Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

Mil razones para seguir adelante

Blanca Judith Lavoignet Acosta Cita

Resumen

La pandemia por el virus sars-CoV-2 ha ocasionado grandes estragos en todos los contextos, incluyendo el de la educación, lo que ha afectado a los protagonistas (docentes y estudiantes) del proceso de enseñanza-aprendizaje, de manera holística. En está ocasión sólo conoceremos a uno de ellos.
Palabras clave: educación, salud, familia, reflexión.

One thousand reasons to keep going

Abstract

The sars-CoV-2 virus pandemic has caused great damage at all contexts, including education, which has affected the protagonists (teachers and students) of the teaching-learning process, in a holistic way. In this occasion we will only explore one of them.
Keywords: education health, family, reflection.




Cuando la vida decidió hacer una pausa, me di cuenta de que muchas cosas iban a cambiar, pero no vislumbre la magnitud, las consecuencias que eso acarrearía a mi vida laboral, personal, social-familiar y de salud. Yo soy docente de una facultad de enfermería. En el mes de marzo del año en curso, nuestras autoridades universitarias, en concordancia con lo emitido por las autoridades sanitarias, tomaron la decisión de seguir con las actividades de manera virtual y a distancia. Ante este panorama, tuve que modificar mis actividades académicas de un momento a otro, principalmente las de docencia, a otra modalidad. Para mí fue un enorme cambio. De encontrarme durante varios años en un aula de clases frente a mis estudiantes, pasé a estar en un proceso de enseñanza-aprendizaje a través de redes sociales, correos electrónicos, telefonía móvil, en fin, mediante la tecnología en general. El cambio no fue por el hecho de no haber utilizado esos medios, sino que ahora sería un 100% de dedicación a ellos.

De manera autónoma tuve que capacitarme en la utilización de plataformas virtuales educativas y otros recursos que desconocía. Sobre todo me preocupaba y me sigue preocupando que el área de salud implica un acompañamiento cercano del docente con el estudiante. He tratado de hacer uso de todos los medios a mi alcance para seguir brindándoles a mis estudiantes esa guía, esa asesoría, la conducción que ellos necesitan para poder comprender con mayor claridad los temas de las asignaturas que imparto.

En el período escolar pasado utilicé el correo electrónico, Facebook, Skype, y plataformas como Eminus, Zoom. En este ciclo, incorporé el uso de la plataforma Teams, que realmente me ha funcionado, pues brinda más ventajas que desventajas en comparación con otras plataformas. ¡Vaya que el uso de la tecnología ha tenido un gran impacto en mi formación, en mi labor como docente! Al inicio fue algo frustrante, pero ahora me defiendo con más herramientas.

Todo lo anterior ha implicado desajustes en mi vida integral: el hecho de pasar varias horas sentadas frente a una computadora y el no poder salir frecuentemente fuera de estas cuatro paredes han afectado mi salud. Estoy presentando dolores frecuentes de cabeza, cansancio en ojos, dolores musculares, especialmente de espalda y nuca. Lo que más preocupa es la tensión en la que me encuentro debido a las exigencias laborales. Y es que el hecho de estar en casa no implica que no existan actividades que realizar: clases, atención a tutorados, exámenes, revisar tantos y tantos trabajos —yo tengo a mi cargo 5 grupos que van entre 40 y 35 estudiantes por grupo—. De igual manera, está la exposición a la que uno se enfrenta al estar frente a una computadora, comisiones de otras índoles, etcétera.

Todo ello ha ocasionado que me encuentre en un constante estrés y ansiedad. He llegado a tener momentos de mucho cansancio, desesperación, a sufrir insomnio porque mi cabeza no deja de trabajar. He sentido tanto dolor en el cuerpo que me he puesto a llorar de una manera desconsolada; a veces quisiera poder dormir un día y una noche completas, y, aunado a esto, está la preocupación de que alguien de mi familia pudiera enfermar, sobre todo mi compañero de vida, quien es enfermero y todos los días sale a trabajar. Cada mañana le pido a Dios y a la Virgen que lo protejan. He tenido también, en este tiempo, perdidas muy significativas de personas valiosas en mi vida, de las que, por la situación que estamos atravesando, no he podido despedirme como quisiera, y eso ha traído consigo dolor.

