Vol. 25, núm. 4 julio-agosto 2024

Nutrición y educación: innovaciones curriculares en la UNAM

Josefina Rubí Piña Cita

Resumen

La finalidad de este artículo, radica en la importancia de reflexionar sobre dos visiones que ofrece la unam en el diseño de programas educativos que abordan la relación con la nutrición, los alimentos y la salud pública. En los últimos años se ha puesto especial importancia a la creación de licenciaturas que integran conocimientos sobre la nutrición, la salud pública, la industria alimentaria, así como el desarrollo, conservación y control de productos alimenticios, con el objetivo de preparar profesionistas que enfrenten los desafíos contemporáneos relacionados con la nutrición, basados en una buena alimentación que derive en el bienestar del individuo y de la sociedad. La oferta educativa de la unam busca, no sólo impartir conocimientos académicos, sino también concientizar sobre la importancia de la nutrición y los estilos de vida saludables, capaces de desarrollar propuestas innovadoras tanto en el campo de la nutrición, como en el de la industria de los alimentos. Es así que, a través del objetivo general, el modelo educativo y el perfil de egreso de las licenciaturas en Ciencia de la Nutrición Humana y Nutriología, se hará un análisis de la manera en que contribuyen a la formación de individuos comprometidos con la salud y el bienestar comunitario.
Palabras clave: Planes de estudio, programas educativos, nutrición, ciencias de la nutrición humana, alimentos, salud pública, vida saludable, curso de vida y estilo de vida.

Nutrition and education: curricular innovations at UNAM

Abstract

The purpose of this article lies in reflecting on two perspectives offered by the National Autonomous University of Mexico (unam) in the design of educational programs that address the relationship with nutrition, foods and public health. In recent years, there has been particular emphasis on creating undergraduate curricular programs that integrate knowledge about nutrition, public health, the food industry, as well as the development, preservation and control of food products. The aim is to prepare professionals who can confront contemporary challenges related to nutrition, based on a healthy diet that promotes individual and societal well-being. The National Autonomous University of Mexico (unam) educational offerings seek not only to impart academic knowledge but also to raise awareness about the importance of nutrition and healthy lifestyles, capable of fostering innovative proposals in both the nutrition field and the food industry. Therefore, through the overarching goal, the educational model and the graduate profile of the degrees in Human Nutrition Science and Nutriology, an analysis will be conducted on how they contribute to the development of individuals committed to health and community well-being.
Keywords: Curriculum plans, educational programs, nutrition, human nutrition sciences, food, public health, healthy lifestyle, lifestage and lifestyle.


Introducción

¿Cómo podría mejorar la calidad de vida de las y los mexicanos a través de una mejor educación y prácticas nutricionales? ¿Por qué es importante incluir la nutrición en los planes de estudio? ¿Qué beneficios se podrían obtener como sociedad al formar profesionistas en áreas relacionadas con la salud y la nutrición? Estas son algunas preguntas que surgen al abordar el tema de la nutrición humana y la importancia de su incorporación en los planes de estudio.

La Universidad Nacional Autónoma de México (unam) en su compromiso de formar profesionistas útiles a la sociedad, ha asumido un rol activo en el desarrollo curricular para la formación de sus estudiantes. Por ello, ofrece 133 carreras, a través de 244 planes de estudio pertenecientes a las cuatro áreas del conocimiento, en las modalidades presencial, abierta y a distancia. El campo en que se enfocará el presente texto, se ubica en el Área 2: Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud en el cual se ofertan 31 carreras a través de 56 planes de estudio, específicamente, las carreras vinculadas con la nutrición y la producción de alimentos: Ciencia de la Nutrición Humana, Nutriología, Ciencias Agroforestales, Ciencias Agrogenómicas, Química de Alimentos e Ingeniería en Alimentos.

Nutricionista

Si bien las licenciaturas en Química de Alimentos e Ingeniería en Alimentos, tienen participación en el área de la nutrición, la formación va más encaminada al control de calidad, desarrollo de nuevos productos e investigación y no propiamente al sector salud. Por su parte, las Ciencias Agrogenómicas se centran en la aplicación de la genómica y otras biotecnologías avanzadas en la agricultura, mientras que les Ciencias Agroforestales enmarcan su estudio en la integración de sistemas agrícolas y forestales.

Por tanto, este artículo explora las tendencias curriculares que, sobre la nutrición humana y la alimentación, implementa la unam a través de las carreras: Ciencia de la Nutrición Humana y Nutriología.

En los últimos años se ha puesto especial importancia a la creación de licenciaturas que integran conocimientos sobre la nutrición, la salud pública, la industria alimentaria, así como el desarrollo, conservación y control de productos alimenticios, entre otros, con el objetivo de preparar a las y los estudiantes para enfrentar los desafíos contemporáneos relacionados con la nutrición, basados en una buena alimentación que derive en el bienestar del individuo y de la sociedad. Estas iniciativas buscan fomentar una cultura de prevención y autocuidado, promoviendo hábitos que pueden reducir la incidencia de enfermedades crónicas, a la vez que mejoran la calidad de vida de la comunidad universitaria. En este sentido, la oferta educativa de la unam busca, no sólo impartir conocimientos académicos, sino también concientizar sobre la importancia de la nutrición y los estilos de vida saludables, además de desarrollar propuestas innovadoras tanto en el campo de la nutrición como en el de la industria de los alimentos.

Para efectos de este artículo se presentan una serie de definiciones conceptuales a fin de colocar en contexto las carreras a analizar y después hacer un análisis a partir de tres elementos esenciales de los planes de estudio de las licenciaturas en Nutriología y Ciencia de la Nutrición Humana, el objetivo general, el modelo educativo y el perfil de egreso, con el fin de determinar la manera en que contribuyen a la formación de individuos comprometidos con la salud y el bienestar comunitario.

Con base en la revisión de ambos planes de estudio y la comparación entre lo que ofrecen y lo que se espera en cada uno de ellos, se pretende destacar la relevancia de las diferentes visiones en las que los programas académicos desde su perspectiva específica, pretenden proporcionar una educación integral que priorice la salud como un componente fundamental para el desarrollo sostenible y la calidad de vida.

Es por ello, que este texto pretende responder la pregunta que fue el hilo conductor del análisis: ¿Qué es lo que hace diferentes a estos planes de estudio? A continuación, se presenta una descripción sintética, enfatizando las particularidades de cada uno de ellos.

Relevancia de la formación en nutrición a nivel profesional de educación superior

La formación de profesionales es una de las funciones sustantivas de la unam, cada una de las disciplinas que se imparten en esta Institución de Educación Superior (ies), responde a la resolución de problemas y necesidades sociales al proporcionar a sus estudiantes los elementos que les permitan incrementar sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores, así como desarrollarse plenamente y ser útiles a la sociedad mexicana.

En el contexto de la nutrición, alimentación y salud pública, México enfrenta desafíos significativos. Uno de los más urgentes es reducir las diferentes manifestaciones de desnutrición y anemia, asimismo, disminuir la prevalencia de sobrepeso y obesidad en toda la población y garantizar el acceso a una alimentación adecuada, principalmente en la población de menores ingresos y comunidades rurales, con atención especial en la población infantil, así como mejorar la oferta, distribución y sanidad de alimentos. (coneval, 2019).

Por otro lado, en términos de salud pública, la gestión de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, representa una carga significativa para el sistema de salud. La organización del sector salud en México es además de compleja, fragmentada, ofrece una protección desigual e incompleta a la población, en las instituciones de seguridad social y los servicios públicos para personas no aseguradas se ofrecen servicios diferenciados en beneficios y calidad. (coneval, 2019).

La necesidad de políticas efectivas que promuevan dietas equilibradas y accesibles para todos los sectores de la población es crucial. Asimismo, la seguridad alimentaria en áreas vulnerables y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios son temas que requieren atención urgente, especialmente en un contexto global de cambio climático y fluctuaciones económicas.

La situación macroeconómica de los países es clave para que su población tenga la posibilidad de generar ingresos y para tener acceso a alimentos durante todo el año. Para la población de bajos recursos, la inestabilidad en los precios de los alimentos que se ha experimentado en los últimos años ha derivado en la dificultad para adquirir alimentos nutritivos de manera constante. (coneval, 2015, p. 15)

Estos retos subrayan la importancia de que las y los profesionales formados en instituciones como la unam no sólo adquieran conocimientos técnicos sólidos, sino también un compromiso ético y social para abordar y resolver estos problemas de manera integral y colaborativa en beneficio de la sociedad mexicana.

Durante las últimas décadas, la sociedad ha experimentado cambios drásticos que han afectado al comportamiento y estilo de vida del ser humano. La mecanización en los puestos de trabajo, la globalización de la tecnología, la falta de tiempo y las mejoras en el transporte, son algunos de los aspectos que han llevado a un aumento en el consumo de comida rápida con un elevado aporte calórico y al sedentarismo. (Hernández Ruiz de Eguilaz et al., 2016, p. 270).

Dicha afectación en el comportamiento y estilo de vida deriva en una creciente prevalencia de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes, y las enfermedades cardiovasculares, lo que ha puesto de manifiesto la necesidad de intervenir desde la educación para promover estilos de vida saludables.

