Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Tinta, perfos y células: una guía para los entusiastas de las modificaciones corporales

Diego Alonso Echánove-Cuevas y Mariana Mastache-Maldonado Cita

Resumen

Sumérgete en el fascinante mundo de los tatuajes y perforaciones con nuestra guía informativa, que responde a esas preguntas que siempre te has hecho sobre estas populares formas de expresión corporal. Desde su rico trasfondo cultural hasta los intrincados procesos biológicos que ocurren en tu cuerpo durante y después de su obtención. Descubre cómo estas prácticas no sólo son una forma de expresar tu individualidad, sino también una ventana a la historia y la sociedad. Aprende sobre las fases de curación de las heridas, desde la hemostasis hasta la maduración, y obtén consejos prácticos para garantizar una experiencia segura y exitosa.
Palabras clave: Modificaciones corporales, tatuajes, perforaciones, curación, cultura del cuerpo.

Ink, Piercings, and Cells: A Guide for Body Modification Enthusiasts

Abstract

Immerse yourself in the fascinating world of tattoos and piercings with our informative guide, which answers those questions you’ve always asked about these popular forms of body expression. From its rich cultural background to the intricate biological processes that occur in your body during and after obtaining it. Discover how these practices are not only a way to express your individuality, but also a window to history and society. Learn about the phases of wound healing, from hemostasis to maturation, and get practical tips to ensure a safe and successful experience.
Keywords: Body modifications, tattoos, piercings, healing, body culture.


Cuestionamientos

Hacerse un tatuaje o una perforación es emocionante, pero también nos llena de preguntas. Por ejemplo: ¿por qué tengo que esperar antes de cambiarme mi nuevo arete?, ¿es mejor una pieza de titanio que una de acero?, ¿por qué de la piel de mi tatuaje salen líquidos y se descarapela? Y muchas más.

Nosotros también tuvimos estas dudas. En un mar de referencias, nos lanzamos para conseguir respuestas y con este texto te queremos ahorrar la búsqueda. Esta es una suerte de guía informativa que puede darte una idea sobre estas populares modificaciones corporales. Un poco de ciencias sociales y naturales nos ayudarán a entender la genialidad de los tatuajes y perforaciones, así como los procesos que ocurren en tu cuerpo, cuáles son las recomendaciones generales y su explicación, para que no sólo triunfes en tu curación, sino que puedas alimentar tu curiosidad.

Los tatuajes y perforaciones en la cultura, historia y sociedad

Los tatuajes y las perforaciones han sido parte de la humanidad por milenios. ¡Se han encontrado evidencias de tatuajes en momias y piezas para perforaciones desde hace más de cinco mil años! Ambas entran en una categoría de cambios intencionales a nuestros cuerpos, llamados modificaciones corporales. Suelen ser tanto formas de expresión como marcadores de identidad en términos de género, edad e, incluso, estatus político (Schildkrout, 2004).

Estos cambios intencionales son y han sido practicados en todo el mundo y son tan diversos como las culturas de las que forman parte, abarcando una gran gama de prácticas. Los tatuajes y las perforaciones son un ejemplo de algunas de las más aceptadas, a diferencia de escarificaciones o implantes. Una muestra de esta diversidad se observa en la figura 1.

Diversidad de modificaciones corporales

Figura 1. Diversidad de modificaciones corporales.
Crédito: Amigos y seguidores en redes sociales.

Los tatuajes incluyen cualquier diseño realizado sobre el cuerpo a través de insertar tinta o pigmentos en la piel, normalmente a través de perforar con agujas de distintos tipos, lo que los vuelve permanentes. Las perforaciones, o piercings, son heridas que atraviesan alguna parte de la piel, en la que se insertan distintos aretes o piezas de joyería. Ambas modificaciones pueden ser realizadas como una decisión estética, como actos de rebeldía o incluso una declaración cómica e irónica. No obstante, para otros individuos y culturas son más que simples marcas o adiciones al cuerpo: manifiestan aspectos profundamente personales de manera individual o como parte de una cultura. Pueden representar formas de conocer y entender el mundo, de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con nuestra familia, con la sociedad y nuestro lugar de origen (Krutak, 2015).

Históricamente existen muchos estilos y formas de realizar estas modificaciones corporales, que varían según la cultura. Los tradicionales horimonos japoneses o el moko kauae de mujeres maoríes son buenos ejemplos en tatuajes así como las perforaciones de labios en antiguas culturas africanas, de pezones en Roma o de lengua para los mayas (Lineberry, 2007). Lamentablemente, han existido casos donde los tatuajes y perforaciones son mal vistas, impuestas o usadas como herramientas de opresión. Ejemplos son los tatuajes forzados a niñas en tribus de la india, o en prisioneros del holocausto, así como perforaciones en genitales masculinos de esclavos romanos o la estigmatización cristiana de la práctica (Hashempour, 2021).

En la sociedad occidental actual, algunas modificaciones corporales han ido aumentando en aceptación y popularidad, y otras no. Como ejemplo, los aretes en mujeres y tatuajes en zonas fáciles de cubrir son más aceptadas que perforaciones del tabique nasal y labios, y los tatuajes en el cuello y rostro (Wright, 2015).

El proceso: los pasos que vemos y no vemos en nuestro cuerpo

Después de todo lo que ya hablamos, puede que tengas ganas de hacerte una modificación corporal. ¡Genial!, pero ¿por dónde empezar? Aquí te damos el paso a paso de toda la experiencia: tanto las acciones que tomarás tú, como los procesos que ocurrirán en tu cuerpo, muchos de ellos invisibles a nuestros ojos.

Hayas o no tenido alguna de estas modificaciones corporales en tu vida, para tu cuerpo y tus células no son más que heridas, como cuando te raspas la rodilla o te astillas con una madera, así, responderá de una forma muy parecida. Así que acompáñanos a explorar el antes, durante y después de tu próxima herida intencional.

Preparativos

Así que ha llegado el momento: has decidido hacerte una modificación corporal y quizá te estés preguntando “¿hay algo que deba hacer antes de esto?”. Cuestionarte esto es completamente normal, y aquí te damos algunos consejos para comenzar. Otros artículos (son similares para una u otra modificación) te enlistan estos preparativos, pero aquí te los resumimos en la figura 2.

Recomendaciones antes de realizarse un tatuaje o perforación

Figura 2. Recomendaciones antes de realizarse un tatuaje o perforación.
Crédito: elaboración propia.

Todos estos consejos te ayudarán a que tu piel y organismo estén sanos y en el mejor estado para sanar y cicatrizar bien. Además, no es por ser aguafiestas, pero asistir con resaca y aguantar una perforación o un tatuaje en lugar de estar reposando no suena a una buena idea, ¿verdad?

Hoy es el día

Ahora sí, hiciste tu cita, acordaste la pieza o diseño de tu modificación corporal y estás a punto de iniciar tu modificación corporal. A partir de aquí las cosas pueden variar un poco dependiendo de si es un tatuaje o una perforación entonces te lo detallaremos por separado.

Hoy me tatúo, ¿qué va a pasar?

Desde fuera el tatuaje se ve como algo relativamente simple, aunque debes de prestar atención a un par de cosas que podrían ser importantes en el momento. Existen algunos artículos que describen esto a detalle. En resumen, debes asegurarte de que todo sea higiénico y estéril (incluyendo el equipo y guantes del artista de tatuajes), para evitar que tu piel se infecte o puedas enfermar de alguna infección transmitida por sangre.

Después de tener esta precaución, sólo queda ponerte cómode, que te coloquen el esténcil e iniciar la sesión. Ésta puede ir desde 30 minutos, para diseños sencillos, hasta más de 4 horas, si son más complejos.

Aunque en ese momento tú sólo puedes reposar y aferrarte a la esperanza de que valdrá la pena al final, tus células, por otro lado, están más activas que unos bomberos en un incendio. Para ellas, un tatuaje es equivalente a vivir en una ciudad amurallada y que, de la nada, una lanza gigante traspase su fortaleza varias veces. Efectivamente: un grupo de agujas están de manera repetida perforando la capa más externa de la piel hasta llegar a la dermis (más o menos a 1.7mm de profundidad). Matan algunas células, irritan toda la superficie y dañan estructuras como vasos sanguíneos. Encima de todo esto, las agujas dejan tinta dentro de la dermis al salir de la piel. Esto pasa una y otra vez, alrededor de 100 veces por segundo, hasta que se termina el diseño (Grant et al., 2015).

¿Y qué hace tu cuerpo ante tal asalto? En resumen, se defiende y protege. Casi inmediatamente tu cuerpo entra en una fase llamada hemostasis, en la que tus plaquetas van a tapar las fugas y detener el sangrado. Después, tus células de la piel activan alarmas para atraer a un gran número de glóbulos blancos (especializados en proteger y cuidar tu cuerpo) (ver figura 3; Maynard, 2015). Esto sucederá desde el inicio y hasta unos minutos después de finalizado el tatuaje.

Fase de hemostásis y fase de inflamación

Figura 3. Fase de hemostásis y fase de inflamación.
Crédito: elaboración propia.

¿Y cuando me perfore?

Otro día, vas al mismo estudio a realizarte un piercing. Te preguntan el material de tu pieza y tú eliges entre acero inoxidable, oro, niobio y titanio, pues investigaste que es lo mejor para la cicatrización y, de hecho, rara vez provocan reacciones alérgicas (Meltzer, 2005).

Escoges y se traza la zona que quieres perforar con un marcador médico desechable. Después de acordar el sitio, limpian tu piel con una preparación cutánea quirúrgica que ayuda a reducir la cantidad de microbios en el área y, así, ahorrarte una infección (Ferguson, 2000).

Tu perforadore se deberá limpiar las manos y usar guantes esterilizados. Realizará tu perforación lo más rápido y suavemente posible. Un pinchazo y… ¡Ya está! Un par de lágrimas pueden salir, pero lo feo ya pasó. Te advertirá que durante los primeros días la piel alrededor de la nueva pieza puede hincharse, ponerse roja y estar sensible. Esto no es otra cosa sino la fase de inflamación, la cual juega un papel clave en la protección contra infecciones (ver figura 3).