Sin embargo, he reflexionado que no soy la única que está pasando por malos momentos: desafortunadamente hay personas que están viviendo peores situaciones y que están saliendo adelante. ¡¿Por qué yo no podría?! Doy gracias a Dios que sigo conservando mi trabajo, cuando tantas personas lo han perdido; que no tengo que salir a exponerme, cuando muchos por necesidad lo tienen que hacer; que mis seres queridos más cercanos, mi familia, mi esposo, mis amigas, se encuentran bien; que yo estoy bien dentro de lo cabe; que lo que me ocurre se puede controlar; que cuando necesite platicar con alguien de cómo me siento sólo tengo que hacer una llamada y alguien estará ahí para escucharme.

Agradezco que Dios, la vida, no sé, me siguen permitiendo respirar un día más y disfrutar de lo que está a mi alcance, cuando muchos ya no pueden hacerlo. Si te sientes solo, recuerda que no es así. Aunque suene trillado, siempre hay alguien que está para ti, pero a veces no lo tenemos presente. Sobre todo, olvidamos que nos tenemos a nosotros mismos y que debemos querernos. Aprendamos a valorar lo que tenemos y hasta lo que hemos perdido, porque es algo que también se nos olvida con frecuencia. Disfrutemos de cada instante, porque cada día es diferente. Pero, sobre todas las cosas, amémonos para que podamos amar a los demás, cuidémonos y cuidemos a los demás. La vida hizo una pausa, pero hay mil razones para seguir adelante.



Recepción: 20/10/2020. Aprobación: 20/10/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

Sobreviviendo a la COVID-19

Cynthia Lara Gonzalez Cita

Resumen

Abordaré esta pandemia desde tres perspectivas: como docente, enfermera en área hospitalaria y sobreviviente de la enfermedad. Al principio de la contingencia, no tenía ni la menor idea de que cómo sería ésta, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que no se parecía a nada que hubiéramos vivido antes.
Palabras clave: covid-19, docente, enfermería, sobreviviente.

Surviving COVID

Abstract

The sars-CoV-2 virus pandemic has caused great damage at all contexts, including education, which has affected the protagonists (teachers and students) of the teaching-learning process, in a holistic way. In this occasion we will only explore one of them.
Keywords: covid-19, teacher, nursing, survivor.




Primero, diré que abordaré el tema de esta pandemia desde tres perspectivas diferentes: desde el punto de vista docente, como enfermera al frente de la batalla con pacientes con covid-19 en aislamiento y como sobreviviente de esta enfermedad. Al inicio de esta pandemia no tenía ni la menor idea de que cómo sería, pero al pasar del tiempo me di cuenta de que esto no se parecía a nada que hubiéramos vivido antes.

Como docente tuve que adaptarme a los cambios a la manera de enseñar, de presencial a virtual. Siendo sincera, lo virtual no es lo mío, pero a pesar de todas las adversidades he de decir que ya le estoy agarrando cariño a la formación virtual, todo con altas y bajas, pues en realidad no estamos preparados aún para esta nueva normalidad. Los estudiantes están preocupados, algunos estresados porque no cuentan con lo necesario, como internet de calidad, que les permita estar conectados a las clases. Y ellos no son los únicos, ya que yo estaba igual, tratando a marchas forzadas de crear contenido para subirlo a las plataformas, de las que, honestamente, tampoco tenía experiencia en su uso. Así, me vi en la necesidad de tomar cursos y aprender de lo que van las tic, y de tratar que mi internet aguantara la subidera de trabajos.

Hoy en día, puedo decir que, poco a poco, estoy tratando de hacer lo mejor posible en mi labor docente, intentando no desesperarme y tratando de tener empatía con mis estudiantes que viven en comunidades alejadas y que en ocasiones no tienen luz, se les cae la red o se les acaban sus datos, igual que a mí.

Como enfermera en el área hospitalaria, estamos en guerra contra una enfermedad que no vemos, pero cómo nos lastima. No puedo dejar de pensar en mis alumnos recién egresados que están siendo contratados como carne de cañón, ya que están destinados exclusivamente para área covid. Algunos llegan reflejando el temor en sus ojos y al verme se acercan esperando palabras de aliento y para saber cómo funciona el servicio. Yo trato de orientarlos lo mejor que puedo, esperando que no se note el temor en mí y dándoles seguridad, esa seguridad que pierdo cada que un paciente fallece.

