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Vol. 22, núm. 6 noviembre-diciembre 2021

Sistema de archivos, gestores de base de datos y Hadoop: ¿evolución o retroceso?

María del Pilar Ángeles Cita

Resumen

La evolución de los sistemas de información ha estado marcada por cambios en el procesamiento, tiempo de respuesta, tipo y cantidad de información. En un principio, la necesidad era la de automatizar la operación diaria de un negocio. Posteriormente, se requirieron de análisis para tomar decisiones estratégicas. Actualmente, se necesita predecir eventos o comportamientos futuros a partir de grandes cantidades de datos variados, provenientes de redes sociales, videos o correos electrónicos. Las propuestas más recientes podrían hacernos cuestionarnos por qué estamos regresando al punto de partida, si en los sesenta iniciamos con los sistemas de archivos, que luego evolucionaron a los gestores de base de datos relacionales, los cuales solucionaron diversos problemas de inseguridad y falta de consistencia en los datos.

El presente artículo pone de manifiesto los cambios en las tecnologías de los sistemas de información conforme a las necesidades de las organizaciones, reflexiona sobre si éstos representan una evolución o un retroceso, y sugiere soluciones tecnológicas de acuerdo con cada necesidad, dado que no siempre lo que está a la moda es lo que se necesita.
Palabras clave: sistemas transaccionales y analíticos, inteligencia de negocios, datos masivos, ciencia de datos, bases de datos en memoria.

File system, database managers and Hadoop, evolution or retrograde?

Abstract

The evolution of information systems has been marked by changes in processing, response time, and type and quantity of information. In the beginning, the need was to automate the daily operation of a business. Subsequently, analysis was required to make strategic business decisions. Currently, it is necessary to predict future events or behaviors from large amounts of varied data from social media, videos, or emails. The most recent proposals could make us think why are we returning to the starting point, if we started with file systems and then evolved to relational database managers, which solved various problems of insecurity and lack of data consistency.

This article highlights the changes in information systems technologies according to the needs of organizations, reflects on whether these represent an evolution or a setback, and suggests technological solutions according to each given need, because that in style is not always what is required.
Keywords: transactional and analytical systems, business intelligence, big data, data science, in memory databases.

Introducción

Existen varios factores que pueden ayudar a decidir qué tecnologías son las más adecuadas a cada necesidad empresarial. En primer lugar, las organizaciones deben innovar para ser más competitivas, por ende, requieren gran capacidad de análisis en el menor tiempo posible. En segundo lugar, la generación de datos es cada vez más variada y masiva. Finalmente, la falta de actualización y el surgimiento constante de diversas tecnologías hace más difícil la toma de decisiones.

Aquí haremos una breve reseña de la evolución de las tecnologías de información a fin de identificar sus características más relevantes y ver si algunas tendencias corresponden a una evolución o retroceso. Esta reseña podría ayudar a decidir cuál tecnología será más adecuada con base a lo que ofrece, la infraestructura y recursos humanos que se tiene, así como las necesidades de innovación y análisis.

Desarrollo y evolución de los sistemas de información

El procesamiento de información viene de tiempos anteriores a la creación de la primera computadora. Durante los sesenta, el procesamiento de información se automatizó debido a que el costo de las computadoras bajó y algunas compañías privadas las pudieron adquirir. Las pequeñas y medianas empresas rentaban capacidad de procesamiento a centros de cómputo externos para correr, por ejemplo, su nómina, y dependían completamente de ellos. Los sistemas eran rígidos e inflexibles, cualquier cambio en la ubicación o diseño de los datos implicaba modificar los programas.

En los setenta, Edgar F. Codd propuso el modelo relacional (Cood, 1970) y publicó una serie de reglas para la evaluación de sistemas gestores de base de datos relacionales1 (Codd, 1985). El éxito posterior de dichos gestores fue, por un lado, la independencia entre programas y datos y, por otro, la introducción del lenguaje sql2 (Reddy, 2017).

Durante los ochenta, los manejadores de base de datos relacionales se posicionaron en todos los sectores de la industria. Cada departamento desarrollaba sus propios sistemas transaccionales u oltp3 para satisfacer sus necesidades. De esta manera, se crearon diversos silos de información dentro de la misma organización. Los manejadores de base de datos relacionales podían garantizar que la información permaneciera segura y consistente en todo momento a través de las propiedades acid4 (html Rules, 2017).

Posteriormente, los directivos se dieron cuenta de la importancia que la información tenía para el negocio. Por ejemplo, si se deseaba saber las ventas de un cierto artículo en los últimos 10 años, requerían consolidar sus silos de información en una bodega de datos o data warehouse5 para poder tomar decisiones mediante un análisis de nivel empresarial (conocido como sistemas olap6 o analíticos) (Kimball, 1996; Inmon, 2002). Para ello había que extraer la información de los diversos sistemas, transformarla para adecuarla y cargarla (etl)7 a una base de datos relacional como bodega de datos, y así poder analizar la información desde diferentes enfoques de negocio a lo largo del tiempo (LeapFrogBI, 2013).

El primer problema de los sistemas olap fue que el tiempo para el proceso etl podía tardar varias horas y los reportes para los directivos no estaban listos a tiempo. Era común que llegara un director a preguntar por las ventas del día anterior y la respuesta fuera: —Sigue corriendo el proceso nocturno… El director volteaba por la ventana y decía: —¿Nocturno?, ¡si el sol ya salió! El segundo problema fue que, al almacenarse años de información para detectar tendencias y comportamientos, el disco y la memoria se empezaron a agotar.

Más recientemente surgieron los sistemas manejadores de bases de datos columnares8 (Moore, 2011), que permitían el proceso de etl a la bodega de datos en una base de datos columnar. Con ello, el tiempo para resolver consultas olap se redujo considerablemente (Informática, 2020). Sin embargo, para las organizaciones ya no es suficiente conocer qué sucedió con sus ventas. Ahora se desea predecir o influenciar en las compras de los clientes; a esto se le llama análisis predictivo y prescriptivo (cuando te inducen a comprar cierta película porque te la sugieren). Lo anterior se logra con la introducción de otras disciplinas como la estadística computacional, el aprendizaje de máquina o la minería de datos (Han, Kamber y Pei, 2012; Be a better dev, 2020; ver figura 1).



Figura 1. Arquitectura de inteligencia de negocios con análisis descriptivo, predictivo por gran variedad de herramientas para análisis.

El internet ha facilitado la interacción de las personas y ha contribuido al aumento de datos, tanto en variedad como cantidad, como tuits, publicaciones, videos, voz, datos geoespaciales, etcétera, los cuales hay que almacenar, administrar y analizar. Por tanto, las tecnologías han echado mano de técnicas como el cómputo paralelo masivo (mpp).9 Tal es el caso de Teradata, Oracle Real Application Cluster y más recientemente Hadoop. Estas innovaciones promueven el surgimiento de las bases de datos multi-modelo10 y la tecnología Nosql (Sadalage y Fowler, 2013). Esta última permite, por ejemplo, almacenar más fácilmente la información de redes sociales distribuida en varias computadoras (Simply explained, 2020). La desventaja es que los datos permanecen inconsistentes por ciertos períodos de tiempo (Panicker, 2016). Lo cual, nos hace reflexionar una vez más, acerca de lo que realmente necesitamos: ¿rapidez en el manejo de datos o precisión y consistencia en ellos?

Hoy en día, las organizaciones necesitan analizar diversos tipos de información, lo más rápido posible, a nivel predictivo y prescriptivo. Por ejemplo, ya no es viable tener que esperar horas a que se realice el etl de correos electrónicos y tuits a registros en una bodega de datos para su posterior análisis. Esto da lugar al problema del análisis de datos masivos11 (Katsov, 2013). Como posibles soluciones al análisis de datos masivos se han propuesto diversas tecnologías, como las bases de datos multimodelo o el marco de trabajo Hadoop12 Defog Tech, 2019; Hillam, 2012; Borthakur, 2010).



Figura 2. Arquitectura para análisis descriptivo y/o predictivo de cualquier tipo de dato con bases de datos en memoria, multimodelo o sistema de archivos distribuido Hadoop.

En el siglo XXI

El Instituto de Investigación Hasso Plattner y la compañía sap A. G. anunciaron en 2012 un software que maneja base de datos en memoria principal:13 sap hana db (Plattner, 2014), y que soportaba datos geoespaciales, grafos y texto dentro del mismo sistema de almacenamiento. hana db puede correr sistemas transaccionales, analíticos y reduce el tiempo de procesamiento (Knapp, 2018).

Durante la primera década del siglo xxi, la tendencia fue incorporar softwares de análisis estadístico e inteligencia artificial al manejador de base de datos (conocido como in-database analytics), donde la programación reside en la propia base de datos (Looker, 2017). Aquí sería pertinente hacer notar el regreso a las desventajas de los años sesenta al juntar datos y programas.

En 2018, la empresa Intel anunció sus módulos de memoria persistente Optane dc (Alcorn, 2018). Su característica principal es la capacidad de no perder datos al cortarse el flujo de la energía eléctrica. Esto aumenta la confianza en el uso de las bases de datos en memoria, por la seguridad y rapidez. Actualmente estas tecnologías se ofrecen en la nube, haciéndolas más asequibles para todo mundo.

En la actualidad, la tendencia en los sistemas manejadores de bases de datos es administrar cualquier tipo de información y mejorar el tiempo de respuesta en aplicaciones olap y oltp (ver figura 3). No obstante, el regresar al almacenamiento en sistemas de archivos distribuidos en varios discos y que sean leídos simultáneamente (en paralelo) con Hadoop (Borthakur, 2010), o Amazon S3, entre otros, no parece ser una gran ventaja. Sobre todo, si se considera que no podrá ser un sistema en tiempo real, no es fácil de implementar y pierde rendimiento con el uso excesivo de red y disco (Dilan, 2013).



Figura 3. Gestor de bases de datos multimodelo en memoria persistente para soporte de procesamiento por lotes, en línea o en tiempo real para operación o análisis de información.

