La nave va o de cómo surcar el mar de asfalto de la salud mental

Vol. 24, núm. 6 noviembre-diciembre 2023

La nave va o de cómo surcar el mar de asfalto de la salud mental

Alberto Carvajal Cita

Resumen

El video La nave va, que es el resultado de un taller fotográfico organizado en colaboración con la uam-Xochimilco y llevado a cabo en el Hospital Psiquiátrico Público Dr. Samuel Ramírez Moreno, situado en los límites de Tláhuac y Chalco. Este taller fue iniciado por Miguel, uno de los pacientes que se convirtieron en fotógrafos y que demostró un gran entusiasmo. En la curación de las imágenes, se destaca un tema recurrente: el movimiento. Los cuerpos en movimiento parecen ser una forma de resistencia política y radical contra el concepto de instituciones totales y de encierro. A pesar de la crítica implícita en estos estudios, los habitantes del hospital transforman el encierro en movimiento, convirtiendo la vida oculta en una interpelación a nuestra indiferencia. Lo que Foucault describió como la “nave de los locos” en su Historia de la locura se convierte, según el autor, en un hospital deprimente, pero estos pacientes lo transforman nuevamente en una nave que surca las calles de la periferia de la gran metrópoli.
Palabras clave: terapia fotográfica, salud mental, fotografía creativa, hospital psiquiátrico, expresión artística.

La nave va or how to navigate the sea of asphalt of mental health

Abstract

The video La nave va, which is the result of a photographic workshop organized in collaboration with uam-Xochimilco and held at the Public Psychiatric Hospital Dr. Samuel Ramírez Moreno, located on the outskirts of Tláhuac and Chalco. This workshop was initiated by Miguel, one of the patients who became photographers and showed great enthusiasm. A recurring theme highlighted in the curation of the images is movement. Bodies in motion appear to represent a form of political and radical resistance against the concept of total institutions and confinement. Despite the implicit criticism in these studies, the hospital residents transform confinement into movement, turning concealed life into an interrogation of our indifference. What Foucault described as the “ship of fools” in his History of Madness becomes, according to the author, a gloomy hospital, but these patients once again transform it into a ship that sails through the streets of the metropolis.
Keywords: photographic therapy, mental health, creative photography, psychiatric hospital, artistic expresión.



Homenaje a Felipe Lecón, “el pollo”.

Introducción

A Miguelito, uno de los habitantes del Hospital Psiquiátrico Dr. Samuel Ramírez Moreno, en una de las posadas que organizamos hace ya algunas lunas, le llamó la atención la cámara fotográfica que llevaba una compañera antropóloga de la uam-Iztapalapa, Anabel Gómez Castellanos. Ella se enteró del evento a través de las redes sociales y manifestó su interés en asistir y tomar algunas fotos. Gestionamos una autorización para ello argumentando que se trataba de un evento festivo. Durante el evento, Miguel se acercó para preguntarme cuánto valía una cámara así. Le dije que no sabía, pero que debía costar algunos pesos. Me dijo que él contaba con un dinero que había ahorrado. Me quedé sorprendido del interés tan entusiasta en la fotografía.

Por esos días, Paulina González, egresada de la uam-Xochimilco que cursaba un posgrado en antropología, me preguntó acerca de la posibilidad de tomar fotos en el hospital. Su investigación se centraba en la vida cotidiana dentro del psiquiátrico. Entonces surgió una propuesta para Miguel: él quería tomar fotos en el lugar donde vivía, en el Samuel Ramírez Moreno, y su entusiasmo no admitía censura por parte de las autoridades del hospital, pero no tenía una cámara. Paulina también deseaba capturar el transcurso de los días en el hospital, pero obtener una autorización para semejante proyecto fotográfico no era factible. Ella tenía una cámara. Miguel tomó alrededor de 1500 fotos en todos los horarios y sitios del hospital a lo largo de un par de semanas. Paulina logró documentar su investigación.

Al cabo de la primera semana como fotógrafo, Miguel me comunicó con gran preocupación que la cámara prestada había desaparecido, pero luego apareció. Un compañero la tenía.

Impulsados por la emoción de Miguel y los resultados fotográficos, decidimos organizar un proyecto gráfico. Con el apoyo de una de las convocatorias de la rectoría de la uam-Xochimilco para realizar proyectos comunitarios, obtuvimos cinco pequeñas cámaras y llevamos a cabo un taller de fotografía en el que participaron estudiantes de Comunicación Social. Durante nuestras visitas semanales, durante un par de meses, caminamos con los fotógrafos por todo el psiquiátrico. Descubrimos otro hospital, uno que era narrado a través de las miradas de los fotógrafos que lo habían habitado durante varios lustros, o incluso desde el siglo pasado.

