que significa dedicarse a la actuación, así como todas las dificultades que van de la mano. Además, incluye varias reflexiones sobre la vida profesional del actor en un país como México, la preparación que se requiere y las diferentes posibilidades que ofrece esta área laboral.








Ignacio: Hola, pues estamos en una charla con el actor Rodolfo Arias para hablar un poco del teatro, de los hacedores del teatro, de la creación escénica, del compromiso y el rigor que eso significa. Entonces muchas gracias, Rodolfo, por esta charla y bienvenido a esta que es tu casa, a unos pasos de donde estudiaste.

Rodolfo: Sí, soy egresado de aquí hace 28 años ya… 27 años, egresado del Centro Universitario de Teatro, mi alma máter, donde supuestamente aprendí a hacer teatro.

I: Bueno, justo por ahí es la primera pregunta, Rodolfo. ¿Cuál es para ti la importancia del teatro?, ¿el teatro para qué sirve?

R: Yo creo que el teatro sirve para muchas cosas. Pero, yo creo que la fundamental, la más importante, es para que la gente que lo hacemos tengamos un lugar dónde expresar nuestros sentimientos, nuestras ideas, de todo tipo de ideas y poder con esto; darle a la población, a la sociedad un granito de una visión distinta de la realidad, a partir de la ficción. De ahí pueden suceder todas las cosas que muchas veces en la realidad no podemos vivir por más que queramos, hay muchas cosas que no podemos hacer.

I: ¿Cómo se prepara un actor?

R: Bueno, yo soy digamos ortodoxo en ese sentido, yo creo que toda la persona que quiera subirse a cualquier tipo de escenario, a hacer teatro, tiene que pasar primero por una formación académica que sería como una base, y yo creo que el día a día del actor es su preparación propia, el vivir su vida consciente y observar a su entorno, su sociedad. En esa medida es en que uno sigue preparándose, por allí el maestro Torre Lapham, alguna vez me dijo que yo iba a llegar a ser actor cuando tuviera un peso de vida, es decir, que cada vez un mejor actor, eso quiere decir, que efectivamente el alimento de los actores es su trayectoria por la vida que va paralela, su vida artística, ¿no? y prepararse es seguir estando presente en escena, como trabajando con distintas personas, distintos compañeros, distintos directores, dramaturgos, distintos tipos de teatro, hacer cine, hacer televisión, hacer documentales, dirigir, hacer entrevistas, todo lo que tenga que ver con cualquier tipo de escenario; enriquece, retroalimenta. Este joven que se formó en una escuela, que tuvo ciertos elementos para poder empezar a desarrollarse como actor y yo creo que nunca acaba, nunca termina, siempre es distinto, ¿no?

Rodolfo Arias
Rodolfo Arias: actor de televisión, cine y teatro. Fotografía de: Manuel CJ, RDU

I: Buenísimo y justo me llama la atención esto que dices porque además de lo creativo, de lo que estás hablando también del rigor intelectual, del ejercicio del pensamiento que el actor pueda ser crítico, un observador de lo que ocurre en su sociedad.

R: Exacto, sí, es fundamental, uno no puede dejar de estar presente en su entorno como una manera de seguir aprendiendo, para poder tener argumentos y pararte en escena, y poder decir otras cosas que también tienen que ver con esto.

I: ¿Cómo es el día a día de un actor en los distintos espacios en los que se desempeña?

R: Pues yo siento que es como cualquier otra profesión, el día a día es tratar de ser mejor ser humano cada vez y, bueno, definitivamente estar activo, trabajando siempre en un proyecto o estar involucrado en algún proyecto de cualquier tipo, muchos actores dirigen, muchos actores escriben y tal vez tenga como un día a día muy distinto a los que nos dedicamos sólo a actuar. ¿No?, nunca he dirigido, pero es de pronto muy difícil, en este país desafortunadamente la cultura no está valorada y todo el mundo lo sabemos, lo vemos, no está valorada en su verdadera dimensión, y el arte mucho menos, ¿no?, en este contexto la vida cotidiana de los actores, de la mayoría, es muy complicada porque, efectivamente, pues es aparte de una profesión, pues es de lo que uno vive, yo no hago absolutamente otra cosa más que actuar y, sí, resulta muy difícil. Te pones a pensar, bueno, voy a comprarme un bote de tamales para vender, poder tener para la renta o para la gasolina, ¿no?, porque, sí, efectivamente, digo en otros países hay gente que se dedica sólo al teatro, vive de eso y vive bien por el valor que tiene en las políticas culturales de cada país y acá pues no hay tal.
I: ¿Cómo es actuar en televisión?, ¿se puede hacer una propuesta actoral artística en televisión?

