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“El cuento es un regalo que nos da la literatura”: entrevista a Agustín Monsreal

Martha Quintana Gómez
“El cuento es un regalo que nos da la literatura”: entrevista a Agustín Monsreal
  • Uno
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Introducción

Agustín Monsreal nació en Mérida, Yucatán en 1941. Participó junto con Edmundo Valadés en el Consejo editorial de la revista El Cuento, revista de imaginación. Entre sus maestros se cuenta a escritores de la talla de Augusto Monterroso, Efrén Hernández y Juan Rulfo, además del mismo Valadés, quien así opinaba del escritor yucateco: “Entre los cuentistas nacidos en la década de los 40, Agustín Monsreal es uno de los mejor dotados, un narrador cabal, con espléndido oficio y con soberbia imaginación lingüística.”1 Monsreal se confiesa cuentista por naturaleza, aunque ha incursionado también en la poesía, pero jamás ha mostrado interés por escribir novela.2

Agustín Monsreal
Agustín Monsreal. Imágenes de Anasi Quintana Góngora
Desde que salió a la luz su primer libro de cuentos, Los ángeles enfermos, en 1978, –Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí de ese mismo año–, hasta su más reciente publicación, Desde el vientre de la ballena de 2010, el escritor yucateco ha mantenido un ritmo constante de producción.

Durante una cátedra universitaria impartida por el investigador sobre cuento mexicano, el Mtro. Jaime Erasto Cortés, se mencionó la obra de Monsreal, a quien el académico consideraba uno de los mejores cuentistas de nuestro país. Este hecho sirvió de estímulo para el inicio del estudio que aquí se comenta.

Para la elección del corpus se revisaron seis libros de cuentos: Los ángeles enfermos (1978), Sueños de segunda mano (1983), La banda de los enanos calvos (1987), Lugares en el abismo (1993), Las terrazas del purgatorio (1998) y Desde el vientre de la ballena (2010). No fueron consideradas antologías ni ediciones plaquette, sólo publicaciones cuyo contenido era inédito. Tampoco se incluye minificción, únicamente cuentos cuya extensión mínima era de dos páginas. Como resultado se obtuvieron 104 cuentos.3

Al estudiar los relatos de Monsreal se destaca que los espacios donde se desarrollan las tramas representan orbes cerrados. Los cuentos abordan distintos temas, aunque el tono es siempre la desolación. Un color que bien puede describir sus historias es el gris. Desde el más oscuro que pinta el odio y el crimen, hasta la luz brumosa del gris casi blanco por donde se intuye, sin jamás alcanzarse, la felicidad.

Por otra parte, sobre la estructura de su producción literaria, puede concluirse que tiene forma de triángulo y en cada vértice se ubica un tema: 1) el realista, 2) el fantástico y 3) el del escritor como personaje y la intertextualidad.4 La mayor parte de los cuentos del escritor yucateco se ubican en el eje realista; en ellos se retratan las vivencias, obsesiones y sufrimientos del individuo de la clase media, sin llegar jamás a una escritura de compromiso social. Los cuentos realistas de Monsreal ya han sido abordados, aunque de manera exigua.5 En este aspecto su escritura es más lúdica, pues el cuentista muchas veces se burla de las rutinas sociales: la veneración a las madres en su día por el hijo holgazán y manipulador, o la esperanza de ascender socialmente gracias al uso de influencias. En otras historias, Monsreal nos lleva a contemplar la desesperación humana: el hijo homosexual que vive solo con su padre sin poder confesarle su condición o el hombre que trabaja hasta el cansancio para, a duras penas, mantener a su familia y, al llegar a casa, su esposa teme decirle que de nuevo se encuentra embarazada. Estos cuentos realistas se pueden dividir a su vez en cuatro temas principales: la imposibilidad del amor, la vida como una trampa, la comedia social y el incesto.

“Títulos de Agustín Monsreal
Títulos de Agustín Monsreal.