En esta etapa, los vasos sanguíneos se dilatan más para permitir que la sangre llegue a la herida (es por eso que todo se pone rojo alrededor). Más a fondo, tiene lugar la formación de un coágulo, compuesto de fibrina y fibronectina: unas proteínas que ayudan a detener el sangrado y a sanar heridas (Gurtner et al., 2008). Y, al igual que con el tatuaje, las plaquetas iniciarán un reclutamiento celular para proteger la herida (Locatelli et al., 2021).

La cosa no acaba ahí

¿Qué pasa una vez que el tatuaje o perforación está terminado? Hay que entender los procesos que ocurrirán desde que sales del local, hasta que ya sanes por completo. Existen varias precauciones que debes seguir e intentaremos responder algunas dudas que podrían surgir.

Ya me tatué, ¿y ahora qué?

Normalmente, pasadas dos o tres semanas podrás vivir tu vida normal, a la par que luces y cuidas tu arte corporal. Tu tatuadore debió darte instrucciones claras sobre qué debes hacer para cuidar de tu tatuaje y que pueda sanar bien, así como una serie de cosas que ocurrirán con tu cuerpo en las próximas semanas. Los cuidados que debes tener y el proceso de sanación los puedes consultar aquí.

El primer día sentirás la zona del tatuaje inflamada, enrojecida y adolorida. Posiblemente se te cubrió la zona con plástico u otro material. Al pasar las horas verás que bajo el plástico tu piel se ve húmeda. Todo esto ocurre porque te encuentras en la fase inflamatoria de tu curación. Tu herida se inflama, enrojece, se llena de líquido y glóbulos blancos que continúan atacando a cualquier agente extraño que haya colado (incluida la tinta). Durante todo este proceso, es normal que tu tatuaje comience a “sudar” un líquido rojizo llamado supuración. Esto solo durará unas horas (o máximo unos cuantos días) hasta que la herida se vea seca. Antes de que esto ocurra, será mejor que esté limpia, y, por favor evita los saunas y albercas públicas.

Al pasar unos días, tu herida estará seca y en la fase proliferativa de curación, donde tus células intentan “llenar” la herida y darle una cobertura temporal. Este rellenado junto con el secado de los coágulos de la fase de hemostasis formará una delgada costra y tu tatuaje perderá brillo, pero no te preocupes, el brillo volverá. También sentirás comezón, ante lo cual ¡debes resistir la tentación de rascarte! Todas las medidas que te dieron son para evitar causar más daño al tatuaje para que sane de la mejor forma: no tallarlo, rascarlo, exponerlo al sol, quitar las costras o usar cremas o jabones con perfume.

Por último, cuando la costra se caiga, verás un tatuaje brilloso. Este brillo se volverá menos intenso con el paso de las semanas hasta quedar en su forma permanente. Aquí tu piel está en la fase de maduración, donde reordena sus estructuras y células para recuperar la fuerza y flexibilidad previa a la herida (Maynard, 2015). Todo esto se muestra en la figura 4.

Fase de proliferación y maduración

Figura 4. Fase de proliferación y maduración.
Crédito: elaboración propia.

La razón por la que un tatuaje es permanente es porque, desde las primeras fases de curación hasta estas últimas etapas, tus glóbulos blancos estarán intentando destruir la tinta de tu piel, pero son incapaces de hacerlo. Por ello solo la engullen y se quedan incrustados en la piel. Si llegan a morir, solo serán reemplazados por otros glóbulos que volverán a almacenar la tinta, residiendo en tu piel que ya ha sanado por completo (Baranska, 2018).

Ya me perforé, ¿y ahora qué?

Ahora que te hiciste la perforación, debes cuidarla bien hasta que sane por completo y seguir las indicaciones de los expertos. La primera y más importante tarea que tendrás es evitar que la zona se ensucie. Para esto podrás lavar con agua y jabón o solución salina, aproximadamente dos veces al día.

La persona que te perforó dirá que no te preocupes por una secreción que salga de la zona de perforación. Pero, quizá, al igual que nosotros en su momento, te preguntes: ¿qué es eso y por qué sale? Primero que nada, es normal y, en realidad, es algo bueno. Esa cosa pegajosa de color claro está compuesta principalmente por proteínas, como el colágeno, que ayudan a fortalecer el tejido circundante. Se seca dando una apariencia de costra. Junto con eso, notarás que el sitio de la perforación ahora está menos hinchado, pero aún está de un color rosa. Este color significa que la perforación está sana pero aún se está reparando y por eso es común ver que el tejido puede tensarse alrededor de las piezas a medida que sana, no es flexible como el resto de tu piel.

Si echamos un vistazo más profundo, para ese momento en el proceso de cicatrización está teniendo lugar la fase de proliferación. También se están fabricando más y nuevos vasos sanguíneos para poder darle a tu nuevo tejido todos los recursos que necesita para reparar el daño (ver figura 4).

Es importante que tengas en cuenta que una perforación puede parecer curada incluso antes de que se complete este proceso y esto es porque la herida sana de afuera hacia adentro y, aunque por fuera luce bien, el interior sigue siendo frágil. Por lo tanto, es vital seguir con los cuidados. A menos que tengas un problema con el tamaño, el estilo o el material de la pieza inicial, debes dejarla en su lugar durante toda la curación.

Dependiendo en qué área de tu cuerpo hiciste la perforación será distinto el proceso de curación, así que no te desesperes mucho. Por ejemplo, en el caso de la oreja, el cartílago perforado suele ser más difícil de curar y puede tardar de 3 a 10 meses, mientras que la zona del lóbulo sólo tarda un par de meses.

Tu perforación estará curada una vez que pasó el tiempo, las secreciones se detuvieron y ya no te sea incómodo traer la pieza puesta. De cualquier manera, no hay que bajar la guardia pues, con cualquier perforación (y al igual que con cualquier lesión), existe un peligro latente de infección (Tweeten y Rickman, 1998; Holbrook, Minocha y Laumann, 2012).

Por todo esto, la prevención es la clave. Hay que elegir a un profesional y éste a su vez tiene que explicarte los cuidados y condiciones que pueden causar complicaciones con la perforación que elijas.

Conclusiones

Como pudiste ver en este artículo, hacerse una modificación conlleva un significado personal y cultural: ayuda a expresarnos y es un fuerte marcador de nuestra individualidad. A su vez, existe una carga social e histórica de todas estas prácticas, que le podrás contar a cualquier persona que te pregunte por tu tatuaje o perforación.

También, acarrean consecuencias biológicas que van desde algunas completamente normales, hasta otras que pueden llegar a ser peligrosas si no tienes cuidado. El proceso de curación de heridas es complejo y desafiante para tu cuerpo. Por nuestro propio bien y en agradecimiento por resistir nuestras decisiones, hay que ayudarle con los cuidados necesarios, evitando el estrés, el alcohol, comiendo bien y otras cosas que mencionamos.

Aquí te dimos una embarradita sobre los aspectos históricos, sociales y biológicos de estas curiosas formas en que cambiamos nuestros cuerpos. Sin embargo, te invitamos a ahondar más en estos interesantísimos procesos invisibles, leer más sobre el impresionante mundo de las modificaciones corporales y revisar más recomendaciones para mantener sana tu piel ornamentada con tinta y metales. ¡Te deseamos suerte en tu próxima modificación corporal!

Referencias

  • Baranska, A., Shawket, A., Jouve, M., Baratin, M., Malosse, C., Voluzan, O., Manh, T., Fiore, F., Bajenoff, M., Benarroch, P., Dalod, M., Malissen, M., Henri, S., y, Malissen, B. (2018) Unveiling skin macrophage dynamics explains both tattoo persistence and strenuous removal. Journal of Experimental Medicine, 215(4) 1115-1133. https://doi.org/10.1084/jem.20171608.
  • Curtis, B. J., Hlavin, S., Brubaker, A. L., Kovacs, E. J., y Radek, K. A. (2014). Episodic binge ethanol exposure impairs murine macrophage infiltration and delays wound closure by promoting defects in early innate immune responses. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 38(5), 1347-1355. https://doi.org/10.1111/acer.12369.
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  • Gurtner, G. C., Werner, S., Barrandon, Y., y Longaker, M. T. (2008). Wound repair and regeneration. Nature, 453(7193), 314-321. https://doi.org/10.1038/nature07039.
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  • Lineberry, C. (2007). Tattoos: The Ancient and Mysterious History. Smithsonian Magazine.
  • Locatelli, L., Colciago, A., Castiglioni, S., y Maier, J. A. (2021). Platelets in wound healing: what happens in space? Frontiers in Bioengineering and Biotechnology, 9. https://doi.org/10.3389/fbioe.2021.716184.
  • Maynard, J. (2015). How Wounds Heal: The 4 Main Phases of Wound Healing. Shield HealthCare. https://tinyurl.com/yc6z3ehf.
  • Meltzer, D. I. (2005). Complications of body piercing. American family physician, 72(10), 2029-2034. https://tinyurl.com/3btxf275.
  • Schildkrout, E. (2004). Inscribing the body. Annual review of anthropology, 33, 319-344. https://doi.org/10.1146/annurev.anthro.33.070203.143947.
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  • Wright, J. D. (2015). Piercing. En The International Encyclopedia of Human Sexuality (pp. 861-1042). https://doi.org/10.1002/9781118896877.


Recepción: 18/01/2023. Aprobación: 12/03/2024.