Cuando llegó el momento de organizar la gran colección de fotos y videos, los fotógrafos y los talleristas nos dimos cuenta de la importancia de tal descubrimiento. Uno de los videos, grabado con la cámara en mano mientras caminaba por el hospital, nos dio la clave. La cámara estaba en modo de video y la sostenía Felipe “el pollo” (que lamentablemente falleció el 01/07/23). Él caminaba junto al nuevo edificio del hospital. La cámara se movía con los movimientos del fotógrafo, por lo que la imagen también estaba “en movimiento”. Sin embargo, el movimiento de la cámara era rítmico y armónico, y fue entonces cuando Felipe hizo su gran propuesta. Foucault, en su obra Historia de la locura (1964), menciona que la nave de los locos de la época clásica se ha convertido en un hospital en nuestros días. Felipe, le revira cámara en mano, es el hospital, por sus habitantes, que ahora se ha trasformado en una nave, justo en el lugar donde Porfirio Díaz en el siglo xix dragó la zona lacustre cercana al pueblo de Santa Catarina, en los límites de Tláhuac y Chalco, para convertirla en una zona agrícola que alimentara a la megalópolis.

Una a una, las cámaras comenzaron a desaparecer. Quedaba una, la de Miguel. Le pregunté a Miguel, “¿Dónde está tu cámara?”. Él respondió, “Se cayó al agua”.

El lugar

En 1967, un año antes del Movimiento Estudiantil más importante del siglo pasado, un movimiento que fue sofocado y masacrado con extrema violencia, se inauguró uno de los hospitales psiquiátricos que formaban parte de un operativo militar en el campo de la llamada Salud Mental, en la administración de Gustavo Díaz Ordaz. Este hospital estuvo a cargo del Dr. Gral. Rafael Moreno Valle y de la Comisión Constructora de Ingeniería Sanitaria de la Secretaría de Salubridad y Asistencia.1 Este proyecto se denominó Operación Castañeda por esta razón:

…Siendo yo director de Salud Mental, a mí me tocó lo que se llamó “La operación Castañeda”, que consistió en quitar el viejo manicomio y hacer 6 nuevos hospitales, entre ellos el Bernardino Álvarez, hospital de agudos, el Juan N. Navarro, para niños, 3 hospitales campestres [entre los que se encontraba el Hospital Psiquiátrico Campestre Samuel Ramirez Moreno] y uno para crónicos que fue el de Dr. Fernando Ocaranza. Entonces, después de la Operación Castañeda, que desapareció el manicomio, hicimos una reunión en el local este, porque el edificio que era el de Servicios Generales, que estaba a la entrada, era precioso, de corte francés, era la época en que la influencia francesa era muy importante, y entonces se consideró que su valor era muy importante para la historia de México, y antes de demoler el resto de los pabellones, que no tenían mayor cosa que ofrecer, fue numerado piedra por piedra y se trasladó a Amecameca (Testimonio de Guillermo Calderón Narváez, Carvajal, 2001) (Cfr. Carvajal, 2014).

Más de tres mil pacientes que habitaban el Manicomio General, conocido comúnmente como La Castañeda, fueron trasladados con sus respectivos sumarios a los diversos hospitales que se construyeron en dicha administración.

…venían camiones por ellos, autobuses, lo que era autobuses, para cambiar a todos los enfermos, a todos los loquitos como los llamaban los otros, pero todo esto, desde Plateros, hasta donde está Torres de Mixcoac, la prepa, todo eso hacia arriba hasta Merced Gómez, esos eran campos de fútbol, de beisbol [que se localizaban dentro del Manicomio] (Testimonio de Javier Farías, Carvajal, 2001).

Se trata del Hospital Campestre Dr. Samuel Ramírez Moreno ( hcpsrm), construido específicamente para pacientes masculinos en edad adulta. La división de hospitales por género tiene al menos un par de antecedentes en nuestro país. El primero se remonta a la época colonial, en 1567, en plenos vestigios de la gran Tenochtitlan, cuya arquitectura, colorido y gran población sorprendió a los españoles. Fue entonces cuando se construyó el primer hospital para personas con problemas mentales, conocido como el Hospital de San Hipólito, marcando así el inicio de la práctica de encierro. Este hospital albergó a sacerdotes que habían perdido la razón.2

A finales del siguiente siglo, se inauguró el Hospital de La Canoa, destinado para mujeres con problemas mentales. La separación de hospitales, por eso que se llama sexo/género, tuvo un segundo antecedente en la segunda etapa de encierro, específicamente en el Manicomio General, conocido popularmente como La Castañeda, inaugurado en 1910 por Porfirio Díaz. Este cambio se debió a la impresión que tuvo un joven estudiante de medicina que visitó La Castañeda y fue testigo del hacinamiento de pacientes, la trata de cuerpos de mujeres y niños.