Como sobreviviente de esta enfermedad me siento bendecida, ya que no morí, sólo tengo secuelas no graves, que me dicen que pasarán con el tiempo. Pero yo aún sigo esperando que lleguen las secuelas que no se ven, aquellas que se están descubriendo apenas, esas que le quitaron la vida a mi padre, que sobrevivió a la covid atendida en casa. Al regresar a trabajar ya no pude ver que la enfermedad no lo había dejado del todo, que había hecho daño en su riñón y que tenía un edema pulmonar agudo, casi tres meses después de una recuperación exitosa a la covid-19.

Ahora, tengo que seguir adelante y ser fuerte porque el miedo a enfermar de nuevo y morir no me abandona. Tengo que volver a entrar al área covid porque es mi trabajo, porque amo mi profesión y porque necesito seguir enseñando a mis estudiantes. Porque ellos tienen que aprender que los pacientes en aislamiento por la covid sólo nos tiene al nosotros, el personal de enfermería, para poder ayudarlos, que sus vidas están en nuestras manos.



Recepción: 20/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

No hay crisis inútil

Beatriz Oropeza Villalobos Cita

Resumen

La situación sanitaria actual ha generado aprendizajes valiosos para todos, incluidos nosotros los docentes. Muchos hemos optado por resistir esta crisis y convertirnos, en un período muy corto, en docentes aprendices de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (tic) y ejercer la Enseñanza Remota de Emergencia (ere), con el objetivo de atender a nuestros estudiantes y apoyar su aprendizaje a pesar de las circunstancias. El presente testimonio narra lo que he experimentado en este período, desde enfrentar las tareas con temor e incertidumbre, hasta la satisfacción de haber adquirido importantes y significativos aprendizajes, de manera rápida.
Palabras clave: docente, aprendiz, tic, enseñanza remota de emergencia.

There is no useless crisis

Abstract

The current sanitary situation has generated valuable learning for everyone, including us teachers. Many of us have chosen to resist this crisis and become, in a very short period, teachers who are also apprentices of Information and Communication Technologies (ict) and that are practicing the Emergency Remote Teaching (ere), with the aim of serving our students and support their learning, regardless of the circumstances. This testimony narrates what I have experienced in this period, from facing tasks with fear and uncertainty, to the satisfaction of having acquired important and significant lessons, quickly.
Keywords: teacher, apprentice, ict, emergency remote teaching.




Con riesgo a sonar insensible, hablaré de uno de los beneficios que nos ha dejado la pandemia. Desde hace unos años he tomado cursos sobre usos de las tic en la educación, estrategias didácticas e incluso un seminario de investigación educativa. Sin embargo, después de la emoción que sentía por innovar en mis clases, caí en la situación de la mayoría de los docentes: mucho entusiasmo, poco tiempo, actividades urgentes. Así que la intención cayó en el olvido y seguí realizando las viejas prácticas. Quizá en el mejor de los casos incorporaba algún elemento aislado, por ejemplo, dejar de insistir a mis estudiantes que compraran una calculadora científica y solicitarles que bajaran una aplicación específica para su teléfono celular y, por supuesto, aprender yo también a utilizarla.

En abril, al término de las vacaciones y ante el escenario tan aciago, llegó la demanda de mis estudiantes —sí, los estudiantes nos alientan e impulsan— de seguir con las clases, pero ahora en la modalidad a distancia. Me enfrenté a una temible situación: a pesar de conocer las ventajas de las tic en el ámbito educativo y sus fundamentos teóricos, me daba pánico empezar. ¿Qué sistema de videoconferencia usar? ¿Cómo modificar mi planeación de presencial a la de Enseñanza Remota de Emergencia (ere, en el camino aprendí este concepto)? ¿Cuáles eran mis nuevas expectativas sobre el aprendizaje de mis estudiantes y cuáles eran las suyas hacia mí? ¿Podría manejar aceptablemente las herramientas digitales? A pesar del miedo, no tenía opción, mis alumnos me necesitaban y requerían las clases. A ellos me debo.

Así que cerré los ojos y en medio del temor y la incertidumbre lo intenté. Tuve muchas dudas, cometí muchos errores, pero pude lograr el comienzo de un maravilloso período de aprendizaje significativo, algo acelerado pero casi autónomo. Me convertí en una docente aprendiz.