Respecto a los cuentos de corte fantástico, para la creación de sus personajes, Agustín Monsreal observa los lugares más oscuros y profundos de la condición humana. En sus relatos fantásticos, los seres protagonistas se debaten en la alteridad, pisando siempre la franja fronteriza de lo material, a veces, los proyecta dentro de situaciones sobrenaturales donde se descubren enfrentados a “otros” que son ellos mismos. En ocasiones, el límite entre el tiempo y el espacio se disuelve, lo que obliga a los personajes a replantearse la cotidianidad. En los cuentos del autor yucateco lo fantástico confluye en la vida diaria, no a la manera del realismo mágico. Sus textos permiten advertir que la frontera entre lo natural y lo irreal se fractura. Por esta fisura lo fantástico invade el mundo de los personajes. Esta incursión proporciona la oportunidad no sólo para el asalto de lo sobrenatural, sino también, para que los personajes escapen por esa abertura hacia el mundo de lo desconocido.

La caracterización de los personajes, lo fantástico y la recurrencia del incesto, son temas que sobresalen en la obra de Agustín Monsreal y sobre ellos y otros aspectos de su trabajo literario se habla en la siguiente entrevista realizada al autor en una cafetería del centro de Coyoacán en la Ciudad de México el 3 de marzo de 2014.

1 Celia Pedrero, Universo Monsreal, Mérida: Cultur, 2009. En esta recopilación de cuentos de Monsreal y crítica sobre su obra, la autora publica el artículo de Edmundo Valdés con la siguiente referencia: Vivir del cuento (La ficción en México), Serie Destino Arbitrario 12, pp. 29-35. No se consigna editorial ni año de publicación.

2 Fue galardonado en dos ocasiones con el Premio Antonio Mediz Bolio (1987 y 1996). Este premio lo otorga el estado de Yucatán a los escritores locales que han sobresalido en su trayectoria literaria. En 1998 el Instituto de Cultura de Yucatán instituyó, en la ciudad de Mérida, el Premio Nacional de Cuento Corto Agustín Monsreal. La convocatoria para este premio estaba abierta sólo a escritores mexicanos. Con la intención de ampliar su alcance a otros países, en 2000 se transformó en Premio Iberoamericano de Cuento Agustín Monsreal.

3 Se incluye “Leyenda insustancial”, único cuento original que aparece en la antología personal Infierno para dos, de 1996. Asimismo, fueron considerados los 3 cuentos inéditos incluidos en la reedición de Los ángeles enfermos de 2011: “Apenas recuerdo, apenas olvido”, “Ángel de la vigilia” y “La de las culpas”.

4 En los cuentos considerados en el rubro, se incluyen dos subtemas: el escritor como protagonista –siempre seductor y siempre con hambre–, y la intertextualidad –reelaboración de obras literarias desde el singular punto de vista de Monsreal–.

5 La antología de Celia Pedrero es el primer trabajo sobre Agustín Monsreal que lo aborda de manera individual. En este estudio se registran 5 ensayos breves sobre su obra de autores tales como Emmanuel Carballo, Jesús Humberto Florencia, Edmundo Valadés, Orlando Ortiz y Víctor Hugo Vázquez Rentería. Por otra parte Ana Georgina Macías estudia a Monsreal en su tesis de licenciatura de 1991: Tres cuentistas mexicanos actuales: Felipe Garrido, Agustín Monsreal y Rafael Ramírez Heredia.

Entrevista a Agustín Monsreal

El cuento es un regalo que nos da la literatura:

Martha Quintana Gómez: Maestro Monsreal, he leído algunas de sus declaraciones acerca de su preferencia por escribir cuentos. Usted ha comentado que para escribir cuentos se requiere precisión de relojero. ¿La brevedad es algo que se busca o es natural?, ¿se da o no se da?

Agustín Monsreal: Las dos. Escribir cuento es una tendencia natural. Ahora, en muchas ocasiones eso no se respeta y con tal de acceder a la fama que proporciona la novela, o por lo menos a la posibilidad de ser más fácilmente publicado, algunos de los escritores van en contra de su propia naturaleza y escriben novela. Yo me mantengo con el cuento, incluso mi segundo apellido es cuentista, porque para mí es algo natural y claro que a estas alturas, sí busco un tanto, cuando estoy haciendo un cuento, cómo ceñirlo, conseguir la forma de la brevedad. Siento que para mí, en un lapso de 5 a 8 cuartillas, estoy ahí nadando muy a gusto.