Otra alternativa para analizar datos rápidamente es procesarlos conforme se van generando (Psaltis, 2017). Esto se conoce como análisis de ráfagas de datos o streaming analytics en inglés. Por ejemplo, podemos generar una alerta al recibir datos provenientes de un sensor, si detectamos que se ha excedido algún límite en la medición. Estos sistemas consultan poca información simultáneamente, su objetivo principal es, por ejemplo, leer datos de un sensor, y tomar decisiones y acciones rápidamente. Hay que considerar que el análisis de ráfagas de datos sería complicado y no recomendable cuando se necesita adecuar los datos antes del análisis y éste es complejo.

En cuanto a la complejidad en el análisis, la ciencia de datos ha sido el resultado de la evolución de diversas tecnologías que explican, descubren o predicen fenómenos a partir de cualquier tipo de dato. Sin embargo, para ello se requiere de personal altamente capacitado y de una infraestructura robusta si es que se manejan grandes cantidades de información (Great Learning, 2019).

Si no se cuenta o no se puede mantener una infraestructura robusta ni personal capacitado, el cómputo en la nube14 parecería la panacea, pues se puede contratar un amplio portafolio de soluciones de hardware y software para dar respuesta a la demanda, sin tener que preocuparse por los detalles técnicos. Sin embargo, toda la infraestructura en la que se guardan los datos ya no reside en las propias oficinas y probablemente tampoco en las del proveedor de la nube, sino en un tercero, y esto puede constituir en un obstáculo de proporciones gigantescas en el plan de continuidad de negocio de la empresa.

El pago de los servicios en la nube se puede establecer con base en los recursos y funciones que se necesitan para operar. Si un mes no se paga la factura a tiempo, la posibilidad de que la compañía se quede sin acceso a sus propios datos y aplicaciones es real, similar a lo que pasaba en la década de los sesenta con el pago del tiempo compartido. Aquí nos preguntamos: ¿evolución o retroceso? Además, hay que considerar que cuanto mayor sea la empresa, la cantidad de personas y número de proyectos, más grande será la factura y más cerca se podría estar de un problema que podría llevar a la empresa a situaciones muy difíciles ante la imposibilidad de acceder a sus datos (Hodges, 2019).

Reflexión

Dentro de las principales propuestas para el análisis rápido de grandes cantidades de cualquier tipo de información (datos masivos o big data) están el marco de trabajo de Hadoop y la tecnología Nosql15 (Sadalage y Fowler, 2013), en los que no se garantiza al 100 por ciento la seguridad y consistencia que ya se tenían en tecnologías anteriores.

Si a inicios de los sesenta se tenían sistemas de archivos y a lo largo de décadas se evolucionó a modelos relacionales, modelos columnares y en memoria, que siguen soportando seguridad, persistencia y consistencia, ¿cómo es que las propuestas actuales las garantizan en tiempo real? ¿Esto implica evolución o retroceso?

En primer lugar, las tecnologías Nosql y Hadoop son generalmente de código abierto y soportan cualquier tipo de información como videos, textos o imágenes que dan mayor riqueza al análisis. Dada la naturaleza del procesamiento de este tipo de información, las operaciones típicas son de lectura, así que tampoco es imprescindible que soporten consistencia e integridad. Además, están surgiendo tecnologías Nosql multimodelo con dicho soporte, para el desarrollo de sistemas de información transaccionales, que puedan almacenar y manejar diversos formatos (Be a better dev, 2020).

En segundo lugar, los sistemas de bases de datos multimodelo en memoria son más robustos, requieren licencia y son tecnologías dirigidas al sector industria, con suficiente presupuesto para migrar varios terabytes16 o petabytes17 de información. El problema es el costo de memoria principal. Sin embargo, recordemos que están surgiendo ram persistentes y que se espera abaratar este recurso computacional. Así que esta tecnología también podrá soportar grandes cantidades de ráfagas de datos, sistemas analíticos y transaccionales.

Entonces, el retroceso consiste en no estar conscientes de las ventajas y desventajas que cada tecnología ofrece y empezar un proyecto de operación diaria, consolidación o análisis de información sin considerar las capacidades, infraestructuras y características de volumen, variedad, velocidad y tipo de análisis. Así como utilizar una tecnología específica sólo porque es el tema principal en las redes sociales o está de moda (Lumen, 2016).

Recomendaciones

Si alguna tecnología está de moda, no implica que la compañía deba implementarla para verse innovadora, pues lo más importante es que se vea qué necesidades de operación o análisis se tienen.

Si se necesitan describir las tendencias claves en los datos existentes y esto se puede lograr sólo consultando las fuentes de datos existentes, un sistema de tipo olap nos permitirá un análisis básico descriptivo como proporciones, tasas, razones o promedios.

Si dependemos de un análisis estadístico para obtener información nueva o histórica y el utilizar ésta para predecir patrones de comportamiento y aplicarlos a eventos del pasado, presente o futuro, lo que se requiere es un sistema de información predictivo. El cómo implementarlo dependerá de la rapidez deseada para el análisis y la toma de decisiones, así como los tipos y cantidades de información.

Si la información no contiene textos, grafos, imágenes, audio o video, por ejemplo, entonces, con una solución de inteligencia de negocio que contemple una buena herramienta de análisis a través de estadística y aprendizaje de máquina sería suficiente.

Si la cantidad de datos crecerá rápidamente, es posible que el rendimiento y, por ende, el proceso de análisis y toma de decisiones empiece a degradarse con el tiempo. En consecuencia, es conveniente usar una base de datos columnar y en memoria, o bajo una arquitectura paralela distribuida, sin tener que llegar al uso de un sistema de archivos.

Si la mayoría de los datos son, por ejemplo, video, texto, grafos, imágenes y no serán cantidades masivas de información (como terabytes), lo más conveniente es implementar una solución de inteligencia de negocio que almacene los datos en tecnología Nosql para ahorrar tiempo en transformar y “no tener que estructurar” los datos.

Si la mayoría de los datos son video, imágenes, textos, se prevé un aumento masivo en el volumen de los datos y no se requiere una respuesta en tiempo real, puede usarse una arquitectura clúster de computadoras18 con alguna base de datos Nosql.

Si la mayoría de los datos provienen de sensores calibrados y por ende no requieren adecuarse previamente para la predicción se puede utilizar análisis de ráfagas de datos para una toma de decisiones prácticamente en tiempo real. El almacenamiento en este caso puede ser opcional.

Para concluir, existen tantas tecnologías y tendencias en el mercado de los sistemas de información que podríamos sentirnos abrumados y no saber qué tipo de proyecto será el mejor. Lo importante es saber cuál es la estrategia de negocio, con qué tipo de información y recursos contamos, qué tipo de análisis y tiempo de respuesta deseamos y decidir acorde a ello.

Referencias



Recepción: 15/01/2020. Aprobación: 09/06/2021.

Vol. 22, núm. 6 noviembre-diciembre 2021

Lo que aprendimos a un año de haber comenzado la pandemia

Alan Sánchez Vázquez Cita

Resumen

Resulta importante hacer una reflexión en retrospectiva acerca del momento histórico en que nos encontramos como estudiantes, profesores y seres humanos. Es evidente que las dimensiones educativa y social se han visto trastocadas a un año de haber iniciado el confinamiento estricto en México y en el mundo. Muchas cosas se modificaron, pero ¿cómo lo estamos sobrellevando?

En este breve artículo, se hace un repaso sobre lo que hemos cambiado y mejorado, y que, una vez que regresemos a la llamada “nueva normalidad”, integraremos en nuestra nueva vivencia, desde lo académico hasta los aspectos social y emotivo.
Palabras clave: pandemia, aprendizaje, habilidades, sociedad.

What we learned a year after the beginning of the pandemic

Abstract

It is important to reflect in retrospect on the historical moment in which we find ourselves as students, teachers, and human beings. Evidently, the educational and social dimensions have been disrupted one year after the beginning of the strict confinement in Mexico and in the world. Many things have been modified, but how are we coping with it?

In this short article, we review what we have changed and improved, and that, once we return to the so-called “new normal”, we will integrate into our new experience, in the academic, social and emotional aspects.
Keywords: pandemic, learning, skills, society.

Para Elenita

Introducción

Hace aproximadamente un año y algunos meses comenzó el período de confinamiento estricto en México, y nuestras labores educativas y académicas cambiaron. El trayecto hacia la universidad, la gente que solíamos ver a nuestro paso, los holas, los buenos días, los desayunos en cafeterías, y las miradas de saludo que intercambiábamos en el transcurso de los pasillos de nuestra casa de estudios, desde hace tiempo ya no están. A más de un año de ese momento, ¿en dónde estamos como académicos, como estudiantes? ¿Qué hemos aprendido?

Figura 1. Ciudad Universitaria, UNAM (Ted’s photos-For Me & You, CC BY-NC-SA 2.0)

El período de contingencia por el virus sars-CoV-2 (covid-19) puede ser visto desde distintas perspectivas. En este breve artículo abordaré dos dimensiones, la dimensión educativa y la dimensión social.

Dimensión educativa

En el área de idiomas, en la que me desempeño, podemos decir que desde hace ya bastante tiempo hemos trabajado en plataformas educativas en línea, que han buscado desarrollar y fomentar el aprendizaje autónomo, donde el alumno se forme en estrategias que le permitan llevar a cabo un proceso de aprendizaje autorregulado, y que existan materiales y recursos educativos que ayuden al logro de las metas de aprendizaje en ambiente de autonomía. Prueba de ello son los portales English Media y Ambiente Virtual de Idiomas, proyectos de la unam en donde he tenido la oportunidad y honor de participar, y que durante la contingencia han sido ampliamente difundidos y utilizados por muchos estudiantes de la Universidad Nacional (ver figuras 2 y 3).

Figura 2. Portal de Proyectos English Media (CUAED, s.f.).

Figura 3. Portal de Ambiente Virtual de Idiomas (CUAIEED, s.f.).