En ese sentido, la unam, consciente de su papel como una de las instituciones educativas más importantes de México y América Latina, ha incorporado en su desarrollo curricular programas que abordan la relación entre nutrición, alimentos y salud pública.

La justificación de este escrito, radica en la importancia de reflexionar sobre las dos visiones que ofrece la unam en el diseño de programas educativos que abordan la relación con la nutrición, los alimentos y la salud pública.

Marco Conceptual

La nutrición y los alimentos tienen un impacto significativo en la calidad de vida del ser humano, en aspectos tales como la salud física, la salud mental, el desempeño académico y laboral. Esto lleva a definir conceptos básicos en la nutrición que es concebida como una ciencia interdisciplinaria que se centra en el estudio de los alimentos, los nutrientes y otros componentes de los mismos alimentos y de la salud. “El acervo de conocimiento sobre nutrición es muy extenso y crece con rapidez, lo cual modifica los puntos de vista sobre lo que constituye la mejor asesoría en este campo.” (Brown, 2014, p.2). Entre estos conceptos se encuentran los de el “curso de vida” y el “estilo de vida”.

De acuerdo con Kaufer-Horwitz et al. (2015) en el concepto curso de vida “destaca la expresión en el tiempo de los procesos vitales individuales en el contexto sociohistórico en el que tuvieron lugar” (p.4), es decir, hace referencia a los eventos que ocurren a lo largo de la vida del ser humano o de las poblaciones; dicho en otras palabras, el curso de vida es la consecuencia acumulada de cada una de las etapas en la vida.

Estos mismos autores introducen la noción de estilo de vida como “un concepto que emerge de la sociología para señalar las preferencias o gustos en los que se basan las conductas y las actividades de la vida diaria de los individuos y de los grupos sociales” (p.4).

Es así que el estilo de vida es de gran relevancia en cada una de las etapas del curso de vida, debido a que el primero incide en el segundo. Una buena planificación en el estilo de vida previene consecuencias negativas en el curso de vida y la salud, entendida ésta última, como una sensación de bienestar y no como la ausencia de enfermedad, (Brown, 2014, p. 588) porque aún personas con padecimientos crónicos bien controlados, se pueden considerar “sanos” si llevan un buen estilo de vida.

Por otra parte, existe una serie de definiciones en cuanto a los alimentos, que para efectos de este artículo se retoma la clasificación de Brown (2014, p. 579):

“Alimentos de alto contenido nutricional” considerados como aquellos que proporcionan cantidades sustanciales de vitaminas, minerales y otros componentes alimentarios biológicamente activos con relativamente pocas calorías. También llamados ricos en nutrientes”.
“Alimentos de calorías vacías” los cuales “proporcionan un exceso de calorías en comparación con su contenido nutrimental”.
“Alimentos funcionales” que son aquellos “productos alimentarios que tienen algún beneficio fisiológico o que reducen el riesgo de enfermedad crónica más allá de sus funciones nutricionales básicas”.

Pensando en la salud física, es sabido que una alimentación adecuada y balanceada es fundamental para mantener un buen estado de salud. Una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del cuerpo, previene enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, además de fortalecer el sistema inmunológico para combatir enfermedades.

Por otra parte, la alimentación también juega un papel crucial en la salud del bioma intestinal, conocido como microbioma, el cual desempeña un papel fundamental en los procesos metabólicos del cuerpo. Este conjunto diverso de microorganismos no sólo ayuda en la digestión y absorción de nutrientes, sino que también tiene impactos significativos en la regulación del sistema inmunológico y la producción de neurotransmisores clave para la salud mental. Por tanto, una dieta rica en nutrientes y fibra es un factor esencial, no únicamente para la salud física, sino también para la salud mental y emocional, a través de su influencia en el microbioma intestinal y los procesos metabólicos que afectan directamente nuestro bienestar integral, favoreciendo así, una mayor claridad mental y uso de energía.

En cuanto al desempeño académico y laboral, se sabe que, una buena alimentación puede mejorar el rendimiento cognitivo y la concentración, lo que influye positivamente en el desempeño académico y laboral. Los niños y adultos bien alimentados tienen mejor capacidad de aprendizaje, memoria y toma de decisiones.

En resumen, la nutrición y los alimentos desempeñan un papel crucial en la calidad de vida del ser humano, afectando tanto la salud física como mental, así como el rendimiento académico y laboral, razón por la cual el diseño de planes de estudio que otorguen la formación necesaria en estas áreas de la salud es hoy en día, indispensable.

Regresando al objeto de estudio de este artículo, en México, existe una amplia oferta educativa de planes y programas de estudio relacionados con la nutrición y los alimentos, mismos que se imparten en diferentes Instituciones de Educación Superior (ies). Concretamente, la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), ofrece dos planes de estudio relacionados con la nutrición y la alimentación, a nivel licenciatura, que se enuncian en la Tabla 1 por entidad y año de creación:

Nombre Entidad Año
Licenciatura en Nutriología fes Zaragoza 2019
Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana Facultad de Medicina 2022

Tabla 1. Planes de estudio relacionados con nutrición y alimentación en la UNAM.
Nota. Elaboración propia a partir de los datos del H. Consejo Universitario (2024a).

Metodología

Para analizar el desarrollo curricular de la unam con respecto a las licenciaturas que abordan las temáticas de nutrición, alimentos y salud, se realizó un análisis de los planes de estudio que integran contenidos de estos tres ámbitos, que se imparten en las diferentes entidades de la institución. Esto incluyó la revisión de documentos oficiales, páginas electrónicas de las diferentes facultades y publicaciones académicas relacionadas.

El uso de esta metodología de análisis documental permitió obtener una visión global de los programas curriculares de la unam, proporcionando datos que puedan guiar futuras intervenciones educativas tanto en la misma institución como en otras universidades interesadas en promover una vida saludable a partir de una mayor conciencia sobre los hábitos alimenticios, el origen y la calidad de los alimentos, la atención a sectores de la población que requieren un régimen alimenticio específico y la generación de alimentos saludables, entre otros. A continuación, se describen las características esenciales de los programas de estudio, analizando las principales especificidades y características de cada uno de ellos.

Licenciatura en Nutriología

Al ser la alimentación el tema central de la nutriología, entendida ésta no sólo como el acto de comer o asimilar los nutrientes, sino como el conjunto de elementos fisiológicos, socioculturales, psicoemocionales, económicos, educacionales, de disponibilidad y abasto, es fundamental que en México existan profesionales de la nutriología con una formación integral en la que se contemplen aspectos socioculturales, químico-biológicos y de las Ciencias de la Salud (unam, 2017).

Este programa se imparte en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (fes Zaragoza), así como en las instalaciones de la Escuela de Dietética y Nutrición del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issste) y en el Instituto de Investigaciones Antropológicas (iia) en la unam, sedes en las que el alumnado acude desde el primer año. Además, cuenta con el apoyo del personal académico de la fes Zaragoza que participa en las licenciaturas de Médico Cirujano, Psicología, Biología, Química Farmacéutica Biológica y Enfermería, así como de la Unidad de Investigación en Gerontología, y el personal académico responsable de las líneas de investigación en un programa de atención multidisciplinaria para la diabetes; ciencia, educación y género; educación especial; salud, adolescencia y familia; psicología de la salud, así como obesidad desde una perspectiva cognitivo-conductual. (unam, 2017).

Su objetivo general es formar profesionales en nutriología con un sólido conocimiento en alimentación, nutrición y actividad física. Estos profesionales desarrollarán habilidades y actitudes para implementar y evaluar programas de promoción y atención a la salud en diferentes contextos. Se espera que puedan influir positivamente en la calidad de vida en todas las etapas del ciclo vital, tanto a nivel individual como en familias y comunidades. Además, se fomenta un pensamiento crítico y reflexivo, promoviendo perspectivas interdisciplinarias, de género e interculturalidad en su práctica profesional.

Al enfocarse la formación en la nutrición y la actividad física, las y los egresados podrán ejercer funciones profesionales de diagnóstico, prevención, promoción e intervención en estos ámbitos, con el propósito de favorecer la salud integral de las personas, basados en un enfoque interdisciplinario, de perspectiva de género e interculturalidad.

Las características que destacan en el modelo educativo propuesto parten de un currículo centrado en el alumno, basado en el aprendizaje significativo […] se rescata la propuesta de una educación basada en la experiencia, que propicie el pensamiento reflexivo. (unam, 2017, p. 38).

Las funciones que desempeñarán profesionalmente pueden ser como nutriólogo/a, supervisor/a nutricional, consejero/a nutricional, investigador/a, coordinador/a de programas de salud alimenticia, planificador/a de programas de nutrición, supervisor/a de servicios alimenticios, promotor/a de salud, consultor/a para el desarrollo de nuevos productos o consultor/a para empresas de alimentos.1

Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana

Esta licenciatura se oferta en la Facultad de Medicina, su objetivo general consiste en formar profesionales competentes que puedan integrar y aplicar conocimientos científicos, clínicos y sociales. Esto se logra a través del diagnóstico clínico-nutricional y nutricional-comunitario, evaluando el estado de nutrición, realizando vigilancia alimentaria-nutricional, y proporcionando orientación y educación alimentaria. Además, fomenta la investigación interdisciplinaria para abordar problemas de salud relacionados con la alimentación a nivel individual y colectivo. Se espera que sus egresadas/os actúen con valores éticos, sean agentes de cambio y contribuyan al mejoramiento de la salud en ámbitos locales, nacionales e internacionales.