Martha Quintana Gómez: Tengo la referencia de que usted tiene su propia teoría del cuento. Sé que se incluye en alguna de sus publicaciones, no obstante no la he localizado. ¿Me puede dar algunas de las ideas que maneja en torno al cuento?

“El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal.
"El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal.

Agustín Monsreal: Lo primero que me fija en la postura es que el cuento atiende a una sola situación y los personajes son muy pocos, 2, 3 personajes cuando mucho; protagónicos. A diferencia de la novela que atiende a muchas situaciones y puede incluir infinidad de personajes. Entonces, una de las bases del cuento, es precisamente, la brevedad en cuanto a los elementos, hay que amarrar personajes. Yo parto de los personajes, siempre. A mí la anécdota no me importa tanto. A mí lo que me importa es el personaje, a partir de lo que le sucede al personaje, entonces sí, es cuestión de crear la historia de ese conflicto interno del personaje y crear la atmósfera en la que se va a desenvolver de acuerdo con ese conflicto. Crear la atmósfera, el vocabulario y los ritmos de la narración. De acuerdo con los estados de ánimo del personaje serán los ritmos, el fraseo que hay en el cuento o en los distintos momentos del cuento. Ahora, cuando se logra conjuntar todo eso, conformar todo esto, es posible crear un orbe cerrado que no haya la posibilidad de encontrar fisuras: “por acá se me fue el cuento y se perdió quién sabe dónde”. Hay que amarrar todos esos elementos, que no haya ni distracción ni fisuras; posibilidad alguna de que se vaya el cuento.

Martha Quinatana: ¿Qué lugar ocupa dentro de sus preferencias el cuento fantástico?

Agustín Monsreal: No me lo va usted a creer pero para mí todos los cuentos son fantásticos. Parto del hecho de que la cotidianidad tal como la vivimos no sirve para la literatura. No creo en la literatura que atiende a lo inmediato, sino a lo que inventa la fantasía, a lo que inventa la imaginación, a lo que se crea verdaderamente por medio de la literatura. Entonces, en términos literarios, la literatura fantástica es cuando ocurre algo insólito, fuera del contexto de lo inmediato, de lo real. Pero para mí ese hecho fantástico puede suceder en este momento. El hecho insólito para mí ocurre cuando es posible que acontezca en el ambiente más cotidiano. El hecho insólito no es el que ocurre con relámpagos y luces de extraterrestres o si se aparece una mano brillante. No, ocurre dentro de la cotidianeidad. Vaya, pienso en el cuento “En el cautiverio”, creo que es un cuento fantástico y ocurre dentro de una cotidianeidad en la cual la “solitariedad” del personaje empieza a crear el hecho fantástico.

Martha Quintana Gómez: En el cuento “Casa de retiro”, donde los muebles se van detrás de la mujer de la limpieza, en consecuencia el protagonista no tienen más remedio que seguirlos, usted en la introducción dice, en voz de su narrador: “Lo que a Mupassant le sucedió hace tiempo, yo lo viví posteriormente”. Entonces, además de Maupassant, en la actualidad, ¿a quiénes lee dentro del género fantástico?

Agustín Monsreal: Ah, pues puedo leer a todos siempre y cuando no sean realistas, el que sea. Porque mire, yo podría hacer un cuento con un hombre que de pronto, otra vez la solitariedad, lo está llevando a empezar a tener algunos modos mentales que lo están empujando fuera de la realidad y, yo podría quedarme con que este hombre, empieza a ser sometido mentalmente por esa mujer de la limpieza y hasta ahí me podría quedar. Incluso como un hecho que un hombre, debido a la solitariedad, cae en un enredo amoroso, el cual no quiere en absoluto. No quiere, es completamente ajeno a esa mujer, podría yo irme por el lado de que le echa polvitos mágicos en la comida y esa sería la salida realista.

