Author Archive

Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

Estigma hacia el aborto y sus consecuencias: acciones para reducirlo

Fabiola Orihuela-Cortés y Ma. Luisa Marván Cita

Resumen

El estigma es la devaluación social que vive una persona por poseer características que van en contra de las normas culturales establecidas. El aborto, a pesar de ser un procedimiento muy común, está sumamente estigmatizado debido a que, en el entendimiento colectivo, se tiene como una práctica moralmente equivocada y socialmente inaceptable. En el presente artículo, se abordarán los diferentes niveles de la sociedad en los que se manifiesta este estigma, como lo son: el nivel de los medios de comunicación y opinión pública, el nivel estructural o legal, el nivel institucional, el nivel comunitario, y el nivel individual. De igual manera, es importante conocer las diversas acciones que realiza la sociedad civil para reducir el estigma hacia el aborto, por lo que se enlistan distintas asociaciones que tienen como propósito la reivindicación del aborto mediante grupos de reflexión, cursos, campañas, videos, talleres, entre otras acciones. Por último, se proponen algunas acciones individuales que se pueden realizar con el fin de reducir el estigma entorno al aborto.
Palabras clave: estigma, aborto inducido, consecuencias del estigma, reducción del estigma.

Stigma towards abortion and its consequences: actions to reduce it

Abstract

Stigma is the social devaluation that a person experiences by possessing characteristics contrary to those culturally established. Despite abortion being a common procedure, it is extremely stigmatized. The stigma towards abortion is based on the collective understanding that termination of pregnancy is a morally wrong and socially unacceptable practice. In this article will be addressed the different facets of society in which this stigma manifests itself such as: in media and public opinion, at structural or legal level, at institutional level, at community level, and at individual level. It is important to know the actions that civil society is taking to reduce the stigma towards abortion, for this reason, various associations that have as purpose the demand of abortion through reflection groups, courses, campaigns, videos, workshops, among other actions are listed. Finally, some individual actions are proposed that can be carried out to reduce the stigma towards abortion.
Keywords: stigma, induced abortion, consequences of stigma, reduction of stigma.

Introducción

El aborto voluntario o inducido es la interrupción del embarazo antes de que el embrión o feto sea viable fuera del útero. A nivel mundial, se estima que el 61% de las mujeres que han tenido un embarazo no planeado deciden realizarse un aborto (Bearak et al., 2020). Se trata de un procedimiento tan frecuente que es probable que conozcas a una mujer que haya abortado, e incluso, si eres mujer, seas una de ellas.

Sin embargo, es poco frecuente que las personas hablen libremente sobre experiencias relacionadas con el aborto. Esto se debe, en gran medida, a que las mujeres que han decidido interrumpir su embarazo suelen ser estigmatizadas. El estigma es una construcción social que se basa en los estereotipos culturales que existen en la sociedad, y que recae sobre las personas con características que van en contra de las normas establecidas en una cultura. Estas características no son ni buenas ni malas, solamente son diferentes a lo establecido (Zamberlin, 2015). El estigma hacia la mujer que se ha realizado un aborto está basado en el entendimiento colectivo de que el aborto es una práctica moralmente equivocada e inaceptable (Cockrill y Herold, 2013). Esto se manifiesta desde comentarios y comportamientos de rechazo hacia las mujeres que han interrumpido voluntariamente su embarazo, hasta regulaciones restrictivas en torno al aborto (Zamberlin, 2015).

¿Cómo puedo identificar el estigma hacia el aborto?

El estigma hacia el aborto se manifiesta en diversas esferas de la sociedad, y de acuerdo con Kumar et al., (2009) se presenta en los siguientes niveles (imagen 1):



Imagen 1. Esferas donde se manifiesta el estigma hacia el aborto. Adaptación del modelo de Kumar et al., (2009).
Elaboración propia.

Medios de comunicación y opinión pública

En nuestro país, encontramos discursos negativos hacia el aborto que suelen señalar a las mujeres que han interrumpido voluntariamente su embarazo como personas promiscuas, irresponsables, indeseables, poco confiables y pecadoras (Sorhaindo et al., 2014; Sorhaindo et al., 2016). Hasta, en ocasiones, también son tachadas de criminales (Lamas, 2014). Además, existe un discurso que le adjudica vida al embrión para señalar y culpar a las mujeres que deciden abortar (Bosio, 2018). Inclusive, se creó el término síndrome post aborto, para nombrar a los problemas psicológicos severos que presentaban las mujeres ha causa de la interrupción voluntaria de su embarazo. Sin embargo, este síndrome ha sido desmentido por la Asociación Americana de Psicología (apa) en dos ocasiones (Maroto, 2009).

Asimismo, es frecuente encontrar personas afuera de las clínicas en donde se realizan abortos en la Ciudad de México para amedrentar a las mujeres por su decisión de interrumpir voluntariamente su embarazo (Lamas, 2014). Además, se han creado centros de asesoría en diferentes ciudades del país con el fin de persuadir a las mujeres que desean abortar (Morán-Faundes, 2015). También, en el 2020 se realizaron eventos masivos a favor de la “protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural” como el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia en el que participaron grupos representantes de México; la ix Marcha por la Vida en México celebrada a través de redes sociales; y las Caravanas por la Vida convocadas en Quintana Roo y en Puebla.