El Dr. Gral. Rafael Moreno Valle, al asumir el cargo de secretario de Salubridad y Asistencia, presentó a Díaz Ordaz una propuesta para “acabar con La Castañeda” (Cfr. Entrevista a Moreno Valle y Álvarez Ordoñez, 2013) y construir en su lugar hospitales en la periferia de la metrópoli, algunos destinados a mujeres y otros para hombres, como el hcpsrm. Poco a poco “me doy cuenta que hay una serie de edificios que literalmente van avanzando sobre nosotros” (Dr. Abel Carrillo, Cfr. Carvajal, 2001), la ciudad entró al Manicomio.

Actualmente, el Hospital se dedica a atender a hombres adultos con dificultades emocionales y trastornos mentales, que anteriormente se llamaban enfermedades mentales, alienación o locura. Como parte del sistema de salud pública de la Ciudad de México, ofrece servicios de salud mental, incluyendo atención psiquiátrica, psicológica, talleres, trabajo comunitario y orientación familiar para la población en general. Los pacientes son ingresados a las diversas áreas del hospital según las condiciones de su padecimiento.

El hcpsrm cuenta con cuatro áreas de internamiento: la Unidad de estancia corta, destinada para pacientes con cuadros recientes y agudos, que remiten sus síntomas a través de tratamiento farmacológico e internamiento en un período de uno a mes y medio, y luego regresan a sus familias; la Unidad 1 de estancia larga, para pacientes crónicos y con retraso mental; la Unidad 2, también de larga estancia, para pacientes con padecimientos crónicos y funcionales, sin retraso mental; y la Unidad de psicogeriatría, para pacientes crónicos de la tercera edad, con y sin retraso mental. La mayoría de los pacientes en las Unidades 1, 2 y psicogeriatría tienen una relación limitada con sus familias y a menudo se encuentran en condición de abandono social y familiar. Además, el hospital ofrece servicios de Consulta Externa tanto para adultos como para niños, así como un Hospital de Día, donde los pacientes participan en actividades terapéuticas durante el día y regresan a sus hogares por la tarde.

Los fotógrafos

Miguel fue el iniciador del grupo. Su interés y entusiasmo, junto con los eventos que ocurrieron, como la pérdida temporal de la cámara fotográfica prestada por Paulina, tal como se describe al principio, fueron la materia prima para organizar un taller. Le propusimos a Miguel crear un grupo de fotógrafos y le preguntamos a quién consideraba él que podríamos invitar a un taller de fotografía. Para nuestra sorpresa, el primer elegido fue el compañero que se quedó un tiempo con la cámara cuando Miguel la había dado por perdida. Así reunimos a cinco compañeros de Miguel.

Al final del taller, que estuvo a cargo de estudiantes de Comunicación Social de la uam-Xochimilco y tuvo una duración de 6 a 8 sesiones (una por semana), uno de los comentarios de evaluación por parte de una de las estudiantes fue que también habían aprendido, especialmente la pasión por mirar a través de un lente. Les pareció que esta operación delicada y que requiere mucha práctica fue lograda de manera casi natural por el equipo de fotógrafos. Domingo, uno de los fotógrafos, exclamó al tener la cámara preparada para tomar una foto: “¡te estoy viendo!”.

La nave de los locos
Figura 1. “La nave de los locos” es un cuadro del pintor flamenco el Bosco, elaborado en óleo sobre tabla.
Crédito: Wikimedia Commons.

El grupo de pacientes que participaron en el taller ha ganado un lugar en la comunidad del Hospital con el tiempo, siendo reconocidos como los Fotógrafos. Comenzamos en 2017 con el taller al que denominamos La nave va. Las fotos fueron tomadas en diferentes espacios del Hospital. Al año siguiente, Miguel propuso tomar fotos fuera del Hospital, y así, entre fotógrafos y ayudantes (estudiantes y coordinador), definimos los sitios a visitar en la Ciudad de México. El proyecto se llamó Crónica visual urbana y resultó en la creación de un periódico impreso.

Para el siguiente año, 2019, también a iniciativa de Miguel, organizamos el proyecto Hospitales. Él propuso tomar fotos en otros hospitales psiquiátricos: José Sáyago, Adolfo M. Nieto, ambos para mujeres y ubicados en el Estado de México, así como el Hospital de la Salud, que recibe a hombres. También se propuso el Hospital Ocaranza, situado en el Estado de Hidalgo. Sin embargo, una vez que se realizó el proyecto, la entrada a estos hospitales fue simplemente rechazada.