Para esto estudian los procesos bioquímicos y fisiológicos del organismo al asimilar un alimento (su transformación en energía y otras sustancias) y los efectos de los nutrientes sobre la salud física y mental. Su ámbito de desempeño laboral tiene varias áreas de acción debido al enfoque interdisciplinario que le caracteriza y puede ejercer en diversos espacios públicos y privados.

El modelo educativo socio-constructivista en que se prospecta el plan de estudios, promueve la interacción entre el alumnado como constructor activo de su propio conocimiento y el profesorado como guía para el alumnado, los saberes y los aprendizajes en el marco histórico, cultural y social en el que se desarrollan.

En este modelo se observará un enfoque por competencias, en el cual las y los estudiantes lograrán la movilización de sus saberes para actuar de manera reflexiva, crítica y ética ante una situación que les demande la solución y la toma de decisiones frente a una problemática de nutrición humana. Para lograr el desarrollo de las competencias se articulan estrategias que favorecen los aprendizajes situado, significativo y colaborativo en los programas académicos y en la interacción entre docentes y estudiantes. (unam, 2020, p. 52).

La articulación entre campos de conocimientos permite vincular los niveles individual y colectivo con el propósito de tener un panorama humanista e integral basado en los diagnósticos clínico-nutricional y nutricional comunitario de la problemática en salud relacionada con la alimentación y nutrición para establecer soluciones éticas, pertinentes y factibles.

El plan de estudios integra la transversalidad curricular de la perspectiva de género, la sostenibilidad, los derechos humanos, el autocuidado y la participación, además de contar con asignaturas con abordaje sobre estas temáticas sociales, favorece de manera activa el desarrollo de las competencias del nutricionista. La transversalidad se puede entender como una:

Estrategia que promueve la inclusión de componentes genéricos dentro de los planes y programas de estudio para abordarlos de manera inter y transdisciplinaria, [a lo largo del proceso de formación.] “con el fin de lograr una comprensión y resolución más integral y sistémica” (Tobón, 2013), así como un currículum integrado (unam, 2024b).

Cuenta con el apoyo de entidades académicas participantes como la Facultad de Veterinaria y Zootecnia (fmvz), la Facultad de Psicología y la Facultad de Química, las que proveen del uso de espacios académicos y personal docente, como soporte para cursar asignaturas específicas.

Por su parte, el currículo propicia la experiencia en contextos reales del alumnado de esta licenciatura, que podrá realizar prácticas de alimentación y nutrición en diversas instituciones a partir del cuarto semestre, tales como Centros de Desarrollo Infantil (cendi), comedores en hospitales y clínicas de salud con las cuales la unam tiene convenios. A partir del quinto semestre en adelante, el alumnado realiza prácticas en diferentes instituciones del sector salud como Unidades de Medicina Familiar; Centros de Salud, Hospitales Generales y Hospitales Regionales, tanto del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issste) y la Secretaría de Salubridad y Asistencia (ssa). Desde el octavo semestre acuden, además de las instituciones ya señaladas, a la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (incmnsz) y a la Clínica de la obesidad infantil del Hospital General de México. Así transcurren sus prácticas hasta tener un año completo durante la realización del servicio social, lo que le permitirá la integración y movilización de competencias, tanto disciplinares como genéricas, para el logro del perfil de egreso (unam, 2020).

Al finalizar su formación, las y los egresados habrán adquirido competencias específicas y generales. En el ámbito disciplinario, estarán capacitados en el uso de las Biociencias aplicadas a la Nutrición Humana, así como en la evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento clínico-nutricional. Además, poseerán conocimientos en salud pública y su relación con la alimentación.

En cuanto a competencias generales, habrán desarrollado habilidades en comunicación efectiva, pensamiento crítico y formación interdisciplinaria. También estarán preparados para abordar su ejercicio profesional desde un marco ético y con un enfoque en el autocuidado personal y profesional (unam, 2020).2

Consideraciones finales

Después de un recorrido por estos dos planes de estudio, es posible afirmar que los programas académicos en estas áreas de especialidad, ofrecen una formación teórica y práctica en áreas como la fisiología de la nutrición, la evaluación del estado nutricional, la elaboración y evaluación de planes de alimentación, la nutrición clínica y comunitaria, así como la salud pública, entre otros temas relevantes.

La aparición sucesiva de carreras muestra la evolución y avance de los enfoques y las problemáticas a atender en las áreas de la nutrición y la alimentación. Cada día existen más estudiantes con interés en el campo de los alimentos, así como varias carreras que tienen en común el propósito de que las personas coman mejor; sin embargo, en ocasiones, los límites entre estas disciplinas de la alimentación suelen prestarse a confusión. Ante esto vale la pena preguntarse ¿Cuál es la diferencia entre un nutricionista y un nutriólogo?, y ¿en qué radican esas diferencias?

La Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana se basa en la comprensión de los procesos biológicos y fisiológicos relacionados con la nutrición, así como en la aplicación de este conocimiento para mejorar la salud humana, mientras que la Licenciatura en Nutriología está encaminada al estudio de la nutrición desde una perspectiva integral, abarcando aspectos científicos, sociales y económicos relacionados con la alimentación y el estado nutricional de las personas y las comunidades.

El auge de las carreras relacionadas con la nutrición y los alimentos se debe a varias razones previstas al inicio de este artículo, factores que reflejan cambios en la sociedad, la ciencia y la economía global y que, a manera de conclusión, pueden resumirse en la prevalencia de enfermedades crónicas tales como diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Esto ha permitido una mayor conciencia sobre la salud y el bienestar, los avances en biotecnología, genómica y otras ciencias que han revolucionado el campo de la nutrición y los alimentos, la creciente conciencia y preocupación por la seguridad alimentaria, el acceso a alimentos nutritivos y la necesidad de expertos en estos campos derivado del interés por los efectos de las crisis alimentarias.

Nutricionista

Por otra parte, se tiene a una población global, cada vez más numerosa en proceso de envejecimiento, lo que deriva en una mayor necesidad de atender enfermedades crónicas y promover un envejecimiento saludable, así como la tendencia creciente hacia estilos de vida más saludables, y una mayor demanda de alimentos orgánicos, naturales y funcionales.

Estos factores combinados explican el auge en las carreras relacionadas con la nutrición y los alimentos, reflejando una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la alimentación para la salud y el bienestar.

Cada uno de estos programas académicos tiene un enfoque específico y distintivo que permite enfrentar los desafíos actuales en el campo de la salud pública, contribuyendo a la creación de una sociedad más sana y consciente de sus decisiones alimentarias y de estilo de vida, a través de la oferta educativa de la unam.

Referencias

  • Brown, Judith E. (2014). Aspectos básicos de la nutrición. En J. S. Isaacs, U. B. Krinke, E. Lechtenberg, M. A. Murtaugh, C. Sharbaugh, P. L. Splett, J. Stang y N, H. Wooldridge, (Cols.), Nutrición en las diferentes etapas de la vida (pp. 1-49). (5.ª ed., G. Padilla Sierra y S. M. Olivares Bari, Trad.). Mc-Graw-Hill Education.
  • Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (coneval). (2019). Desafíos en materia de alimentación y servicios de salud en México. https://acortar.link/zRTPLL.
  • Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (coneval). (2015). Diagnóstico sobre alimentación y nutrición. Informe ejecutivo. https://acortar.link/xylMXh.
  • cvic/unam. (2020, 9 de diciembre). Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=ej3VWm6-AwE.
  • cvic/unam. (2018, 1 de febrero). Licenciatura en Nutriología. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=aA5RXSBTbjg&t=14s.
  • Hernández Ruiz de Eguilaz, M., Batlle, M. A., Martínez de Morentin, B., San-Cristóbal, R., Pérez-Díez, S., Navas-Carretero, S., y Martínez, J. A. (2016). Cambios alimentarios y de estilo de vida como estrategia en la prevención del síndrome metabólico y la diabetes mellitus tipo 2: hitos y perspectivas, 39(2), 269-289. https://scielo.isciii.es/pdf/asisna/v39n2/09_revision.pdf.
  • Kaufer-Horwitz, M., Pérez Lizaur, A. B. y Arroyo, P. (2015). Nutriología Médica. (4.ª ed.). Médica Panamericana.
  • Synlab. (2024, 29 de mayo). Microbioma intestinal: conozca su importancia para el mantenimiento de la salud. Salud y bienestar. https://www.synlab-sd.com/es/blog-es/.
  • Universidad Nacional Autónoma de México [unam]. (2024a). H. Consejo Universitario. Planes de Estudio. https://consejo.unam.mx/archivo/planes.php.
  • Universidad Nacional Autónoma de México [unam]. (2024b). Términos académicos y administrativos sobre diseño y evaluación curricular. Coordinación de Evaluación, Innovación y Desarrollo Educativos. Dirección de Innovación Educativa, Desarrollo Curricular y Formación Docente. Subdirección de Desarrollo Curricular. (Documento interno de trabajo).
  • Universidad Nacional Autónoma de México [unam]. (2020). Proyecto de plan de estudios Ciencia de la Nutrición Humana. https://nutricion.facmed.unam.mx/.
  • Universidad Nacional Autónoma de México [unam]. (2017) Facultad de Estudios Superiores Zaragoza. https://www.zaragoza.unam.mx/licenciaturas/nutriologia/nut-plan-estudios/.