Nivel estructural o legal

A pesar de que el aborto está muy restringido legalmente en México, existen diferentes condiciones en cada estado, llamadas causales, por las que se permite abortar de manera legal. Sólo hay una causal por la que el aborto es legal en todo el país, cuando el embarazo es producto de una violación. Además, únicamente en dos estados se permite libremente el aborto, siempre y cuando se lleve a cabo en las primeras 12 semanas de gestación: en la Ciudad de México se despenalizó en abril de 2007 y en Oaxaca en septiembre de 2019. Estos hechos evidencian la criminalización social del aborto inducido en nuestro país. De igual manera, representa un acto de discriminación jurídica, y un obstáculo para que las mujeres puedan acceder a una atención médica adecuada que les permita abortar de manera legal y segura (Grupo de Información en Reproducción Elegida [gire], 2018; Ipas, 2017).

Además, en este nivel, existen varios casos en los que las autoridades criminalizan y perseguen de manera ilegal a mujeres que han tenido abortos espontáneos, es decir, involuntarios. Inclusive, a algunas de estas mujeres se les ha condenado a varios años de prisión. También, se ha negado el aborto legal en casos en los que el embarazo es producto de una violación. Esto es alarmante porque, como ya se mencionó, el aborto es legal en todo el país por esta causal (gire, 2018). En otra vertiente, a pesar de que el aborto es un tema de salud pública, llama la atención que hay pocas campañas publicitarias oficiales para informar en qué consiste el aborto legal y seguro, así como de las opciones para acceder a éste (Ipas, 2017).

Nivel institucional

A pesar de la legalidad del aborto por la causal de violación en todo el país, y de su despenalización en dos estados, en los seguros médicos no está incluido el pago de la interrupción del embarazo cuando se lleva a cabo en hospitales privados (Lamas, 2014). Por otro lado, en el currículum de carreras como medicina y enfermería existe poco entrenamiento sobre el procedimiento para llevar a cabo un aborto inducido de forma segura (Zamberlin, 2015).

Otro aspecto importante es que, en ocasiones, el personal de salud muestra actitudes discriminatorias hacia las mujeres que acuden a los hospitales en búsqueda de una interrupción legal de su embarazo (Ipas, 2017). Más aún, es frecuente que el personal de salud apele a la objeción de conciencia, el derecho que tienen para no realizar un aborto si éste va en contra de sus creencias y valores personales (Rincón y Mazo, 2014). En este sentido, algunos autores han concluido que hay profesionales de la salud que apelan a la objeción de conciencia, no porque el aborto vaya en contra de sus creencias, sino para evitar ser estigmatizados (Lamas 2014; Rincón y Mazo, 2014).

Nivel comunitario

Las mujeres que han abortado son criticadas debido a las normas sociales que consideran a la maternidad como un aspecto sumamente importante en la vida de las mujeres. Debido a estas normas, se observa al aborto como algo negativo. Estas creencias suelen ser más comunes en personas de edad avanzada, con niveles altos de religiosidad, con pocos estudios académicos, y en personas que tienen un mayor número de hijos (LeTourneau, 2016; Sorhaindo et al., 2014; Sorhaindo et al., 2016).

Ámbito individual

El estigma en este nivel suele presentarse de tres maneras:

  1. En un estigma internalizado: donde la mujer incorpora las creencias negativas que la sociedad ha establecido sobre el aborto, lo que la lleva a sentirse culpable y avergonzada por su decisión de interrumpir su embarazo (Cockrill y Nack, 2013).
  2. En un estigma percibido: la mujer que ha abortado percibe ciertas actitudes negativas y comportamientos discriminatorios por parte de la sociedad.
  3. En un estigma experimentado: la mujer tiene la experiencia real de ser objeto de agresiones, discriminación y hostigamiento por parte de otras personas (Cockrill y Nack, 2013).

¿Qué consecuencias tiene el estigma hacia el aborto?

El estigma relacionado con el aborto se presenta hacia todas las personas involucradas en el procedimiento. Sin embargo, las mujeres que interrumpen su embarazo suelen ser quienes sufren, en un mayor grado, las consecuencias de este estigma. Debido a que en México sólo está despenalizado el aborto en dos estados, las mujeres con recursos económicos se pueden trasladar a una de esas ciudades para interrumpir su embarazo de manera legal y segura. Sin embargo, la mayoría de las mujeres no tienen las posibilidades para hacerlo y pueden verse presionadas para continuar con su embarazo sin desearlo, o para realizarse un aborto de manera clandestina, arriesgándose a tener un aborto inseguro (Ipas, 2017; Zamberlin, 2015).

Es importante mencionar que la mayoría de los abortos realizados bajo los protocolos recomendados por organismos como la Organización Mundial de la Salud (oms) son seguros, pero los abortos realizados por personal poco calificado, con métodos incorrectos, o en condiciones insalubres son un riesgo para la salud de la mujer (Sigh et al., 2018). Estas características sociales provocan la marginación social, médica y legal de la atención del aborto y son una barrera para que todas las mujeres puedan tener acceso a una interrupción del embarazo segura y de calidad. De igual manera, estos aspectos amenazan a su bienestar físico y mental (Cockrill, y Nack, 2013; O’Donell et al., 2018; Shellenberg et al., 2011), e incluso atentan contra la vida de las mujeres que deciden interrumpir su embarazo (Sigh et al. 2018).

