Dime cómo bebes y te diré qué riesgo tienes: prevención del consumo excesivo de alcohol

Vol. 24, núm. 5 septiembre-octubre 2023

Dime cómo bebes y te diré qué riesgo tienes: prevención del consumo excesivo de alcohol

Aranzazú González Esqueda, Ma. de los Ángeles Vacio Muro y Martha Leticia Salazar Garza Cita

Resumen

Seguramente, en diversas ocasiones has escuchado sobre la importancia de consumir alcohol de manera responsable. No obstante, es complicado que entre tus conocidos encuentres a alguien capaz de aclarar con precisión lo que esto implica. En este artículo, encontrarás información relevante sobre el consumo de alcohol en nuestro país y las razones que llevan a las personas a beber en exceso. También desmentiremos algunos mitos comunes acerca del consumo excesivo de alcohol, los cuales seguramente has escuchado. Por último, proporcionaremos detalles sobre los niveles de consumo y las consecuencias negativas asociadas a cada uno, para ayudarte a determinar si lo más adecuado es abstenerse de beber alcohol o si es posible hacerlo de manera moderada y responsable.
Palabras clave: alcohol, consumo, responsable, mitos, consecuencias.

Tell me how you drink and I’ll tell you what risk you have: prevention of excessive alcohol consumption

Abstract

Surely, on different occasions, you have heard about the importance of consuming alcohol responsibly. However, it is difficult that among your acquaintances, you can find someone who can clarify exactly what this means. In this article, you will find information about alcohol consumption in our country and the reasons people have for excessive drinking. Additionally, we will debunk some common myths about excessive drinking that you have surely heard. Finally, we will provide information related to the levels of consumption and the negative consequences associated with each, in order to help you identify whether it is best to avoid drinking alcohol altogether or to do it moderately and responsibly.
Keywords: alcohol, consumption, responsible, myths, consequences.

Consumo de alcohol en México: retos y prevención

El alcohol es una de las principales drogas legales consumidas a nivel mundial y cuenta con una gran aceptación social, lo que promueve su consumo en grandes cantidades. Según la Organización Mundial de la Salud (oms, 2018), la Región de las Américas (que incluye a México) ocupa el segundo lugar en consumo de alcohol a nivel mundial, con un 54.1% de la población total que consume esta sustancia. En México, el consumo per cápita de alcohol puro es de 6.5 litros, ligeramente por debajo del promedio de 8.0 litros registrado en las Américas. Se estima que para el año 2025, México será uno de los países en la región que experimente un mayor aumento en su consumo de alcohol.

La última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (encodat) (Villatoro et al., 2017) en nuestro país reveló que la mayoría (53.1%) de los encuestados comenzó a beber alcohol a los 17 años o antes. Además, se identificó el porcentaje de consumo excesivo de alcohol en el último año para cada estado (ver figura 1). Esto destaca la necesidad de educar a la población desde temprana edad sobre el uso del alcohol, con el fin de evitar patrones de consumo excesivos.

Consumo excesivo de alcohol en el último año

Figura 1. Consumo excesivo de alcohol en el último año.
Crédito: Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (2017).

Se ha observado que uno de los factores que impulsa el inicio o el mantenimiento del consumo de alcohol es la baja percepción de riesgo asociada con esta sustancia. Es decir, existe la creencia de que beber alcohol no es peligroso o supone un bajo riesgo (Méndez-Ruiz et al., 2018; Ruiz y Medina-Mora, 2014; Delgadillo et al., 2020; Pilatti et al., 2019). Esta percepción fomenta el consumo excesivo de alcohol. Por tanto, el objetivo de este documento es informar sobre algunos factores de riesgo, los niveles de consumo de alcohol y la forma de medirlo, con el propósito de prevenir el consumo excesivo de esta sustancia.

¿Para qué beben alcohol las personas?

El consumo de alcohol en la mayoría de las personas se vincula a la búsqueda de resultados placenteros o a la evasión de situaciones desagradables. Entre las gratificaciones asociadas al consumo de alcohol, se han registrado las siguientes: a) ser aceptado en un grupo social específico; b) reducir la tensión física; c) favorecer la socialización; d) escapar de emociones negativas; e) experimentar desinhibición, y f) sentirse más poderoso (Barradas et al., 2016; Rodríguez-Ramírez et al., 2018).

Estos resultados llevan a la creencia generalizada de que el alcohol conlleva numerosos beneficios, ¿verdad? Pero, ¿alguna vez te has detenido a considerar si existen otras formas de obtener estos beneficios? Además, ¿qué tan ciertas son realmente estas creencias sobre el alcohol? A continuación, exploraremos algunas de estas creencias comunes para determinar si se trata de mitos o verdades.

Mitos y verdades del consumo de alcohol

Un mito es una creencia atribuida a algo que en realidad no posee esas cualidades (rae, 2022). En el contexto del consumo de alcohol, se refiere a las creencias que las personas asocian a esta sustancia, pero que en realidad carecen de fundamento. A continuación, en la tabla 1, presentamos algunos mitos y sus respectivas verdades:

Tabla 1. Comparación entre mitos y verdades del alcohol. Crédito: Elaboración propia.

Los mitos mencionados anteriormente son solo algunos ejemplos, existen muchos otros, pero estos son los más comunes. Si deseas obtener más información sobre mitos, te recomendamos ver el video 1.



Video 1. Lugo y 18 verdades sobre el alcohol, 2017.
Crédito: Lugo Potamio (2017).


Es importante destacar que los mitos pueden obstaculizar la toma de decisiones adecuadas con respecto a la cantidad de alcohol que se consume. Contar con información veraz permite tener una percepción más objetiva del riesgo, lo que ayuda a evitar el abuso del alcohol y el desarrollo de una adicción. Sin embargo, ¿cómo saber si se está abusando del alcohol?

