Más allá de la negación: aceptar nuestro papel en el cambio climático

Vol. 24, núm. 2 marzo-abril 2023

Más allá de la negación: aceptar nuestro papel en el cambio climático

Harumi Takano-Rojas Cita

Resumen

Una de las dificultades para actuar frente al cambio climático es reconocerlo como un problema que nos afecta como individuos, a nuestras comunidades y a nuestro entorno. En este artículo se exploran algunas de las razones que se han identificado desde disciplinas como la sociología, la psicología y la comunicación pública de la ciencia, por las que resulta difícil percibir el cambio climático como un problema y responder a él. Se explica también la importancia de apropiarnos del problema y se ofrecen ejemplos de cómo la percepción del cambio climático puede limitar o favorecer nuestra respuesta al problema.
Palabras clave: cambio climático, historias climáticas, percepción, apropiación, acción climática.

Beyond denial: accepting our role in climate change

Abstract

One of many difficulties regarding climate change action is recognizing it as a problem that directly affects us as individuals, our communities, and our environment. In this article, I explore several reasons identified from disciplines like sociology, psychology, and public communication of science, why perceiving and responding to climate change might be difficult for most of us. I also explain the importance of making the problem our own and examples on how climate change perception can limit or enhance our response to the problem.
Keywords: climate change, climate stories, perception, appropriation, climate action.

Nosotros y el clima

¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu relación con el clima?, ¿piensas en él seguido o en días particularmente calurosos? O ¿quizás sólo si hay una inundación que entorpece tu camino a la universidad? Tal vez eres un entusiasta climático y revisas el pronóstico todos los días antes de salir de tu casa. También es posible que te sea completamente indiferente y que únicamente pienses en el clima si alguien más lo menciona, o si se te atraviesa un número especial de una revista sobre cambio climático.

¿Consideras que la relación de otras personas con el clima sea similar a la tuya?, ¿cómo será la de alguien que vive en la ciudad o en el campo?, o bien ¿la de un estudiante de música o de tu compañero que decidió ser biólogo? Nuestra relación con el clima depende mucho del entorno, de los cambios en el paisaje, del lugar donde vivimos, de nuestros conocimientos y experiencias, y de qué tanto dependen nuestras actividades cotidianas de las condiciones meteorológicas.

Pensando en el mundo

Los ganaderos, agricultores y pescadores, por ejemplo, suelen recordar cómo era el clima antes con respecto a hoy en día, porque de eso ha dependido que modifiquen o no sus actividades, que tengan buenas cosechas o que el ganado crezca sano. Las personas que vivimos en la ciudad, por el contrario, solemos ser ajenos al clima y a sus cambios, sobre todo porque los años con más o con menos lluvia, con más o con menos calor, no suelen modificar de manera importante nuestras actividades diarias.

Percibir el cambio climático

La manera en que percibimos el clima y el cambio climático es importante, porque determinará el tipo de acciones que, como sociedad, tomemos para responder ante él (Urbina, 2012; Whitmarsh y Capstick, 2018). Sí, para empezar, no percibimos el cambio climático como un problema que nos afecta, es muy probable que no hagamos nada para solucionarlo. Como dijera José Luis Lezama, en su libro La construcción social y política del medio ambiente: “Un problema puede tener una existencia física, pero si no es socialmente percibido y asumido como tal, termina siendo socialmente irrelevante” (2004, p.15).

Muchos investigadores, sobre todo desde la sociología, la psicología y la comunicación pública de la ciencia, comenzaron a darse cuenta de que, a pesar de que había muchísima información sobre cambio climático, la respuesta de las personas no correspondía con la urgencia del problema (Norgaard, 2011; Urbina, 2012). A través del análisis de entrevistas individuales y grupales, talleres, encuestas, textos, imágenes y otros medios, las y los investigadores, se dieron a la tarea de entender cómo se estaba percibiendo el cambio climático en diferentes grupos sociales, y si esta percepción afectaba su respuesta al mismo.

Algo que encontraron frecuentemente, es que muchas veces asociamos el cambio climático con imágenes de osos polares sobre trozos de hielo a punto de deshacerse, con inmensos incendios que se salen de control o con huracanes sumamente destructivos (Höijer, 2011; González-Gaudiano, 2012). Pero el cambio climático es una criatura que tiene muchísimas caras y estos son sólo algunos de sus gestos más exagerados. Si uno vive en la Ciudad de México, imágenes como esas pueden parecer muy ajenas a nuestra realidad cotidiana. Pero si vivimos en algún lugar de la costa, donde el nivel del mar está aumentando o donde los huracanes son más frecuentes, quizás tendremos más presente el impacto que el cambio climático puede tener en nuestras vidas (Ávila y González, 2014).

Cambio climático

Imagen 1. Algunas imágenes que solemos ver asociadas al cambio climático.
Fotografías de: istock.com/Binikins, extrema izquierda; istock.com/RoschetzkyIstockPhoto, central izquierda y central derecha; istock.com/AndrewMcArthur, extrema derecha.