R: Sí. Yo tengo argumentos de decir que sí se puede porque desde que estaba estudiando en la escuela, desde entonces he hecho paralelamente televisión, en concreto, telenovelas, tal cual.

I: Hasta daba temor antes decir la palabra telenovelas, ¿no?, nuestros maestros de teatro decían: ni se les ocurra.

R: Claro, sí, dos meses antes, no voy a decir nombres, dos meses antes de que yo entrara a mi primera telenovela, hace treinta y tantos años, estaba mi grupo en el foro de aquí de la escuela del CUT, todos sentados en proscenio y mis dos maestros (mi maestro y maestra), caminando de un lado a otro fúricos, diciendo que prohibido hacer televisión, es más, prohibido hacer teatro los fines de semana, que no estábamos preparados y todo un discurso, ¿no?, todo un choro ahí de regaño y, digo, un veintiañero por primera vez en una escuela profesional de actuación considerada en esa época como la mejor de Latinoamérica y los grandes nombres de maestros y directores estaban allí, de allí salían los súper actores de teatro, pues claro decías, pues no.

Rodolfo Arias, entrevista RDU
Rodolfo Arias, en entrevista para la RDU. Fotografía de: Manuel CJ, RDU
Ahora a los dos meses este maestro, mi maestro, lo llaman a dirigir una telenovela y me lleva a mí y a una compañera a trabajar en televisión y ¿qué creen?, pues sí, ya no dejé de hacer telenovelas. Entonces, ni siquiera había salido de la escuela cuando yo ya estaba haciendo telenovelas y fue bueno porque pude entender la diferencia de estar en teatro, ¡ah! y al mismo tiempo cine, los estudiantes de Centro de Capacitación Cinematográfica venían al CUT con los del CUEC, venían por actores jóvenes para hacer sus cortos, entonces había una cantidad enorme de trabajo, a veces gratis a veces muy bien pagada, como en la tele que me tocó muchas veces, y en ese camino es donde yo fui aprendiendo, a partir de los distintos lenguajes, como a entender los tiempos en teatro pues antes ensayábamos seis, siete meses, un año y montábamos una obra y dábamos cincuenta funciones, ¿no?, sesenta, ochenta funciones, era un trabajo enorme y eso te da una solidez terrible para poderte parar en la televisión y con este ejercicio al que el músculo cerebral, rápidamente leías una escena, la entendías, la comprendías, hablaban directo contigo del personaje e incluso de dos pasadas uno se lo aprende y no, que el apuntador, bueno esa es una experiencia también que se va aprendiendo haciéndolo porque son absurdos estos cursos que dan de apuntador o actuación para televisión, no, no, la actuación es una y simplemente se entabla relación distinta con la cámara o con el otro compañero y lo mismo que en el teatro; son lenguajes muy distintos y proyecciones muy distintas, pero eso sólo se aprende haciéndolo.

Los comerciales es otra cosa también, yo llegué a hacer, así, montones de comerciales, pero antes tuve que ir a veinte mil castings para entonces entender qué es lo que, muchas veces sensiblemente, qué es lo que quieren ver para que me contraten, los castings de televisión, también y todo como muchas cosas, como muchos oficios se van aprendiendo, se van perfeccionando en el camino, yo no digo que llegue uno a la perfección, pero se van mejorando. La relación con la cámara de cine es muy distinta que con la cámara de televisión que con otro tipo y evidentemente el teatro, pero lo que sí da la mayor solidez para poder decir: yo hago mi mejor trabajo en el teatro y lo hago también en la televisión y lo hago también cuando hago películas.

I: ¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

Rodolfo Arias
Fotografía de: Manuel CJ, RDU
R: Es como un todo que sí necesita tener un principio y un final, porque si no, no resulta placentero, yo puedo meterme a ensayar, ensayar y ensayar, pero si no estreno y si no termino una temporada y está incompleto, sí, por más gozoso haya sido el proceso del montaje, igual, no quedas satisfecho, ¿no?, y siempre te queda la gana de continuar. Me ha pasado una vez o dos veces esa situación y de televisión es más frecuente porque ahí no trabaja uno hasta que… yo lo que digo es eso, el proyecto no está terminado hasta que te corten el último porque empiezas con lecturas, muchos directores quieren hacer ensayos, ensayar una que otra escena, ¿no?, para interrelacionarse con los compañeros porque además es gente que no conoces, que vas conociendo en el camino, ¿no?, y de pronto entender cómo se compone la escena, qué me das tú, qué te doy yo, qué funciona y eso es a nivel muy, muy intuitivo, muy sensible de la televisión, por eso es donde peores actores vemos, y actrices, ¿no?, porque, sí, la inmediatez de hacerlo es el desafío y es el aquí y ahora y, sí, cortan si te sale mal, pero la siguiente vez igual no le sale, igual lo hacen peor y lo mismo si no acaba al aire todo lo que yo hice, pues digo: ¡Ay! ¿Entonces para qué lo hice?

