El universo kantiano Kant consideró que el proceso que dio origen al Sol y a sus planetas, por ser consecuencia de leyes físicas de validez universal, debió tener lugar en todo el cosmos. Afirmó que todas las estrellas fijas que el ojo puede descubrir en el gran nicho que es el Cielo, son soles y puntos centrales de sistemas similares al solar. Al final de su trabajo4 Kant explica de manera detallada cómo es que las estrellas llegan a ser cuerpos brillantes y calientes. Para apoyar la idea anterior, Kant hizo notar que esa es la razón por la que el Sol tiene una densidad al menos cuatro veces menor que la de la Tierra.
Un problema de su cosmología, del cual Kant tuvo conciencia fue el referente al colapso gravitacional, al que atacó con la siguiente explicación. Puesto que la fuerza gravitatoria atractiva es la que obligó a formarse al Sol y sus planetas, y ya que es la misma que ha dado origen a las estrellas fijas, pues actúa entre todas ellas de igual forma que en el Sistema Solar, su inmenso número las está obligadando a juntarse por acción gravitacional atractiva, por lo que todo el Universo se encuentra en una situación en la que al paso del tiempo, formará un agregado continuo o gran bola masiva. Para evitar que ello suceda, Kant aceptó la existencia de otras fuerzas de la Naturaleza que se manifiestan especialmente cuando la materia se ha diluido en finas partículas, que evitan ese colapso pues son repulsivas y empujan en dirección contraria a la gravedad. Son esas fuerzas las que evitan que los cuerpos celestes o el Universo en su totalidad se colapsen en un punto masivo del espacio, y combinadas con la atractiva ocasionan previenen la catástrofe cósmica. Como ya se mencionó, nuestro personaje en ninguna parte de su amplia discusión dio prueba alguna de la existencia física de esas fuerzas repulsivas, ni enunció ninguna ley que pudiera utilizarse para calcularlas.
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