Por otro lado, como ya se mencionó, muchas mujeres suelen sentirse culpables y avergonzadas al interrumpir su embarazo (Cockrill y Nack, 2013) y tratan de vivir en secreto su aborto, lo cual les genera tensión, angustia y aislamiento (Cedeño et al., 2019; Ipas, 2017; O’Donell et al. 2018). Además, el hecho de mantener un aborto en secreto afecta en otros dos aspectos: por un lado, orilla a las mujeres a elegir lugares que prometen un mayor grado de secretismo, en lugar de los que garantizan un aborto en condiciones óptimas; incluso hay mujeres que abortan sin ningún tipo de acompañamiento o de supervisión médica (Zamberlin, 2015). Por otro lado, el hecho de mantener en secreto un aborto, perpetua su estigmatización ya que parece que es un hecho que sólo ocurre esporádicamente (Shellenberg et al., 2011).

¿Se podría reducir el estigma hacia el aborto?

Es posible reducir los efectos negativos de la estigmatización en las mujeres después de haber abortado. Una manera de hacerlo es a través de círculos de reflexión en los que a las mujeres se les permite hablar libremente sobre su experiencia dentro de un ambiente positivo y de apoyo. En estos círculos también se busca generar confianza, crear conexiones y transformar su percepción negativa sobre el aborto a una positiva (Belfrage et al., 2020; Cockril y Biggs, 2018).

Por otro lado, existen algunas organizaciones cuyo propósito es reducir el estigma hacia el aborto, entre ellas se encuentran las siguientes:

  1. Católicas por el Derecho a Decidir (cdd): es una organización compuesta por personas católicas que defienden la laicidad del Estado, los derechos humanos, así como los derechos sexuales y reproductivos. cdd ha realizado campañas como: “Otra mirada católica del aborto”, realizada en 2010 en donde se difundieron diversos argumentos sobre el aborto desde una mirada católica con el propósito de visualizar las diferentes posturas sobre el tema y que la Iglesia Católica no condena el aborto en ciertas circunstancias. Y “Catolicadas”, que es una serie animada que trata diversos temas, y uno de ellos es la defensa del aborto seguro.
  2. Ipas México: es una organización que realiza distintas actividades de sensibilización y capacitación en escuelas, colonias e instituciones, con el objetivo de visibilizar que las interrupciones del embarazo son más frecuentes de lo que creemos. Además, busca reducir el estigma relacionado con el aborto a través de diversos talleres.
  3. Red Internacional por la Reducción de la Discriminación y el Estigma con relación al Aborto (inroads): se trata de una comunidad virtual que brinda una serie de recursos y herramientas para ayudar a identificar el estigma hacia el aborto y para poder erradicarlo.
  4. Acompañamiento Después de un Aborto Seguro (adas) y la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (ddser): son dos organizaciones mexicanas que realizan círculos de reflexión con el objetivo de reducir el estigma que viven las mujeres después de un aborto, específicamente, se busca disminuir su aislamiento.
  5. El Fondo de Aborto para la Justicia Social María (Fondo María): busca, entre otras acciones, transformar el discurso negativo sobre el aborto a uno positivo a través de la campaña “Yo aborto, yo acompaño, yo transformo” en donde se da voz a los testimonios de las mujeres que han pasado por un aborto.
  6. Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ilsb) y Redefine: lanzaron la campaña “Hablar es chido”, la cual tiene la finalidad de difundir información sobre el aborto, generar charlas y foros de comunicación para que este tema se discuta abiertamente en la sociedad.
  7. La Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (andar) y La Sandía Digital: realizaron el cortometraje “Era yo, otra vez”, con el cual se busca disminuir el estigma relacionado con el aborto al mostrar historias de tres mujeres de distintas generaciones en diversos contextos que han vivido un aborto inducido.
  8. Focos: es una plataforma digital cuyo objetivo es visibilizar el aborto inducido como una práctica frecuente mediante testimonios confidenciales de mujeres (Imagen 2).

Imagen 2. Marcha por el 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro.
Créditos: Surinam Arandia Azuara Ángeles

¿Qué puedo hacer para reducir el estigma?

Como se ha comentado, a pesar de ser un tema tabú, el aborto es una práctica frecuente. Por lo tanto, es importante que empecemos a verlo de manera natural y entendamos que las mujeres toman esta decisión por diversas razones y que todas son igual de válidas. Es necesario vernos como parte de una comunidad, por lo tanto, todos podemos agregar un granito de arena para reducir el estigma hacia el aborto y, con ello, las consecuencias adversas que éste trae a la vida de las mujeres.

Es necesario considerar que cuando una mujer se entera que está embarazada, puede o no reaccionar de manera positiva. Hay mujeres que no piensan que tener un hijo sea algo positivo en sus vidas, por lo que no podemos dar por hecho que todas las mujeres desean continuar con sus embarazos, y debemos respetar esta decisión. Además, es conveniente estar atentos a nuestro lenguaje, para que éste no sea estigmatizante, es decir, no utilizar expresiones que fomenten la estigmatización, por ejemplo: llamar a la mujer embarazada “madre”, o al embrión/ feto “bebé” o “bebé no nacido”. Más aún, hay que evitar felicitar a la mujer embarazada sin saber si está contenta con la noticia.

Además, si conocemos a una mujer que haya decidido interrumpir su embarazo, cuidemos no hacer comentarios negativos. Es importante tener en cuenta que sólo ella conoce su situación y sus circunstancias, y que cualquier decisión que haya tomado será la correcta, por eso debemos tener una postura de respeto. Si es preciso, podemos darle información sobre asociaciones civiles que pueden brindarle apoyo, por ejemplo: el Fondo María, la Red Necesito Abortar y adas Acompañamiento Emocional.