Para distintos autores dentro del área del aprendizaje de idiomas, pero incluso en ámbitos como la filosofía o psicología, la autonomía no es un estado finito, sino un continuo en distintos niveles o estadios susceptibles a desarrollarse (Little, 2017, p. 25; Hiago y Sade, 2020, p. 29). Así, nuestros alumnos e incluso nosotros como académicos transitamos en alguna parte de este continuo. De ahí la importancia del desarrollo de materiales, recursos y actividades, que fomenten en los alumnos estrategias de autorregulación, que los ayuden a avanzar en el proceso de volverse más y mejores aprendientes autónomos.




Video. Plataforma Universitaria. Ambiente Virtual de Idiomas.


A lo anterior se le añade el incipiente conocimiento que muchos teníamos sobre plataformas de comunicación virtual —como Zoom, Meet, Webex—, o las de gestión de contenidos —como Google Classroom o Schoology—. Aprender a utilizar dichas herramientas y recursos añadidos fue algo que aprendimos prácticamente en la marcha, y también gracias a los innumerables cursos que se ofrecieron y se siguen ofertando en la Universidad. Aparentar que nuestros alumnos o nosotros mismos fuimos expertos desde el inicio y que no hubo equivocaciones —como abrir dos sesiones de Zoom y luego no saber a cuál debíamos ingresar U+2639 U+FE0F — sería tanto como pretender que la primera clase que dimos como docentes (en presencial) fue un éxito rotundo. Indudablemente, hubo mucho aprendizaje en cuanto a habilidades académicas que tanto docentes como discentes adquirimos a lo largo de este año de contingencia.

Lo anterior sólo significa que se ha avanzado un poco en este ámbito, definitivamente hay aspectos que deben abordarse, y siempre hay áreas de oportunidad. No obstante, reconocer aquello que hemos logrado nos permite observar también lo que aún falta por alcanzar.

Dimensión social

A lo largo de este último año hemos atravesado por distintas situaciones, algunas buenas y otras nada placenteras. En un inicio, algunos de nosotros llegamos a “disfrutar” del quedarnos en casa y no salir. De inmediato surgieron algunas ventajas mundanas como no gastar tanto combustible, la idea de pasar más tiempo con nuestras familias y mascotas, la posibilidad de comer más sano, actividades que, desde el privilegio de tener un trabajo que nos permite desempeñar nuestra labor académica desde casa, parecen positivas.

Sin embargo, no es la realidad de todos. Definitivamente no fue la realidad de muchos de nuestros estudiantes, compañeros, vecinos, o familiares. Algunos de los padres de nuestros alumnos o nuestros propios estudiantes sufrieron casi de inmediato un recorte en su sueldo y tuvieron que buscar otros medios para obtener recursos económicos a pesar de la contingencia. Algunos perdieron su trabajo.

Durante los primeros meses de la emergencia sanitaria, no sólo se hizo evidente la necesidad de mejorar la infraestructura de la red de internet en el país. De hecho, en términos más reales, muchos de nuestros alumnos y algunos profesores simplemente no tenían acceso a ella. Algunos tuvieron que ir a cafés-internet a tomar clase, compartir sus equipos de cómputo con otros miembros de su familia, o algunas otras opciones, las cuales probablemente no implicaban las mejores situaciones para atender una clase virtual.

Independientemente de los esfuerzos realizados por cada uno de los académicos, los llamados desde las instituciones educativas a la flexibilidad, a promover la empatía, a tratar de entender la realidad del otro, fueron muy necesarios y relevantes. Fue a través de la comprensión de la realidad de nuestros estudiantes, que adecuamos actividades, tiempos y formatos de entrega. En definitiva, no es igual una clase presencial a una clase virtual, y a todos nosotros la realidad de nuestros alumnos, sus necesidades, limitaciones, expectativas y la propia problemática social y personal se nos vino encima. Empatizar con nuestros semejantes y auxiliar cuando era posible fueron las constantes.

Figura 4. Salón vacío (Esparta PalmaCC BY 2.0).

Luego, vinieron cosas más complicadas. La pérdida de un ser querido puede trastornar la vida de cualquiera. Bajo una situación de pandemia, con restricciones para reunirse, se volvió complicado acompañar físicamente a nuestras propias familias. No obstante, la cercanía afectiva que se brindó mediante los distintos medios tecnológicos sirvió de apoyo para quienes estuvimos en esa situación. Entonces, el llamado a ser flexibles y a ser empáticos con nuestros estudiantes y con nuestra comunidad en general no sólo vino de la Universidad, sino de la propia vida, que nos empujó a intentar comprender la otredad, a apoyarnos, y a acompañarnos en una situación que, como hemos dicho, fue cambiando a lo largo de los meses.

Figura 5. “Vaciando el supermercado” (Eneas De Troya, CC BY 2.0).

En un ejercicio con 60 alumnos de la enes Unidad León, se les preguntó qué habían aprendido después de estar en confinamiento durante un año y en las condiciones actuales. Para muchos de ellos la experiencia ha tenido una suerte de sabor agridulce, por la fortuna de estar en casa, pero con el miedo e incertidumbre de no querer que su familia se contagie, esto aunado al estrés que significa trabajar y pasar mucho tiempo frente a la computadora. Para la gran mayoría, lo más importante fue valorar la salud y, por supuesto, la familia. Mediante una herramienta de nubes de palabras hemos incluido las ideas más frecuentes en las experiencias compartidas por los alumnos (ver figura 6).

Figura 6. Nube de palabras por alumnos de la ENES Unidad León.

Y, entonces, ¿qué hemos aprendido?

Hemos aprendido muchas y muy innovadoras estrategias docentes para apoyar y ayudar a construir el aprendizaje de nuestros alumnos a distancia. Aun cuando no era la formación de los docentes, nos hemos convertido en profesores en línea. Hemos aprendido a utilizar y a sacar el mayor provecho de las herramientas digitales y recursos electrónicos que nos ofrece nuestra casa de estudios, quizá con un poco de miedo e inseguridad en algunos casos, pero siempre con la convicción de promover el aprendizaje autónomo como parte de la esencia de la Universidad Nacional.

A pesar de que para muchos de nuestros alumnos el proceso de aprendizaje en este año ha sido sumamente complicado y confuso en muchas ocasiones, ellos, sin duda, han aprendido mucho acerca de autonomía y han aplicado (aún sin darse cuenta) estrategias que les permiten autorregular su aprendizaje y mantenerse motivados. Sí, aún queda mucho por aprender, pero una vez que regresemos a las aulas no seremos los mismos, volveremos con habilidades académicas que antes no teníamos y seremos capaces de aplicarlas en nuestra vida diaria.

Por otra parte, también hemos aprendido que reconocer, validar y empatizar con las situaciones que nuestra comunidad (alumnos, profesores, administrativos) ha vivido en este período nos permite conectar mejor y entender que más allá del ámbito educativo, existe una dimensión social y afectiva que forma parte integral de nosotros y que puede ayudar o inhibir que nuestros alumnos desarrollen sus habilidades y conocimientos. Ser flexible y empático con el otro será una habilidad que pondremos en práctica de ahora en adelante, tanto en la realidad a distancia como en la presencial. En palabras de Thedore Roosevelt: “A nadie le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto te importa”.

Referencias



Recepción: 22/04/2021. Aprobación: 07/09/2021.

Vol. 22, núm. 6 noviembre-diciembre 2021

Buscar el mejoramiento docente en la educación a distancia

Alexis Haro Piña Cita

Resumen

La educación siempre ha estado en el desarrollo del ser humano. Desde que los padres decidieron instruir a sus hijos en aspectos como la caza o el cuidado de sí mismos, ésta ha servido para mejorar la calidad de vida y, del mismo modo, ha evolucionado drásticamente con el paso del tiempo. En medio de la pandemia de la covid-19, los docentes nos hemos visto obligados a no tener sesiones educativas de forma presencial, a las cuales estábamos acostumbrados. Con ello, obtuvimos experiencias en las que se pone en evidencia que nos hace falta desarrollar habilidades para clases digitales. El objetivo principal de este artículo es mencionar las áreas de oportunidad que tenemos en la educación a distancia. Asimismo, se revisarán cuestiones como: ¿qué beneficios tiene la educación en línea?, ¿qué aspectos en contra tiene?, ¿qué problemáticas existen? y ¿qué áreas de oportunidad tenemos en este momento y cómo podemos implementarlas?
Palabras clave: apoyo, escuela secundaria, desempeño académico, participación de padres de familia, clases en línea.

Searching for teacher improvement in online education

Abstract

Education has always been key for the development of human beings. Since parents decided to instruct their children in aspects such as hunting or taking care of themselves, it has served to improve the quality of life and, in the same way, it has drastically evolved over time. During covid-19 pandemic, teachers have been forced not to have face-to-face educational sessions, to which we were accustomed. With this, we obtained experiences that evidence the need to develop skills in digital classes. The main objective of this article is to mention the areas of opportunity that we have in distance education. In the same way, we review questions such as: what benefits does online education have? What are its cons? What problems exist? What areas of opportunity do we have at this time and how can we implement them?
Keywords: support, online education, high school, academic performance, parent’s involvement.

Introducción

La finalidad de este artículo es discutir las áreas de oportunidad en la educación a distancia, así como las posibilidades de aprovechar este tipo de enseñanza al máximo. Lo anterior conllevará mejores resultados cuando tengamos la posibilidad de aplicar de nueva cuenta esta modalidad tanto a corto como a largo plazo. Los beneficiados en la lectura de este texto serán los docentes, instituciones, padres de familia y directivos. Con ello, se podrá generar una visión en las áreas de oportunidad que existen en la educación a distancia, para facilitar la mejora del nivel educativo en los nuevos ciclos.