Entonces no resulta placentero, entonces cada proyecto es completo de principio a fin, es para mí lo más placentero y lo más gozoso. Y entre televisión y teatro, las dos tienen su encanto y me gusta hacerlo, lo hago lo mejor posible que puedo y el teatro también y son exigencias muy distintas para las cuales, pues bueno, por lo menos en estos treinta años de trayectoria que cumplo este año ha sido como muy gozoso lo que he podido hacer paralelamente.

I: Y, pues un mensaje finalmente a los lectores y seguidores, Rodolfo, de la Revista Digital Universitaria, una invitación al teatro, por ejemplo.

R: Obviamente, claro, sí. Jamás dejar de ver teatro, jamás dejar de darse ese chance de ir a ver, a presenciar la ficción, cualquiera que sea, ahorita la gran competencia son las series, ¿verdad?, es precisamente Internet, es el celular, eso nos roba, nos informa, pero también nos roba como tiempo de ver las otras cosas y de verdad el arte, la cultura y no sólo el teatro; la danza, los conciertos, la música, todo, necesita que la gente esté allí porque si la gente no está, entonces ¡ah! pues nos van cortando, ahora nuestras temporadas son de doce funciones, ¿no?, ensayamos dos meses, tres meses y eso antes no era y es porque tenemos competencias muy fuertes como es el cine gringo y el Internet. Vayan, de verdad.

I: Buenísimo, pues muchas gracias, muchas gracias a Rodolfo y nos vemos pronto. fin

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2015 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Ignacio Escárcega
Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA

Ignacio Escárcega Nació en la Ciudad de México, es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde obtuvo distinciones académicas, tanto en la Licenciatura en Literatura Dramática y Teatro como en la Maestría en Letras. Desarrolla trabajo como director, actor, dramaturgo y profesor. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA.

Entre las últimas obras que ha dirigido se encuentran: Nos lleva el tren, de Camila Villegas (2011-2012), Tutoriales, de Verónica Maldonado (2012-2013), Afterplay, secuelas chejovianas, de Brian Friel (2012-2013) –premio APT a mejor Teatro de Búsqueda-, Hamlet o el jardín de las suspicacias, de Carlos Valencia (2012-2013), Finea en el Papaloapan (2013-2014), versión libre de Camila Villegas a La dama boba, de Lope de Vega, La amenaza roja, de Alejandro Licona (2014), para el Carro de Comedias de la UNAM, Muebles en la cabeza, de su autoría (2014), y El juego de Yalta, de Brian Friel (2014).

Actualizado hasta julio, 2015.


ESCÁRCEGA Rodríguez, Ignacio, "Televisión y teatro, las dos tienen su encanto. Entrevista con Rodolfo Arias", Revista Digital Universitaria, 1 de julio de 2015, Vol. 16, Núm. 7. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.16/num7/art55/index.html> ISSN: 1607-6079.

Televisión y teatro, las dos tienen su encanto. Entrevista con Rodolfo Arias

Ignacio Escárcega

El procesamiento de imágenes satelitales y de radar es el punto de partida en el mapeo geomorfológico y tiene la finalidad de colectar atributos que caractericen objetos por su forma, estructura o color. Este trabajo presenta el tratamiento de imágenes como paso inicial a la detección de cráteres de impacto. Así, se muestran los resultados del análisis de imágenes de radar (Radarsat-1) de los cráteres de impacto BP y Oasis (Libia), mismos que se usan como patrones de referencia para diferenciar entre cráteres de impacto y cráteres de origen volcánico. El análisis de las imágenes Radarsat-1 consistió en: filtrado (reducción del ruido sal y pimienta), segmentación (partición de la imagen en regiones con características comunes) y clasificación (agrupación de los pixeles con base en características de interés). Para el caso de la clasificación, este trabajo propone un proceso de identificación automática de estructuras de impacto en la superficie terrestre que, partiendo de la información extraída del filtrado y la segmentación, organiza o categoriza objetos geomorfológicos según su origen volcánico o de impacto. La relevancia del sistema computacional clasificador radica en que actúa con aprendizaje automático basado en redes neuronales artificiales (ANN).

Palabras clave: Radarsat-1, cráteres de impacto, BP, Oasis, efecto sal y pimienta, segmentación, clasificación por ANN, aprendizaje automático.