No sé si a usted le habrá pasado, de empezar a oír ruidos en la casa, ¡ah caray!, como si hubieran arrastrando un mueble, o a veces el viento mueve algo y entonces surge el hecho fantástico, ahí está el fantasma de ese movimiento que empezó a darse y al rato, bueno, pues, ya es ahí cuando el hecho literario se apodera de mí como escritor y voy a seguirlo. A ver, qué más puede ocurrir, pues que se muevan los muebles y que empiece a vivir eso, toda esa situación que es sumamente atemorizante. Ahora, y que los muebles se mueven, que están haciendo cosas y que adquieren vida propia, bueno, pues eso ya es el trabajo hacia donde yo llevo el cuento. Hacia donde yo digo este personaje no puede más que hacerle caso a esto. Entonces, no es que yo siga al personaje, es que lo conozco. Porque por ahí suele decirse, a lo mejor yo mismo lo he dicho, que los personajes hacen de las suyas y que se salen de las manos y que al rato ya están actuando por cuenta propia.

En mi caso no es tan así. No, yo llevo las riendas del cuento en la medida que conozco a mi personaje, si no lo conozco no puedo llevar las riendas y entonces hasta puedo decir “qué él haga lo que quiera”. Ya es asunto del personaje, pero eso es faltarle al respeto al personaje y faltarle al respeto a la literatura. Porque si soy escritor tengo el derecho, pero también tengo la obligación de responder a eso y ser yo quien esté haciendo el trabajo, no mi personaje.

Martha Quintana Gómez: ¿Cree usted que con las nuevas tecnologías hay una revaloración del cuento fantástico? Hoy por la mañana accedía a la red social que todos conocemos, donde observé que usted había publicado, lo que me pareció una minificción como respuesta a la supuesta pregunta de Facebook ¿qué estás haciendo? Formulo mi pregunta: ¿influye la tecnología en la elaboración del cuento fantástico?

Agustín Monsreal
"El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal.
Agustín Monsreal: Yo creo que cada renovación que hay en las formas que tenemos de expresarnos, van trayendo sus propias consecuencias. La cuestión es qué tanto nos responsabilizamos de eso. Porque en un momento determinado puede resultar fácil y cómodo empezar a hacer minificciones exclusivamente para subir al “face” o al twitter y entonces me estoy perdiendo yo de lo que es verdaderamente el concepto del trabajo interno que tengo yo que elaborar. Para una ficción, así sea de cuatro palabras, que suele ser un relámpago que surge de pronto pero que yo tengo que buscar como concretarla, requiere de concentración, de conciencia y de trabajo; así sean cuatro palabras tengo que buscar cómo lo que estoy diciendo con esas cuatro palabras y el título, cómo lo voy a amarrar con el título. Porque no puede ser nada más, “ay, ya encontré un chiste”, una salida humorística para cualquier cosa, lo publico en face o lo publico en twitter. La tecnología es maravillosa, pero el trabajo es interno. Yo siento que el escritor trabaja de adentro hacia a fuera, no al revés. Y por ahí siento que en ocasiones nos confundimos, porque, qué bueno, aquí puedo salir con una gracejada y con algo. Sí, puedo contestar algo, pero eso que contesto no es la literatura que pretendo hacer. Creo que ahí marco yo una diferencia.

Martha Quintana Gómez: En el inicio de su carrera, usted publicó poesía. ¿Cuáles son los vasos comunicantes entre la poesía y el cuento en su obra?