Empecé a usar redes sociales para comunicarme con mis estudiantes, aprendí a manejar diferentes sistemas de videoconferencia, abrí un sitio Moodle y uno en Classroom, cambié el pizarrón de plumón por uno electrónico, aprendí a realizar simulaciones digitales que sustituyeran las prácticas de laboratorio, mejoré mi habilidad en grabar videos, en fin…, ¡todo en seis meses! Aunque no caminé sola, mi esposo, mis amigos, mis colegas, pero sobre todo mis estudiantes, me acompañaron. Quizá si hubiera tomado un año sabático y diseñado un proyecto para realizarlo en ese tiempo no hubiera aprendido tanto ni tan rápido. Definitivamente, no hay crisis inútil.



Recepción: 20/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

Experiencia de enseñanza-aprendizaje: pandemia COVID-19

Ma. del Carmen Nolasco Salcedo Cita

Resumen

La emergencia sanitaria por la covid-19 ha desatado un caos en la educación, lo que ha provocado que los docentes universitarios experimenten muchas emociones al tratar de adaptarse a los entornos virtuales, para que sus estudiantes puedan continuar sus clases en cualquier momento y lugar. Esto implica desafíos inéditos, ya que algunos, antes de la pandemia, se resistían a adoptar las plataformas virtuales como una herramienta de apoyo. A pesar de que otros sí aprovecharon los beneficios de estas plataformas, no lo hacían para impartir clases, sino eran sólo un apoyo en la realización de actividades. Se trata de un desafío que los docentes han tratado de superar con empatía, creatividad y esmero, para poder continuar con un proceso de enseñanza-aprendizaje de calidad para sus estudiantes.
Palabras clave: educación, covid-19, estudiantes, docentes, ambientes virtuales.

A teaching-learning experience: the covid-19 pandemic

Abstract

The health emergency due to the covid-19 has unleashed chaos in education, which has caused university teachers to experience many emotions when trying to adapt to virtual environments, so that their students can continue their courses at any time and place. This implies unprecedented challenges, since some, before the pandemic, were reluctant to adopt virtual platforms as a support tool. Although others did take advantage of the benefits of these platforms, they did not do so to teach classes, but only as a support in carrying out activities. It is a challenge that teachers have tried to overcome with empathy, creativity and dedication, in order to continue with a high quality teaching-learning process for their students.
Keywords: education, covid-19, students, teachers, virtual learning environment.




Ante la emergencia sanitaria que surge a partir de la pandemia generada por la covid-19, las máximas autoridades universitarias toman de decisión de cerrar las aulas, lo que me hizo experimentar incertidumbre e inseguridad. La primera porque no tenía la certeza de cuál sería la reacción de los estudiantes en esta nueva modalidad de educación en línea, impuesta por el sistema educativo; la segunda, porque estábamos frente a una situación tensa, de presión y desconfianza respecto a las acciones o decisiones que tomaría como docente en la elaboración de mi curso. No obstante, mi intención era clara: apoyar al estudiante en su proceso de aprendizaje, con empatía y flexibilidad.

En aquellos días, en los que dimos un salto de lo presencial a lo virtual, yo sólo tenía en mente plantear estrategias para lograr captar la atención completa de los estudiantes, el factor más importante de una institución educativa. Por ello, les pregunté qué pensaban de la nueva situación y cómo percibían el trabajo en una aula virtual, después de que todo su proceso de aprendizaje había sido de manera presencial. Escuché sus voces porque era importante saber si estaba fallando como su asesora. Me interesaba conocer si era preciso cambiar de estrategia, o si me hacía falta el ingrediente principal: poner más atención a otros factores de gran importancia, como el desarrollo de las habilidades blandas.

El trabajar en una plataforma virtual educativa, hacer uso de videoconferencias, desarrollar actividades asíncronas o simplemente entrar al ambiente virtual con los estudiantes, me hizo sentir mariposas en el estómago. Al mismo tiempo, me puso a trabajar en mi pensamiento divergente y me sentía muy motivada porque siempre me ha gustado este estilo de aprendizaje: el hacer uso de la creatividad, el innovar en los procesos de enseñanza a través de las herramientas tecnológicas, fomentar el trabajo colaborativo y estimular en los estudiantes un pensamiento crítico-reflexivo, mientras promuevo su autonomía y protagonismo hasta lograr en ellos un aprendizaje significativo. Así que, poder elaborar mi curso con este nuevo pensamiento fue simplemente genial, fue ser parte de un todo.

