Actitudes y aptitudes que dieron origen al capitalismo

Vol. 23, núm. 5 septiembre-octubre 2022

Actitudes y aptitudes que dieron origen al capitalismo

Diego Alatorre Guzmán Cita

Resumen

A través de un recorrido por las pequeñas modificaciones en el sistema de valores que tuvieron lugar al comienzo de la Ilustración, se hace una breve reseña del texto de Joel Mokyr “Attitudes, Aptitudes, and the Roots of the Great Enrichment”, y se propone una reflexión acerca de los efectos que el cambio actitudinal y aptitudinal significaron en términos ecológicos y sociales.
Palabras clave: Joel Mokyr, economía, historia, cambio actitudinal, cambio aptitudinal.

Attitudes and aptitudes that gave rise to capitalism

Abstract

In a journey through the small modifications in the value system at the beginning of the Enlightenment, a brief review of Joel Mokyr’s text “Attitudes, Aptitudes, and the Roots of the Great Enrichment” is made, as well as a reflection about the effects that the attitudinal and aptitude change meant in ecological and social terms.
Keywords: Joel Mokyr, economy, history, attitudinal change, aptitude change.


¿Alguna vez te preguntaste qué llevó a Europa a conquistar el resto del mundo?

Joel Mokyr, profesor del Departamento de Economía e Historia de la Universidad Northwestern, en Chicago, y de la Escuela de Economía de la Universidad en Tel Aviv, dedica un capítulo en The Handbook of Historical Economics para responder esta pregunta. A grandes rasgos, encuentra que fueron pequeños cambios en el sistema de valores alimentados por las aptitudes técnicas que marcaron el comienzo de la Ilustración, que eventualmente derivaron en la Revolución Industrial y que llevó a los europeos a conquistar el resto del mundo.

Mientras que las sociedades tradicionalistas (como en India, Medio Oriente, Mesoamérica y China) se caracterizaban por el apego a la sabiduría ancestral, apenas entrado el siglo xvi la sociedad europea comenzó a liberarse del velo de la ortodoxia religiosa que le impedía ver y apreciar la novedad. El transcurso del conocimiento prescriptivo, representado por las instituciones tradicionales, hacia el conocimiento proposicional, caracterizó el pensamiento moderno: científico, tecnológico y económico.

El hombre controlador del universo

Diego Rivera, “El hombre controlador del universo”, también conocido como “El hombre en el cruce de caminos”.

Los aportes de autores como Galilei, Bacon y Swift cuestionaron e identificaron errores en la filosofía clásica, base del pensamiento medieval. Ante el embate de los pensadores modernos, financiado por reyes, academias y mecenas, la ciencia antigua carente de evidencias fue perdiendo credibilidad hasta quedar confinada en el olvido.

Los descubrimientos comenzaron con los medios impresos, la electricidad y los viajes en tren; la innovación tecnológica se convirtió en un mercado donde las nuevas ideas tenían un valor nunca antes visto. Los investigadores con mayor reputación eran quienes conseguían influenciar el mercado. Con un espíritu pragmático y referencial, se formalizaron los métodos, estándares y procedimientos para reproducir el conocimiento y proteger la autoría. El perfeccionamiento de técnicas de producción, la ciencia de materiales, la destreza en el uso y la construcción de herramientas cada vez más especializadas, permitió precisión, costo y escala de producción sin precedentes.

El sistema de aprendizaje se especializó, diversificó y formalizó. El intercambio de conocimientos se promovió a través de redes de comerciales y de movilidad para que los aprendices complementaran sus habilidades. Los gremios más exitosos fueron aquellos que lograron equilibrar la búsqueda de novedad con normas y tradiciones, asegurando la permanencia de los saberes y la formación de nuevos maestros para transmitirlos.

El texto al que hago referencia concluye con una reflexión en torno al papel que las instituciones han tenido en la agenda internacional de investigación económicamente productiva y la responsabilidad de las instituciones para dirigir el desarrollo tecnológico. Sin embargo, poco menciona el autor acerca de los efectos que el cambio actitudinal y aptitudinal significaron en términos ecológicos y sociales.

Si Mokyr tiene razón al identificar al conocimiento proposicional como la causa que nos sitúa actualmente en una crisis mundial generalizada, tal vez sea momento de reconciliarnos con nuestro pasado y subsanar el daño social y ambiental que este transcurso perpetró. Tomando en cuenta la escala que esta transición ha cobrado, tan importante resulta entender los orígenes del gran enriquecimiento, como reconocer la barbarie tecnocrática, colonialista y epistemicida derivada de este fenómeno.

Desde una perspectiva crítica, el subdesarrollo en los países periféricos se presenta como una oportunidad desde donde imaginar nuevas narrativas que nos permitan escribir la historia de maneras alternativas, y no como un problema que ha de resolverse siguiendo las mismas estructuras racionales y positivistas que auspiciaron el desequilibrio que mantiene a la mayoría de la población mundial en un brete.

Referencias



Recepción: 29/03/2022. Aprobación: 12/08/2022.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079