Documento sin título

Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Migración rural y cambio de hábitos: impactos en el consumo y el medio ambiente

Nancy Velázquez Martínez Cita

Resumen

Al hablar de migración rural, es común asociarlo con cambios positivos que mejoran la calidad de vida. Sin embargo, la migración conlleva la adopción de nuevos hábitos de consumo que alteran las necesidades básicas, generando impactos negativos que suelen pasar desapercibidos y representan una amenaza para la biodiversidad, las culturas indígenas y el medio ambiente, elementos fundamentales para alcanzar la sostenibilidad global. En este artículo, se abordan las implicaciones ambientales del aumento del consumo de alimentos, de nuevos objetos y del crecimiento del área construida, analizando el fenómeno de la migración rural, desde sus repercusiones hasta las posibles soluciones para mitigar sus efectos negativos.
Palabras clave: Migración rural, impactos ambientales, hábitos de consumo, biodiversidad, soluciones.

Rural to Urban Migration and its Impact on Consumption Patterns

Abstract

When discussing rural migration, it is common to associate it with positive changes that improve quality of life. However, migration involves adopting new consumption habits that alter basic needs, generating negative impacts that often go unnoticed and pose a threat to biodiversity, indigenous cultures, and the environment, all of which are essential elements for achieving global sustainability. This article addresses the environmental implications of increased food consumption, new consumer goods, and the expansion of built-up areas, analyzing the phenomenon of rural migration from its repercussions to potential solutions to mitigate its negative effects.
Keywords: Rural migration, environmental impacts, consumption habits, biodiversity, solutions.


Buscando una mejor vida

El deseo de mejorar los ingresos, la calidad de la educación y los servicios de salud disponibles son los principales detonadores de la migración de zonas rurales a urbanas (Selod y Shilpi, 2021). A pesar de que los flujos migratorios tienen una gran variabilidad y heterogeneidad, se ha identificado que la región con mayor número de países de origen de migrantes rurales (pomr) es África Subsahariana (Selod y Shilpi, 2021), mientras que la región con mayor número de países destino de migrantes (pdm) es América del Norte y Europa (bbva Research et al., 2021; Chávez et al., 2021). A continuación, en la tabla 1 se muestran los principales pomr y los pdm considerados en este artículo:

Principales países pomr y pdm por región geográfica
Regiones geográficas Países origen de migrantes rurales (pomr) Países destino de migrantes (pdm)
Norte América y Europa Estados Unidos y Canadá; Reino Unido, Francia, España, Alemania, Rusia.
América Latina y el Caribe México, Guatemala, Honduras, El Salvador.
África del Norte Marruecos Arabia Saudita, Emiratos Árabes
África Subsahariana Senegal, Guinea, Camerún, Sudáfrica, Kenia, Tanzania, Zambia.
Asia Central y Meridional India
Asia Oriental y Sudoriental República de Corea
Australia y Nueva Zelandia Australia

Tabla 1. Principales países pomr y PDM por región geográfica.
Crédito: Elaboración propia con datos de Selod, H., y Shilpi, F. (2021). Rural-Urban Migration in Developing Countries Lessons from the Literature y BBVA Research et al. (2021). Anuario de Migración y Remesas México 2021.

Cambiando hábitos de consumo

Contrario a lo que muchos podrían pensar, adoptar un nuevo hábito de consumo no requiere varios años. Se estima que un nuevo hábito se desarrolla en un promedio de 66 días (Lally et al., 2010, citado en Vladimirova et al., 2022). Podemos adquirir nuevos hábitos según las preferencias de las personas con las que establecemos contacto, ya sea sobre objetos, herramientas e infraestructura que facilitan ciertas prácticas, o incluso sobre competencias y significados (mentales o emocionales) (Vladimirova et al., 2022).

El origen de los hábitos de consumo moderno se puede comprender desde dos maneras de interpretar las necesidades básicas (Streeten et al., 1984). La primera es en términos de las cantidades indispensables de alimentos, vestimenta, alojamiento, agua, y saneamiento para prevenir una salud deficiente, desnutrición y otros similares. La segunda interpretación se entiende como la satisfacción de los deseos propios de cada persona. Es fundamental integrar ambas visiones para descifrar los cambios de hábitos por la migración.

Se debe tener presente que el impacto de los movimientos migratorios depende de factores como el número de personas involucradas, el tiempo que dure la estancia, el posible retorno a la comunidad de origen (Lipton, 1980), así como del nivel de consumo de cada persona. Cabe destacar que no todos los migrantes rurales regresan a sus comunidades de origen. Por ejemplo, el 51% y el 75% de los hombres y alrededor del 32% y el 25% de las mujeres en África subsahariana y México, respectivamente, regresan a comunidades rurales en alguna etapa de sus vidas (Selod y Shilpi, 2021).

En lo que respecta a la cantidad de alimentos consumidos por persona al año, si un mexicano emigrara a los países de destino con el mayor consumo de huevo y leche (ee. uu. y Alemania, respectivamente), reduciría en unos 4 kg su consumo de huevo, pero podría llegar a consumir 148 kg más de leche al año. Considerando ahora los consumos máximos de carne de aves y de res de cada grupo de países, una persona emigrante rural podría llegar a consumir al año 21 kg más de carne de aves o 20 kg de carne de res adicionales. En cuanto al consumo promedio anual de otros tipos de carne, el de borrego y de cabra podría cambiar de 1.5 kg a 6 kg; el de puerco, de 6 kg a 33 kg; y el de pescados y mariscos, de 13 kg a 23 kg.

Ahora bien, ¿qué implicaciones ambientales tendrían estos alimentos? De acuerdo con su producción, destacan cuatro: emisiones de gases de efecto invernadero (gei), reducción del área habitable, aumento de extracción de agua dulce, y contaminación del agua de océanos y agua dulce por exceso de nutrientes, es decir, eutrofización (Ritchie y Roser, 2020). La mayor cantidad de emisiones de gei por kilogramo de los siete productos corresponde a la carne de res con 99.5 kgCO2eq/kg. En cuanto al área del suelo, la carne de borrego ocupa el primer lugar con 370 m2/kg. Mientras que la carne de pescado de criadero avanza al primer lugar cuando se trata de extracción de agua dulce, ya que requiere 3,691 l/kg. El último impacto, eutrofización, se debe principalmente a la producción de carne de res con 301 gPO4eq/kg, seguida de la carne de pescado (253 gPO4eq/kg) (ver figura 1).

Impacto ambiental por producción de kilogramo de alimento

Figura 1. Impacto ambiental por producción de kilogramo de alimento (carne de res, de borrego, de pescado de criadero, de cerdo, de aves, de huevo y leche).
Crédito: elaboración propia con datos de Ritchie, H., y Roser, M. (2020).

Recordemos que los cambios de hábito también implican el uso de nuevos objetos, herramientas, infraestructura o equipamiento. Por lo tanto, también se debe tomar en cuenta la cantidad de residuos, basura y área construida (ver figura 2). Del grupo de los países de destino con mayor consumo, quienes producen la mayor cantidad de basura son los estadounidenses (2 kg al día) (Kaza et al., 2018). En lo que se refiere a la basura electrónica (Global E-Waste Statisctics Partnership, s/f) y a los residuos plásticos (Ritchie y Roser, 2018), si una persona adquiere los hábitos de consumo de los países de destino con mayor consumo, podría llegar a tirar 200 g más de plásticos al día y 8 kg más de electrónicos al año. Se debe agregar que los desperdicios anuales de comida por persona son altos en todos los países; solo hay una diferencia de 8 kg entre los promedios de cada grupo (pomr =85 kg; pdm =76.2 kg) (unep, 2021). La figura 2 permite apreciar mejor la magnitud del impacto de los posibles cambios de hábitos de consumo entre los de los pomr y pdm.

Impacto ambiental por producción de kilogramo de alimento

Figura 2. Comparación de consumos por persona en los pomr y pdm. Nota. a) y b): residuos plásticos (kg/día) y basura electrónica (kg/año). d) y e): área (m2) construida y huella de biomasa (en miles de kg/persona/año).
Crédito: elaboración propia con datos de Kaza, S., Yao, L. C., Bhada-Tata, P., y Van Woerden, F. (2018). What a Waste 2.0: A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050, Ritchie, H., y Roser, M. (2018). Plastic Pollution, y de oecd. (2020). Built-up area and built-up area change in countries and regions.

Resulta sumamente importante mencionar a la industria de la moda porque, a pesar de que es responsable del 20% de las aguas residuales a nivel mundial y del 3% de las emisiones mundiales de CO2 (Igini, 2022), hoy en día la ropa se ha convertido en un producto más que se desecha tan pronto como se compra. Se calcula que por estadounidense se tiran, en promedio, 21,50 piezas por segundo en todo el país (Igini, 2022). Es más fácil entender la diferencia del impacto individual si consideramos que una persona estadounidense compra 56 prendas al año, cuando una hindú solo compra 5 al año (co Data, 2018). Con tanta ropa, es muy probable que estemos ingiriendo alimentos con varias de las 700,000 fibras microplásticas, que son piezas muy pequeñas de plástico que se liberan en una sola carga de ropa de poliéster. Para crear conciencia ante la creciente escasez de agua a nivel mundial, tal vez ayude un poco agregar que con el agua que se produce una sola camisa (2,700 l) podrías satisfacer tu sed durante dos años y medio (News European Parliament, 2022).

Para concluir con los ejemplos, tocaré otros cuatro aspectos importantes. (1) Referente al área construida por persona, existe una diferencia de 390 m2 entre los valores máximos de cada grupo de países. Los datos excluyen superficies pavimentadas y edificios comerciales, industriales, y “verdes” (oecd, 2020), de modo que pueden ser un tanto engañosos. (2) Sobre el índice de especies en riesgo de extinción (Lista Roja, con valores de 0 a 1), muchos podrían suponer que los pomr tienen menos especies en peligro que los pdm, pero no es así. Tomando en cuenta que los pdm extraen materias primas de los pomr para abastecer la demanda de su población y no agotar sus propios recursos naturales, no es raro que el índice más bajo del grupo de los pdm sea 0.82, mientras que el índice más bajo de los pomr es de 0.67. Entre más se acerque a cero, hay más especies extintas. (3) Por otro lado, si una persona del grupo de los pomr, de Zambia para ser más precisos, emigrara a Emiratos Árabes y se quedara allí durante al menos 18 días, que es el tiempo mínimo para adoptar un nuevo hábito de consumo, podría pasar de tener una huella hídrica de 2500 l/día a 8600 l/día. (4) En cuanto a la huella de biomasa, un habitante de Corea del Sur podría aumentarla de 0.35 T a 9.52 T si emigrara a Australia. Como hemos visto, hay una gran diferencia entre los hábitos de consumo de los dos grupos, por lo que el impacto ambiental del cambio de hábitos de consumo no es para nada insignificante.