Imagen 3. Aborto Legal y Seguro.
Créditos: Indra Cano

Por otro lado, la información que proviene de fuentes confiables siempre es una buena herramienta, así que podemos mantenernos informados sobre el aborto inducido para tener argumentos sólidos en contra de los mitos que existen alrededor de este procedimiento, por ejemplo, que abortar puede dejar infértil o propiciarle cáncer a la mujer. Además, es preciso familiarizarnos con los tratados internacionales y las normas oficiales que ratifican el aborto como un derecho de las mujeres, ya que, frecuentemente, no se aplican. Si todos conociéramos e hiciéramos válidas estas legislaciones, se ayudaría a reducir el estigma hacia el reconocimiento del aborto como un derecho de la mujer.

Otra acción que puede ayudar a disminuir este estigma es incluir los aspectos señalados en este artículo en pláticas con tus personas cercanas, incluso compartir publicaciones serias sobre el aborto en redes sociales. Esto nos ayuda a empezar a ver el aborto como un proceso normal en la vida de algunas mujeres y como una opción viable para todas. Ahora bien, si te interesa hacer más acciones, puedes acercarte a las distintas asociaciones que trabajan para orientar y ayudar a las mujeres que desean tener un aborto, o que trabajan con otros sectores de la sociedad para sensibilizar y concientizar sobre este tema con el fin de erradicar el estigma.

Conclusión

Es importante tener en cuenta que el contexto legal restrictivo del aborto no reduce su incidencia, ya que muchísimas mujeres han abortado a pesar de la penalización legal de este procedimiento. Mientras sigan existiendo embarazos no deseados, y, por consecuencia, abortos, es preciso que trabajemos en promover una despenalización “social” del aborto, es decir, en aceptar que el aborto inducido es un procedimiento frecuente y un derecho de las mujeres. Para lograr esto, es conveniente realizar distintas acciones a nivel individual y social que abonen a que las mujeres que interrumpen un embarazo puedan vivir este proceso sin estigma (Imagen 3).

Referencias

  • Bearak, J., Popinchalk, A., Ganatra, B., Moller, A., Tunçalp, Ö., Beavin, C., Kwok, L., y Alkema, L. (2020). Unintended pregnancy and abortion by income, region, and the legal status of abortion: estimates from a comprehensive model for 1990–2019. Lancet, 8.
  • Belfrage, M., Ortiz-Ramirez, O., y Sorhaindo, A. (2019). Story Circles and abortion stigma in Mexico: a mixed-methods evaluation of a new intervention for reducing individual level abortion stigma. Culture, Health Sexuality. https://doi.org/10.1080/13691058.2019.1577493.
  • Bosio, M. T. (2018). Eje Movimientos de mujeres y feministas-El derecho al aborto legal: una demanda que transversaliza los feminismos y desafía al Estado. Cuadernos de Coyuntura, (2), 89-93.
  • Cedeño, L., Tena, O., Flores, F., y Rocha, T. (2019). Guardar/romper el silencio sobre la interrupción voluntaria del embarazo: narrativas de mujeres mexicanas. Athenea Digital, 19 (2).
  • Cockrill, K., y Herold, S. (2013). Addressing abortion stigma through service delivery: a with paper. Ibis Reproductive Health. https://ibisreproductivehealth.org/sites/default/files/files/publications/Addressing%20abortion%20stigma%20through%20service%20delivery.pdf.
  • Cockrill, K., y Nack, A. (2013). “I’m not that type of person”: Managing the Stigma of Having an Abortion. Deviant Behavior, 34(12), 973-990.
  • Cockrill, K. y Biggs, A. (2018). Can stories reduce abortion stigma? Findings from a longitudinal cohort study. Culture, health sexuality, 20(3), 335-350. https://doi.org/10.1080/13691058.2017.1346202.
  • Grupo de Información en Reproducción Elegida (gire). (2018). Maternidad o castigo. La criminalización del aborto en México. https://gire.org.mx/blogs/maternidad-o-castigo/.
  • Ipas. (2017). ¿Qué es el estigma? El estigma relacionado con el aborto. https://www.ipasmexico.org/wp-content/uploads/2017/12/revistaEstigma-junio7.pdf.
  • Kumar, A., Hessini, L., y Mitchell, E. (2009). Conceptualising abortion stigma. Culture, Health y Sexuality,11(6),625- 639.
  • Lamas, M. (2014). Ensayo: Entre el estigma y la ley. La interrupción legal del embarazo en df el . Salud Pública, 56, 56-62.
  • LeTourneau, K. (2016). El estigma en torno al aborto en el mundo: síntesis de la literatura cualitativa. Un informe técnico para integrantes de la Red Internacional por la Reducción de la Discriminación y el Estigma con relación al Aborto. Inroads.
  • Maroto, A. (2009). El trauma post aborto. Un mito creado por sectores conservadores. En: Interrupción terapéutica del embarazo: aportes para la reflexión. Colectiva por el derecho a decidir.
  • Morán-Faundes, J. M. (2015). Cuatro focos analíticos en América Latina. En: S. Ramos, editor. Investigación sobre aborto en América Latina y el Caribe. Una agenda renovada para informar políticas públicas e incidencia. Centro de Estudios de Estado y Sociedad-cedes.
  • O’Donell, A., O’Carrol, T., y Toole, N. (2018). Internalized stigma and stigma-Related isolation predict women’s psychological distress and physical health symptoms post-abortion. Psychology of women quarterly, 1-15.
  • Rincón, M. y Mazo, S. (2014). El derecho a decidir de las mujeres ¿objeción de conciencia, estigma o discriminación? Tejiendo Saberes. Católicas por el Derecho a Decidir, 27, 22-23.
  • Shellenberg, K., Moore, A., Bankole, A., Juárez, F., Kehinde, A., Palomino, N., Zeba Sathar. Z., Singh. S. y Tsui, A. (2011). Social stigma and disclosure about induced abortion: results from an exploratory study. Global Public Health: an International Journal for research, policy and practice,6 (sup 1), 11-1125.
  • Sigh, S., Remez, L., Sedgh, G., Kwok, L., y Onda, T. (2018). Abortion wordlwide 2017. Uneven Progress and Unequal Access. Instituto Guttmacher.
  • Sorhaindo, A., Karver, T., Karver, J., y García, S. (2016). Constructing a validated scale to measure community-level abortion stigma in Mexico. Contraception, 93, 421-431
  • Sorhaindo, A., Juárez- Ramírez, C., Díaz Olavarrieta, C., Aldaz, E., Mejía, M. C. y García, S. (2014). Qualitative evidence on abortion stigma from Mexico City and five states in Mexico. Women Health, 54 (7), 622-640 doi: https://doi.org/10.1080/03630242.2014.919983.
  • Zamberlin, N. (2015). Estigma y Aborto. En: S. Ramos, editor. Investigación sobre aborto en América Latina y el Caribe. Una agenda renovada para informar políticas públicas e incidencia. Centro de Estudios de Estado y Sociedad-CEDES/Ciudad de México: Population Council.