Recepción: artículo por invitación.

Vol. 19, núm. 4 julio-agosto 2018

Trivioshka, ¿qué tanto sabes de Rusia?

Maxim Barkov

Vol. 19, núm. 4 julio-agosto 2018

Y el viaje continúa: primer año de la nueva época de la RDU

Magda Campillo Labrandero y Samuel Arroyo Nava Cita

El número de julio-agosto de la RDU llega justo al año de que iniciamos la nueva época, en un periodo de transición gubernamental de gran trascendencia para el país que da fin a un largo proceso electoral y durante uno de los eventos deportivos de futbol más importantes a nivel internacional. En este contexto presentamos a ustedes, amables lectores, esta edición de la RDU, con la seguridad que la disfrutarán tanto como nosotros.

La sección de Varietas se compone de cuatro artículos que giran en torno a diferentes facetas de la actividad científica. En “Heterociclos: pequeñas y maravillosas estructuras en el organismo humano” Delia Hernández, Oscar García, Raúl Colorado y Esmeralda Sánchez, nos describen el fascinante mundo de estos compuestos químicos, así como algunas estructuras fundamentales de nuestro organismo en las que se encuentran estos diminutos anillos. Aunque todos sabemos que la química y la farmacéutica guardan una relación cercana, en general desconocemos el largo y costoso camino que recorre un medicamento antes de llegar a la estantería de la farmacia. Germán Novoa, en su artículo “El ser humano como conejillo de indias”, nos habla de los derechos y las obligaciones de los participantes voluntarios (tanto sanos como enfermos), en los estudios clínicos que se realizan para desarrollar los medicamentos que consumimos hoy en día. El autor nos describe las rigurosas etapas que sigue la industria farmacéutica para el desarrollo de sus investigaciones, así como los principios éticos que debe tener cualquier investigación en la que participen humanos.

En esta época de tecnología y comunicación, la información disponible (sobre prácticamente cualquier tema) puede ser abrumadora; basta hacer una búsqueda en internet para comprobarlo. Eduardo Álvarez y Layla Michán en su texto “La ciencia de la ciencia” nos hablan de la cienciometría, una nueva forma de analizar la gran cantidad de información científica que, gracias al auge digital, crece cada día de manera exponencial. La cienciometría busca analizar la información de la producción científica y a través de métodos que se basan en tomar los artículos científicos, busca tendencias, patrones, relaciones y crea indicadores.

No obstante, la gran cantidad de información que deriva de la investigación científica, reducir la brecha entre el conocimiento original y su aplicación sigue siendo un reto permanente. Flora Hernández y Melchor Sánchez Mendiola en su artículo “Investigación traslacional en educación: Un puente entre teoría y práctica educativa”, mencionan que la traslación busca ser un vínculo entre docentes e investigadores para que, con base en la mejor evidencia científica, se puedan diseñar propuestas para la mejora de la educación. El artículo anterior se complementa con el texto de Yazmín Lara, Adriana Olvera y Maura Pompa, “Los docentes como investigadores de su práctica”. Las autoras describen un diplomado que ejemplifica una actividad relacionada con la traslación en la educación y rescatan las experiencias de los asistentes; éste se presenta en la sección de Continuum educativo – La voz de los docentes.

Con el compromiso que caracteriza a la RDU de dar voz a los alumnos, en esta ocasión Montserrat Mendoza, alumna de licenciatura, nos habla del proceso de elegir la carrera de Arquitectura y comparte algunas reflexiones sobre la belleza arquitectónica del campus de Ciudad Universitaria.

Pese a la época tan complicada que vive nuestro país, Gonzalo Soltero en su artículo “¿Cuánto vale tu felicidad?” nos cambia la jugada en la sección Universidades y nos presenta un panorama alentador ya que los mexicanos reportan, en encuestas nacionales e internacionales, los puntajes más altos de felicidad y satisfacción de vida (bienestar subjetivo) y resulta que uno de los mayores satisfactores consiste en ser estudiante; las estadísticas indican que la educación es un ingrediente importante para la felicidad humana.

Por último, en el marco de la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018, la sección de Caleidoscopio se compone de una infografía que diseñaron Maura Pompa y Samuel Arroyo sobre mujeres y hombres futbolistas que han triunfado en las canchas y en la vida universitaria. La alineación de este número se complementa con una Trivoshka con datos interesantes sobre el país sede del mundial, ésta fue elaborada por Maxim Barkov y ella combina el conocimiento de su cultura natal: la rusa, y la aculturación que le dan varios años de residir en México; retamos al lector a contestar las preguntas y divertirse un rato.

Con estas lecturas cerramos el tercer número del año e iniciamos el periodo vacacional en la UNAM. Deseamos a los universitarios un merecido descanso y los invitamos a disfrutar de la RDU.

Vol. 19, núm. 4 julio-agosto 2018

Investigación traslacional en educación: un puente entre teoría y práctica educativa

Flora Beatriz Hernández Carrillo y Melchor Sánchez Mendiola Cita

Resumen

La investigación traslacional (ITr) está compuesta por cuatro fases que buscan interconectar la investigación básica (T1) con los beneficios de su aplicación (T4). La ITr en educación busca construir un puente de entendimiento entre docentes, investigadores y otros profesionistas para que, con base en los avances y las mejores evidencias científicas de cada una de sus áreas, se puedan diseñar y evaluar propuestas educativas que se traduzcan en acciones para la mejora de la educación. El propósito de este escrito es presentar un breve panorama sobre la investigación traslacional en educación, su definición y sus implicaciones para las universidades y la sociedad. Recientemente se ha incrementado el número de instituciones educativas que deciden ampliar sus horizontes de métodos de investigación (p.ej. mediante una investigación en educación aplicada o una investigación participativa basada en la comunidad), para generar en sus investigadores y docentes los conocimientos y habilidades necesarios para desarrollar la investigación traslacional en educación.
Palabras clave: investigación traslacional, investigación desde el aula, investigación puente, práctica basada en evidencias, investigación participativa basada en la comunidad.

Translational research in education: A bridge between theory and educational practice

Abstract

Translational research (ITr) is integrated by four phases that intend to connect basic research (T1) with the benefits of its application (T4). ITr in education builds bridges of understanding among teachers, researchers and other professionals so that, based on the best scientific evidence and the advances of each field, educational proposals can be designed and evaluated that translate in actions of improvement in education. The purpose of this paper is to present a brief overview of translational educational research, its definition and implications for universities and society. Recently the number of educational institutions that decided to broaden their research methodologic horizons have increased (e.g. through evidence-based educational research or community-based participative research), to generate in their researchers and teachers the knowledge and skills needed to develop translational research in education.
Key words: translational research, classroom research, bridge research, evidence based practice, community-based participative research.

No hay tal cosa como una categoría especial de la ciencia llamada ciencia aplicada; hay la ciencia y sus aplicaciones, las que están relacionadas una con la otra como la fruta está relacionada con el árbol que la tuvo
Louis Pasteur

¿Qué es la investigación traslacional?1

Para introducir al lector a la investigación traslacional en educación, ponemos a su consideración el siguiente caso: a un grupo de profesores, con vasta experiencia en programas de mentoría presencial, se les asigna un nuevo proyecto de mentoría en línea para docentes. En una reunión sobre posibles adecuaciones en el uso de las herramientas tecnológicas para el trabajo en línea, un especialista en desarrollo profesional y aprendizaje semi-presencial subrayó la importancia que tienen los enlaces profesionales y afectivos que ocurren en el uso de estos sistemas. Algunos profesores prefirieron sólo hacer énfasis en los enlaces profesionales, como la enseñanza de la educación en línea para adultos, argumentando que así han tenido éxito en sus tareas como mentores. Sin embargo, el especialista invitado recomendó considerar también los enlaces afectivos y el trabajo colaborativo entre docentes, ya que otros programas semejantes han llegado a sostenerse en el tiempo por considerar ambos aspectos, y procede a citar diversos artículos científicos sobre el tema, algunos publicados a principios de los 90 (Cole, 1993; Nicoletti, Rodrigues y Simoes, 2015).