Nuevas oportunidades y sus impactos escondidos

Para ilustrar mejor la relevancia de los movimientos migratorios y los cambios de hábitos de la población rural, este artículo analiza desde las causas que originan la migración rural hasta las posibles respuestas para mitigar sus impactos negativos (ver figura 3). La técnica de análisis utilizada (dpsir) permite identificar las siguientes etapas: 1. Las causas (conductores), 2. Las presiones, 3. El estado, 4. Los impactos y 5. Las respuestas de una problemática compleja.

1. Las causas que originan la migración rural son diversas. En la figura 3 se señalan ocho, sin descartar la búsqueda de nuevas formas de recreación o las mejores experiencias de vida que prometen las redes sociales.

2. Dentro de las presiones o cambios observables en el entorno físico de los países destino se destacan la demanda de infraestructura y equipamiento, así como la producción de alimentos.

3. Dado que gran parte de la población emigrante rural se establece en las periferias de las zonas urbanas para satisfacer sus “necesidades básicas”, se inicia la construcción de nuevo equipamiento y ampliaciones de infraestructura urbana, lo que intensifica el consumo de materiales de construcción y puede generar cambios de uso de suelo. El aumento de la demanda de alimentos implica cambios en el uso de suelo para producir más alimentos y propicia el aumento de la importación de estos.

4. Cuando los emigrantes rurales retornan a sus comunidades de origen, conservan los hábitos adquiridos en países extranjeros, reflejados en el consumo de agua, alimentos, vestimenta, productos electrónicos y viviendas. En algunos casos, se sustituyen, amplían o mejoran las viviendas según los criterios de diseño observados en los países destino. Los impactos de estos cambios pueden ser la pérdida de formas de habitar indígenas y la destrucción de hábitats naturales.

En el ámbito rural, el consumo de alimentos y otros productos suele ser controlado y no intensivo, especialmente en las comunidades indígenas. Sin embargo, cuando los hábitos de consumo se ven alterados por la migración, este consumo se vuelve intensivo y prácticamente descontrolado. Esto conlleva la implementación de prácticas como la cría masiva de animales en espacios reducidos, la aceleración de sus ciclos de crecimiento y el sacrificio cruel de aquellos que no cumplen con ciertos “estándares de calidad”, ya sea para el consumo humano o para la confección de prendas con pieles de animales.

Existe el riesgo de que esta cría masiva de animales en condiciones insalubres, junto con la importación de nuevas especies para satisfacer las nuevas “necesidades”, pueda provocar casos de zoonosis. Además, el aumento del consumo calórico y el abandono de actividades físicas incrementan las enfermedades no contagiosas, como la obesidad. Por otro lado, la contaminación empeora debido al incremento en el uso de productos de plástico, prendas de vestir y dispositivos electrónicos que son desechados sin haber completado su ciclo de vida útil.

De todos estos productos, muy pocos son reciclados; la mayoría termina enterrada, lo que genera montañas de basura en áreas verdes o forma islas de desechos en ríos, lagos y océanos.

Estas prácticas pueden llevar a la extinción de especies y la pérdida de áreas permeables y suelos fértiles, esenciales para el bienestar. Es importante destacar que las fuentes consultadas no diferencian entre el consumo rural y urbano, por lo que las cifras correspondientes a las zonas rurales de los países de origen podrían ser considerablemente menores que las especificadas.

5. Algunas posibles soluciones para mitigar los daños causados por los hábitos de consumo modificados por la migración podrían ser: la redefinición de dietas básicas y de los indicadores de pobreza, la difusión de los impactos negativos de los alimentos, la regulación del consumo de productos con alto impacto ambiental, el rescate de prácticas de consumo de grupos indígenas y la promoción de una cultura bioética y ambiental. La implementación de estas soluciones requiere la participación de varios actores y equipos interdisciplinarios, así como la creación de nuevas políticas y acciones individuales que puedan tener un impacto significativo.

Movimientos migratorios rurales

Figura 3. Análisis de movimientos migratorios rurales. Nota. Esquema basado en el marco conceptual DPSIR (Drivers, Pressures, State, Impacts y Responses; por sus siglas en inglés). El mapa incluye los principales corredores migratorios y el número de personas por región.
Crédito: elaboración propia con datos de BBVA Research, Fundación BBVA, y CONAPO. (2021). Anuario de Migración y Remesas México 2021.

Conclusiones

Todos nuestros patrones de consumo tienen impactos negativos, pero debemos ser conscientes de que en la búsqueda de lo que muchos llaman “progreso”, también podemos contribuir a la destrucción de la biodiversidad, las culturas indígenas y el medio ambiente, sobre todo si ignoramos el origen de lo que consumimos y el destino de lo que desechamos. No es fácil determinar qué hábitos y necesidades adquiridas por la migración tienen un mayor impacto negativo, ya que cada hábito genera efectos en cadena que están interconectados con otros, lo que hace que estimar el alcance del impacto sea muy complejo. Sin embargo, según lo revisado en este artículo, se podría concluir que los cambios de hábito relacionados con el consumo de carne de res, de borrego y de pescado, junto con el consumo de ropa, podrían ser los que generan más impactos negativos. Esto se debe no solo a su gran impacto en el agua, el suelo y la biodiversidad, sino también a las prácticas y procesos que someten a los animales, ignorando su sensibilidad, todo en aras de satisfacer nuestros deseos, ya que hoy en día, para muchos, consumir lo necesario y de manera responsable se percibe como sinónimo de pobreza.

Quizás los primeros pasos para abordar el problema planteado aquí sean establecer una cultura bioética y ambiental, pero sobre todo revalorizar y destacar siempre la importancia de los modos de vida indígenas. Es cierto que “no podemos acelerar el ritmo natural de reparación, pero quizás podemos frenar la velocidad a la que causamos daño” (Asimov y Pohl, 1994, p. 51). Consumir de manera responsable no solo es un acto de conciencia, sino también de empatía y respeto hacia la vida de otros seres vivos.

Referencias



Recepción: 17/03/2023. Aprobación: 12/03/2024.

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Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

El lado verde de la alfarería oaxaqueña: ¿estrategia de permanencia?

Patricia S. Sánchez-Medina Cita

Resumen

¿Alguna vez te has preguntado en qué cocinaban y comían nuestras abuelitas? Antes de la inserción del plástico, peltre y otros cuantos materiales más, la alfarería tenía un papel central en la actividad comercial de muchas comunidades rurales, pero, ante la inclusión de materiales alternativos y la divulgación generalizada del uso de sustancias tóxicas en la elaboración de artesanías de barro, la alfarería fue desplazada, No obstante, cuando visitamos comunidades rurales, sobre todo en el estado de Oaxaca podemos ver la importancia que tiene la actividad alfarera, pues de ella dependen numerosas familias que viven en condiciones de pobreza y que encuentran en esta actividad un medio de subsistencia. El siguiente artículo tiene como objetivo concientizar acerca de la importancia de mantener la actividad alfarera a partir de estrategias que permitan su continuidad.
Palabras clave: alfarería, permanencia, subsistencia, estrategia verde, comunidad.

The green side of Oaxacan pottery: a strategy for permanence?

Abstract

Prior to the widespread use of plastic, pewter, and other materials, pottery had a central role in the commercial activity of many rural communities. Due to the inclusion of alternative materials and the dissemination of the use of toxic substances in the production of clay handicrafts, pottery was displaced from daily use. However, when visiting rural communities, particularly in the Oaxaca state, one can see the importance that pottery still has, especially to families living in poverty, that find in it a means of subsistence. The following article aims to raise awareness about maintaining pottery activity through strategies that allow continuity.
Keywords: pottery, permanence, subsistence, green strategy, community.


Todo empezó en mi infancia, en la que fui criada por mi abuela materna, en una comunidad a hora y media de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Ahí viví mi niñez sin percatarme de lo que me apasionaría más tarde: la investigación.

Recuerdo los domingos de plaza, en los que se realizaban diversos intercambios, a veces con dinero, a veces con productos, y en ese trueque comercial, figuraban también los trastes de barro: ollas, jarros, platos, tazas de diversos colores y tamaños. Veía que mi abuela, así como muchas señoras más, los compraban y los utilizaban en sus distintos quehaceres domésticos. Y es aquí cuando cobra especial relevancia el siguiente cuestionamiento: ¿alguna vez te has preguntado en qué cocinaban y comían nuestras abuelitas?

La alfarería en Oaxaca ha sido parte de la historia, pues se utilizaba cotidianamente en la preparación de alimentos y en el servido de los mismos. En Oaxaca hay aproximadamente setenta comunidades dedicadas a la manufactura y comercialización de artesanías de alfarería; las más conocidas las de barro verde en Santa María Atzompa y barro negro en San Bartolo Coyotepec (Needleman, 2018).

Alfarería de barro verde y negro

Figura 1. Alfarería de barro verde y negro.
Crédito: Patricia S. Sánchez Medina.

Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar alguna de estas comunidades, podrás observar que la actividad alfarera se desarrolla mayoritariamente en pequeños talleres familiares. En ellos se encuentran trabajando en un mismo espacio mamá, papá, hijos, hijas, yernos, nueras, etcétera, elaborando manualmente sus piezas de alfarería con técnicas tradicionales y, en algunos casos, con herramientas rudimentarias. También podrás observar el contexto de pobreza en el que trabajan, pues la alfarería es para muchos artesanos un medio de subsistencia, pero también de orgullo, al mostrar parte de sus raíces en cada pieza que elaboran (ver video 1 y figura 2).