Sitios de interés



Recepción: 12/02/2021. Aprobación: 15/03/2021.

Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

Lactancia materna: rompiendo las barreras

Paulina Velasco Riestra, Adelaida Caicedo Fajardo, José Antonio Navarro Rodríguez, María Fernanda Tejada Pineda y Mónica Jackeline Armas Neira Cita

Resumen

La lactancia materna es la intervención más costo-efectiva para la salud de los recién nacidos y de sus madres. Es una práctica fisiológica que reduce el riesgo de enfermedades e infecciones del recién nacido, además, mejora su desarrollo y su crecimiento. Simultáneamente, disminuye el riesgo materno de cáncer de mama, de sangrado posterior al parto, confiere protección anticonceptiva y mejora el vínculo emocional entre la madre y el hijo. A pesar de estos beneficios, estadísticas del país demuestran una deficiencia en esta práctica. En este artículo se ahondan los beneficios de la lactancia, sus mitos y realidades provenientes de creencias sociales, con el fin de disminuir las barreras que limitan la lactancia materna y así, mejorar la salud de madres e hijos.
Palabras clave: lactancia, leche materna, recién nacido, salud materna.

Breastfeeding: Breaking down barriers

Abstract

Breastfeeding is the most cost-effective intervention regarding the health of newborns and their mothers. It is a physiological practice that reduces the risk of diseases and infections of the newborn, and improves its development and growth. It simultaneously reduces the maternal risk of breast cancer, bleeding after childbirth, and it provides contraceptive protection and improves the emotional bond between mother and child. Despite these benefits, Mexican statistics show a deficiency in this practice. This article delves into the benefits of breastfeeding, myths and realities that have emerged from social beliefs around it, in order to reduce the barriers that limit breastfeeding and thus improve the health of mothers and children.
Keywords: breastfeeding, human milk, newborn, maternal health.

Introducción

Los seres humanos necesitamos de nuestra madre desde el momento de nuestro nacimiento para alimentarnos, continuamos con esta acción por meses hasta tener la capacidad de nutrirnos con otros alimentos y así, poder continuar con nuestro proceso de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, la lactancia materna es más que sólo alimentación, es un proceso no instintivo, construido socialmente, limitado o expandido por factores culturales, religiosos, de aprendizaje, o por fuentes de información moderna, etc. Esto se ejemplifica desde las antiguas civilizaciones con Hera en Grecia, Isis en Egipto y Rumia en Roma, deidades conocidas por sus atributos de fertilidad y lactancia (Rodríguez García, 2015). Sin embargo, esta no deja de ser un acto que involucra el bienestar de la madre y el goce de su cuerpo para compartirlo con el recién nacido; también, la lactancia toma en cuenta no sólo la salud y las necesidades del bebé, sino las de ambos.

Respecto a lo anterior, ¿Las creencias alrededor de la lactancia son ciertas? Afortunadamente, en este trabajo se busca dar respuesta a esta interrogante mediante la investigación científica y la recopilación de los beneficios de la lactancia materna y su impacto en el recién nacido, en la madre, e incluso, en la sociedad.

Lactancia

Victora et al. mencionan que, si se cumpliera con la lactancia materna de forma exclusiva en todos los bebés del mundo, se podrían salvar alrededor de 823 000 vidas anualmente (2016). Pero ¿Cómo lograr esta ambiciosa meta?, en primer lugar, se puede empezar por conocer las recomendaciones propuestas de organismos como la Organización Mundial de la Salud (oms) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (unicef) para aprovechar la lactancia de la mejor manera posible (Organización Mundial de la Salud [oms], 2020), por ejemplo:

  • Iniciar la lactancia en la primera hora de vida.
  • No complementar la lactancia con agua.
  • Dejar que el bebé decida la frecuencia con la que quiere recibirla.
  • No utilizar biberones, chupones ni otros aditamentos para alimentarlo.
  • Dar lactancia materna exclusiva durante al menos los primeros seis meses de vida para, posteriormente, integrar alimentos complementarios, pero manteniéndola hasta los dos años, o más.