Impulsados por la emoción de los fotógrafos por continuar con el proyecto, les propusimos visitar aquellos hospitales que fueron los primeros en recibir personas con dificultades emocionales. Aunque ya no albergaban más pacientes, fue posible visitarlos: el Hospital de San Hipólito, el Hospital de La Canoa y el de La Castañeda. Este último ya no existe, ya que fue derrumbado y en su lugar se encuentra una zona habitacional. Sin embargo, las veredas y espacios abiertos que contiene nos llevaron a su memoria. En esa ocasión, contamos con los testimonios de un vecino-cronista del pueblo de Mixcoac, que reside en dicha zona habitacional llamada Torres de Mixcoac. Muy emocionado y testigo del paso del tiempo, relató varias anécdotas de cuando caminaba por las veredas del Manicomio y conversaba con los pacientes, al igual que lo hizo en ese momento con los fotógrafos y sus ayudantes.

En la actualidad, en 2023, está en curso otro proyecto gráfico: Paso a paso. Del trazo colectivo de un territorio agrícola a uno urbano. Este proyecto narra gráficamente la transformación de la zona en la que se ubica el Hospital, recorriendo a pie y en transporte público el territorio donde los fotógrafos y sus compañeros viven. Cuando llegaron en 1967 y en los años posteriores hasta la última década del siglo pasado, los edificios del Hospital se distinguían a la distancia. Ahora, lo que menos se distingue es precisamente dónde viven. Por varias décadas, el hospital contó con un solo transporte público y poco constante que pasaba frente a la puerta principal.

Ahora, varias líneas de autobuses y peseros surcan las calles y avenidas cercanas, incluso se despliega un transporte público aéreo, el cablebús, en la zona. Las imágenes de los fotógrafos narrarán esta transformación de zona agrícola a urbana y sus efectos.

La nave va

Así fue nombrado el proyecto fotográfico en 2017. La inspiración para el nombre provino de nuestra consideración al visitar a los residentes, a quienes también llamamos “compas del Samuel”. Cada grupo de estudiantes de la Licenciatura de Psicología de la uam-Xochimilco que cursa el Módulo viii Conflicto psíquico y salud mental y que participa en el grupo coordinado por Alberto Carvajal es invitado a visitar y platicar con los pacientes. No se trata de realizar entrevistas, historias de vida o establecer diagnósticos. Más bien, se trata simplemente de acercarse, caminar y, si surge algún tema de conversación, dejar que fluya. Esta experiencia permite desarrollar una mirada crítica sobre lo que se ha denominado enfermedad mental.

Esta experiencia con frecuencia suscita una pregunta inquietante: ¿por qué esta persona está en el hospital? Dicha pregunta surge del asombro, ya que la conversación no parece vincularse con ninguna patología. Esto nos lleva a considerar el capítulo dedicado a la Stultifera Navis de la Historia de la locura en la época clásica de Foucault, donde se mencionan esos barcos que inspiraron incluso una pintura de Jerónimo Bosch titulada La nave de los locos. Según esta perspectiva, los “locos” de cada pueblo de la Europa provincial eran transportados. Se puede suponer que algunos de ellos descendían en lugares donde nadie los conocía, y, por lo tanto, no surgía la pregunta de por qué estaban en el hospital, o en ese tiempo, en la “nave de los locos”. En la escena siguiente, estas personas se integraban al funcionamiento del pueblo donde nadie los conocía. Es así que el hospital, en vez de ir de puerto en puerto, de pueblo en pueblo, era la gente de cada pueblo que se trepaba al hospital-nave.

Lo valioso de esta consideración es que en ningún momento fue compartida ni transmitida a los fotógrafos. Sin embargo, ellos fueron un paso más allá en esta reflexión. Cada foto, cada video y, sobre todo, los realizados por Felipe “el pollo”, nos narran y nos muestran que efectivamente el hospital, que según la propuesta de Foucault es la heredera estática y deprimente de la “nave de los locos” de la época clásica, una vez más surca el mar metálico del pavimento urbano. El hospital recupera su movimiento de nave.




Referencias

  • Bosch, J. (Año). La nave de los locos [Óleo sobre tabla]. Wikimedia Commons. https://n9.cl/wiugk.
  • Carvajal Gutiérrez, A. A. (2014, 1 de junio). La inutilidad de Martín. Revista Digital Universitaria, 15(6). https://www.revista.unam.mx/vol.15/num6/art42/.
  • Carvajal Gutiérrez, A. A. (2001). ¿Dónde quedó la locura? Documental con los testimonios de los sobrevivientes de La Castañeda, uamx.
  • Carvajal Gutiérrez, A. A. (2017). La Nave va en Anuario de Investigación. Departamento de Educación y Comunicación, uamx.
  • Chesterton, G. (2013). Ortodoxia. Acantilado.
  • Foucault, M. (2015). Historia de la locura en la época Clásica, I. Fondo de Cultura Economica. https://cutt.ly/hwWM2dZt.


Recepción: 21/8/2023. Aprobación: 20/9/2023.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079