Video 1. Documental De mi Tierra Artesanías (Doen Oaxaca, 2022).


La alfarería representa nuestra cultura, es nuestro distintivo a nivel nacional e internacional, pero, a pesar de esa importancia, su permanencia está en riesgo debido a factores como disminución en sus ventas y su impacto hacia el medio ambiente. Sin embargo, no debemos pasar por alto que de esta hermosa actividad dependen económicamente muchas familias y comunidades oaxaqueñas.

Los negocios de alfarería ofrecen sus artesanías en mercados locales, es muy común ver a los artesanos vender sus productos en la plaza de sus comunidades o en mercados cercanos, por ejemplo, los miércoles en el mercado de la Villa de Etla, los viernes en el mercado de Ocotlán, o los domingos en el mercado de Tlacolula, por mencionar algunos. Esta forma de vender sus productos se vio perjudicada por la pandemia de covid-19, que redujo enormemente la afluencia de turismo e impactó en muchas comunidades rurales. Además, la disminución en la venta de la alfarería se debe a la inserción de otros productos sustitutos como el plástico y el peltre (Moctezuma, 2010), que incluso pueden ser materiales más contaminantes que la alfarería elaborada a partir de la arcilla (Sader, 2019).

Condiciones de vida de los artesanos alfareros

Figura 2. Condiciones de vida de los artesanos alfareros en una comunidad cercada a la ciudad de Oaxaca.
Crédito: Patricia S. Sánchez Medina.

Pero ¿cómo afecta la alfarería al medio ambiente? La alfarería es una actividad que se realiza a partir de insumos naturales, dentro de los cuales tenemos el barro y la leña. En relación con esta última, hay poblaciones en donde existe una gran deforestación del árbol de encino, ocupado como combustible en el quemado de la alfarería. Respecto a la extracción de barro, un fuerte impacto se observa cuando se visitan las minas (ver figura 3). Otro aspecto más es la contaminación del suelo que se da en el vertido de sustancias tóxicas, como el plomo, empleado para el barnizado de las piezas, y las emisiones a la atmósfera durante la cocción de las artesanías en hornos tradicionales (Sánchez-Medina, 2023).

Extracción de barro para la elaboración de artesanías

Figura 3. Extracción de barro para la elaboración de artesanías de alfarería.
Crédito: Patricia S. Sánchez Medina.

Derivado de lo anterior, muchos talleres de alfarería se han visto en la necesidad de cerrar sus negocios; algunos más siguen subsistiendo a partir de combinar la alfarería con alguna otra actividad y otros han sabido permanecer a partir de la producción de alfarería ornamental o la inserción de piezas artísticas. En muchas ocasiones este último tipo de artesanos se destaca dentro de la comunidad y alcanza cierto prestigio, aunque pocos son los que han trascendido nuestras fronteras y llegado a exponer sus obras en galerías internacionales.

Varios años atrás, recuerdo que era común encontrar vasijas de barro en cualquier cocina rural oaxaqueña. En la cocina de mi abuela, por ejemplo, había desde jarros, ollas, platos, tazas, hasta grandes cazos que se ocupaban en días de fiesta, y era muy normal preparar y consumir alimentos en ellos. Recuerdo también que cada domingo de plaza en el pueblo se adquirían estos trastes; la variedad era inmensa, los podías encontrar grandes, pequeños, de color verde o de diferentes colores. ¡A mí me encantaban para jugar! Aunque, claro, en ese entonces no sabía todo el proceso de elaboración que conlleva una sola pieza y todo lo que representa la actividad para una unidad familiar.

Encontrando soluciones prácticas

El reto no ha sido fácil, pero al intentar encontrar soluciones que permitan la continuidad del sector alfarero, hemos realizado diversos proyectos enfocados a concientizar acerca de la importancia de la permanencia de este sector en diversas comunidades oaxaqueñas. Al mismo tiempo, hemos propuesto medidas que garanticen la conservación del ambiente natural a partir de la producción sustentable de dicha actividad.

Las acciones ambientales que los artesanos realizan son: reemplazar sustancias tóxicas por esmaltes sin plomo, sustituir hornos tradicionales por hornos de gas y ahorrar los insumos naturales. Esto ha permitido, por un lado, implementar estrategias verdes para disminuir el impacto ambiental generado por la actividad alfarera, y, por el otro, lograr su permanencia a partir de mejorar la calidad de vida de los artesanos en sus comunidades.

En el camino hemos enfrentado muchos retos, desde la resistencia al cambio por parte de los alfareros hasta la falta de financiamiento para hacer más investigación. Sin embargo, los resultados encontrados hasta el momento nos incentivan a continuar investigando el sector, y esperamos que en el futuro podamos analizar la contaminación de suelos y emisiones a la atmósfera a partir de datos más numéricos.

Referencias

  • Doen Oaxaca. (2022, 18 de junio). DE MI TIERRA ARTESANÍAS | Documental | Las minas de barro en Atzompa [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=0CkQsc3-WU0.
  • Moctezuma, Y. P. (2010). La mujer en la alfarería de Tlayacapan, Morelos: Retrospectiva etnográfica de un oficio. Revista Pueblos y Fronteras Digital, 5(9), 223-246. https://goo.su/9IRkQW.
  • Needleman, D. (2018, 31 de octubre). Artesanas de Oaxaca: el barro con forma de vida. The New York Times. https://tinyurl.com/mt98cv28.
  • Sader, M. (2019, 26 de mayo). Más cerámica, menos plástico: el movimiento artesanal que cambiará al mundo. AD. https://tinyurl.com/2s3yt7vh.
  • Sánchez-Medina, P.S. (2023). Personal and behavioral characteristics in the control of toxic substances in handicraft businesses in Mexico. Resources, Conservation & Recycling Advances, 18, 1-8. https://doi.org/10.1016/j.rcradv.2023.200147.


Recepción: 19/04/2023. Aprobación: 12/03/2024.

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Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Cuasicristales: de universos paralelos a sombras multidimensionales

Ricardo Atahualpa Solórzano Kraemer y Alan Rodrigo Mendoza Sosa Cita

Resumen

Este texto se encuentra en el límite de la física de los materiales, la geometría y la topología. Comenzamos exponiendo el concepto topológico de espacio localmente isomorfo, a través de un experimento mental, en el que nos transportamos a un universo paralelo. Después, para poder hablar de cuasicristales, revisamos cuáles son los diferentes estados de la materia y sus propiedades principales. En seguida, presentamos la historia sobre el descubrimiento de los cuasicristales para seguir la discusión sobre las matemáticas que los describen, en especial la interpretación de los cuasicristales como proyecciones geométricas de cristales periódicos de dimensiones mayores (es decir, espacios donde las coordenadas requieren más de tres valores). Relacionamos la interpretación en altas dimensiones con las perturbaciones termodinámicas que describen la conductividad térmica y con ello regresamos al concepto de espacio localmente isomorfo y a ese un universo paralelo inicial.
Palabras clave: cuasicristales, isomorfismo, estados de la materia, termodinámica, conductividad térmica.

Quasicrystals: from parallel universes to multidimensional shadows

Abstract

This text lies at the boundary of materials physics, geometry and topology. We begin by exposing the topological concept of locally isomorphic space, through a thought experiment, in which we are transported to a parallel universe. Next, to talk about quasicrystals, we review the different states of matter and their main properties. Afterwards, we present the story of the discovery of quasicrystals to continue the discussion on the mathematics that describes them, especially the interpretation of quasicrystals as geometric projections of periodic crystals of higher dimensions (that is, spaces where the coordinates require more than three values). We relate the interpretation in high dimensions with the thermodynamic perturbations that describe thermal conductivity and with this we return to the concept of locally isomorphic space and that an initial parallel universe.
Keywords: quasicrystals, isomorphism, state of matter, thermodynamics, thermal conductivity.


Introducción

Imagina que una mañana despiertas con la sensación de que no estás en tu casa, que te han teletransportado a un universo casi idéntico, pero que no es el tuyo. Con el objetivo de descubrir si se trata de tu universo o uno paralelo, sales en búsqueda de cualquier posible detalle que sea diferente. Después de recorrer algunos kilómetros en las vecindades de tu casa, concluyes que era sólo una sensación, que en realidad te encuentras en tu universo, o al menos, en una copia idéntica que para todo fin práctico es exactamente lo mismo.

Pero ¿cómo podrías estar completamente seguro de que no existe ninguna diferencia con el universo que tú conoces en algún lugar que no has revisado? ¿Qué tal que el universo en el que estás es idéntico sólo a unos pocos kilómetros a la redonda y después comienzan a notarse los cambios? Esa noche se te ocurre una buena prueba: mirar al cielo para asegurarte de que las estrellas están donde deberían estar. Al observar el cielo descubres impactado que, aunque se parece muchísimo al que conoces, la distribución de las estrellas no es la habitual y el cinturón de Orión tiene cuatro estrellas en vez de tres. Por lo tanto, te encuentras en un universo paralelo, en uno localmente isomorfo.

Pero ¿qué significa que algo sea localmente isomorfo? La palabra isomorfo proviene del griego iso (igual) y morphe (forma), de modo que, si un espacio es localmente isomorfo a otro, lo que esto nos indica es que ambos tienen, localmente, la misma forma o bien, que son localmente iguales.

Esta definición no precisa qué tan local es lo local, es decir, hasta qué distancia o dentro de qué región deben ser dos sistemas idénticos para ser considerados localmente isomorfos. Para evitar complicaciones podemos decir que esas regiones son cualquier región, sin importar qué tan grande sea, siempre y cuando sea finita. Vamos a decir que dos universos, A y B, son localmente isomorfos si para cada región finita que elijamos en el universo A hay una región idéntica en el universo B y viceversa. Seguramente estuviste intentado imaginar cómo sería eso y concluiste que esta definición implica que ambos universos sean idénticos. Para universos finitos esto es verdadero. Dos universos finitos son localmente isomorfos sólo si son idénticos en su totalidad, pues podríamos elegir, como nuestra región en A, al mismo universo A y en B elegir el mismo B. En el caso de universos infinitos, esto deja de ser verdadero porque ya no podemos elegir a todo el universo como la región. Puede haber dos universos que sean diferentes, pero localmente isomorfos.