Autores como Balarin, Tobon, Cabello y Borges nos hacen reflexionar que la educación a distancia tiene ya un tiempo con nosotros y que puede ser mejorada mediante el cambio en las áreas de oportunidad. Las ideas que estos autores nos otorgan hacen hincapié en acciones que aumentarán el nivel de efectividad en este tipo de enseñanza y, gracias a ello, podremos generar una educación que garantice eficiencia y no un estancamiento. Para concluir, tenemos la finalidad de determinar cómo mejorarla, así como poder sacarle provecho.

El contexto de la pandemia

Debido a la aparición del virus sars-CoV-2, la educación a nivel global tuvo que cambiar de forma radical durante 2020 y 2021. Aún con las vacunas disponibles al momento de escribir este artículo, esta pandemia estará con nosotros por más tiempo del que pensábamos y el volver a la normalidad es muy distante, por lo que se origina una problemática para el sistema educativo. Aunado a todo esto, los docentes hemos enfrentado dificultades en la modalidad de enseñanza a distancia, la cual no esperábamos y que nos tomó de sorpresa.

¿Qué problemáticas está enfrentando el sistema educativo? En el ámbito de las clases en línea, algunas de las principales dificultades son: el desconocimiento de las plataformas digitales, alumnos —junto a padres de familia— que no saben cómo se lleva a cabo la educación a distancia, docentes que palidecen ante la tecnología nueva, presión de organismos educativos que necesitan ofrecer el producto para poder existir e, incluso, abandono escolar. Estas son algunas de las problemáticas más notorias y que aún no hemos atendido a gran escala en México.

Si buscamos mejorar en este ámbito, debemos realizar cambios y modificaciones pertinentes entre los involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. No esperábamos que esta nueva modalidad de educación fuera tan determinante y el que estemos en medio de una pandemia nos ayuda a entender su importancia.

Padres de familia y estudiantes

Así como los docentes y las instituciones ofrecen educación, también la familia influye en lo que aprenden los estudiantes. La educación inició en casa y después se crearon las escuelas, por lo cual la responsabilidad no sólo recae en las instituciones y/o docentes.

Balarin (2008) menciona que los padres de familia y los alumnos no comprenden el logro educativo ni cómo poder mejorarlo, pues muy pocos padres fueron capaces de especificar su rol con relación al proceso de aprendizaje de sus hijos y cómo pueden brindar apoyo en casa. Del mismo modo, relata que las familias con altos recursos económicos y niveles educativos están en mejor posición de apoyar el aprendizaje de sus hijos, mientras que las de menos recursos se inclinan a retrasar dicho aprendizaje. Esto no significa que los hijos de familias de clase alta tengan capacidades de pensamiento superiores, sino que tienen la facilidad de poder monitorear la educación de sus hijos dada la falta de necesidades económicas.

Otro de los actores principales en el proceso de enseñanza-aprendizaje es el alumno y éste no sólo coexiste con personas en su aula, sino también en su casa. Ramírez y Andrade (2005) mencionan que los hábitos y conflictos que el joven percibe pueden contribuir al desarrollo de sus costumbres y prácticas sociales. Esto, en primera instancia, nos revela que una familia que dé seguimiento a su hijo podrá sacarle provecho a la educación a distancia, mientras que una que no lo haga afectará el desempeño académico del estudiante, lo que incluye la posibilidad de deserción.

Tobón (2006) aporta que las características del entorno socioeconómico y los nuevos cambios terminan afectando a las instituciones educativas. Los padres de familia ya no están tanto tiempo en casa como antes y, por ende, es difícil tener una supervisión en cada uno de los miembros de la familia. Encima de eso vivimos en una situación de pandemia, con la cual el contacto humano ha sido reducido para no crear más contagios.

Atria (2012), por su parte, exhibe las condiciones sociales de los países del continente americano y de cómo afectan a los estudiantes. Los valores y actitudes, así como el desempleo, violencia, problemas familiares y, en especial, la situación económica son problemas que los afectan y que se ven reflejados en su desempeño académico y en la motivación para aprender.

Tanto estudiantes como padres de familia tienen la responsabilidad de actuar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero esto no significa que dicha responsabilidad recaiga totalmente en ellos. Nosotros como docentes o instituciones educativas también participamos en dicho proceso y, por consiguiente, no podemos delegar la responsabilidad educativa únicamente a la familia.

Instituciones educativas

Las instituciones educativas son las encargadas de ofrecer un lugar donde se genera el proceso de enseñanza-aprendizaje y su tarea es brindar un espacio donde los estudiantes puedan recibir una educación de calidad, así como desarrollar un proceso de socialización sin impedimentos. Sin embargo, con la pandemia han surgido dificultades que no esperábamos en estos y otros aspectos.

La situación de las escuelas es muy interesante. Flores (2020) realizó una comparación entre dos institutos privados y pudo encontrar que una de esas dos escuelas se destacaba en conocimientos informáticos de una computadora, pero al mismo tiempo la otra institución se destacaba en aspectos como el uso de plataformas como Netflix. Esto no dista mucho de la realidad presente en todas las escuelas. Aunque tenemos problemáticas similares, cada escuela es distinta y si lo que buscamos es elevar el nivel académico, entonces, necesitamos atender las necesidades que afectan al proceso de enseñanza-aprendizaje de cada institución.

Las instituciones educativas siempre están en un proceso de transformación y, dado que debemos manejar la educación a distancia, éstas deben adaptarse a una nueva realidad, donde la meta principal es que la educación llegue a todos los estudiantes posibles. Con esto como punto de partida, podemos definir que el éxito en el rendimiento de los aprendices reside también en la escuela y no exclusivamente en el alumnado, por lo cual debemos de brindar un servicio que permita generar aprendizaje.

Domínguez Martínez (2010) expone que esta educación debe realizarse con una relación cordial entre docentes y padres de familia. Por ende, tanto los padres y profesores deben dar su apoyo continuo en el proceso educativo. En cuanto a este aspecto, Cabello (2016) relata que el marco de la participación de las familias parte de los mecanismos habilitados para ello, y es ahí donde podemos encontrar que se trata de un trabajo conjunto, que depende de todos y no de unos cuantos.

Para culminar, Pedro (2006) plantea que la participación de los padres de familia puede entorpecer la labor del maestro. Él menciona que existen padres sobreprotectores, que no dejan al docente trabajar o que quieren tener el control de la educación en sus manos. El docente es un agente que busca brindar educación y si algo lo detiene, entonces, no podrá proporcionarla. Con la tendencia al uso de nuevas tecnologías en esta realidad a distancia, los padres de familia deben también conocer cómo se usarán dichas herramientas, para que no surjan conflictos a futuro. Si los padres de familia le dan un uso incorrecto a la tecnología van a ocasionar más daño a los estudiantes.

Nuevas tecnologías

Un detalle que llama la atención es que desde hace años las nuevas tecnologías han transformado el comportamiento de la sociedad y ésta se ha adaptado al mismo ritmo. En el caso de la educación, la tecnología ha aportado muchísimas herramientas que facilitan la tarea del proceso de enseñanza-aprendizaje. Como los aparatos tecnológicos como televisores, tabletas, teléfonos inteligentes y computadoras salen al mercado constantemente, éstos tienden a bajar su precio, lo cual permite que puedan ser obtenidos por una mayor cantidad de la población.

Solano (2013) afirma que las nuevas tecnologías ya son parte de las familias y que han cambiado la forma de comunicarnos. Prácticamente cualquier persona puede tener acceso a estos dispositivos, ya que su costo puede llegar a ser bajo. Maria (2010) señala, por su parte, que la educación ya se ha unido a los nuevos medios digitales y comenta que internet puede usarse para obtener nuevos conocimientos, así como facilitar nuestra vida ante los problemas cotidianos. A pesar de que éste es el objetivo de toda tecnología, se debe de tener una supervisión continua, porque las personas pueden desvirtuar su uso de forma muy fácil y volverla un distractor.

La educación a distancia ha existido desde hace bastante tiempo y ha cambiado en consecuencia. Esta modalidad, que se utiliza fundamentalmente como auxiliar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ha tomado fuerza en los últimos años, especialmente en los sectores de educación superior. Sin embargo, en 2020 y 2021, todas las escuelas en México se vieron forzadas a utilizar la educación a distancia, dados los riesgos sanitarios que conlleva tener clases presenciales en medio de una pandemia.

En el dominio de la tecnología, autores como Cabero-Almenara et al. (2020) afirman que los estudiantes están inmersos en redes sociales y que esto puede causar adicción. En su estudio, encontró que la adicción a estas plataformas puede ser explicada por la satisfacción/tolerancia, problemas, obsesión por estar informado y la necesidad de estar conectado.

Otros como García y Fernández (2016) destacan una fuerte presencia de dispositivos móviles en jóvenes y adolescentes. Si bien, las redes sociales pueden ser empleadas como distractores, también pueden utilizarse para comunicar, interactuar, y localizar y demandar información, e incluso para crear convivencia, diversión y nuevos lenguajes de comunicación.

¿Cómo funciona la educación a distancia?

Ko y Rossen (2001) definen la educación a distancia como un proceso que incluye cursos dictados a través de correo electrónico, video, conexión vía teléfono o por televisión satelital. Esta es una forma de aprendizaje que no implica la clase tradicional, en la cual los estudiantes y el instructor deben estar en el mismo lugar al mismo tiempo.

Kearsley (2002), por su parte, menciona las características de la educación en línea: colaboración, conectividad, que está centrada en el estudiante, que no tiene límites de lugar y tiempo, que puede ser explorada, tener conocimiento compartido, experiencia multisensorial y autenticidad. Todas estas características son sumamente importantes para poder llevar de forma fructífera este tipo de aprendizaje y sin ellas nos estancaríamos.

¿Por qué avanzó tanto la educación a distancia?

Lorenzo (2007) habla que este tipo de educación comenzó a ganar mucha fuerza debido a su apertura, flexibilidad, eficacia, economía, privacidad, individualización, socialización, interacción, innovación y acceso a la calidad. Como podemos notar, son bastantes los beneficios que ofrece, y bien usada tiene la posibilidad de elevar el nivel académico de quienes la reciben.