Agustín Monsreal: La poesía, lo que me dio, es la posibilidad de desarrollar el oído interno y eso, a la hora de llevarlo a la prosa, me otorga el don supremo de poder ver los ritmos y las cadencias que van a ir en un cuento, de acuerdo con los estados emocionales del personaje. Eso para mí es maravilloso, porque me enseñó la concisión o el alargamiento. Me enseñó cómo marcar el ritmo, cómo marcar, por medio de la puntuación, la sonoridad de las palabras y la sonoridad de las palabras cuando se juntan entre sí, qué hacen las palabras. Cuántas veces nos ha pasado y, nos pasa a todos los que andamos con la pluma en la mano, pues que en una frase hay algo que no funciona. Y ahí sí, es porque puse mal una palabra y la sonoridad de la frase me está traicionando a mí, y me está diciendo que hay algo que no funciona bien. Y ¿quién me lo está diciendo?, ese oído interno que desarrollé gracias, sobre todo, a la lectura de la poesía.

Martha Quintana Gómez: Si el cuento es concisión ¿qué es para usted la poesía, ¿el llamado de la otra voz?

Agustín Monsreal: Sí, son dos voces distintas que en un momento dado se pueden complementar porque, precisamente por esta cuestión del oído interno, llevo mucho a la prosa el trabajo con la poesía. Sí lo llevo, la creación de imágenes, de metáforas dentro de la prosa que a veces no se vale mucho, según algunos, y que para mí es precisamente indispensable para crear la atmósfera en la que se desenvuelven mis personajes. Entonces, para mí la poesía no es una voz extraña; es una voz complementaria. Está ahí, para el momento que yo la necesite. El saber en qué momento puedo hacer uso de esa voz es lo que me da la sensibilidad de escritor.

Martha Quintana Gómez: Maestro, para un autor ¿cuál es la relación entre el personaje y la anécdota?

Agustín Monsreal: No sé en los demás autores. En mí caso atiendo al personaje principalmente, la relación es: tengo al personaje ¿cuál es su conflicto?, ¿de dónde voy a partir?, porque contar nada más lo que está haciendo alguien, pues no tiene mucho sentido. He repetido que hay que saber elegir lo que merece ser contado. Y eso que merece ser contado es algo que está pasando; que de acuerdo con la experiencia del personaje nada más a él le puede pasar. Ni siquiera a mí como autor, le va a pasar a él. Lo mismo la experiencia humana que pueda usted tener, que pueda Eurídice, su sobrina o yo; si en este momento se cae el techo porque las palomitas hicieron de las suyas sobre el techo, ¡pum!, se viene abajo. Nos espantamos, pero el espanto, la experiencia del espanto es particular, es individual, intransferible y, esa es la que hay que captar. ¿Qué voy a captar?, a ese personaje le pasó algo: lo dejó la mujer o la dejó el marido, o va a ir de compras y no sabe qué ponerse de acuerdo a su frivolidad. Bueno, todo eso, yo tengo que fijarme bien y, dentro de eso, qué es lo que realmente importa. Si yo pongo a una mujer distrayéndose, lo hice en “Antigua”, en estarse pintando, quitando, poniendo la ropa es porque su mundo interno está tan vacío que necesita estar llenándolo de afuera hacia adentro ¿si? En cambio el personaje que la observa está viviéndolo desde adentro. Pero entonces estamos juntando dos experiencias del mundo. Para mí la literatura es eso, hablar de la experiencia humana por la que está atravesando el personaje. Cómo podríamos, si no, hablar del amor a estas alturas, después de que se han escrito millones y millones de páginas a propósito del amor. ¿Por qué seguimos escribiendo del amor?, porque mi experiencia del amor nadie más la ha vivido, ni la vivirá jamás. Entonces, a eso me atengo, ese es el don que me proporciona ser escritor.

Martha Quintana Gómez: Maestro, he observado que el tema del incesto es una constante en su obra ¿por qué es tan recurrente?

Agustín Monsreal: Empezó siendo una forma de recuperar ciertos recuerdos, de la infancia sobre todo.

Martha Quintana Gómez: ¿Idealizados?