Los objetos localmente isomorfos están íntimamente relacionados con cómo se almacena el calor en algunos cristales cuyas dimensiones, de alguna forma, son mayores a tres. Entre estos cristales de dimensiones altas, los más comunes que se producen son de seis dimensiones. Hablaremos con más detalles de ellos un poco más adelante, pero antes necesitamos adentrarnos al mundo de la termodinámica para poder entender cómo se produjeron los primeros de estos cristales multidimensionales.

Fases de la materia

El calor y la temperatura son dos conceptos que tratamos casi como sinónimos: si tenemos calor dentro de una habitación, prendemos el aire acondicionado para que baje la temperatura, o bien, si tenemos frío, subimos la temperatura para sentir más calor. Sin embargo, una reducción del calor no siempre implica una reducción en la temperatura. Por ejemplo, si ponemos agua en el congelador y medimos cada 5 minutos la temperatura, obtendremos una gráfica como la de la figura 1. Primero la temperatura baja hasta llegar a cero grados centígrados. Después la temperatura se estanca durante horas y finalmente vuelve a bajar. Cuando el agua está a cero grados, extraer calor no reduce la temperatura, sino que produce enlaces entre las moléculas, lo que forma hielo. Este proceso se conoce como una transición de fase de primer tipo.

Las diferentes fases de la materia están separadas por una transición de fase. Si al agregar o quitar calor observamos un cambio abrupto en alguna propiedad física (cambios en el calor, la viscosidad, propiedades eléctricas, entre otros), entonces sabemos que pasamos de una fase a otra. Para decir que hay una nueva fase de la materia se agrega o extrae calor del material de interés y se observa si la temperatura en algún momento se estanca o si de forma abrupta cambia alguna propiedad del material.

Curva de enfriamiento del agua líquida y el hielo

Figura 1. Curva de enfriamiento del agua líquida y el hielo.
Crédito: elaboración propia.

Esta estrategia nos ha llevado a encontrar una gran variedad de fases de la materia. No sólo hay sólidos, líquidos y gases, sino que entre los gases está el plasma y gases comunes, entre los líquidos hay líquidos comunes, superfluidos, cristales líquidos, etcétera, y entre los sólidos podemos encontrar diferentes estructuras cristalinas de la misma molécula, llamadas alotropías. Por ejemplo, para el hielo se conocen 19 alotropías (Hansen, 2021), es decir, existen por lo menos 19 tipos diferentes de hielo, mientras que para el oxígeno sólido se conocen seis tipos de fases (Freiman y Jodl, 2004), cada una de un color diferente: azul, rosa, naranja, rojo, negro y plateado.

Cristales

En general, como lo sugieren los ejemplos anteriores, el estado sólido cuenta con una gran variedad de fases. Sin embargo, no todas son estables, algunas son metaestables (es decir que, ante pequeños cambios en su entorno, pueden cambiar algunas de sus propiedades), por lo que si el enfriamiento del material es lento sólo pasará por las fases estables.

En los experimentos y cálculos que se han hecho, las fases estables en el estado sólido son siempre un cristal; es decir, un arreglo ordenado de moléculas. Aquí debemos aclarar qué significa ordenado. Hasta 1984, entre los científicos que estudiaban el estado sólido, ordenado significaba periódico. Periódico en este contexto significa que se repite cada cierta longitud en alguna dirección particular. Por ejemplo, una cuadrícula es un arreglo periódico porque cada vez que nos recorremos a la izquierda, derecha, arriba o abajo una longitud igual al lado de los cuadrados vemos exactamente la misma figura. Pasa lo mismo con un panal de abejas, donde esta vez los compartimentos son en forma de hexágono (ver figura 2). Cuando algo es periódico, como el panal de abejas o una cuadrícula, decimos que tiene simetría traslacional.

Simetría hexagonal presente en un panal de abejas

Figura 2. Simetría hexagonal presente en un panal de abejas.
Crédito: elaboración propia.

Los cristalógrafos habían notado que imponer una simetría traslacional en dos dimensiones imponía también que hubiera una simetría rotacional, es decir, si giramos un determinado ángulo nuestro sistema, este se verá exactamente igual. Por ejemplo, la cuadrícula tiene una simetría rotacional, porque al girarla 90° queda exactamente igual. En el caso de los hexágonos, el giro necesario para que ocurra esta situación es de 60°. En general, un polígono regular de N lados tendrá una simetría rotacional con un giro de 360°/N.

Para el caso de los cristales con simetría traslacional, las únicas posibilidades para su simetría rotacional son giros de 360°/N, con N = 2, 3, 4, o 6. En la figura 3 se muestran todas las simetrías rotacionales posibles en 2D. Notemos que, en particular, no aparece el caso N= 5.

Simetrías rotacionales en 2D

Figura 3. Simetrías rotacionales en 2D. A) N = 2. B) N = 3. C) N = 4. D) N = 6. Crédito: elaboración propia.

Si uno se va a tres dimensiones, con un poco más de esfuerzo, se concluye que hay 6 tipos diferentes de simetría rotacional. Si además de las simetrías rotacionales se consideran las reflexiones (es decir las estructuras que se obtienen de ponerlas frente a un espejo), para el caso 2D se descubre que hay 17 tipos diferentes de estructuras, mientras que para el caso 3D se obtiene un total de 230 (Luger, 2014). Son muchas posibilidades, pero finitas. Podríamos esperar, entonces, que para cada molécula todas las fases sólidas sean alguna de estas 230 estructuras.

Con el descubrimiento de los rayos X, los cristalógrafos tuvieron una herramienta muy poderosa para desenmascarar la estructura atómica de los diferentes sólidos. Muchos de ellos coincidían con las 230 estructuras predichas, pero no todos, ni siquiera la mayoría. Muchos de los sólidos parecían no ser cristales, sino tener sus átomos de forma desordenada, algo muy parecido a la estructura de los átomos en un líquido. A estos sólidos sin forma les llamaron amorfos. Los vidrios de una ventana son un ejemplo de estos sólidos amorfos, junto con plásticos y maderas.

Para lograr que un sólido sea amorfo, la regla general es comenzar con el material en estado líquido y enfriarlo muy rápidamente. Qué significa muy rápido depende del material. En el caso del SiO2 (óxido de silicio) es bajar 100°C en menos de 2 semanas, mientras que en el caso del agua significa bajar los mismos 100°C en menos de 1 microsegundo. Por eso tenemos ventanas de SiO2, pero no vemos hielo en forma amorfa, aunque sí es común en el espacio (O’Callaghan, 2023) debido a que allí la temperatura suele ser suficientemente baja para impedir la cristalización.

Unos párrafos arriba mencionamos que orden significaba periodicidad. Pero, en noviembre de 1984, cambió la visión de los cristalógrafos. Dan Shechtman, un físico israelí, publicó haber encontrado un cristal al que llamó cuasicristal, que tenía la misma simetría de un pentágono, es decir, tenía una simetría rotacional prohibida por la teoría cristalográfica de la época (Shechtman et al, 1984). Shechtman estaba intentando obtener un vidrio metálico de una aleación de aluminio y manganeso al bajar rápidamente la temperatura de la aleación. En su lugar obtuvo un cristal con una simetría rotacional prohibida N = 5. En 2011, Shechtman recibió el premio Nobel de química por su descubrimiento y por las implicaciones que tuvo en la teoría cristalográfica, pues esto representó un cambio de paradigma sobre los materiales que pueden existir, lo que amplió nuestro concepto de orden más allá de los sistemas periódicos.

Breve historia de los cuasicristales

La historia de los cuasicristales no comienza con Shechtman, sino en los años sesenta, con el lógico chino Hao Wang, quien trataba de hacer un programa de computadora que se dedicara a hacer demostraciones matemáticas (Wang, 1965). En su trabajo mostró que este programa podía existir sólo si dado un conjunto finito de teselas,1 siempre se podía teselar el plano de forma periódica. Pocos años después, su estudiante, Robert Berger, mostró un conjunto de 20,426 teselas diferentes que sólo podían teselar el plano de forma no periódica (Berger, 1966).

Durante la siguiente década, varios matemáticos fueron reduciendo el número de teselas necesarias hasta llegar a 2 teselas, conjunto obtenido por el físico y matemático británico Sir Roger Penrose (Gardner, 1977). Una curiosidad del trabajo de Penrose es que no se publicó en una revista de investigación, sino en Scientific American, una revista de divulgación, en la sección Matemática recreativa, área encargada de proponer y resolver problemas matemáticos desde un enfoque lúdico. La belleza de la solución de Penrose recae, entre otras cosas, en que posee una notable simetría pentagonal (ver figura 4). En su artículo original, Penrose se limitó a mostrar que la configuración obtenida es “aperiódica” aunque en realidad lo que Penrose generó fue una estructura que hoy conocemos como cuasiperiódica.2

Ejemplo de un teselado de Penrose

Figura 4. Ejemplo de un teselado de Penrose alrededor de su centro de simetría. Crédito: elaboración propia.

Cuasicristales y cristales en altas dimensiones

Cuatro años después del trabajo de Penrose, el matemático holandés Nicolaas de Bruijn mostró un método para generar estructuras cuasiperiódicas proyectando en el plano (o espacio) una estructura periódica en altas dimensiones (de Bruijn, 1981). En el trabajo de de Bruijn, se obtenía el teselado de Penrose como una proyección de una hipercubícula3 5-dimensional, así como un arreglo similar en tres dimensiones llamado icosaédrico al proyectar una hipercubícula 6-dimensional en un espacio 3-dimensional. A lo largo de los siguientes años se fueron encontrando múltiples cuasicristales, cada uno asociado a un cristal de dimensión mayor a tres.