Epidemiología

Se dice que la lactancia materna exclusiva es la intervención más costo-efectiva para la sobrevida y para la salud de los recién nacidos. Algunos de los beneficios de la lactancia para los bebés son: un crecimiento óptimo, un adecuado desarrollo cerebral, disminución del riesgo de enfermedades, beneficios psicológicos y emocionales, entre muchísimas más ventajas. Incluso, hay beneficios para la madre, como un menor riesgo de presentar hemorragias después del parto, la disminución del riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario, entre otros beneficios que mencionaremos más adelante.

Sin embargo, a pesar de las constantes recomendaciones, como país nos hemos quedado atrás. Según la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres, en México, sólo uno de cada tres bebés se alimenta con lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad (Instituto Nacional de Salud Pública et al., 2016). Este es un dato alarmante ya que no se están alcanzando los beneficios que la lactancia materna ofrece a corto y a largo plazo.

Desafortunadamente, existen barreras que dificultan o impiden a las madres ofrecer la lactancia, pero ¿Cuáles predominan en nuestra población? En el 2013 se realizó una investigación para identificarlas, entre ellas se encuentran que las madres piensan que su leche no contiene los suficientes nutrientes para su bebé, también, otros factores importantes son las restricciones laborales, las recomendaciones inadecuadas por parte de los proveedores de salud, la estigmatización social, e incluso las políticas públicas que dificultan la lactancia (Bonvecchio et al., 2016).

Asimismo, el tabú que existe alrededor de una madre amamantando en público obstaculiza el acto; para combatir esto, la educación y la desestigmatización alrededor de la lactancia materna son medidas básicas y necesarias para modificar estas limitantes, y asimismo, para reconocer el derecho a la lactancia como un derecho humano (Comisión Nacional de los Derechos Humanos [cndh], 2018). Para más información sobre mitos y realidades, se puede consultar la imagen 1.

Imagen 1. Mitos y realidades. Autoría de María Fernanda Tejada Pineda.

La leche materna

Hasta el siglo xix se tenía poco conocimiento sobre la composición de la leche humana, incluso se alimentaba a los bebés con leche de distintas especies, lo cual ocasionó una mayor mortalidad infantil (Talayero, 2004). ¿Qué hace a la leche humana tan especial? La respuesta es su multifuncionalidad ya que la leche materna se considera bioactiva, es decir, las sustancias que la componen cumplen funciones diferentes a nivel celular. Además, la leche cambia su composición a lo largo del tiempo, y la podemos clasificar en 3 subtipos: calostro, leche de transición y leche madura.

Inicialmente, se produce el líquido denominado calostro que contiene poca lactosa, factores de crecimiento, sodio, agua y minerales. Tiene una coloración amarillenta y aparenta ser escasa, aunque cubre las necesidades esenciales de un recién nacido. Es importante mencionar que entre más se estimulan las mamas con la succión del bebé, más aumenta la producción. Después, tenemos la leche de transición, ésta es el líquido transitorio entre el calostro y la leche madura y es la más variada en su contenido: inicia con una coloración amarillenta para después tornarse blanquecina, se produce de manera más abundante, pero sin superar la cantidad de la leche madura y aporta un poco más de calorías que el calostro; además se amolda a las necesidades del bebé hasta llegar a la leche madura. Ésta última se establece después del primer mes, tiene un aspecto blanquecino y da un mayor aporte energético para un bebé que comienza a tener una mayor actividad; contiene los nutrientes necesarios para ser la fuente única de alimentación durante los primeros seis meses de vida; y en este líquido, encontramos grasas, proteínas y azúcares cuyas cantidades varían acorde al tiempo y las necesidades específicas (Witkowska Zimny et al., 2017).

Además de lo previamente descrito, la leche materna también tiene elementos como sales biliares, sustancias necesarias para la digestión de grasas; contiene enzimas, factores de crecimiento, hormonas e incluso bacterias que ayudan a la función digestiva y al desarrollo gastrointestinal del recién nacido. De igual forma, contiene componentes del sistema inmunológico que protegen a los bebés de las infecciones más comunes (Ballard et al., 2013).

Contraindicaciones de la lactancia materna

Son contadas las razones por las cuales la lactancia se encuentra contraindicada, algunas, descritas en la revisión de Díaz, son (2012):

  • La infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (vih), aunque, es importante mencionar que, en países en vías de desarrollo, la balanza favorece a la lactancia. Esto se debe a que es preferible el riesgo de infección que una desnutrición, además, en estos países, por la falta de acceso al agua, pueden existir otros riesgos causados por una mala preparación, utilización y administración de las fórmulas.
  • Enfermedades metabólicas del niño como la galactosemia, enfermedad genética donde no se puede ingerir un tipo de azúcar llamada galactosa, la cual se encuentra en la leche; ya que puede acumularse en sus órganos y afectarlos. O la deficiencia congénita de lactasa que vuelve al bebé intolerante a la lactosa ya que es incapaz de digerirla debido a la ausencia de este azúcar en su organismo.
  • El consumo de fármacos como quimioterapéuticos o radiofármacos con fines terapéuticos o diagnósticos debido a que alteran la calidad de la leche.
  • El consumo de drogas como heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana por la madre, ya que pueden tener consecuencias nocivas para el bebé.

Por lo anterior, el satanizar las fórmulas es contraproducente en estos casos, pues resultan útiles cuando no es posible llevar a cabo la lactancia. Pero, es necesario tener en cuenta que las fórmulas nunca van a superar o a igualar las propiedades de la leche materna, además de que representan un gasto ambiental ahorrable en la mayoría de los casos.

Beneficios de la lactancia

¿Por qué se recomienda tanto la lactancia? Se han descrito beneficios a corto y a largo plazo para la salud del bebé, estos se resumen en las imágenes 2 y 3. A continuación mencionaremos los beneficios más relevantes para la madre.