Agustín Monsreal: Sí. El deseo que se realiza se acaba, pierde todo el sentido, todo el chiste. En cambio ese deseo que se mantiene como tal y que además, ese deseo que se sueña, que se imagina, que se fantasea, que se quiere llevar a la realización únicamente adentro. El hecho de llevar a cabo un deseo de forma externa rompería por completo con el encanto ¿si? Entonces digamos, recuerdos infantiles, que yo veía y admiraba a una tía, que yo me acercaba mucho a jugar con una prima y con otra. De repente había algo que me encantaba en ellas y, todo eso me fue formando y conformando para la vida. Porque dicen, y creo yo que sí es cierto, que uno va a tener sus modelos para la realización de una pareja, de acuerdo con eso que vivió. Cuál fue ese personaje que más me impactó y que se quedó ahí. Entonces voy a realizar el incesto 20, 30 años después con una persona completamente ajena al mundo que propició ese deseo. Pero está cumpliendo, a la vez, un amarre a distancia con eso que viví en la infancia. Ahora, en un principio, pues me salía, de repente los recuerdos me llevaban a pensar en la posibilidad del incesto. Leía yo a Faulkner y me encantaba la posibilidad del incesto. Después, en el Centro Mexicano de Escritores, íbamos como a medio año y, estaba yo leyendo un cuento, ya no me acuerdo cual y, de pronto Rulfo golpeó la mesa y me dijo: “Bueno, ya díganos qué se trae usted con su hermana”. Don Panchito Monterde le dijo luego luego: “Al texto Juanito, al texto”. Pero yo, me quedé así. Yo dije, si un viejo zorro como éste se cree que esto es realmente una experiencia vivida, propia; ya la hice. Eso quiere decir que la verosimilitud, que es otro de los rasgos distintivos en la literatura, en cualquier género, pero en el cuento la verosimilitud tiene que ser importante para un hecho insólito, fantástico, sobrenatural, lo que uno quiera. Entonces yo dije: “ya, si es verosímil voy por el buen camino”. Y quizás me propuse hacer 2 ó 3 cuentos más a partir de eso; a ver, ahora voy a inventar los incestos. Y no sé qué tanto los inventaba o recurría a otros recuerdos, no sé. Pero el incesto, yo creo que es parte de eso que siento que todos, de una u otra manera, vivimos. Lo reconozcamos o no, lo admitamos o no, lo queramos corregir o no; lo que sea. Pero forma parte de la existencia humana. Martha Quintana Gómez: Maestro, mi trabajo de titulación lleva por nombre: “Desde el corazón del otro lado: los cuentos fantásticos de Agustín Monsreal”. Justamente, recuperando este mito, en un artículo de Mempo Giardinelli, sobre que usted decía que le pusieron el corazón donde no era. Es el mismo tema que se desarrolla en el cuento “Nuestras vidas son péndulos”. ¿Es verdad que sus personajes son obsesivos, compulsivos, solitarios, amorales, a veces desesperados y con algo de locura porque a usted le pusieron el corazón donde no era?

Agustín Monsreal: Sí, todo eso y más. Le podemos agregar, atribuir todavía más cosas a estos personajes. Como el ser, a veces, deliberadamente sufrimenteros. En todo esto, lo que yo le agregaría es la deliberación, porque estos personajes son deliberadamente obsesivos, escasamente compulsivos. Porque desde mi punto de vista, la compulsión es llevar a una acción la compulsión. El ser incestuosos pues casi todos lo somos en la imaginación, muy pocas veces se lleva a cabo ese intento. No hay que olvidar que en la tragedia griega está todo, yo leía mucha tragedia griega. Ahí está Edipo cuyo destino es derrocar al padre para poder ser Yo, para poder quedarme con esa figura. Orestes, que lleva a cabo una venganza que no quería. Mi compañero de banca, Freud, tomó todo eso y le hizo un método precisamente para hablarnos de esas tradiciones innombradas.

Martha Quintana Gómez: De acuerdo con mis observaciones su obra se circunscribe en tres ejes principales: el tema social, el fantástico y el del escritor y la obra literaria. La mayor parte de su obra tiene como personaje central al individuo de la clase media que sufre, según sus palabras pequeños holocaustos. ¿Esto es por compromiso social o únicamente por gusto personal?

“El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal.
"El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal.