¿Qué tiene de particular este escenario educativo?, ¿por qué es tan complicado para los docentes aplicar métodos educativos que están sustentados en investigación rigurosa, incluso cuando han pasado décadas entre la publicación de los trabajos y su potencial aplicación en la vida real?, ¿cuáles son las barreras para modificar la conducta de los docentes cimentada en usos y costumbres? Si bien no existen respuestas contundentes a estas preguntas, y los obstáculos para la adopción de los productos de la investigación educativa en la práctica son de naturaleza compleja y multidimensional, es un hecho que la brecha temporal existente entre la generación del conocimiento original y su aplicación en la práctica es demasiado amplia como para seguir tranquilos con el statu quo (Lobb y Colditz, 2013).
La investigación traslacional (del inglés “translational”) es un término acuñado en las ciencias médicas que de forma coloquial implica “llevar los resultados de las investigaciones hasta la cabecera del paciente”, para intentar disminuir el largo período que transcurre entre los descubrimientos originales y su aplicación en beneficio del paciente y la sociedad. No obstante, aunque haya surgido en las ciencias de la salud, particularmente en el estudio del cáncer (McGartland, Schoenbaum, Lee, Schteingart, Marantz, Anderson, Dewey, Baez y Esposito, 2010), la traslación es un término que actualmente está migrando a otras áreas. Por ejemplo, en educación la investigación traslacional hace hincapié en la necesidad de trazar un puente entre la teoría y la práctica educativa (Aymerich, Rodriguez-Jareño, Castells, Carrión, Zamora y Capellá, 2014; Brabeck, 2008; Carr en Meza, 2002), es decir, entre los investigadores y los docentes a fin de poner a su disposición conocimiento vital y útil que fortalezca los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Diversos autores (McGaghie, 2010; McGaghie, Issenberg, Cohen, Barsuk y Wayne, 2012; McGartland et al., 2010; Woolf, 2008) proponen que la investigación traslacional se desglose en cuatro fases de traslación (T):

  • T1 = mover los descubrimientos de la investigación básica producida en el laboratorio hacia contextos de investigación clínica. Un ejemplo sería llevar los hallazgos en neurociencias y mecanismos cerebrales de aprendizaje a nivel molecular de modelos experimentales en animales, hacia investigaciones en seres humanos para validar que dichos mecanismos son relevantes para el aprendizaje en contextos controlados. Es importante enfatizar que el flujo de movimiento del conocimiento es multidireccional, ya que hallazgos u observaciones en la clínica o en estudios educativos en seres humanos, también pueden motivar hipótesis o líneas de trabajo en investigaciones básicas.
  • T2 = esta fase intenta producir evidencia de efectividad a nivel del individuo (pacientes en investigación médica, docentes y estudiantes en investigación educativa). Compara el éxito de diversas intervenciones para identificar las que funcionen mejor y traducirlas en guías que sirvan para atender pacientes en el contexto médico, o enseñar y aprender en el contexto educativo. Por ejemplo, realizar estudios que comparen diferentes estrategias de enseñanza de acuerdo al estilo de aprendizaje del estudiante, para establecer si mejora el aprendizaje significativo del educando. Los estudios de esta fase idealmente deben ser con metodología de investigación lo más rigurosa posible.
  • T3 = implica la expansión de los resultados de investigaciones clínicas o situadas hacia comunidades o sectores de la población. Se enfoca en la aplicación de los resultados de estudios de la fase T2 para mejorar la salud (en medicina) y la educación (en el caso de investigación educativa) de la población, a través de guías o recomendaciones que propicien la adopción de buenas prácticas por los profesionales de salud y de la docencia.
  • Hay especialistas que añaden el nivel T4, para destacar la sostenibilidad mediante generación de políticas o marcos sociales que garanticen el mantenimiento sustentable de los resultados de T3 en las comunidades. Esta fase ha dado lugar a una nueva disciplina denominada “ciencias de la implementación”, que pretende resolver el largo historial de fracasos en la implementación de políticas de salud y educativas en la historia reciente (Lobb et al., 2013; Brownson, Colditz y Proctor, 2017). Los “científicos de la implementación” organizan la colaboración entre todos los actores implicados en el proceso de adopción en el mundo real, incluyendo a los pacientes en las intervenciones de salud, así como a docentes y estudiantes en el proceso educativo, para desarrollar estrategias que tomen en cuenta las particularidades sociales, culturales y económicas del contexto. Incluso existen revistas académicas dedicadas al tema (https://implementationscience.biomedcentral.com).

Cada uno de estos niveles cuenta con sus propios modelos, pruebas, diseños de estudio, mediciones, participantes, etcétera. (Zoellner, Van Horn, Gleason, & Boushey, 2015; Jones, Procter y Younie, 2015) (Figura 1).



Figura 1. Diagrama de los elementos que intervienen en la investigación traslacional en salud
(Fuente: adaptado de https://ncats.nih.gov/translation/spectrum)

Algunos de los principales rasgos de la investigación traslacional son: 1) la disminución del intervalo de tiempo entre un descubrimiento y su implementación; 2) su orientación sistemática e interdisciplinaria, que contribuye a convertir los conocimientos derivados de la investigación básica en aplicaciones prácticas para la salud y el bienestar humano (Donofrio, 2015; Jones et al., 2015); 3) una clara orientación colaborativa entre investigadores, participantes y otros interesados de las comunidades, a quienes se destinan las mejoras aplicadas y 4) un seguimiento y actividad multimodal que le permite ir más allá de “sólo probar los resultados de la investigación básica en el ámbito aplicado”, otorgando particular énfasis en las fases de prevención e intervención (Santoyo, 2012). Al respecto, Vukotich et al. (2014) sugieren 11 pasos para brindar sostenibilidad a la investigación en contextos auténticos:

Lineamientos para el involucramiento de investigación sostenible

Figura 2. Lineamientos para el involucramiento de investigación sostenible (adaptado de Vukotich et al., 2014).

Investigación traslacional en diversas ciencias: ¿de dónde viene?

Los esfuerzos para trazar un puente entre las ciencias básicas y su aplicación han sido diversos, particularmente desde los años 90 con el auge de la investigación aplicada, la investigación puente (Santoyo, 2012), la investigación-acción, la investigación basada en evidencias, la transferencia del conocimiento y la tecnología, la investigación participativa basada en la comunidad, así como la movilización del conocimiento, entre otros (Vukotich, Cousins y Stebbins, 2014). En consecuencia, la investigación traslacional surge como un método que integra las anteriores, y cuyo alcance puede ser amplio si lo conforman piezas sistemáticamente articuladas. Como las dovelas de un puente, el “puente traslacional” requiere de piezas rigurosamente conformadas y acopladas (Aymerich et al, 2014). A continuación, se ilustran dos ejemplos:

  • En salud alimentaria y nutrición para la prevención de enfermedades cardiovasculares, surge el programa ¡Muévete!, con el objetivo de responder preguntas como ¿cuál es el mecanismo de acción de la dieta rica en fibra sobre los lípidos? y ¿cuál es el grado en que nutriólogos de una comunidad de salud pueden adoptar, implementar y mantener un programa de nutrición basado en evidencia para mitigar los factores de riesgos cardiovasculares? Parte del éxito aplicativo de este tipo de programas tuvo que ver con incluir el modelo RE-AIM (alcance, eficacia/efectividad, adopción, implementación y mantenimiento), el cual favoreció una mayor adopción, fidelidad de implementación y potencial de mantenimiento en la población, así como un menor costo de implementación (Zoellner et al., 2015).
  • En las ciencias del comportamiento y del desarrollo destacan los estudios en el análisis de la conducta de situaciones de más de dos participantes, por ejemplo, en relación a fenómenos como la coerción y el bullying en escenarios educativos o bien la efectividad de una terapia marital (Santoyo, 2012; López, 2012). Con un enfoque traslativo se pueden emplear herramientas de observación conductual que ayuden a diferenciar y predecir las posibles trayectorias de desarrollo de docentes y estudiantes, e identificar riesgos de exhibir o padecer acoso escolar (Santoyo, 2012); o bien dar solución y disminuir recaídas a problemas maritales por medio una combinación de terapias de diversa orientación con otros tratamientos complementarios (López, 2012).

En suma, para la investigación traslacional los profesionistas deben utilizar los recursos disponibles basados en la mejor evidencia científica publicada; colaborar con otros profesionistas de múltiples disciplinas y diversos interesados; así como promover políticas para la sostenibilidad de sus resultados, y buscar recursos, fondos y entrenamiento en investigación traslacional (la Velle, 2015).

¿Cuáles son los retos de la investigación traslacional en educación?

Las ciencias de la educación2 no son la excepción a la traslación. Comúnmente existe una brecha entre lo que produce la investigación básica y la aplicada en relación a la práctica educativa, además de desdeño, incomprensión y desconfianza entre lo que el investigador y el docente realizan con miras a incrementar el aprendizaje de los estudiantes (Brabeck, 2008; Meza, 2002). Esta situación implica el reto de la imprescindible participación y diálogo entre docentes y otros profesionales durante la tarea teórica (Meza, 2002) y dentro de escenarios educativos socialmente significativos para que puedan producir una diferencia inmediata o a largo plazo en los individuos (Vukotich et al., 2014). Por ejemplo, en el ámbito del fortalecimiento de la educación de las ciencias, las tecnologías, la ingeniería y las matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), la investigación traslacional requiere que neurocientíficos trabajen con docentes y estudiantes durante su investigación; o que científicos sociales puedan aplicar dichos hallazgos sobre los contextos específicos donde los estudiantes aprenden (casa, vecindario y salón de clases); o bien, que los formadores de docentes trasladen los hallazgos de psicólogos en formas que inspiren a los docentes en los procesos de aprendizaje de sus estudiantes (Brabeck, 2008) (Figura 3).