A corto plazo, algunos beneficios de la lactancia es que ayuda al cuerpo materno a regresar a su estado basal o a su estado previo del embarazo; por ejemplo, se ha demostrado que el útero regresa más rápido a su tamaño original en mujeres lactantes en comparación con aquellas que no, esto a su vez, disminuye el riesgo de un sangrado posterior al parto y, por consecuencia, el riesgo de anemia (Abedi et al., 2016). Lactar, también, retrasa la ovulación por la presencia de la hormona productora de leche llamada prolactina. Entre más seguido se amamante al bebé, habrá una mayor liberación de prolactina y es así como el cuerpo interpreta que aún no está listo para tener otro bebé. De esta forma, se prolonga el tiempo entre cada embarazo, y se reducen complicaciones futuras (Berens, 2020). Sin embargo, es importante recalcar que la lactancia no es un método anticonceptivo 100% efectivo, es decir, un embarazo es posible a pesar de estar lactando.

A largo plazo, el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario disminuye cuando la mujer amamanta por más de un año (Chowdhury et al., 2015). Asimismo, tiene efectos protectores sobre el corazón y los vasos sanguíneos, pues se ha visto que estas mujeres tienen menor riesgo de tener un infarto en la menopausia (Nguyen et al., 2017).

Imagen 2. Beneficios de la lactancia en la salud materna. Autoría de María Fernanda Tejada Pineda.

Pasando a los beneficios para el bebé, el contacto piel con piel, que involucra la lactancia, va de la mano con su desarrollo emocional y social. Mediante este contacto se establece una relación cercana madre-hijo (Moore et al., 2016) la cual beneficia la salud mental de ambos y fomenta la producción de más leche. Además, cuenta con propiedades analgésicas, pues los bebés que son amamantados cuentan con menos estrés durante procedimientos dolorosos, en contrario con aquellos que son alimentados con fórmula (Carbajal et al., 2003).

La lactancia promueve el crecimiento de bacterias benéficas que forman parte del tracto digestivo y de la piel. La colonización de estas bacterias, a una edad temprana, promueve el desarrollo del sistema inmunológico, lo que previene tanto enfermedades metabólicas como gastrointestinales y fomenta el desarrollo del sistema inmune y neuronal (Stiemsma, 2018). Adicionalmente, la lactancia tiene un efecto protector sobre las infecciones y las enfermedades provocadas por respuestas inmunológicas exageradas, como lo son el asma y la dermatitis (American Academy of Pediatrics, 2012). Se ha observado que los bebés amamantados tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes (Lund Blix et al., 2017), obesidad y enfermedades metabólicas en la vida adulta.

En cuanto a la depresión postparto y a la reducción de peso al lactar, existen controversias relacionadas a los beneficios de la lactancia, ya que ambas condiciones se ven afectadas por variables sociales y conductuales sobre que no se tiene el control (Borra et al., 2015; Feltner et al., 2018).

Imagen 3. Beneficios de la lactancia en la salud del bebé. Autoría de María Fernanda Tejada Pineda.

Conclusión

Coexistimos en un mundo, que, hasta el día de hoy, prosigue estigmatizando y/o negando los beneficios de la lactancia en favor de métodos más comercializables. El papel que todos tenemos para pelear con esta tendencia errónea, en el mundo moderno, es multifacético: podemos promover el cambio de políticas públicas para favorecer su imagen, hasta modificar y solicitar condiciones laborales dignas que brinden acceso a lugares privados y seguros para lactar. También, es imprescindible que los prestadores de servicios de salud ofrezcan una educación adecuada a las madres sobre los beneficios de la lactancia, y de igual manera, es necesario que mencionen las ocasiones en las que los riesgos superan a los beneficios y las medidas que se pueden llevar a cabo cuando se imposibilita su realización. De esta forma, se consigue advocar por la decisión informada de la mujer y por su derecho a elegir qué actitud tomar ante la lactancia y, más adelante, cuándo concluirla, lo ideal sería realizarla de manera gradual si no hay una contraindicación absoluta o urgente. La lactancia es, en sí, un tema muy amplio y significativo dentro de nuestro desarrollo, ya que presenta una oportunidad para mejorar la salud materna e infantil, cuestiones prioritarias para la salud pública.

Referencias

Sitios de Interés



Recepción: 14/12/2020. Aprobación: 12/03/2021.

Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

La termoelectricidad: convirtiendo el calor en electricidad

Itzel de Jesús Soní Castro, Ana Bertha López Oyama y Eugenio Rodríguez González Cita

Resumen

Con el propósito de conocer una fuente renovable diferente a las ya conocidas hasta ahora, en este artículo, se presentan, de forma general, los mecanismos empleados en la generación de electricidad por medio de la termoelectricidad, la cual aprovecha el calor liberado por las máquinas o por algún proceso donde se realice un trabajo. Es importante conocer nuevas alternativas de generación eléctrica puesto que, cada día, millones de mexicanos nos conectamos a una red eléctrica, la cual se ha convertido en un aspecto fundamental para el desarrollo de la vida moderna. Asimismo, la electricidad nos sirve para proveer de limpieza, de seguridad, y de calor en la época invernal y para generar frío en los veranos calurosos. Además, es un eslabón crucial en las telecomunicaciones, en el transporte, en las actividades recreativas, entre otras. Actualmente, el mayor por ciento de la energía que se consume a nivel mundial proviene de combustibles fósiles, pero el uso desmedido de estas fuentes, para satisfacer la demanda creciente de electricidad, ha ocasionado un impacto negativo en el medio ambiente. Por tal motivo, en este artículo se busca que el lector conozca una alternativa para la generación de electricidad mediante el aprovechamiento del calor, una fuente inagotable y que, a su vez, disminuye el impacto negativo que se le produce en el medio ambiente.
Palabras clave: termoelectricidad, electricidad, medio ambiente.