Así como podemos sentir que es un problema lejano en el espacio, también podemos sentirlo lejano en el tiempo. Cuando escuchamos las consecuencias que tendrá el cambio climático en el 2050 o en el 2100, nos pueden parecer fechas muy lejanas y solemos darle más importancia a los problemas más inmediatos que nos están afectando en el presente (González-Gaudiano, 2012; Urbina, 2006). ¿A poco no nos pasa lo mismo con los trabajos finales? Apenas unos días antes de la fecha de entrega, estamos estresados porque nos tomamos todo el semestre con demasiada calma, creyendo que habrá tiempo de sobra para hacerlo.

¿Y qué decir del sea un problema global?, ¿no nos hace sentir pequeñísimos el pensar que se trata de un problema tan grande? Muchas veces, es tan abrumadora la complejidad y la magnitud del problema que nos deja sintiéndonos impotentes, creyendo que no hay nada que podamos hacer, o que nuestras acciones no tendrán un impacto. Esa misma sensación es la que después puede llevarnos a buscar a otros culpables y a señalar a otros que deben tomar responsabilidad y resolver el problema (Bonatti et al., 2019; Whitmarsh y Capstick, 2018). Y no es que todos tengamos la misma responsabilidad (Poma, 2018), pero el que haya empresas, países o personas más responsables del problema, no nos exime de nuestra responsabilidad individual.

Otro aspecto que se ha detectado en las investigaciones es que la percepción varía mucho entre los científicos, los gobernantes y el público no científico, ya que sus conocimientos, sus valores y las cosas que les interesan son muy diferentes (Moloney et al., 2014). Esto puede parecer muy obvio, pero vale la pena tenerlo presente porque, como puedes ver, la percepción depende mucho del lugar donde uno vive, de los lugares y de las actividades que nos son importantes, del tipo de educación que tenemos, y de las creencias y sentimientos que compartimos con las personas cercanas a nosotros (amigos, familiares o colegas, por ejemplo).

En investigaciones recientes, se ha explorado también el papel de las emociones en la respuesta al cambio climático (Norgaard, 2011; Poma, 2018). Tal vez has escuchado de un fenómeno de ansiedad climática, sobre todo entre los jóvenes, relacionado con la sensación de preocupación, nerviosismo o miedo al pensar en las consecuencias del cambio climático (Schiffman, 2022). Estas emociones pueden actuar como un arma de doble filo: pueden motivarnos a actuar, como sucedió con Greta Thunberg y el movimiento Viernes por el futuro, o pueden llevarnos a minimizar o negar el problema.

Marcha Viernes por el futuro

Imagen 2. Jóvenes en la marcha Viernes por el futuro en la Ciudad de México, 2019.

Como puedes ver, hay muchas razones por las que alguien podría decir “¡el cambio climático no tiene nada que ver conmigo!”. Pero lo cierto es que nos afecta a todos y es importante asumir el cambio climático como un problema y apropiarnos de él.

Apropiarse del problema

¿Qué significa apropiarse del problema? Significa reconocer la forma en que nos afectará a nosotros y reconocer que lo que hagamos o dejemos de hacer es importante.

Podremos preocuparnos por la calidad de vida de las generaciones futuras, pero si no creemos que nuestras acciones hoy tienen un efecto sobre ese futuro, no haremos nada para modificarlo. Podremos estar convencidos de que la temperatura de la Tierra está aumentando, pero mientras no reconozcamos cómo eso nos afecta a nosotros, a las personas, los lugares y las actividades que nos importan, es muy posible que no tomemos cartas en el asunto.

Por ejemplo, en un estudio realizado en la costa de Jalisco, los autores encontraron que, aunque la mayoría de las personas encuestadas perciben un incremento en la temperatura y están familiarizadas con el término “cambio climático”, son pocos los que creen que este problema afectará a sus actividades cotidianas (López-Fletes et al., 2015). En este y otros estudios, las y los investigadores destacan que, si la población no percibe el riesgo del cambio climático, difícilmente apoyarán y participarán en las acciones de mitigación y adaptación para responder al problema.

Por el contrario, hay evidencia sobre comunidades campesinas en todo el mundo que ya perciben cambios en la temperatura o en la precipitación, y reconocen la manera en que estos cambios afectan a sus cultivos. En algunas de estas comunidades ya se han hecho modificaciones en sus prácticas para adaptarse a los cambios del clima: modificando sus fechas de siembra, diversificando sus cultivos o implementado tecnologías que permiten ahorrar agua, por poner algunos ejemplos.

Estudiantes con Doña Victoria

Imagen 3. Estudiantes con Doña Victoria haciendo un recorrido reconociendo los efectos del cambio climático en el campo.
Fotografía de Harumi Takano-Rojas.