Elementos de la Investigación Traslacional en educación

Figura 3. Elementos de la Investigación Traslacional en educación. Fuente: Elaboración propia

Este modelo requiere de la formación de recursos humanos que cuenten con un “perfil de enlace” entre investigadores y comunidad, es decir, individuos que cuenten con herramientas y recursos para detectar y facilitar la negociación entre las visiones, formas de trabajo e intereses, tanto de los investigadores, los docentes y la comunidad. Es indispensable también que tanto docentes como investigadores en formación, conozcan sobre las políticas públicas que enmarcan sus escenarios de trabajo, para que pueden tener una mejor comprensión de su contexto y los factores que pueden incidir en sus fases de traslación e implementación (T2, T3 y T4).
Las brechas en los puntos de transición de las diferentes fases de la investigación traslacional en educación son principalmente tres (Figura 4) (Aymerich et al, 2014). Estas separaciones o grietas ocurren en la interfaz entre cada una de ellas, y pueden retrasar sustancialmente el flujo de conocimiento desde su generación hasta la etapa final de impacto en la mejoría del aprendizaje de los estudiantes y la práctica de los docentes.

Esquema de la investigación traslacional en educación

Figura 4. Esquema de la investigación traslacional en educación, con las brechas que pueden ocurrir y los pilares del puente traslativo que pueden contribuir a su mejora (adaptado de Aymerich et al, 2014).

Ejemplos de investigación traslacional en educación

En el marco de la iniciativa “Docente líder” de 2010, el departamento de educación de los Estados Unidos buscó promover aprendizajes de calidad en los estudiantes, mediante el acceso y el uso frecuente de las investigaciones sobre enseñanza efectiva, el diseño de actividades de aprendizaje profesionales y retadoras, la implementación o el piloteo de prácticas innovadoras por parte de los docentes, así como su familiarización con una aproximación sistemática y colaborativa de indagación para su aprendizaje continuo. Un ejemplo es el uso del método de investigación-acción en el manejo de organizadores gráficos avanzados que sean de utilidad para un análisis e interpretación colaborativa de los datos de aprendizaje de sus estudiantes. Para dichos fines, O’Meara et al. (2015) proponen el uso de plantillas como “Mapas de enseñanza efectiva (TEM)” en un proceso docente multidimensional llamado “TACTICS”, que por sus siglas en inglés refieren a las dimensiones de Fijar resultados valorables, Analizar prácticas efectivas, Clarificar consideraciones ambientales, Trasladar prácticas efectivas, Interpretar resultados, Comentar las transformaciones y Sugerir siguientes pasos. Los resultados de su estudio con dos docentes experimentados, uno en EUA y otro en Nueva Zelanda, dieron cuenta de necesidades profesionales docentes (p.ej. incluir una aproximación que rete sus prácticas actuales), institucionales (p.ej. apoyo de los líderes de las escuelas para el desarrollo de habilidades de autorregulación entre los líderes docentes) y de relación con los padres de los estudiantes (p.ej. incluir prácticas familiares en sesiones prácticas con padres) (O’Mear, Whiting y Steele-Maley, 2015).

Otra de las necesidades que no puede dejar de lado la educación, es el uso de las herramientas tecnológicas por los docentes. Al respecto, Jones, Procter y Younie (2015) prueban dos de ellas basadas en la web 2.0 y orientadas a la movilización del conocimiento: una guía para los educadores (MESH o Mapping Educational Specialist knowHow) y una red de comunidad educativa de práctica (http://www.meshguides.org/). Estas herramientas contrarrestan la dificultad que tienen los docentes en el acceso a revistas académicas para enriquecer su práctica profesional; asimismo, establecen redes virtuales de trabajo grupal entre investigadores y docentes. En su estudio piloto con 219 docentes, el 53.3% se mostró de acuerdo en emplearlas en sus actividades de planeación y un 56.8% en emplearlas con sus colegas. Además, se mostraron susceptibles a comprender su propósito, su estructura y cómo pueden interactuar con ella. Incluso, en el análisis de datos cualitativos, algunos docentes sugieren usarla de manera colaborativa con colegas, por ejemplo, para la formación docente, y en discusiones o apoyos a colegas (“mejorar las discusiones sobre la enseñanza y el aprendizaje que ya tenemos”). Sin embargo, los investigadores reconocen que hace falta mayor trabajo orientado a que los profesionales se vean a sí mismos como una adición al desarrollo de los recursos educativos, y se den cuenta que pueden contribuir y producir investigación, así como sostener diálogos abiertos con los autores de las publicaciones (Figura 4).

Education Futures Collaboration
www.edfuturescollaboration.org
10 fiduciarios fundadores: universidades, organizaciones & UCET (Consejo de Universidades para la educación de los docentes) guiando las direcciones estratégicas. Organizaciones asociadas que promueven y respaldan a la Colaboración.
Colaboración de Futuros de la Educación

Figura 5. Colaboración de Futuros de la Educación (Jones et al., 2015).

Esfuerzos institucionales

Diversas instituciones y organismos internacionales, han creado un área especial dedicada a la investigación traslacional sobre las ciencias biomédicas y de la salud. Tales son el National Institute of Mental Health que fundó el National Center for Advancing Translational Sciences (NCATS) en EUA y la Oficina de Investigación Traslacional de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, dedicados a desarrollar nuevas aproximaciones, trasladar sus hallazgos en investigación básica biológica, biomédica y clínica en beneficios prácticos para la salud humana (nuevas terapias, dispositivos, diagnósticos o intervenciones), así como demostrar el empleo y la diseminación de sus hallazgos científicos en conjunto con los pacientes (ver https://www.nih.gov/about-nih/what-we-do/nih-almanac/national-center-advancing-translational-sciences-ncats y http://otr.medschl.cam.ac.uk/).

Asimismo, la Universidad de Leicester, haciendo énfasis en la característica de interdisciplinariedad en la investigación traslacional, crea el Centro para las Ciencias Interdisciplinarias. Su principal propósito es la investigación en pedagogía o sobre cómo los estudiantes aprenden o mejoran sus aprendizajes, principalmente en áreas como aprendizaje basado en problemas e investigación en sistemas complejos de conductas (ver https://www2.le.ac.uk/departments/interdisciplinary-science).

Por su parte, en México hay diversas iniciativas sobre el tema, una de las más importantes es el Consorcio Nacional de Investigación en Medicina Traslacional e Innovación (http://www.gaceta.unam.mx/20170727/avanza-consorcio-de-medicina-traslacional/). Esta estrategia es impulsada por la UNAM, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Salud de México, para vincular la investigación médica con la generación de patentes y nuevos tratamientos, promover el diálogo entre quienes atienden los problemas de salud y quienes producen investigación.

En cuanto al área de la investigación en educación, hasta donde tenemos conocimiento la UNAM es la primera institución de educación superior del país que ha incluido en su estructura organizacional una nueva área de Investigación Traslacional en educación, como parte de la Coordinación de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular (www.codeic.unam.mx). Esta dependencia de reciente creación tiene entre sus funciones, desarrollar, implementar, evaluar y difundir investigación traslacional en educación, a fin contribuir al desarrollo profesional de los docentes, así como a los aprendizajes de los estudiantes de los niveles medio superior y superior. Esta oficina contribuye a la realización de actividades como publicaciones, revisiones e impartición de diversos cursos, talleres o diplomados, así como a la participación en eventos relacionados con la traslación en la educación. Ejemplos de estas actividades son el diplomado “Investigar en educación desde la práctica docente”, el diplomado “Evaluación del y para el aprendizaje”, el curso de “Educación basada en evidencias”; estas intervenciones educativas comparten entre sus objetivos el fortalecimiento de competencias metodológicas de docentes e investigadores, para la mejora y la solución de problemas durante la práctica educativa media superior y superior.

Conclusiones

Al igual que Lewin (1946) destacó, la traslación rescata la necesidad fundamental de generar aplicaciones que retribuyan al mejoramiento humano. ¿Por qué migrar de las ciencias de la salud a la educación? Ambas disciplinas comparten el propósito de generar conocimiento que, al ponerse en práctica, generan un beneficio directo en el ser humano y sus sociedades, a través de modelos amplios, tratamientos, programas preventivos, entre otros. Además, las ciencias de la educación resultan ser uno de los principales mecanismos para captar, con suficiente sensibilidad, la complejidad del ser humano y, con base en ello, modificar o transformar sus formas y habilidades de pensamiento hacia un pensamiento crítico (Freire, 1985; Dewey, 1958). La investigación traslacional representa un método sistemático, interdisciplinario y de corto plazo para producir ciencia con impacto social (D’Este, Ramos-Vielba, Woolley y Amara, 2018), es decir, donde cada etapa permite el paso de los resultados de la investigación básica hacia beneficios para los individuos (por medio de tratamientos y métodos) y las sociedades (por medio de proveer un sustento teórico y práctico a las propuestas institucionales, públicas, políticas y comunitarias). La investigación traslacional en educación, requiere impulsar a los docentes como usuarios y generadores de conocimiento, facilitándoles la consulta e involucrándolos en diferentes métodos de investigación (Jones et al., 2015). Al respecto, la colaboración Campbell adapta y realiza revisiones sistemáticas basadas en las mejores evidencias sobre tópicos e investigaciones en educación, justicia y bienestar social (Jones et al., 2015; Hederich et al., 2014), con el propósito de abonar a la fiabilidad y al sustento de las innovaciones educativas, políticas y sociales, de tal forma que garanticen mayor utilidad y sostenibilidad para las diferentes sociedades (https://www.campbellcollaboration.org/education-group).