Actualmente, me encuentro inmersa en un pensamiento reflexivo y confirmo que los ambientes virtuales han influido de una manera positiva en mi quehacer docente, al interactuar y socializar más con los estudiantes, al sentir con emoción y satisfacción nuestros logros y al poder fomentarles una competencia de aprender a aprender.



Recepción: 21/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

La enseñanza universitaria en odontología durante la pandemia

Hilda Fabiola Castillo Sánchez Cita

Resumen

La pandemia por la covid-19 nos llevó a cambiar nuestras costumbres y hábitos, y no sólo sociales, también los escolares al migrar a una educación a distancia, a un aprendizaje y a una enseñanza diferentes a las que por muchos años se habían trabajado. Como profesora en la Licenciatura de Cirujano Dentista, me enfrenté a diversos escenarios que no conocía y que, en determinado momento, no sabía cómo manejar, por ejemplo, las plataformas y, además, los sentimientos encontrados y la incertidumbre, entre otros. Sin embargo, esta transición ha dejado experiencias muy significativas debido a la respuesta que han tenido los estudiantes y aunque también se han presentado otras tristes, reconozco que, gracias al apoyo de la universidad, de amigos profesores, de los estudiantes y de mi familia, pude encontrar una respuesta a este escenario.
Palabras clave: asignaturas, estudiantes, plataformas, educación, covid-19.

University teaching in dentistry during the pandemic

Abstract

The covid-19 pandemic caused a change in our customs and habits, and not in the social context, but also at school. By migrating to distance education, learning and teaching processes changed from those that had been carried out for many years. As a professor in the Bachelor of Dental Surgeon, I was faced with many unknown scenarios that, at a certain moment, I did not know how to handle, for example, platforms and, also, mixed feelings and uncertainty, among others. However, this transition has left very significant experiences due to the students’ response, and although sad experiences also occurred, I recognize that, thanks to the support of the university, teacher friends, students and my family, I was able to find an answer in this scenario.
Keywords: subjects, students, platforms, education, covid-19.




El propósito de este documento es compartirles mi experiencia como profesora universitaria en la Licenciatura de Cirujano Dentista, en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), durante la transición a una modalidad de enseñanza diferente a la que había trabajado por 11 años, en un plan educativo de tipo presencial.

Empezaré por comentar que en el momento en que escuché que la Organización Mundial de la Salud (oms) había declarado una pandemia por la covid-19 me sentí muy angustiada por lo que se pudiera presentar. No obstante, sabía que debía continuar. Los sentimientos eran encontrados: tenía miedo por la enfermedad y el peligro de contagio, incertidumbre por todo lo que se escuchaba y ansiedad porque nos encontrábamos en la fase final del ciclo escolar, pues nuestra licenciatura tiene un plan anual. Hubo muchas dudas en la forma en que íbamos a continuar dando clases en asignaturas que tenían un enfoque cien por ciento clínico (atención de pacientes). Además del hecho de tener que cancelar las consultas con tratamientos dentales que estaban por terminar, entre otros. Pero también sabíamos en la Facultad que debíamos estar pendientes de las indicaciones.

En cuanto a las clases, aunque ya tenía cerca de 2 años trabajando con Google Classroom, debía buscar otra forma de comunicarme con los estudiantes. La verdad es que todos los grupos con los que me dirigí fueron solidarios y mostraron gran empatía por la situación en la que todos nos encontrábamos. Incluso, estuvieron muy pendientes entre ellos monitoreando sus dudas e inquietudes frente al cambio que llegaba. Durante la primera semana de confinamiento, dejé actividades a distancia, porque no tenía idea de cómo planear una clase en línea. Pero ya confinada totalmente en casa con mi familia, estaba consciente de que debía buscar la forma de dar clases en asignaturas teóricas, prácticas (laboratorio) y clínicas (atención de pacientes), pues aunque nos encontrábamos en la fase final del ciclo, había muchos puntos que debían ser repasados y considerados, sobre todo con los estudiantes de cuarto año que estaban a nada de terminar su formación universitaria y que, a diferencia de los otros años, debían terminarla a distancia.