Diferencia entre uso, abuso y dependencia

Para determinar qué tipo de relación tenemos con el alcohol, debemos considerar cuatro indicadores clave en nuestro consumo:

  1. Frecuencia: se refiere al intervalo de tiempo entre cada episodio de consumo.
  2. Cantidad: indica la cantidad de alcohol ingerida en cada episodio de consumo.
  3. Razones o Finalidad: son las motivaciones o propósitos detrás de beber alcohol.
  4. Consecuencias Negativas: comprende los efectos negativos experimentados debido al consumo de alcohol.

Estos indicadores nos permiten clasificar nuestro consumo en tres niveles: uso, abuso y dependencia. La tabla 2 muestra cómo se relacionan los cuatro indicadores dentro de cada nivel de consumo.

Uso Abuso Dependencia
Frecuencia Limitar el consumo a un máximo de 3 ocasiones por semana, alternando días de consumo y de no consumo. Consumo recurrente a pesar de tener problemas continuos debido al consumo de alcohol. Consumo mayor o durante un periodo más largo del que inicialmente se pretendía.
Cantidad No exceder de 3 tragos estándar por ocasión en mujeres y 4 en hombres. Consumo de más de 3 tragos estándar o más de 40 gramos diarios en mujeres, y más de 4 tragos estándar o más de 60 gramos diarios en hombres (Centros de Integración Juvenil, 2018). La cantidad requerida para obtener los efectos deseados es cada vez mayor.
Finalidad Disfrutar de la bebida y acompañar momentos agradables. Beber para sentir los efectos de la embriaguez. Beber por necesidad física y/o psicológica de consumir alcohol y tener dificultad para controlarlo, o para aliviar los síntomas de la abstinencia (Duffy, 2015).
Consecuencias negativas No suele causar problemas ni para quien lo consume ni para la sociedad. Se empiezan a presentar consecuencias a corto y mediano plazo, como ausentismo o bajo rendimiento relacionados con el consumo, problemas legales repetidos relacionados con el alcohol y daño general a la salud. Aumento del riesgo o padecimiento de enfermedades comórbidas (hígado graso, hepatitis alcohólica, cirrosis, crecimiento de la glándula parótida, etc.).

Tabla 2. Características del uso, abuso y dependencia de alcohol. Crédito: Elaboración propia.

Es posible que, incluso con esta información, no puedas identificarte con algún tipo de consumo de alcohol en particular. Si estás interesado en conocer qué tipo de bebedor eres y el nivel de riesgo asociado con tu consumo de alcohol, puedes acceder a ¿Qué tipo de bebedor(a) eres? – Trago Estándar, donde encontrarás más información relacionada con esta sustancia.

Es relevante mencionar que la clasificación de los tipos de bebedores de alcohol se basa en el concepto de “trago estándar”. A continuación, explicaremos con mayor detalle a qué nos referimos con este concepto.

¿Qué es un trago estándar?

Un trago estándar es la medida utilizada para determinar la cantidad de etanol puro que debe contener una porción de bebida (Nolla et al., 2015). De acuerdo con las Normas Oficiales Mexicanas 142 y 047, un trago estándar contiene aproximadamente 13 gramos de etanol puro (Secretaría de Salud, 2014; 2015). Por lo tanto, cuanto mayor sea el porcentaje de alcohol en una bebida, menor debe ser la cantidad de líquido servido para constituir un trago estándar. La figura 2 presenta diferentes envases de bebidas alcohólicas, indicando los mililitros que contienen y el porcentaje de alcohol en cada uno, todos ellos equivalentes a un trago estándar. Esta información es útil para medir la cantidad de alcohol que se consume en cada ocasión.

Figura 2. Tragos estándar según el % Alc. Vol. en bebidas.
Crédito: Elaboración propia.

Por otro lado, la figura 3 muestra los tragos estándar de alcohol sugeridos para hombres y mujeres por ocasión y en el transcurso de una semana. Como se puede observar, el número de tragos recomendados es diferente para cada sexo, debido a las razones explicadas en la sección de mitos.

Figura 3. Cantidad y frecuencia de tragos estándar recomendados según el sexo.
Crédito: Elaboración propia.

Con base en la medida del trago estándar y las recomendaciones específicas por sexo para un consumo moderado, es posible planificar el consumo de alcohol con el fin de evitar problemas o consecuencias negativas a corto, mediano y largo plazo. Además, existen otras estrategias que pueden ayudar a beber de manera responsable, las cuales se muestran en la figura 4.

Figura 4. Estrategias para un consumo responsable de alcohol.
Crédito: Elaboración propia.

Trazar un camino responsable: prevención y educación en el consumo de alcohol

Si bien el consumo de alcohol es aceptado y promovido en la sociedad, esto no lo convierte en una droga segura, ya que puede tener consecuencias negativas relacionadas con la forma en que se bebe. Por lo tanto, es importante practicar un consumo responsable, limitando las cantidades ingeridas en cada ocasión.

Las personas que acostumbran a beber alcohol en sus reuniones deben conocer las características de un consumo responsable (cantidad, frecuencia, finalidad y consecuencias), para prevenir el abuso del alcohol y, a largo plazo, evitar el desarrollo de una adicción a esta sustancia.

En conclusión, el conocimiento sobre el trago estándar y la adopción de hábitos de consumo responsables son fundamentales para evitar los riesgos asociados con el consumo de alcohol y mantener una buena salud física y mental. La prevención y la educación son clave para fomentar un consumo consciente y seguro de esta sustancia.

Referencias

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Recepción: 09/09/2022. Aprobación: 27/07/2023.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079