Estos aspectos, como el poder acceder a los temas de forma instantánea (con el beneficio de que cada día internet crece de forma inconmensurable), así como que la interacción sea más directa y que el retorno de comentarios quede evidenciado, pueden ser aprovechados de forma idónea, con mejores resultados a futuro. Si nosotros disponemos y utilizamos esto a nuestro favor los resultados serán superiores.

Aun así, no todo es benéfico en la educación a distancia. Borges en su artículo “La frustración del estudiante en línea. Causas y acciones preventivas” (2005) hace notar las frustraciones que tienen cada participante del proceso de enseñanza-aprendizaje. Para los estudiantes, éstas incluyen el no disponer de suficiente tiempo, las expectativas irreales, el no tener estrategias y destrezas adecuadas para la formación en línea, no participar en actividades colaborativas, desconocer los canales de ayuda y no tener en cuenta el coste económico añadido. Algunos de los alumnos, incluso, tienen miedo por el desconocimiento de lo que se avecina.

Del lado del docente, tenemos factores como el no dar respuesta o darla tardíamente en la retroalimentación, tener presencia nula en el aula, no ser claro con las indicaciones, no mostrar cercanía con los estudiantes y contribuir a la sobrecarga del aprendiz. Kearsley (2002) hace notar que la educación en línea no es para todos los docentes, ya que exige más tiempo, conocimientos avanzados en programas de computadora y, sobre todo, el que el educador disfrute hacer este tipo de modalidad. Si el docente no encuentra el gusto por ella, entonces, la experiencia que tanto él como el estudiante vivirán no será grata.

Obviamente, también debemos mencionar las preocupaciones de las instituciones educativas y entre ellas resaltan el ofrecer una ayuda técnica deficiente, no ofrecer la adecuada capacitación en línea al docente, no dar una formación preliminar al estudiante, brindar expectativas irreales a los aprendices, pérdida de matrícula y no tener organizado el curso. Todas estas preocupaciones se suman al impacto económico que han recibido instituciones privadas, donde parte de sus estudiantes han emigrado a escuelas públicas. En el mismo sentido, las escuelas públicas han recibido un aumento de estudiantes que necesitan ser educados a distancia, lo cual conlleva a nuevas problemáticas. Es fácil solicitar que todos los alumnos tengan acceso a un dispositivo para clases en línea, pero la realidad apunta a que no todos pueden permitirse un gasto como ese, por más económico que pueda llegar a ser el dispositivo.

Para terminar, Vivanco (2020) describe el papel de los padres de familia y el acompañamiento que han hecho en medio de la pandemia. Algunos son analfabetos tecnológicos y por ello no cuentan con las habilidades para brindar un apoyo ni supervisión. Asimismo, el tiempo que los padres de familia pueden dedicar al apoyo educativo es variable. Algunos han conservado su empleo mientras que otros lo han perdido y necesitan salir a buscar los recursos necesarios, lo que causa un abandono en la supervisión. En familias con un poder adquisitivo alto, algunas de estas dificultades pueden ser inexistentes, pero para las de escasos recursos incluso son un impedimento para obtener la educación necesaria. Una familia de bajos ingresos difícilmente podrá tener una computadora, internet, teléfono inteligente o incluso una televisión, por lo cual no podrían llevar a cabo la educación a distancia.

Estas problemáticas no son nuevas, han existido desde hace más de 15 años. Siguen con nosotros y no sólo han aumentado gracias a la pandemia, sino que también su impacto en el aspecto académico ha sido mayor.

Áreas de oportunidad

Churchill (2004) sugiere la creación de un comité de aprendizaje en línea, la recolección de datos para propósitos educativos, el uso de una plataforma para la institución y seguir creando cursos de capacitación en línea. Todo esto con el objetivo de eliminar los problemas más comunes que se enfrentan en la educación a distancia.

Otra área de oportunidad es que debemos generar capacitación docente, estudiantil, de padres de familia y, por supuesto, de directivos en el área de este tipo de enseñanza, ya que no es un sistema que todos dominemos y, cuando se es necesario aplicar de forma inmediata, se denotan las fallas. No hacerlo causará complicaciones que pueden llevar meses en ser resueltas, y eso es algo que no podemos permitirnos en estos momentos.

Basándonos en lo analizado por Belén y Lázaro (2017), dentro de las áreas de oportunidad para estudiantes y padres de familia encontramos: el acordar la dedicación necesaria para la educación a distancia, ajustar lo necesario para aumentar la cantidad y calidad del tiempo disponible, revisar el volumen de los trabajos exigidos, saber cómo solicitar ayuda, participar activamente, y conocer la forma en la cual se entregarán las evidencias. Como podemos observar, no son situaciones complejas de realizar y el que los capacitemos beneficiará en gran manera el proceso educativo.

En el caso de los docentes, tenemos que fomentar la formación en línea, ayudar al estudiante en la adquisición de estrategias y destrezas, propiciar la colaboración entre alumnos, diseñar tareas/evaluaciones adecuadas, indicar qué esperamos de los aprendices, y hacer saber el margen de tiempo para la entrega de evidencia.

En el apartado de actividades durante las clases a distancia, podemos realizar la retroalimentación como comentarios escritos en las actividades que se nos envían, mostrar trabajos ya hechos para que sirvan de referencia, reflexionar sobre los temas en lugar de evidenciar calificaciones, proponer actividades que fomenten la estimulación del pensamiento, tomarnos tiempo en la clase para solucionar dudas emergentes, entre otras. Resulta necesario ser flexibles con los tiempos de entrega, sin embargo, eso no significa que los estudiantes los definan.

Para culminar, en el tema de áreas de oportunidad, encontramos que, para los directivos e instituciones educativas, se recomienda propiciar la colaboración entre docentes, ofrecer formación tanto para alumnos, padres de familia, docentes y directivos. Asimismo, el proporcionar ayuda técnica eficiente y asegurarse de que el material de aprendizaje sea adecuado servirá para poder tener éxito y, por ende, un servicio de calidad.

Conclusiones

Con la llegada del nuevo ciclo escolar 2021-2022, en México y muchos otros países, existe preocupación sobre la eficacia de la modalidad a distancia. Con plataformas como Google Classroom, Microsoft Teams, Webex, Zoom o los canales de televisión que brindaron su apoyo para impartir clases, el ofrecer un servicio de enseñanza a distancia no es complejo, lo difícil es asegurarse de poder dar una experiencia de calidad al educando, para que pueda desarrollar su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Si queremos elevar el nivel educativo y desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje, debemos llevar a cabo acciones como trabajar en conjunto. No obstante, dichas acciones deben ser constantes y no efímeras.

Nadie esperaba esta pandemia y todos hemos sido afectados de alguna forma u otra. Saldremos de esta situación, pero la clave reside en lo que estamos haciendo en este momento para superarla. Por ello, es vital que ofrezcamos lo mejor que podamos en la modalidad de educación a distancia.

Referencias

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Recepción: 17/08/2020. Aprobación: 19/01/2021.

Vol. 22, núm. 6 noviembre-diciembre 2021

De la Política Internacional al Proyecto Emergente de Enseñanza Remota de la Universidad Autónoma Metropolitana

Miguel Ángel Gallegos Cárdenas Cita

Resumen

A partir del contexto de aislamiento físico que implicó la pandemia ocasionada por el virus sars-CoV-2, el cual genera la enfermedad denominada covid-19, los sistemas educativos se vieron en la necesidad de hacer ajustes a sus procesos de enseñanza-aprendizaje. Bajo este escenario, este trabajo revisa la manera en la que el marco normativo internacional brindó las directrices y acciones a implementar a los gobiernos en todo el mundo, para que se tomarán decisiones que permitieran afrontar de la mejor manera posible los impactos socioeconómicos generados por la emergencia sanitaria. En particular, se describe cómo un discurso oficial de Organización de las Naciones Unidas (onu) dio pauta para hacer uso de diversos dispositivos, recursos y plataformas digitales que permitieran seguir brindando los servicios ofertados en los diferentes niveles y modalidades educativas, y cómo a partir de él se conformó el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (peer) de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam).
Palabras clave: onu, covid-19, Política Educativa Internacional, Tecnología educacional, uam.

From International Policy to the Emerging Remote Teaching Project of the Autonomous Metropolitan University

Abstract

From the context of physical isolation brought about by the global pandemic by the virus sars-CoV-2, which causes the disease covid-19, educational systems needed to adjust their teaching-learning process. Under this scenario, this paper reviews the international regulatory framework that provided the guidelines and actions to be implemented by governments around the world to make decisions to address socioeconomic impacts generated by the health emergency. Particularly, we describe how an official discourse by the United Nations (un) dictated the guidelines to make use of various devices, resources and digital platforms that would allow to continue providing the services offered at different levels and educational modalities, and how, from this official discourse, the Emerging Project for Remote Education (peer) at the Autonomous Metropolitan University (uam) was formed, what it consists on and how it is related to policies suggested by the un.
Keywords: un, covid-19, International Educational Policy, Educational Technology, uam.

Introducción

El fenómeno de cambio socioeconómico, en los diversos sectores de todo el mundo, tiene su origen a fines del año 2019, en la pandemia generada por el virus sars-CoV-2, el cual produce la enfermedad denominada covid-19. En ese sentido, el objetivo de este trabajo es el de describir cómo se conformó el discurso oficial que dictaría la guía para que los gobiernos y las instituciones educativas a nivel internacional, auxiliadas de las tecnologías digitales, contuvieran y afrontaran de la mejor manera la continuidad para brindar el servicio educativo. Para ello, se confronta el discurso oficial con la implementación de una estrategia en una universidad, explorando y analizando cómo se conformó, en qué consiste y cómo se relaciona el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (peer) de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam) con las políticas sugeridas por la Organización de las Naciones Unidas (onu).