Lo cierto, es que el cambio climático está presente en cada decisión que tomamos, porque cada decisión implica el uso de más o menos recursos y la emisión de más o menos gases a nuestra atmósfera, y esas acciones son tan simples como decidir movernos en coche o en transporte público, comprar productos nuevos o usados, desechar o reparar, comer carne todos los días o una vez a la semana, comprar lo local o bien en el supermercado. Pero, acciones como hablar sobre el cambio climático con nuestros amigos y familiares, participar en organizaciones sociales enfocadas a la acción climática, o conocer cómo este problema afecta a personas en contextos diferentes al nuestro (ya sea que vivan en otros lugares, que se dediquen a diferentes cosas, que sean expertos en el tema, o que, sin serlo, nos aporten una nueva perspectiva), son igualmente importantes para reflexionar, involucrarnos y apropiarnos del problema.

Sabemos que estar consciente de todo lo que implica el cambio climático puede ser abrumador, pero no dejemos que el miedo nos paralice. Los retos que nos pone este problema y los cambios que tendremos que hacer como individuos y como sociedad, invitan a imaginar nuevas formas de ser y estar en nuestro planeta, que pueden ser muy esperanzadoras. Naomi Klein (2015) lo expresa muy bien:

Estoy convencida de que el cambio climático representa una oportunidad histórica (…). En el marco de un proyecto dirigido a reducir nuestras emisiones a los niveles recomendados por muchos científicos, tendríamos una vez más la posibilidad de promover políticas que mejoren espectacularmente la vida de las personas, que estrechen el hueco que separa a ricos de pobres, que generen un número extraordinario de buenos empleos y que den un nuevo ímpetu a la democracia desde la base hasta la cima (p. 24).

Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo leer:

Referencias

  • Ávila, B. y González, E. (2014). Percepción social de los eventos climáticos extremos: una revisión teórica enfocada en la reducción del riesgo. Trayectorias 16(39), 36-58.
  • Bonatti, M., Lana, M., D’Agostini, L., de Vasconcelos, A., Sieber, S., Eufemia, L., da Silva-Rosa, y T., Schlindwein, S. (2019). Social representations of climate change and climate adaptation plans in southern Brazil: Challenges of genuine participation. Urban Climate, 29, 100496.
  • González Gaudiano, E. (2012). La representación social del Cambio Climático. Una revisión internacional. Revista Mexicana de Investigación Educativa 17(55), 1035-1062.
  • Höijer, B. (2011). Social Representations Theory. A new theory for Media Research. Nordicom Review 32(2), 3-16. https://doi.org/10.1515/nor-2017-0109.
  • Klein, N. (2015). Esto lo cambia todo. Paidós.
  • Lezama, J. (2004). La construcción social de los problemas ambientales. En J. Lezama (Ed.), La construcción social y política del medio ambiente (pp. 9-72). El Colegio de México.
  • López-Fletes, C., Chávez-Dagostino, R., Davydova-Belitskaya, V., y Cornejo-Ortega, J. (2015). Percepción de la población costera de Jalisco, México, sobre el cambio climático. Memorias, 13(23), 81-91. http://dx.doi.org/10.16925/me.v13i23.1151.
  • Moloney, G., Leviston, Z., Lynam, T., Price, J., Stone-Jovicich, S., y Blair, D. (2014). Using social representations theory to make sense of climate change: what scientists and nonscientists in Australia think. Ecology and Society, 19(3), 19. http://dx.doi.org/10.5751/ES-06592-190319.
  • Norgaard, K. (2011). ‘People want to protect themselves a little bit’: Emotions, denial, and social movement nonparticipation. Sociological Inquiry, 76(3), 372-396. https://doi.org/10.22201/ceiich.24485705e.2018.15.63843 .
  • Poma, A. y Gravante, T. (2021). Sentir, pensar y actuar frente a la emergencia climática. Una guía para conocernos mejor y poder actuar. Justicia Energética, Greenpeace.
  • Schiffman, R. (2022, 6 de julio). ¿Qué es la ansiedad climática y cómo puede superarse? National Geographic. https://bit.ly/42l0zZu
  • Urbina, J. (2006). Dimensiones psicológicas del cambio ambiental global. En J. Urbina y J. Martínez (Comp.) Más allá del cambio climático: las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global (pp. 65-78). ine-semartnat, Facultad de Psicología unam.
  • Urbina, J. (2012). Percepción y comunicación de riesgos ambientales y su aplicación en la adaptación al cambio climático. Ciencia (octubre-diciembre), 42-49.
  • Whitmarsh, L. y Capstick, S. (2018). Perceptions of climate change. En Clayton, S. y Manning, C. (Eds.) Psychology and Climate Change. Human Perceptions, Impacts and Responses (pp. 13-33). Elsevier Inc.


Recepción: 04/11/2022. Aprobación: 17/02/2023.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079