Agustín Monsreal: No es un compromiso, de qué puedo hablar mejor, sino de lo que conozco, de lo que sé. Yo pertenezco, nací, me desarrollé, me formé en una familia de clase media. Después, a su vez, formé una familia de clase media; mis trabajos, mis amigos, mis diversiones son de clase media. Soy un hombre de clase media. De qué voy a hablar sino de lo que es esa clase media. Ahora, lo que procuro hacer, es que hay muchas cosas de la clase media que a mí mismo me caen gordas; no me gustan. Y ahí viene una de las cosas de ser escritor, la inconformidad natural que trae uno. Entonces, no estoy conforme con lo que tengo, con lo que he vivido, con lo que está a mí alrededor; entonces lo voy a inventar. Voy a inventar la realidad para ver si así queda un poquito más a mi gusto. Por eso es que me meto con la clase media, no es que me meta con la clase media, es meterme conmigo, finalmente. Voy a retratarme a mí, nada más, no intento dar lecciones, ni dar consejos; al contrario, es poner el dedo en la llaga, es señalar hacía mí mismo. Esa inconformidad que viene, ya desde chiquito, y quizás es otro de los puntos de partida para el trabajo literario. Buscar, a ver, este personaje, para poder encontrar su conflicto tengo que empezar a analizar con qué está inconforme. Qué de su vida, qué de sus relaciones, qué de su trabajo, de sus amistades, de su mundo, de su casa no le gusta, para poder encontrar su conflicto. Una vez encontrada esa partecita; es un trabajo de investigación, de rastreo para saber qué es lo que no le gusta de su propia vida; y una vez que encuentro lo que no le gusta: ah, a ver por qué no le gusta, desde cuándo no le gusta y eso me va a llevar a encontrar cuál es el conflicto.

Martha Quintana Gómez: Entiendo que está por publicar un texto que llevará por título Deudas Pendientes, últimamente se ha usted dedicado a la minificción ¿Continúa con esa tendencia? Agustín Monsreal: La minificción, ese mundo extraordinario. Es otro género que adquiere carta de naturalización muy recientemente, había estado por ahí desde Julio Torri. Después toda la serie de la Revista El Cuento, Valadés haciendo los recuadros en los cuales yo participé, no pocas veces. Esa cuestión de la brevedad, de llevar a la concisión última. Yo siento, lo he dicho, que es podar una novela, podando, podando hasta que queden cuatro líneas; eso es todo lo que había que decir. Es otro género del que valdría la pena sentarnos a platicar y verlo con los ejemplos que hay. La minificción literaria, no la minificción de Facebook. Aunque hay concursos literarios de minificción, en el portal de Ficticia hay información sobre los concursos. Me han invitado como jurado, ahí me dicen tiene que ser de tantas líneas. Hacen una preselección y ya me envían los textos. A lo que voy, es un género en el que valdría la pena ver cuáles son sus bases teóricas, las bases de experimentación, de exploración del género. Algunos estudiosos como Lauro Zavala o Javier Perucho han contribuido muchísimo al esclarecimiento de lo que este género significa. Lo que está significando en el terreno de la literatura; la invasión que estamos teniendo. Extraordinaria. Afortunadamente los tenemos a ellos, que están permanentemente metiendo su cuchara y que dicen: “esto sí, esto no”, en fin, que son buenos estudiosos.

Martha Quintana Gómez: A propósito de Lauro Zavala, en su tesis de doctorado estudia el cuento posmoderno como género fronterizo. En la mención que hace de usted, afirma que su obra transcurre entre el ensayo y la narración. ¿Usted qué opina?