El distanciamiento físico presencial obligó a los aparatos educativos a cambiar sus formas de operación y funcionamiento tradicional. A partir de ello, se generó una problemática a la que se enfrentaron las instituciones educativas en todos los niveles escolares. Ésta radica en que los recintos escolares fueron cerrados, lo que imposibilitó el trabajo presencial al que se estaba acostumbrado y, sobre todo, a las formas de trabajo de manera física y presencial, pues las mismas secuencias de actividades, relaciones interactivas, organización social, espacio y tiempo dedicados, contenidos, materiales utilizados, criterios y formas de evaluación, daban como resultado ciertas prácticas educativas tradicionales (Zabala, 2000). Pero el insólito escenario trajo la necesidad de considerar otras alternativas para llevar a cabo nuevas prácticas educativas, acordes al contexto de distanciamiento físico y presencial.

Ante esta situación, se considera conveniente hacer un recuento de cómo se fueron conformando los escenarios para que las universidades implementarán innovadoras estrategias tecnológicas de comunicación, educación, enseñanza y aprendizaje. Esto brindara elementos para comprender cómo se vienen configurando las nuevas formas de operar de las instituciones de educación superior. Por tanto, es necesario explorar y responder a la pregunta: ¿cómo se conformó e implementó la estrategia de enseñanza remota en una universidad, para dar respuesta a las políticas sugeridas por la onu?

Aunque es cierto que la era informacional venía gestándose desde los cincuenta (Castells, 2000), la emergencia sanitaria de inicios de 2020 incrementó exponencialmente el uso de recursos y tecnologías digitales. Por ello, para comprender la implementación de los programas emergentes de educación remota y a distancia, es conveniente hacer una revisión documental de los discursos oficiales, tanto de organismos internacionales como nacionales, para identificar cómo se construyó la llamada nueva normalidad, la cual implica un nuevo quehacer educativo en todos los niveles y modalidades.

Gestación de la nueva normalidad: normativa internacional y nacional

Ante el surgimiento del nuevo virus, la Organización de las Naciones Unidas (onu), al identificar las dimensiones e impactos de la creciente pandemia, generó y emitió el informe Responsabilidad compartida, solidaridad mundial: respondiendo a los impactos socioeconómicos de covid-19 (United Nations, 2020). En dicho documento, se señala que el Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible se reunió para crear una propuesta de acción internacional ante los estragos de la pandemia. Dicho manuscrito sirvió de base para que, en abril del mismo año, se conformará un nuevo documento oficial, denominado: Marco de la onu para la respuesta socioeconómica inmediata ante el covid-19 (onu, 2020). Estos dos documentos marcaron las medidas y directrices que los gobiernos del mundo habrían de implementar para contrarrestar el desequilibrio socioeconómico y al mismo tiempo cuidar la salud de la población internacional.

Al respecto, cabe mencionar que, en uno de sus discursos oficiales, el secretario general de la onu, António Guterres, señaló lo que muchos gobiernos y funcionarios públicos volverían su discurso oficial: “No podemos sencillamente volver al mismo punto en el que nos encontrábamos antes del impacto del covid-19, con sociedades innecesariamente vulnerables a las crisis. Tenemos que construir un mundo mejor” (onu, 2020, p. 44). Con el crecimiento de la pandemia, el discurso oficial empezaba a gestarse y difundirse cada vez con más fuerza, ya que el Marco de la onu señala que no se volverá a la “antigua normalidad” (onu, 2020, p. 46).

Ante esta directriz del máximo organismo y de sus diversas oficinas en todo el mundo, se comenzó a replicar dicho discurso, tal como también lo señaló el sitio electrónico de la onu México (2020). Coincidentemente, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud) publicó el comunicado: Una nueva normalidad (2020), con las directrices de establecer una ruta para rescatar las economías y salvaguardar los empleos. El término nueva normalidad tiene su origen en estos organismos internacionales.

Al mismo tiempo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunciaría la conformación del Plan de regreso a la Nueva Normalidad (Noticieros televisa, 2020). Lo mismo hacían diversas instituciones y dependencias nacionales como la Secretaría de Economía de México (cnn, 2020), y el gobierno de la capital, que presentaría el Plan Gradual hacia la Nueva Normalidad en la Ciudad de México (Gobierno cdmx, 2020). Desde lo internacional y lo nacional, se dictaban las directrices para construir la nueva normalidad social y educativa.

Directrices de la nueva normalidad en la educación oficial

Ante la pandemia y con las directrices de la nueva normalidad, el cierre de las escuelas fue inevitable. En todos los niveles y modalidades escolares se tuvieron que implementar medidas y acciones para, pese a todo, sacar adelante los calendarios educativos.

En el informe Responsabilidad compartida, solidaridad mundial, se proporcionan las directrices para utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (tic). En él se señala: “Las tecnologías digitales se han convertido en un elemento de apoyo positivo en esta crisis, facilitando la continuidad de las operaciones, conectando a las personas más que nunca y ayudándolas a mantener una buena salud mental” (onu, 2020, p.13). El acceso a la información, sobre todo a la digital, comenzaría a jugar un papel relevante en los procesos y ámbitos educativos.

Al mismo tiempo que se solicitaba apoyar a los docentes, progenitores y cuidadores para favorecer la adaptación a las modalidades de enseñanza en el hogar (onu, 2020, p. 23, 2020), se señalaba que, para preservar la calidad de la educación para los niños y los jóvenes, se deberían implementar diversas acciones como la educación a distancia, acceso a préstamos o a transferencias de equipo para los alumnos o los hogares, prestación de conexión a internet, alianzas público-privadas para que las plataformas y las herramientas para la educación a distancia estuvieran a disposición de manera gratuita, recursos digitales de aprendizaje para docentes y progenitores, así como aplicaciones educativas electrónicas multilingües gratuitas, para facilitar el aprendizaje durante los períodos de cierre de las escuelas (onu, 2020, p. 24).

Por otro lado, el Marco de la onu para la respuesta socioeconómica inmediata ante el brote de covid-19, en el apartado del Sistema de Naciones Unidas para el desarrollo en el área educativa, señalaba que se trabajaría con las autoridades educativas nacionales y con los proveedores de servicios educativos del sector privado para respaldar a las instituciones de educación preescolar y a las escuelas que puedan permanecer abiertas de forma segura. También establecía que asistiría a los gobiernos para extender el uso de herramientas digitales y otras formas de aprendizaje remoto (onu, 2020).

Un sector que se puede abordar para conocer cómo actuaron las instituciones educativas es el de la educación superior, dado que las universidades han tenido que reconvertirse en virtuales de la noche a la mañana (Orihuela, 2020). En este contexto, la Secretaría de Educación Pública (sep) instruyó a la Subsecretaría de Educación Superior (ses), y generó los Lineamientos de acción covid-19, para que se implementarán las acciones correspondientes acorde a cada modelo universitario.

Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER) de la UAM-X

El anunciado cierre de las instalaciones universitarias se daba cuando los organismos internacionales dictaban y promovían las directrices para implementar estrategias con el uso de tecnologías digitales, para poner en marcha proyectos emergentes de educación remota. Para contrastar cómo se implementaron las recomendaciones señaladas por la onu, se analiza la estrategia de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam), la cual puso en marcha el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (peer) de la uam, aprobado en su sesión urgente (474) de su colegio académico. Su objetivo fue dar continuidad a la actividad universitaria, brindando seguridad a toda la comunidad de esta casa de estudios.

Para poner en marcha dicha estrategia, se planteó apegarse a cuatro ejes rectores:

  1. Ser contingente. Dar coontinuidad de las funciones sustantivas de la universidad para hacer frente a un hecho y momento únicos. Se cierran las instalaciones, pero se abre la universidad a la virtualidad.
  2. Multitecnología. Integrar una diversidad de herramientas tecnológicas para que los agentes educativos puedan comunicarse e interactuar, considerando varias opciones, en el entendido de los diferentes perfiles de docentes y estudiantes. Se brinda cierta facultad de libertad de elegir, de acuerdo a cada actor educativo y particularmente de los docentes, que son quienes guían el proceso educativo. Asesorar, acompañar y asistir tanto a estudiantes como a docentes, habilitar el micrositio uam virtu@l en que se ofrecen plataformas, recursos y alternativas de apoyo durante la emergencia.
  3. Flexible. Comprensible y accesible para poder llevar a cabo la actividad docente, utilizando las tecnologías para la enseñanza, evaluación y presentación de informes de investigación. Es fraterno para fortalecer el diálogo y la intercomunicación para atender problemáticas que se presenten. Dar libertad para la construcción de espacios para enseñanza, evaluación y seguimiento en la enseñanza remota. Se brinda la confianza a los actores educativos.
  4. Incluyente. Se da apoyo para la conectividad y acceso a la enseñanza remota. Es decir, se acepta que no hay igualdad de circunstancias en la accesibilidad a las diversas tecnologías y recursos digitales. Para equilibrar los diferentes escenarios que algunos agentes requieren, la uam brinda apoyo de beca en especie, tanto en dispositivos tecnológicos como en conectividad, reduciendo con ello la brecha digital entre la comunidad universitaria.

Con las directrices generales señaladas en el proyecto peer, los más de 45,000 alumnos y los cerca de 3,000 académicos, distribuidos en las cinco unidades académicas —Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, Lerma y Xochimilco—, dieron continuidad a las actividades y recomendaciones de los organismos internacionales, para poner en marcha el trimestre lectivo 20/i (que abarcó del 11 de mayo al 17 de julio 2020, con una duración, por única ocasión, de nueve semanas). Se trató de un trimestre atípico en esta universidad, pues fue el primero en implementar la estrategia remota.

Es así como este proyecto se puso en marcha, apegándose a las recomendaciones de los organismos internacionales. Incluso el título que se le otorgó a la estrategia fue el de enseñanza remota, término sugerido en los documentos rectores de la onu, pero que, al mismo tiempo, es un concepto surgido durante la crisis pandémica. De este modo, en términos prácticos, la emergencia remota se refiere a trasladar hacia un medio virtual el proceso de enseñanza-aprendizaje, originalmente pensado para una modalidad presencial (Cabrales, 2020).