Fue así como busqué el apoyo y guía de dos profesores amigos. Con ellos establecí un grupo de trabajo colaborativo, en donde compartimos sentimientos de miedo, angustia e incertidumbre sobre la transición, pero también pudimos compartir información sobre las plataformas y softwares; incluso pasamos buena parte de los días planeando y probando algunas herramientas con el objetivo de conocerlas a profundidad para su uso en las clases.

Es preciso mencionar que todo esto tomó un rumbo diferente con el apoyo de la Universidad, que ofreció cursos, talleres, aulas virtuales y plataformas, entre otros, con los que dimos continuidad a los cursos. Para ese momento era importante pensar en la forma, las estrategias y los temas que debían ser presentados en las clases en línea; no sólo en las de tipo teórico, sino en las prácticas de laboratorio y clínicas.

Después de varias horas de investigación, inicié con Zoom, en donde pudimos continuar con asignaturas con enfoque clínico, a través del análisis de los casos previamente atendidos y, otras veces, con videos o presentaciones para reforzar los temas.

De manera similar trabajé con los grupos de asignaturas de laboratorio. Ahí sólo continuamos con la revisión de los temas y con la elaboración de algunas prácticas en casa, con modelos figurados o simulados. La ventaja fue que ya contaban con el material, sólo se hicieron ajustes en los trabajos de algunos estudiantes que no lo tenían al alcance, lo que era totalmente entendible pues habían dejado su material en donde rentaban o porque se habían confinado en otras casas. Mi estrategia fue compartir dicha situación con el grupo, para que aquellos que no harían la práctica pudieran enviar ejercicios, presentaciones, mapas, cuadros y/o ensayos, entre otros, que hicieran referencia al tema, para que comprendieran los contenidos. Afortunadamente, siempre existió ese espíritu universitario que permitió que se apoyaran entre todos.

Para ese momento, identifiqué que debía tener otro espacio para dar clases porque escuchaba que Zoom empezaba a fallar. Pregunté a un profesor que muy amablemente me ayudó con asesorías en Microsoft Teams. En un principio me costó mucho trabajo, pero en una tarde pude comprender y agradezco enormemente su apoyo. Tuve que avisar a los estudiantes que nos mudábamos a otra plataforma y aunque eso pudo generar molestia por el desconocimiento que implicaba su uso, aceptaron continuar, a pesar de que exigiera tiempo para conocerla y manejarla.

Es así como, con el paso de los días, fui dándome cuenta que la pandemia duraría un tiempo considerable. Por ello, me apoyé en lo que la Universidad nos brindó, los cursos, seminarios, talleres y demás, para formarme en el uso de las distintas plataformas y softwares. Allí compartí con otros profesores universitarios la incertidumbre por la situación, pero también la preocupación por formarnos en esta nueva modalidad de enseñanza, para que los estudiantes sintieran mucho apoyo en esta transición.

Hoy por hoy, he visto una respuesta favorable de los estudiantes. Aunque siguen las dudas sobre la reincorporación y sobre la práctica clínica, hemos platicado e iniciado el ciclo escolar con muchas esperanzas de que en algún momento podremos regresar a las actividades presenciales, pero, por ahora, debemos continuar en esta modalidad.

Cabe señalar que también debí destinar un tiempo para enseñar el uso de las plataformas en las que se desarrollarán las clases, porque para ellos también es nuevo. Les he agregado tutoriales que yo misma he creado y les he dejado espacios para dudas en las mismas plataformas. Hemos comentado que ya nos encontramos mas adaptados, ellos a la forma de aprendizaje y yo a la de enseñanza. Continuamos con diversas actividades como revisión y análisis de casos clínicos, y con la elaboración de prácticas con materiales que tengan en casa. Así, trabajan de una manera diferente pero con el enfoque odontológico; además, como profesora, me ha llevado a ser más creativa.

Sé que aún vienen muchos retos, pero considero que nuestra Universidad siempre estará ahí para nosotros. Sin lugar a duda, estos momentos, con aciertos, errores y demás, nos han permitido generar experiencias, algunas tristes por las consecuencias de la pandemia, pero otras que nos han acercado más como comunidad y universitarios. Como todos sabemos, esta situación sin precedentes nos ha llevado a cambiar muchos hábitos y costumbres, no sólo personales, también académicos y sociales, pero pienso que es momento de continuar.

¡Gracias a cada uno de los estudiantes que aceptaron el reto! ¡Gracias, unam, por todo el apoyo! ¡La unam no se detiene!



Recepción: 28/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079