El poder describir la estructura de un cuasicristal como la proyección de un objeto en una dimensión mayor no significa que el objeto realmente esté en una dimensión mayor, se trata sólo de un truco matemático. Por ejemplo, podemos ver un hexágono como la proyección de un cubo (3-dimensional) en el plano (2-dimensional), pero eso no significa que los hexágonos sean siempre la sombra de un cubo, pueden producirse por muchas otras razones.

Entre vidrios y cristales

El mismo año que de Bruijn publicó su trabajo, Paul Steinhardt y su equipo realizaron una serie de experimentos numéricos para tratar de simular la formación de vidrios metálicos al reducir rápidamente la temperatura del metal (Steinhardt, et al, 1981). En sus trabajos, encontraron la formación de estructuras desordenadas con una aparente simetría icosaédrica en sus enlaces. A partir de estos resultados, desarrollaron durante los siguientes tres años una teoría que permitió la formación de sólidos ordenados con dicha simetría (Steinhardt, et al, 1983; Chaudhari, et al, 1983; Levine y Steinhardt, 1984). Los sólidos generados por esta teoría son los mismos que Schechtman encontró en sus experimentos. Estos fueron los primeros trabajos donde se estudiaron los cuasicristales desde un punto de vista físico y no matemático. Así, el mérito de Steinhardt y su equipo fue reconocer que las estructuras que encontraron mediante un proceso físico, y que más tarde se conocerían como cuasicristales, eran un equivalente a los teselados de Penrose, pero en 3 dimensiones.

Capacidad calorífica de los cristales y cuasicristales

Una vez relacionado el concepto geométrico de teselado cuasiperiódico con un material físico, lo natural es preguntarse por sus propiedades físicas. Una de las más importantes en cualquier material es su capacidad calorífica Cv. Esta mide cuánto calor es necesario agregar para aumentar un grado centígrado la temperatura.

Los gases y líquidos mantienen aproximadamente la misma capacidad calorífica de manera independiente a la temperatura, es decir, cuesta lo mismo elevar la temperatura del vapor de agua de 101 °C a 102 °C, que de 200 °C a 201 °C. Los cristales, en cambio, tienen una capacidad calorífica que depende de la temperatura de una forma más o menos complicada. Para temperaturas altas se parece a la de un gas, pero a temperaturas bajas, la capacidad calorífica de los cristales (en tres dimensiones) tiene una función cúbica de la temperatura, es decir: Cv (T) ~ T3.

La explicación de ese fenómeno se la debemos a Peter Debye, un físico holandés-estadounidense. Debye, además de haber sido espía durante la segunda guerra mundial, hizo una sofisticada teoría que utiliza tanto herramientas de mecánica cuántica como de termodinámica, para explicar el comportamiento de la capacidad calorífica a temperaturas bajas (Pathria, 2011). En su teoría, Debye pensó a los cristales como una especie de sistema de masas y resortes, donde las masas estaban en las posiciones de las moléculas y los resortes representaban los enlaces entre éstas. Al mover una de las masas, debido a los resortes, se propaga una onda que viaja dentro del cristal. Esa onda, que se puede propagar en las tres dimensiones del cristal, tiene una frecuencia que depende de la separación entre las moléculas. Con ello y usando el hecho de que las ondas son también partículas según la mecánica cuántica, logró obtener una capacidad calorífica que era muy similar a los resultados experimentales. Las partículas resultado de las vibraciones de las moléculas del cristal se llaman fonones y se pueden observar experimentalmente utilizando una técnica conocida como espectroscopía Ramman.

En el caso de los cuasicristales, la capacidad calorífica obtenida de manera experimental no coincide con la capacidad calorífica que se obtiene computacionalmente a partir de la formación de fonones. La explicación está en las dimensiones extra. Si uno aplica el modelo de Debye al cristal en altas dimensiones y después lo proyecta en el espacio real, aparece un nuevo tipo de ondas que se mueven en las dimensiones extra. Las partículas asociadas a estas ondas en las dimensiones extra se conocen como fasones (de Boissieu, 2019). Los fasones se ven en el cuasicristal como un reordenamiento de las moléculas, cambiando de una estructura cuasiperiódica a otra muy similar. Este reordenamiento se genera en todo el cuasicristal de forma casi instantánea. Lo interesante es que tomando en cuenta estas partículas en las dimensiones extra, la capacidad calorífica del cuasicristal medida experimentalmente y la calculada numéricamente coinciden.

Esto, nuevamente, no significa que el cuasicristal sea realmente un cristal en más de tres dimensiones, pero se comporta como si lo fuera, tanto en su estructura, como en la dinámica de sus moléculas. Podemos, entonces, fantasear con que realmente el cuasicristal de Shechtman vive en un espacio 6-dimensional y lo que vemos es sólo la “sombra” de este cristal 6-dimensional.

Localmente isomorfo

Ya estamos preparados para volver a nuestra discusión de los universos localmente isomorfos, sólo que, en lugar de universos hablaremos de cuasicristales.

Poner las moléculas en una posición determinada cuesta energía. Si vamos colocando una por una, la primera no nos costará energía, pero una vez que está colocada la primera molécula, habrá fuerzas electrostáticas que harán que cueste una energía diferente poner la nueva molécula en una posición u otra. Una vez colocada la segunda molécula, la posición de la tercera también tendrá un costo diferente dependiendo de la posición que elijamos y así sucesivamente para todas las moléculas. Así, sabemos que la energía que se requiere para construir un arreglo de moléculas en estado sólido depende de la distancia que haya entre cada par de moléculas. Si tenemos N moléculas, tendremos (N2 – N) / 2 distancias entre las moléculas. Entonces, para todo conjunto de N moléculas y (N2 – N) / 2 distancias se tiene definida una energía, pero para cada energía no necesariamente se tiene un solo conjunto de N átomos y (N2 – N) / 2 distancias, podrían ser varias posibilidades. En particular, si dos estructuras son localmente isomorfas el conjunto de moléculas y distancias es igual en ambas estructuras y, por lo tanto, se requiere la misma energía para construirlas. Dos estructuras localmente isomorfas tienen el mismo costo energético.

Al conjunto de todas las estructuras que son isomorfas localmente entre sí se le llama clase de isomorfismo local. Se puede mostrar que todos los cuasicristales pertenecen a alguna clase de isomorfismo con una infinidad de elementos (Levine, 1986). Es decir, para cada cuasicristal ideal existe una infinidad de cuasicristales que son localmente isomorfos. También se puede mostrar que, si una clase de isomorfismo tiene más de un elemento, entonces, tiene una infinidad y todos los elementos son cuasiperiódicos.

Esto tiene como consecuencia que se puede pasar de un cuasicristal a otro sin que cueste nada de energía, si pertenecen a la misma clase de isomorfismo local. Como no cuesta energía, el efecto final es que en un cuasicristal real los átomos no están fijos realmente, sino que se reordenan todo el tiempo, recorriendo todos los elementos de la misma clase de isomorfismo. Esos reordenamientos son justamente los fasones de los que hablamos antes.

Regresemos a nuestra historia del inicio, donde despertamos en un universo paralelo localmente isomorfo. Por lo que aprendimos de los cuasicristales, si dicho universo existiera, existirían una infinidad de ellos y no sólo podría pasar que despertaras en uno de estos, sino que de hecho estarías recorriéndolos todos, cambiando en cada momento a un nuevo universo, oscilando entre todos ellos, algo que también podríamos ver como que en realidad nuestro universo es de más dimensiones y nos movemos no sólo en aquellas que vemos, sino también en las dimensiones extra.

Agradecimientos

Los autores agradecemos el apoyo económico por parte del proyecto PAPIIT IN113923.

Referencias



Recepción: 26/08/2023. Aprobación: 12/03/2024.

Documento sin título

Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Maravillas del océano: secretos de la reproducción y desarrollo de los pulpos

Diana Judith López Peraza y Mónica Hernández Rodríguez Cita

Resumen

Los pulpos son animales marinos reconocidos por su inteligencia, camuflaje, capacidad de expulsar tinta al sentirse amenazados, así como por el desarrollo de sus crías, que puede ser directo o indirecto. En este texto se habla sobre las características principales de ambos tipos de desarrollo, para facilitar su entendimiento en estudios de biología, reproducción y ecología. Las especies con desarrollo directo tienen crías conocidas como juveniles, que habitan el fondo marino desde su nacimiento; por el contrario, las especies con desarrollo indirecto tienen crías llamadas paralarvas, que viven en la columna de agua. Los juveniles y las paralarvas también difieren en la conducta, alimentación, fisiología, nutrición, morfología, entre otras características. Aún es indispensable realizar más investigaciones para entender las características biológicas de los pulpos en etapas tempranas del desarrollo con fines de cultivo, para su consumo y comercialización.
Palabras clave: desarrollo, paralarvas, pulpos, reproducción, océano.

Wonders of the ocean: secrets of octopus reproduction and development

Abstract

Octopuses are animals recognized for their intelligence, camouflage, ability to expel ink when they feel threatened, as well as for the development of their offspring, which can be direct and indirect. In this text, we describe the main characteristics of these two types of development, to facilitate their understanding in biology, reproduction, and ecology studies. Species with direct development have offspring known as juveniles, that inhabit the seabed from birth; on the contrary, those species with indirect development have offspring are called paralarvae and live in the water column. Juveniles and paralarvae also differ in behavior, feeding, physiology, nutrition, morphology, among other characteristics. More research is still needed to understand the biological characteristics of octopuses in early stages of development for farming, consumption and marketing.
Keywords: development, paralarvae, octopuses, reproduction, ocean.


Introducción

Los pulpos son animales marinos pertenecientes a los moluscos. Aquellos dentro del género Octopus viven asociados al fondo marino, es decir, son organismos bentónicos, en etapa adulta. Comúnmente se encuentran en refugios como rocas, arrecifes, conchas vacías, e incluso en objetos de origen antrópico, disponibles por la contaminación de los mares (Boyle y Rodhouse, 2005). Dentro de las diversas especies de Octopus existen dos tipos de estrategias reproductivas únicas y distintivas. Aquí, señalaremos las características principales que las distinguen, haciendo énfasis en las crías. Esta información será útil durante los estudios de la biología, reproducción y ecología de las especies que presentan estas estrategias, así como para conocer, en las especies que son de importancia económica, su desempeño en cultivo en condiciones de laboratorio.