Con esta referencia, se comprende que la estrategia implementada por la uam fue la más acertada, dado que en su modelo educativo ha prevalecido la modalidad presencial, por lo que no se contaba del todo con la infraestructura, recursos y experiencia para el trabajo a la distancia. Es por ello que en otro momento se reflexionará sobre las prácticas educativas, los dispositivos, recursos y plataformas digitales utilizadas por los académicos y estudiantes durante el peer de la uam.

Conclusiones

Este trabajo resulta relevante, ya que permite identificar que los proyectos educativos puestos en marcha por las instituciones universitarias durante la pandemia tienen su origen, sustento y directriz en las políticas internacionales. En virtud de ello, este trabajo ahondó en la estrategia oficial que puso en marcha la uam a fin de dar continuidad a la actividad universitaria, en cada una de las cinco unidades que conforman su sistema.

Esta conversión emergente e inesperada colocó a los actores ante el reto de generar nuevas prácticas, trasladando los procesos de enseñanza-aprendizaje, programados para llevarse a cabo de manera presencial a la modalidad virtualidad, mediante el uso de diversas tecnologías, tal como señala el modelo de enseñanza remota.

Sin duda, el proyecto peer se apegó a las directrices señaladas por la onu, dado que sus cuatro ejes rectores respondieron a la modalidad de educación a distancia, al préstamo de equipos y dispositivos de cómputo, a la accesibilidad para conectarse a internet, al uso de plataformas y recursos digitales —tanto para académicos como para estudiantes—, a la generación de herramientas, aplicaciones y plataformas, así como a realizar alianzas y convenios con el sector público y privado, entre muchas otras acciones.

Al mismo tiempo, desde la rectoría general de la uam, se recomendó a cada unidad universitaria desarrollar mecanismos de evaluación al finalizar el trimestre 20/i. Por ello, se aplicaron dos consultas: una a alumnos y otra a docentes, con el fin de conocer las perspectivas vivenciales —en términos cualitativos y cuantitativos— de los agentes educativos.

Al parecer, la estrategia implementada por la uam fue la más indicada, dado que, a 45 años de vida, esta universidad nunca se había visto en la necesidad de trabajar con un modelo no presencial. Por tanto, es la primer ocasión en que se vio en la necesidad de trabajar a la distancia.

A la fecha, el peer se ha implementado en otros trimestres durante la pandemia, lo que traerá áreas de oportunidad para la uam, a fin de considerar el transitar del peer a otra modalidad a la distancia, aprovechando la existencia de los modernos dispositivos, recursos y plataformas digitales, que cada vez son más dominadas y utilizadas por académicos y estudiantes de la uam.

Para finalizar, cabe formular las preguntas: ¿qué sucedió en los diferentes niveles y modalidades educativas? y ¿cuáles fueron las estrategias, acciones y medidas implementadas, en el entendido que cada aparato universitario tiene sus propias características y particularidades? Será conveniente investigar qué sucedió en otros proyectos de educación superior en México.

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  • Zabala, A. (2000). La práctica educativa. Cómo enseñar. Editorial Graó.


Recepción: 12/10/2020. Aprobación: 17/02/2021.

Vol. 22, núm. 6 noviembre-diciembre 2021

Afrontamiento durante la pandemia: experiencias psicosociales de los amuzgos de Xochistlahuaca

Guadalupe Antúnez Nájera y Timoteo Antúnez Salgado† Cita

Resumen

El objetivo de nuestra investigación fue la de conocer las problemáticas, desafíos y estrategias de afrontamiento en familias amuzgas de Xochistlahuaca durante la pandemia de covid-19, centrándonos en las afectaciones emocionales y físicas. El estudio que realizamos es de corte cualitativo y presenta los resultados de un taller con familias amuzgas aplicado en noviembre de 2020, en la comunidad de Xochistlahuaca, Guerrero. El método fue pequeños grupos de discusión, y se concretó con preguntas estratégicas y lluvias de ideas.

En los discursos y descripciones se observaron algunas contradicciones. Asimismo, encontramos que: 1) algunas familias y líderes continuaron rigiéndose por sus usos y costumbres durante la pandemia; 2) la falta de información sobre la covid-19 por autoridades municipales y de salud propició enojo y una interpretación endógena entre las familias; 3) el contagio de pobladores produjo miedo, estrés y angustia; 4) hay una resignificación de la cultura mediante la medicina tradicional y curanderismo, y 5) se dio un fomento del autoconsumo y el aprovechamiento de la diversidad de la flora y fauna.
Palabras clave: covid-19, desafíos, estrategias de afrontamiento, emociones, familia amuzga, Xochistlahuaca.

Coping with the pandemic: psychosocial experiences of the Amuzgos of Xochistlahuaca

Abstract

The objective of our research was to get to know the problems, challenges and coping strategies in Amuzga families of Xochistlahuaca during the covid-19 pandemic, focusing on the emotional and physical effects. The study is qualitative and presents the results of a workshop with Amuzga families in November 2020, in the community of Xochistlahuaca, Guerrero. The methodology was based in small discussion groups, by strategic questions and brainstorming.

Some contradictions were observed in the speeches and descriptions. We also found that: 1) some families and leaders continued to be governed by their uses and customs during the pandemic; 2) the lack of information on covid-19 by municipal and health authorities led to anger and an endogenous interpretation among families; 3) contagion of residents produced fear, stress and anguish; 4) there is a resignification of culture through traditional medicine and healer, and 5) self-consumption and use of flora and fauna diversity was promoted.
Keywords: covid-19, challenges, coping strategies, emotions, Amuzga family, Xochistlahuaca.

Introducción

Los pueblos indígenas en México se ubican mayormente en Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Guerrero, Hidalgo, Quintana Roo y Campeche. Poseen formas peculiares de comprender el mundo y de interactuar con él. Para Ramírez Vázquez (2013) “La comunidad indígena es aquella que concentra un legado cultural y que ocupa un lugar en todo país; se diferencia del resto de la población porque habla un idioma distinto al nacional; tiene usos y costumbres distintas y su organización política, social, cultural y económica es diferente de los otros sectores sociales” (p. xxv).

La forma de organización de estos pueblos en todos los ámbitos de la vida social se sustenta en el sistema de usos y costumbres. De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 2, “La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas” (p. 2). Asimismo, en el párrafo tercero de este mismo artículo, se destaca: “Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres (p. 2).

En la actualidad, hablar de los pueblos indígenas es hablar también de un conjunto de prerrogativas establecidas en pactos y convenciones internacionales, leyes y reglamentos nacionales que protegen los derechos humanos de estos pueblos. Asimismo, es un tema de interés continuo en varios campos de investigación, mesas de discusión y análisis sobre diversos problemas que les atañen, entre ellos, la agresión a los derechos humanos, la falta de igualdad entre hombres y mujeres, y de respeto a sus recursos naturales, la paridad de género, y más recientemente la covid-19. Esta última ha visibilizado las condiciones básicas históricas poco saludables en la que se han desarrollado las familias y comunidades indígenas, y ha contribuido a expandir la brecha de la pobreza, marginación, abandono y daño a la salud.

Guerrero es uno de los estados de la República mexicana más privilegiado con una marcada diversidad cultural, reconocido por su numerosa población indígena, y múltiples culturas locales y regionales. Entre la población indígena guerrerense se encuentran los amuzgos, amochcos de la Costa Chica (inpi, 2017), reconocidos por rasgos culturales específicos en relación con otros grupos étnicos aun del mismo estado, como son: las danzas, la lengua, gastronomía, música, mito, la forma de organización familiar y política, y el trabajo textil exclusivo del sector amuzgo femenino (ver imagen 1).

Imagen 1. Pueblos amuzgo (Santiago Sandoval, 2017).

Entre esta población amuzga se encuentra Xochistlahuaca1 (ver imagen 2), en amuzgo Suljaa’ (Valtierra, 2010a), lugar de mujeres tejedoras, sabios curanderos, danzas, mojigangas, la medicina tradicional, la tierra del huipil, el cultivo del maíz y jamaica, donde el idioma originario es el amuzgo Ñomndaa (Valtierra, 2010b). También tierra escondida, alejada de la civilización, donde los gobiernos poco miran, de históricas demandas ciudadanas no atendidas por los órganos correspondientes. Lugar donde llegó la covid-19 para quedarse, para visibilizar las condiciones de retraso social, económico, educativo, político, de salud y cultural, acentuadas por las afectaciones generales de esta pandemia. Las familias amuzgas de este lugar son extensas, su estructura se integra por subgrupos de familias que son lideradas por padres y/o abuelos a quienes consideran sabios y fuertes. Cabe destacar que en esta comunidad amuzga la brecha de género es un factor de desigualdad al interior de la comunidad.



Video . El Huipil de Xochistlahuaca Huipil (guerrero travel, 2019).


Método

Descripción del contexto y de los participantes

La muestra se conformó por 9 representantes de familias amuzgas bilingües; 6 mujeres y 3 hombres hablantes de amuzgo y español de la comunidad de Xochistlahuaca, Guerrero (México), que aceptaron participar de forma voluntaria para discutir sobre los problemas, desafíos y experiencias de afrontamiento durante la pandemia. Para llevar a cabo el trabajo de campo se aplicaron las medidas de protección de acuerdo con el Programa de Sana Distancia publicado por el gobierno federal. Cada participante tuvo la oportunidad de expresar libremente sus experiencias, opiniones y propuestas cara a cara, sin censura ni límite de tiempo.

Instrumentos

Se estructuró una guía de preguntas abiertas que fueron abordadas en tres momentos claves durante el desarrollo del trabajo cualitativo. El propósito de las preguntas consistió en explorar las problemáticas, desafíos y experiencias de afrontamiento durante la pandemia, a través de los discursos, discusiones y acuerdos de los representantes de familias amuzgas. La guía estuvo constituida por tres preguntas estratégicas, de las cuales se hablará más adelante.