Finalmente, las instituciones educativas y productivas deben comprometerse con la formación de profesionales en el campo de la investigación traslacional (Santoyo, 2012). Para la traslación, la diseminación incluye más que sólo “decir” a las personas los hallazgos de investigaciones, sino tomar acciones interactivas y graduales con base en ellos (Jones et al., 2015). A nivel curricular esto implica complementar el currículo tradicional con una formación sobre la complementariedad entre disciplinas, la detección de temas de interés mutuo, el reforzamiento de mentorías, técnicas de involucramiento con la comunidad, conocimiento de las normas oficiales y que el investigador esté inmerso en las prácticas cotidianas (McGartland et al., 2010). Los esfuerzos institucionales presentados en este artículo son sólo algunos ejemplos pues cada vez son más los investigadores que se preocupan por la traslación. Por ejemplo, como parte de las iniciativas para la formación de recursos humanos en investigación traslacional, podemos encontrar cursos masivos abiertos en línea (MOOC) disponibles en las plataformas Coursera (www.coursera.org) y FutureLearn (https://www.futurelearn.com/). Estos cursos tienen el propósito de mostrar a los participantes las fases de la investigación traslacional y su relevancia. La brecha para nutrir esta área en las ciencias de la educación comienza a abrirse y resulta indispensable abordarla para transitar hacia una sociedad de aplicación del conocimiento.

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Vol. 19, núm. 4 julio-agosto 2018

La ciencia de la ciencia

Eduardo Alvarez López y Layla Michán Aguirre Cita

Resumen

La cienciometría consiste en emplear métodos, herramientas y técnicas cuantitativas basados en el análisis de la información y producción científica, sobre todo de los artículos académicos. Su propósito es analizar, evaluar y visualizar la información para obtener proporciones, tendencias, patrones, relaciones e indicadores. Las aplicaciones de la cienciometría van desde la administración de recursos bibliográficos; la recuperación de información; el mantenimiento y curación de colecciones; la evaluación, diagnóstico, y gestión de la política científica, el estado del arte y revisiones; el análisis, desarrollo, estructura, evolución y relaciones de la dinámica científica y los mapas de ciencia; hasta la obtención de nuevo conocimiento. Debido a la creciente generación de información científica, la cienciometría es un análisis que se realiza frecuentemente; este artículo presenta una introducción general a la cienciometría respecto a sus características, aplicaciones, métodos y ejemplos.
Palabras clave: bases de datos, literatura científica, indicadores, metadatos, revistas.

The science of science

Abstract

Scientometrics consists of employing methods, tools and quantitative techniques based on the analysis of scientific information and production, especially academic articles. Its purpose is to analyze, evaluate and visualize information to obtain proportions, trends, patterns, relationships and indicators. The applications of scientometrics range from administration of bibliographical resources; recovery of information, maintenance and restoration of collections; evaluation, diagnosis, and management of scientific policy, state of the art and reviews; from analysis, development, structure, evolution and relations of scientific dynamics and science maps; to obtaining new knowledge. Due to the growing generation of scientific information, scientometrics is an analysis that is carried out frequently. This article presents a general introduction to scientometrics with respect to its characteristics, applications, methods and examples.
Keywords: databases, scientific literature, indicators, metadata, journals.

Introducción

La cienciometría consiste en emplear métodos, herramientas y técnicas métricas para investigar el desarrollo, la estructura, la dinámica y la evolución de la ciencia basada en el análisis de la información y la producción científica, en especial los artículos académicos (Leydesdorff, 2001). Su propósito es analizar, evaluar y visualizar la información para obtener proporciones, tendencias, patrones y relaciones. Su origen y desarrollo han sido el resultado de la interrelación entre las ciencias de la información, la política científica, las bases de datos, en especial las bibliográficas, y el análisis cuantitativo. Se le conoce también como estudios métricos de la información científica o estudios cuantitativos de la ciencia.

Durante la primera mitad el siglo XX los acontecimientos políticos y sociales marcaron de manera distintiva la práctica científica, aparecieron instancias nacionales y regionales encargadas de organizar a los científicos, distribuir los fondos para ciencia y tecnología, así como evaluar los resultados de la práctica científica; para lo cual fue necesario integrar la información que generaban y establecer pautas de comparación y evaluación. Simultáneamente aparecían nuevas revistas científicas lo que generó una cantidad de información inmensa que era imposible de procesar por métodos tradicionales. Fue a mediados del siglo XX cuando inició la revolución digital, época en la que se generaron bases de datos electrónicas que fueron sustituyendo a los índices y catálogos bibliográficos impresos, esto facilitó la obtención de proporciones, indicadores y tendencias en la publicación científica. Actualmente CrossRef es el catálogo bibliográfico formal más extenso, contiene más de 92 millones de documentos científicos, principalmente artículos (CrossRef, 2017).

Es en este contexto en el que se publicó el primer libro con gran impacto escrito por Derek J. de Solla Price Big Science, Little Science (1963) en el que se presentan análisis métricos de la ciencia de manera analítica y con visualizaciones gráficas de las tendencias y evolución de la ciencia; así como Citation Index of Genetics editada por Garfield y Sher en 1964, la primera base de datos bibliográfica con más de 400 000 citas que provienen de más de 100 000 artículos publicados en 1961. Para 1978 se publicó el primer número de la revista Scientometrics, con esto dio inicio la institucionalización de la disciplinas y para 1993 se fundó la International Society for Informetrics and Scientometrics (ISSI).

Es así como la cienciometría ha tenido un auge importante durante las últimas décadas, debido a la digitalización y sistematización de la información en bases de datos o colecciones digitales; de tal manera que se han desarrollado nuevas técnicas analíticas, tecnologías de acceso y herramientas de organización del conocimiento como tesauros y ontologías para explorar y organizar las colecciones digitales de manera innovadora (Van Noorden, 2010). Se diseñan a diario nuevas herramientas para realizar búsquedas más eficientes y precisas, así como para hacer análisis mejores y más extensos, ha aumentado la eficacia y la exactitud en la obtención de información y se han generado nuevas oportunidades al incrementarse el espectro de opciones técnicas como los datos ligados (linked data), la web semántica (semantic web), así como análisis de redes sociales, la minería de textos (text mining, literature based discovery o knowledge discovery database) y los grandes datos (big data). Este último análisis se utiliza para hacer referencia a la generación de nuevo conocimiento interesante, plausible e inteligente a partir de vincular dos o más conceptos de la literatura que hasta ahora no habían sido relacionados (es decir, disjuntos) por medio del uso de programas y algoritmos diseñados para tal fin, con un sustento empírico, cuantificable y comparativo, lo cual aporta elementos interesantes para el análisis y la interpretación de la información científica. Además, recientemente ha surgido la creación y estudio de nuevas mediciones basadas en el análisis de las redes sociales y en información académica usando los portales web de las revistas, bibliotecas digitales, tweets, discusiones de blogs, notas, redes de investigadores, entre otras, que se conoce como Altmetría (Sugimoto et al., 2017), acrónimo de métricas alternativas (Alternative Metrics o Altmetrics).1

En todas las revistas científicas más prestigiadas aparecen constantemente artículos sobre el tema e incluso se dedican secciones como en Nature. Cuando uno lee un artículo que contiene análisis cienciométricos puede identificar elementos como las preguntas a resolver, la consulta realizada, la colección utilizada, la cantidad de registros procesados, los indicadores utilizados, el objeto de estudio, el propósito y las gráficas que, muchas veces, integran información interesante.

Para realizar los análisis cienciométricos se utiliza información sobre los documentos, o metadatos, esto es, datos que permiten describir las características del artículo, capítulo, libro o memoria con detalle en título, tipo de documento, idioma, palabra clave, volumen, número de páginas, año de publicación, resumen, el o los nombres de los autores, institución de inscripción, país y correo electrónico de contacto (figura 1). Otras colecciones además agregan las referencias, las citas de los documentos y asignan descriptores con base en sistemas de organización del conocimiento, como tesauros y ontologías. Algunos tesauros utilizados en las bases de datos bibliográficas académicas son UNESCO, MESH, IEEE, CAB Thesaurus, entre muchos otros.

Figura 1. Datos de un artículo indexado en PubMed.

Entre los propósitos que tienen los análisis bibliométricos se pueden identificar ocho: la administración de recursos bibliográficos; la recuperación de información; el mantenimiento y curación de colecciones; la evaluación, diagnóstico, gestión y política científica, como lo hace la OECD y algunos rankings; el estado del arte y revisiones; análisis, desarrollo, estructura y relaciones de la dinámica científica, como los mapas de ciencia; y la obtención de nuevo conocimiento.

El método cienciométrico

La cienciometría implica el manejo de cantidades de datos inmensas (miles y millones de bits) que permiten el análisis multidimensional de los documentos y la aplicación de análisis estadísticos e indicadores, para reconocer las regularidades y tendencias de la producción y la difusión de la ciencia, la tecnología y la innovación con respecto a diversas variables y con las distintas unidades de análisis. Este procedimiento generalmente consiste de ocho etapas (figura 2):

  1. Planeación y diagnóstico
  2. Recuperación de información. Esta etapa es crucial porque el resultado depende de la base de datos utilizada, todas son diferentes y tienen características distintivas como la cantidad de registros, las disciplinas que indexa, los criterios de selección de las revistas y los metadatos que presentan
  3. Construcción de la colección
  4. Curación
  5. Análisis y validación
  6. Visualización
  7. Interpretación
  8. Publicación y difusión del o los productos

Respecto a los problemas más comunes para realizar un estudio cienciométrico se encuentran el costo y la restricción de las bases de datos, la dificultad para extraer los metadatos y la normalización deficiente de los metadatos en las colecciones.