Diferencias entre estrategias reproductivas

El primer tipo de estrategia corresponde a aquellas hembras que ponen pocos huevos: entre 100 y 800, con tamaño relativamente grande, de aproximadamente 2 cm de longitud, aunque esto depende de la talla de la hembra (Forsythe y Hanlon, 1988; Monsalvo-Spencer et al., 2021). En el segundo tipo de estrategia reproductiva, las hembras ponen una enorme cantidad de huevos: hasta 700,000 (Van Heukelem 1983), con un tamaño mucho menor, de entre 1.5 y 6 mm de longitud (Villanueva y Norman, 2008), como ocurre con el pulpo azul (O. cyanea Gray, 1849) y el pulpo de dos manchas (O. bimaculatus Verrill, 1883). No obstante, en ambas estrategias, la hembra cuida los huevos durante todo el desarrollo embrionario (ver figura 1).

Pulpo Octopus bimaculatus Verrill

Figura 1. A) Hembra del pulpo Octopus bimaculatus Verrill, 1883, protegiendo la puesta de huevos. B) Ampliación de una sección del cordón de huevos.
Crédito: elaboración propia.

Diferencias entre juveniles y paralarvas

Entre las especies que ponen huevos grandes (primer tipo de estrategia) están Octopus bimaculoides Pickford y McConnaughey, 1949 y O. maya Voss y Solís-Ramírez, 1966, esta última descrita y endémica de México (semarnat, 1999; conapesca, 2011). Sus huevos dan origen a pulpos pequeños con hábitos bentónicos, como los adultos, es decir, tiene desarrollo directo, y se les conoce comúnmente como juveniles. Por ejemplo, los juveniles recién eclosionados de O. bimaculoides (ver figura 2A) pueden pesar en promedio entre 51.6 y 75.8 mg, dependiendo de la temperatura del agua durante su incubación (Suárez-Salcido, 2016). En cada uno de sus ocho brazos presentan alrededor de 32 ventosas, dispuestas en dos hileras (ver figura 3A; Gómez-Fierro, 2017).

Pulpos recién eclosionados

Figura 2. Pulpos recién eclosionados. A) Juvenil bentónico de Octopus bimaculoides (5 horas). B) Paralarva planctónica de O. bimaculatus (4 horas).
Crédito: elaboración propia.

En cambio, los pulpos que nacen de huevos diminutos (segundo tipo de estrategia) son de hábitos planctónicos (desarrollo indirecto) y se les conoce como paralarvas (Young y Harman, 1988), como ocurre en O. bimaculatus Verrill, 1883 y O. vulgaris Cuvier, 1797. El tamaño de sus crías es alrededor de entre 3 y 4 mm de longitud. Las crías de ambas especies pueden distinguirse por la cantidad y desarrollo de las ventosas. Por ejemplo, O. bimaculatus presenta cinco ventosas, una de ellas apenas en desarrollo, en cada uno de sus brazos (ver figuras 2B y 3B); mientras que O. vulgaris presenta sólo tres ventosas (Itami et al. 1963). Las ventosas de las paralarvas están dispuestas en una sola hilera, contrario a las dos hileras en los juveniles de O. bimaculoides. Es interesante que el tamaño de los juveniles es hasta cuatro veces más grande en comparación con aquellas especies que presentan paralarvas.

Las paralarvas se alimentan de organismos que forman parte del zooplancton, con preferencia hacia crustáceos, y permanecen en la columna de agua por períodos que dependen principalmente de la temperatura del agua (Villanueva y Norman, 2008). En esta etapa de nado libre difieren de los adultos en su morfología, fisiología, ecología y conducta. La vida planctónica juega un papel importante en la capacidad de dispersión de estas especies. Asimismo, durante esta etapa son susceptibles a depredadores, como los peces (Boyle y Rodhouse, 2005). Entre los mecanismos de defensa de las paralarvas están los cambios en la velocidad del nado, el uso de señuelos de tinta para confundir a los depredadores y el camuflaje (Hanlon et al. 1985, Kaneko et al., 2006). Los sistemas sensoriales de las paralarvas incluyen receptores de luz (fotorreceptores), receptores de movimiento (mecanorreceptores) y receptores de sustancias químicas (quimiorreceptores), controlados por un sistema nervioso altamente evolucionado que sigue el patrón general descrito para los cefalópodos1 adultos (Wells, 1978).

Al igual que otros moluscos, una vez que las paralarvas están más desarrolladas presentan un asentamiento, es decir, cambian de hábitos planctónicos a hábitos bentónicos, que conservarán el resto de su vida. En el asentamiento, se produce una importante metamorfosis en la morfología, la fisiología y el comportamiento. Entre los cambios morfológicos se encuentran el crecimiento en la longitud de los brazos, el desarrollo de las ventosas y su posicionamiento en dos hileras (Villanueva y Norman, 2008). Al mismo tiempo, los pulpos pierden los órganos de Kölliker que cubren la superficie del cuerpo, el sistema de línea lateral y los dientes de los picos orales (Villanueva y Norman, 2008). Las paralarvas recién eclosionadas son fuertemente atraídas a la luz (fototropismo positivo); sin embargo, en etapas tardías esta respuesta se reduce, desaparece o se revierte después del asentamiento (Ambrose 1981, Villanueva 1995, Nixon y Mangold 1998).

Ventosas en los brazos de pulpos recién eclosionados

Figura 3. Ventosas en los brazos de pulpos recién eclosionados. A) Juvenil bentónico de Octopus bimaculoides.
Crédito: Ana Liliana Gómez-Fierro.
B) Paralarva planctónica de O. bimaculatus.
Crédito: Diana Judith López-Peraza.

Situación general del cultivo de las etapas tempranas de los pulpos

Acerca del cultivo de pulpos, se ha visto que hay altas tasas de mortalidad durante las etapas tempranas del desarrollo, en particular en aquellas especies con una etapa de vida planctónica. Esta mortalidad está relacionada, principalmente, con la nutrición y con las condiciones de cultivo de los organismos. En los estudios realizados en paralarvas, específicamente en O. vulgaris, que es la especie de la que se tiene más información, las condiciones de cultivo que se han experimentado incluyen volumen y color del tanque, con o sin aireación, intensidad de luz, temperatura, densidad de organismos, tamaño de la presa y limpieza del tanque de cultivo, entre otros. La supervivencia en esta etapa es de entre 8 hasta 93%, porcentajes que dependen del tipo de dieta y de la duración del cultivo (Iglesias et al. 2007).

En México, la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación (umdi) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) en conjunto con la cooperativa de Moluscos del Mayab, ambos ubicados en Sisal, Yucatán, han estudiado al pulpo O. maya desde hace 19 años. Han creado una incubadora efectiva de los huevos, que garantiza el desarrollo y eclosión de los juveniles de esta especie. Además cuentan con un sistema de producción de juveniles de pulpo, de 150 a 200 gramos en aproximadamente cuatro meses (Santillán, 2019). En el Norte del país, el Laboratorio de Ecofisiología de Organismos Acuáticos del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (cicese), en colaboración con la Universidad Autónoma de Sinaloa (uas), han trabajado con diferentes especies de pulpo desde hace varios años: Octopus rubescens, O. bimaculoides y O. bimaculatus.

No obstante, a pesar de los avances en el estudio de la biología, fisiología y técnicas de cultivo de las etapas tempranas de los pulpos, éstos no han sido suficientes para garantizar mayores rendimientos en los cultivos experimentales o comerciales a nivel piloto. Por ello, es de suma importancia continuar con los estudios relacionados con estas líneas de investigación, con la finalidad de crear nuevas tecnologías de cultivo, así como perfeccionar las ya existentes, y así lograr mejores resultados en relación con la producción de estos organismos durante esta etapa del desarrollo y, de esta forma, en un futuro, poder escalar su producción a niveles comerciales.

Conclusiones

Los pulpos de género Octopus presentan dos estrategias reproductivas, diferentes entre sí por la fecundidad de la hembra, el tamaño de los huevos, así como por el desarrollo de las crías (directo e indirecto). En la primera estrategia las hembras ponen pocos huevos (entre 100 y 800), de un tamaño de alrededor de 2 cm de longitud, y dan origen a organismos de desarrollo directo, también conocidos como juveniles. Mientras que en la segunda estrategia, dependiendo del tamaño de la hembra, se ponen hasta alrededor de 700,000 huevos, los cuales tienen un tamaño de entre 1.5 a 6 mm de longitud, y dan origen a pulpos con desarrollo indirecto o paralarvas.

Las paralarvas presentan una etapa plantónica, miden menos de 4 mm de longitud en total, y difieren en morfología, fisiología, ecología y conducta con respecto a los juveniles. Por otro lado, los juveniles son crías con desarrollo directo, presentan hábitos bentónicos desde su nacimiento; asimismo, comparten todas las características propias de un organismo adulto.

Se han realizado diversos estudios para conocer la biología, fisiología y nutrición de los pulpos en etapas tempranas, así como diversos cultivos experimentales (por ejemplo, O. vulgaris y O. bimaculatus) y nivel comercial piloto (O. maya) en los que se buscan establecer las condiciones óptimas para una mayor producción de estos organismos. Sin embargo, aún no se ha logrado tener producciones rentables, particularmente en aquellas especies que presentan un desarrollo indirecto, como es el caso de O. vulgaris y O. bimaculatus. Por estos motivos es necesario continuar las investigaciones para entender las características biológicas de los pulpos en etapas tempranas del desarrollo, con el fin de mejorar los rendimientos de los cultivos pilotos experimentales de las especies de interés para su consumo y comercialización.

Referencias

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Recepción: 27/03/2023. Aprobación: 12/03/2024.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079