Procedimiento

En un primer momento, se les explicó a los participantes el objetivo del trabajo, y se les pidió el consentimiento para llevar a cabo la actividad. Enseguida, se les pidió que formaran dos grupos, y que cada uno nombrará al moderador. Después se nombró al relator, quien presentó las aportaciones colectivas. A los asistentes se dio la orientación de sentirse tranquilos, serenos, en confianza y que tuvieran voluntad para dar las respuestas de manera libre y sin censura. Se les proporcionaron hojas blancas y lapiceros para que escribieran sus respuestas. Las preguntas estabas escritas en un cartel colocado estratégicamente, con el objetivo de que estuviera visible para todos los asistentes. Después de dos horas se les solicitó a los moderadores hacer entrega de las descripciones al relator, con el objetivo de que conjuntara las informaciones y procediera a dar lectura a todo el reporte.

Resultados cualitativos

Se visibilizan algunas problemáticas presentadas durante la pandemia y, de acuerdo con los discursos y prescripciones de los asistentes amuzgos, éstas abonaron a que la enfermedad se propagara en la comunidad.

  1. Aun después de establecidas las políticas de confinamiento con la Jornada Nacional de Sana Distancia por el gobierno mexicano, como respuesta a la propagación de la pandemia de coronavirus, en la comunidad de Xochistlahuaca, Guerrero, algunas personas continuaron realizando las actividades de su vida diaria de acuerdo con los usos y costumbres, tales como asistir a misas y fiestas, e incluso se encontraban algunas cantinas abiertas.
  2. Falta de información de fácil acceso en el idioma de las autoridades del pueblo y/o personal de salud, así como del Estado y gobierno federal respecto a lo que era la covid-19, los daños que podía ocasionar a la salud, y cómo podían atenderse en el caso de que les llegara la enfermedad.
  3. Algunas familias reforzaron informaciones erróneas acerca de la covid-19 al interior de la comunidad, promoviendo miedo y pánico. La falsa información fue trasmitida por personas externas vía teléfono celular y consistía en la creencia de que los médicos les ponían una inyección a los pacientes para matarlos, que la enfermedad no era la que mataba, sino los médicos y los gobiernos que querían acabar con las poblaciones. Apropiarse de esta creencia permitió a los amuzgos de Xochistlahuaca resistirse a acudir a los hospitales por alguna enfermedad y/o coronavirus.
  4. La atención deficiente del personal del centro de salud de la comunidad, que consistía en no atenderlos rápidamente, no informales con claridad de que estaban enfermos, así como la carencia de medicamento. De acuerdo con las familias, se destaca que para el personal de salud toda enfermedad era coronavirus.
  5. No hubo apoyo oportuno para afrontar los efectos de la pandemia por parte de los gobiernos locales, estatales y federales.
  6. No hubo visitas de organizaciones sociales o ongs para atender necesidades básicas ni para afrontar la pandemia: no hubo asistencia económica, psicoemocional ni en especie, ni becas a los hijos o los adultos mayores.

El abordaje se trató durante el taller con base a cuatro preguntas, las cuales se detallarán en las siguientes secciones.



Imagen 2. Información general sobre la covid-19, en amuzgo (Instituto Nacional de Lenguas Indígenas [INALI], s.f.).

¿Cómo afectó la COVID-19 la salud física y emocional de las familias amuzgos?

Se destaca que las familias no acataron de manera pronta las políticas de confinamiento con la Jornada Nacional de Sana Distancia, pronunciada por el gobierno federal, y continuaron llevando a cabo actividades socioculturales como parte de su vida cotidiana; asimismo, se dio la llegada de familiares a la comunidad por el confinamiento. Debido a lo anterior, algunos miembros en las familias se enfermaron y otros murieron. Para curarse del coronavirus, los habitantes de la población no recurrieron a los hospitales, sino a los curanderos2 del pueblo, quienes les prescribieron la medicina tradicional,3 que consiste en la preparación y uso de plantas, yerbas y raíces, por medio de infusiones, vaporizaciones y té. En lo emocional, se destaca que el confinamiento en algunas familias les produjo desesperación, angustia y depresión: dejaron de visitarse entre familias, vecinos y amigos, y de acudir a los mercados a vender sus mercancías. Además, experimentaron miedo y pánico debido a las falsas informaciones provenientes de fuentes externas a la comunidad, respecto a que los gobiernos querían acabar con las poblaciones, poniéndoles una inyección para matarlos.

Imagen 3. Información sobre la transmisión de la COVID-19, en amuzgo (INALI, s.f.).

¿Cómo se organizaron en la familia y que recursos utilizaron para afrontar en la vida cotidiana las consecuencias de la pandemia?

En esta pregunta se destaca la organización de las familias en la continuidad de actividades, así como en la implementación de variaciones. Las mujeres generalmente eran las que las organizaban y realizaban al interior y fuera de casa, y, al respecto, se visibiliza la creatividad y motivación en nuevas actividades económicas por parte de este sector social.

Ellas continuaron con el trabajo ancestral, que consistía en la elaboración de prendas tejidas en telar de cintura como el huipil4 y blusas tradicionales (ver imagen 4), y también al cultivo de la tierra al igual que los hombres. Asimismo, un miembro de la familia se disponía a la compra de los alimentos. Las actividades escolares de los niños significaron preocupación y tensión para algunas familias debido a que la mayoría es monolingüe y las actividades exigían el conocimiento del idioma español, por lo que se dedicaba mucho tiempo tratando de entender y apoyar a los hijos o nietos. La preparación y venta de alimentos como tamales, desayunos, cenas, la crianza de animales de corral para el autoconsumo y la venta de leña, por citar solo algunas de las nuevas actividades, les permitió a las familias de Xochistlahuaca afrontar la pandemia.

Imagen 4. Actividades de las mujeres amuzgas (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). (2017

¿Qué alternativas proponen las familias amuzgas para mejorar las condiciones de vida cotidiana en este tiempo de pandemia?

Dentro de las familias, se destaca el cambio de roles al interior de ella; mayor dedicación al cultivo de productos y crianza de animales para el autoconsumo; cambio de alimentación con productos saludables: menos ingesta de alimentos chatarra, enlatados y refrescos de cola; atención de la salud, en especial de algunas enfermedades como diabetes y obesidad. En cuanto a las instituciones, capacitación por dependencias de gobierno a los campesinos en la preparación de fertilizantes orgánicos y/o ecológicos; capacitación al personal de salud para la mejora de la atención médica; programas gubernamentales de apoyos económicos para el campo, otorgamiento de becas para hijos que estudian, talleres y/o pláticas de atención y contención psicoemocional, y respeto a los derechos humanos por las autoridades locales y no locales.

Discusión

De acuerdo con los resultados del taller, las problemáticas presentadas en los primeros meses de la pandemia al interior de la comunidad de Xochistlahuaca tuvieron relación con el difícil desapego de costumbres y tradiciones ancestrales y con la resistencia a incorporarse a una dinámica social diferente, que exigía la paralización de relaciones laborales, educativas, culturales, políticas, religiosas y e interfamiliares, y, con ello, experimentar un escenario de asombro y desconcierto que reclamaba acatar las medidas de protección impuestas, y de forma abrupta mirarse entre un vacío, donde su magia, pensamiento y proceder sociocultural se discurría poco a poco.


Imagen 5. “Quédate en casa” en amuzgo (INALI, s.f.).

Algunos desafíos y estrategias de afrontamiento de las familias amuzgas fueron, primero, el confinamiento y, con ello, la puesta en marcha de habilidades de una reorganización familiar y comunitaria para afrontar la “nueva normalidad”, la integración de medidas sanitarias y priorizar la atención a la salud en general. Cabe destacar que en esta comunidad prevalece un alto índice de diabetes, hipertensión arterial y obesidad, con lo que, comprometidos a mejorar la alimentación integrando el concepto de saludable, las familias se dan cuenta de que son consumidoras frecuentes de alimentos no saludables, y se inicia una concientización sobre el platillo del buen comer.

Asimismo, se innova en las actividades de mercado, crianza de animales y cultivo, y cobra relevancia la reorganización familiar, lo que significa el establecimiento de otras reglas, acuerdos y roles. También se hace necesaria la incorporación de nuevos aprendizajes, como el dominio del idioma español en los adultos mayores debido a las circunstancias escolares de los menores, pues los nietos o nietas generalmente están bajo su tutela.

Otra necesidad fue la creación de nuevos ambientes comunitarios para atender las necesidades emergentes de la comunidad. Este escenario origina una brecha de género: los hombres son los que mayormente se involucran en las nuevas dinámicas de la comunidad, con lo que se margina a las mujeres.

Por último, hay una incorporación de pautas de resiliencia frente a la tempestiva situación por la covid-19. Entre ellas está la aceptación del confinamiento, la búsqueda de solución a las necesidades económicas y de salud, el acudir a las fortalezas de la comunidad, la reconexión del mundo natural con sus subjetividades, el reencuentro con los miembros familiares, la liberación personal, el mostrar aptitudes positivas de solidaridad y altruistas, y el establecimiento del autocuidado familiar.

Conclusiones

Este trabajo de campo permitió conocer algunas necesidades y condiciones de las familias amuzgas. Con él, se visibiliza un sentimiento de abandono por los gobiernos, la falta de interés por las ongs y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (cndh). Esta realidad coincide con los trabajos de Valtierra (2010), oriundo amuzgo, quien menciona que se ha observado desde años atrás una clara postura de falta de voluntad, por parte de los gobiernos, para aplicar políticas públicas que promuevan el respeto a la diversidad cultura en todos los ámbitos de la vida social y familiar en estos pueblos amuzgos.

Se destaca el gran impacto de la covid-19 que ha provocado en las familias de Xochistlahuaca abrir aún más las brechas de rezago social, y las del área de la salud psicoemocional. Con ello, se sustenta la demanda de una atención urgente e inmediata por la cndh y de más órganos gubernamentales, tanto a nivel estatal como federal.

Referencias



Recepción: 17/02/2021. Aprobación: 13/04/2021.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079