Figura 2. Protocolo de un análisis cienciométrico.

Los indicadores cienciométricos

Los indicadores cienciométricos son estándares empleados para medir, cuantificar y evaluar el rendimiento científico de un individuo, grupo, institución, nación o región. Su uso ha permitido tener valores específicos y más objetivos que facilitan la comparación y la toma de decisiones, pero están muy lejos todavía de reflejar el complejo y heterogéneo proceso de la investigación científica.

Estos indicadores pueden clasificarse de entrada como los que mide la OCDE y la UNESCO basados en los insumos de la ciencia (input) y los indicadores de salida (output); estos últimos son los que comúnmente se utilizan para evaluación científica y son de varios tipos, algunos ejemplos están en la figura 3. Por ejemplo, la producción y difusión del conocimiento científico se puede caracterizar con base en el estudio del impacto de las revistas por medio del factor de impacto que se obtiene de la relación entre la cantidad de artículos publicados y las citas que obtuvieron, o de los artículos académicos a través de la cantidad de citas que reflejan las relaciones entre los grupos de investigación y permiten identificar núcleos significativos de autores y revistas (Pudovkin y Garfield, 2004). El índice H representa la relación de las publicaciones realizadas y citadas de un autor o una revista. La cocitación ayuda a determinar la asociación de los investigadores (Trujillo y Long, 2018). Los contenidos, los títulos, los resúmenes, las palabras clave o los descriptores representan el contenido teórico y metodológico de los documentos.

Figura 3. Indicadores cienciométricos más usados.

El primer servicio en publicar indicadores cienciométricos para las revistas fue el Journal Citation Reports (JCR) de ISI (ahora a cargo de la compañía Clarivate Analytics) que se publica anualmente desde los años setenta, donde se definieron estos indicadores por primera vez para uso público y fueron los que se usaron como referencia para la evaluación científica nacional; entre otras aplicaciones se basan en el artículo, las referencias o las citas a éste (figura 4).

Figura 4. Algunos elementos de análisis cienciométricos de los artículos científicos.

Ahora están disponibles también los indicadores de Google Académico, EigenFactor, Scopus, Scimago, y para América Latina Biblat y SciELO. Entre los más utilizados están el total de documentos publicados, la tendencia temporal y la proporción de artículos por revista, temas, autores, instituciones, países, tipo de documento, idioma y descriptores. Entre los indicadores más usados son: índice H, factor de impacto, cantidad de citas, vida media, obsolescencia, índice de instantaneidad o inmediatez (Yue et al., 2007). Asimismo, es común ver en las revistas electrónicas cifras sobre la cantidad de documentos descargados, guardados en manejadores de bibliografía como Mendeley o publicados en redes sociales. Generalmente, estos indicadores son más consultados en las bases de datos WoS y Scopus, en la mayoría de los comités de evaluación científica la referencia es JCR y Master Journal List.

Entre las ventajas del uso de indicadores están que: 1) son datos cuantificables y estadísticos, 2) constituyen estándares que permiten la comparación, 3) proveen una manera sistemática y objetiva de evaluar variables como el impacto, la influencia y el uso. De esta manera, sintetizan en unos pocos parámetros, las características de distintos grupos de datos, así como en la posibilidad que brindan para establecer pronósticos sobre tendencias futuras y determinar el efecto de diferentes factores en variables de interés. Ofrecen una base sólida para la toma de decisiones prácticas. Es un método objetivo. Permite analizar y evaluar el estado de la ciencia y la tecnología en varias naciones, pues se comparan los resultados obtenidos y se elaboran las tendencias en el tiempo. Son instrumento de evaluación para fomentar y/o estudiar la praxis de la ciencia, definir estrategias y políticas de desarrollo científico nacionales e internacionales.

Entre sus desventajas están que para los indicadores no se consideran elementos de carácter epistemológico, geográfico, histórico, económico, social o político; son multifactoriales y, por lo tanto, difíciles de interpretar, dependen del tiempo, el campo científico, la revista, el orden de publicación, la accesibilidad, visibilidad, internacionalidad, impacto, prestigio, etcétera. Este método puede ser anacrónico, por ello es deseable contextualizar los resultados usando la historia, sociología y etnografía, por ejemplo. Muchas de estas desventajas están relacionadas son el abuso, desconocimiento y descontextualización en su uso. Para contrarrestar lo anterior es importante aplicar pertinentemente el análisis; para ello se puede consultar en la tabla 2 las trece consideraciones de PenDlebury (2009) para realizar un análisis cienciométrico y el Manifiesto de Leiden, que en sus diez principios establece recomendaciones para el uso adecuado de los análisis métricos (Hicks et al., 2015).



Consideraciones de PenDlebury para realizar un análisis cienciométrico Principios de Leiden para desarrollar un análisis cienciométrico
1 Evaluar si los datos disponibles permiten resolver la interrogante. La evaluación cuantitativa tiene que apoyar la valoración cualitativa por expertos.
2 Seleccionar la(s) colección(es) idónea(s). El desempeño debe ser medido de acuerdo con las misiones de investigación de la institución, grupo o investigador.
3 Establecer los límites, términos y operadores correctos para la consulta.             La excelencia en investigación de relevancia local debe ser protegida.
4 Decidir entre la cuenta total o fraccionada. Los procesos de recopilación y análisis de datos deben ser abiertos, transparentes y simples.
5 Juzgar si los datos requieren de edición para eliminar “artefactos” (normalizar). Los datos y análisis deben estar abiertos a verificación por los evaluados.
6 Comparar semejanzas. Las diferencias en las prácticas de publicación y citación entre campos científicos deben tenerse en cuenta.
7 Utilizar medidas relativas, no sólo cuentas absolutas. La evaluación individual de investigadores debe basarse en la valoración cualitativa de su portafolio de investigación.
8 Obtener múltiples medidas. Debe evitarse la concreción improcedente y la falsa precisión.
9 Reconocer la naturaleza sesgada de los datos. Deben reconocerse los efectos sistémicos de la evaluación y los indicadores.
    10     Confirmar que los datos obtenidos sean relevantes a la pregunta.         Los indicadores deben ser examinados y actualizados periódicamente.
11 Revisar si los resultados son razonables.
12 Contextualizar e integrar los datos.
13 Presentar los resultados de forma abierta y honesta.

Tabla 2. Consideraciones de PenDlebury y el Manifiesto de Leiden para la investigación en análisis métricos.

Aunque el uso de la cienciometría es muy común entre los científicos cuando reportan sus informes o realizan evaluaciones en comités dictaminadores, su uso va más allá de ser cifras útiles para la evaluación de los investigadores, los artículos o las revistas. Los invitamos a revisar artículos de su área de interés o a realizar un análisis cienciométrico de su área de especialidad, pues permite tomar mejores decisiones de investigación basadas en la evidencia científica publicada que es fácilmente visualizable a través de la cuantificación.

Referencias

  • CrossRe. (2017). Status. Recuperado de: https://data.crossref.org/reports/statusReport.html.
  • De Solla Price, Derek J. (1963). Little Science, Big Science. Nueva York: Columbia University Press.
  • Garfield, E., Sher, I. H. (1964). Genetics Citation Index (from the reviewers). Science Fortnightly, 1 (14), 4.
  • Hicks, Diana, Wouters, Paul, Waltman, Ludo, de Rijcke, Sara y Rafols, Ismael (2015). Bibliometrics: The Leiden Manifesto for research metrics. Nature, 520, 429-431.
  • Leydesdorff, L. (2001). The Challenge of Scientometrics. Irvine, California: Universal-Publishers.
  • Pendlebury, D. A. (2009). The use and misuse of journal metrics and other citation indicators. Archivum Immunologiae et Therapiae Experimentalis (Warsz), 57 (1), 1-11. DOI: https://doi.org/10.1007/s00005-009-0008-y.
  • Pudovkin, Alexander I., Garfield, Eugene. (2004). Rank-normalized impact factor: A way to compare journal performance across subject categories. Proceedings of the Association for Information Science and Technology 41 (1), 507-515. DOI: https://doi.org/10.1002/meet.1450410159.
  • Sugimoto, Cassidy. R., Work, Sam, Lariviere, Vincent y Haustein, Stefanie (2017). Scholarly use of social media and altmetrics: A review of the literature. Journal of Association for Information Science and Technology, 68 (9), 2037-2062. DOI: https://doi.org/10.1002/asi.23833.
  • Trujillo, Caleb M., Long, Tammy M. (2018). Document co-citation analysis to enhance transdisciplinary research. Science Advances, 4 (1), 1-9. DOI: https://doi.org/10.1126/sciadv.1701130.
  • Van Noorden, Richard (2010). Metrics: a profusion of measures. Nature, 465, 864-866. DOI: https://doi.org/10.1038/465864a.
  • Yue, W. y W., Concepcion y Rousseau, R. (2007). The immediacy index and the journal impact factor: Two highly correlated derived measures. Canadian Journal of Information and Library Science, 28 (1), 33-48. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/278738130_The_immediacy_index_and_the_journal_impact_factor_Two_highly_correlated_derived_measures.
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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079