Agustín Monsreal: Sí, hay un gusto por no atenerme a la rigidez de una determinada forma o fórmula. Creo que se permite la exploración y la aventura en el terreno literario. Entonces a veces se acercará al ensayo, la mayoría de las veces en los textos de La banda de los enanos calvos, por ejemplo. Pero la verdad, a mí eso no me quita el sueño, la verdad eso se lo dejo a ustedes. Yo creo que lo fronterizo sería más interesante buscarlo en la otredad. En el doble, dónde está esa frontera que rebasa uno de los personajes para apropiarse uno de la vida del otro. O apropiarse de su experiencia, apropiarse de su vida. Naturalmente esto no es nada nuevo, ni lo estoy inventando yo. Una de mis lecturas, de hace muchos muchos años, era El doble de Dostoievsky y Dostoievsky, a su vez, había tomado de Gogol algo del personaje de la nariz, en fin. Esto es algo que está en la literatura desde hace un buen rato como en el Quijote. Don Quijote, el problema de la otredad, del otro. Cuál de las dos vidas es la buena, la de Alonso o la del Quijote. ¡Ah bueno!, pues entonces es algo que a mí me inquieta mucho, muy favorablemente, la inquietud. Pero me inquieta el hecho de que en ocasiones yo mismo no sé quién soy, por qué estoy actuando de una determinada manera. Un psicoanalista me recomendaría tres sesiones a la semana y lo mandaría yo al diablo, por supuesto. Pero lo interesante está en que el estar pisando las otras fronteras es con el propósito de la aventura. La aventura literaria en este caso, vamos a explorar qué es lo que pasa con los personajes para que estén vivos, realmente. Que no sean una mera ficción, a ver, qué es lo que van a aportar dentro de estos terrenos fronterizos. No es solamente la forma, no es solamente en si es cuento o es ensayo, o en si traspasa la línea, sino también, la parte fronteriza en lo que pasa con los personajes. Para mí es mucho más seductor esto de buscar las connotaciones fronterizas que pueda tener la aventura. Incluso, hasta en el terreno de la vida cotidiana, si emprendemos algo con un propósito de aventura es distinto a si formalizamos algo. En cambio, en el terreno de la aventura, una de las cosas que me gusta del cuento es que en el cuento todo puede pasar y eso es un regalo que nos da la literatura.

“El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal
"El cuento es un regalo que nos da la literatura” Agustín Monsreal.

“La charla se extendió más allá de las preguntas que había preparado. Agustín Monsreal me permitió la entrada a su universo literario, me dejó apropiarme de sus historias alucinantes y de sus personajes desolados. Monsreal escribe desde el otro lado de la realidad; es posible que en verdad tenga el corazón en el lugar equivocado.” fin



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Martha Quintana Gómez
Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.

 Martha Quintana Gómez Cursó la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Su campo de interés radica en el cuento latinoamericano, en especial, el cuento fantástico mexicano.

Trabaja en la Universidad del Claustro de Sor Juana, Ciudad de México, donde ha participado en actividades de promoción de lectura organizadas por la Vicerrectoría de Investigación y Proyectos Creativos de la Institución. Tiene a su cargo el Proyecto de lectura “Volvamos al trueque”, auspiciado por la Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz, que consiste en el intercambio consciente de libros de literatura entre los miembros de la comunidad universitaria del Claustro de Sor Juana.

QUINTANA Gómez, Martha"“El cuento es un regalo que nos da la literatura”: entrevista a Agustín Monsreal" Revista Digital Universitaria [en línea]. 1 de diciembre de 2014, Vol. 15, No.12 [Consultada:]. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.15/num12/art99/index.html> ISSN: 1607-6079.

“El cuento es un regalo que nos da la literatura”: entrevista a Agustín Monsreal

Martha Quintana Gómez

Agustín Monsreal nació en Mérida, Yucatán en 1941. Participó junto con Edmundo Valadés en el Consejo editorial de la revista El Cuento, revista de imaginación. Entre sus maestros se cuenta a escritores de la talla de Augusto Monterroso, Efrén Hernández y Juan Rulfo, además del mismo Valadés, quien así opinaba del escritor yucateco: “Entre los cuentistas nacidos en la década de los 40, Agustín Monsreal es uno de los mejor dotados, un narrador cabal, con espléndido oficio y con soberbia imaginación lingüística.” Monsreal se confiesa cuentista por naturaleza, aunque ha incursionado también en la poesía, pero jamás ha mostrado interés por escribir novela.

Palabras clave: Agustín Monsreal, escritor, cuento, historia, literatura.