Thermoelectricity: converting heat in electricity

Abstract

With the purpose of knowing a renewable source, different from those already known so far, this article will present, in a general way, the mechanisms for generating electricity through thermoelectricity, which takes advantage of the heat released by machines or some processes that perform work. It is important to know new alternatives for electricity generation. Everyday millions of Mexicans connect to the electricity grid because it has become a fundamental aspect for the development of modern life, which provides safety, cleaning, heat in winter and cold in summers, in addition of being a crucial link in telecommunications, transportation, recreational activities, among others. Currently, the largest percent of the energy consumed worldwide comes from fossil fuels; since, the excessive use of these sources to satisfy the growing demand for electricity has caused a negative impact on the environment. For this reason, this article seeks for the reader to know an alternative for the generation of electricity using heat, which is an inexhaustible resource and that, in turn, reduces the negative impact on the environment.
Keywords: thermoelectricity, electricity, environment.

Introducción

Seguramente, en algún momento de tu vida has leído que: “la energía no se crea ni se destruye, solamente se transforma”. A partir de este principio ponderal se establece que la energía se puede convertir de una forma a otra, y esto es de gran relevancia en el estudio de procesos físicos y químicos, ya que, tanto los seres humanos y como las actividades diarias que desarrollamos, involucran el empleo de la energía ya sea para alimentarnos, movernos, trabajar, reproducirnos y hasta para llevar a cabo los procesos propios del metabolismo, además, la energía pone en funcionamiento dispositivos, equipos y herramientas eléctricas. Por ejemplo, el movimiento de un automóvil se inicia porque los octanos, presentes en la gasolina, liberan energía como resultado de un proceso conocido como combustión; también, el oxígeno que respiramos es el resultado de una reacción química iniciada por la interacción de la luz solar con las plantas verdes.

El concepto energía proviene del vocablo griego energós que significa “fuerza de acción” y se relaciona con la capacidad de un cuerpo para realizar un trabajo. El aprovechamiento de la energía para producir electricidad ha sido de gran interés a lo largo de los años. Los seres humanos, en busca de disminuir el daño al planeta, han descubierto procedimientos y materiales útiles para tales transformaciones. Quizás el proceso más conocido es el de los paneles fotovoltaicos, los cuales aprovechan la luz solar para convertirla en energía eléctrica.

¿Qué es el calor?

El calor es la energía térmica que se transfiere entre dos cuerpos en contacto que se encuentran a diferentes temperaturas y su símbolo es la letra q o Q. Esta transferencia de energía se puede cuantificar como pérdida o ganancia y puede ser medida mediante unidades de energía como el joule (J). El calor está relacionado con la temperatura, la cual es una medida de la energía cinética1 de los átomos que forman parte del sistema. Si dos objetos, a diferente temperatura, entran en contacto el calor se transfiere del más caliente al más frío hasta alcanzar la misma temperatura o un equilibrio térmico, debido a las colisiones entre las moléculas.

Diariamente, realizamos actividades cotidianas donde el calor es el actor principal, por ejemplo, en los alimentos este factor está presente mientras tomamos el café caliente por las mañanas para protegemos del frío. El calor puede aprovecharse para obtener energía eléctrica mediante el uso de materiales con propiedades muy específicas conocidos como termoeléctricos. Esto significa que, el calor liberado al caminar, al hacer funcionar un automóvil o a partir de un proceso industrial, se puede aprovechar para obtener energía eléctrica. Si buscas aprender más acerca del calor y de la temperatura, accede a este enlace para ampliar tus conocimientos.

¿Qué es un material semiconductor?

Existen 3 tipos de materiales de gran importancia en la conducción de energía eléctrica: los conductores, los aislantes y los semiconductores. Los conductores son buenos conductores de electricidad, y entre ellos se encuentra el cobre y la plata. Los aislantes son malos conductores de electricidad como, por ejemplo, el plástico o la madera; y por último, tenemos a los semiconductores que, en determinadas condiciones, pueden conducir la electricidad.

Para comprender cómo funcionan los semiconductores, primero hay que visualizar la organización interna de un átomo. En su núcleo se encuentran los nucleones (protones y neutrones). Los electrones orbitan alrededor del núcleo distribuidos en capas o niveles energéticos, al más externo de ellos se le conoce como nivel de valencia (ver figura 1), los electrones de este nivel son los que pueden participar en la formación de un enlace con los átomos vecinos. El material semiconductor más utilizado es el silicio (Si)2 el cual presenta 4 electrones en su capa de valencia. En el video podrás visualizar la estructura atómica y profundizar en el entendimiento de la organización de un átomo.

Figura 1. Representación de un átomo proveniente del modelo atómico de Bohr. Adaptado de Zapata, 2020.



Introducción al átomo (KhanAcademyEspañol, 2014)


En un conglomerado de átomos (ej. silicio) estos van a interactuar entre ellos para formar enlaces. Los electrones de valencia se unirán a los de los átomos vecinos para formar un tipo de estructura conocida como cristal (ver figura 2a). A los niveles de energía en que se encuentran estos electrones de valencia se le llama la banda de valencia.

Sin embargo, un cristal puro no es un material útil electrónicamente, por lo cual se le introducen pequeñas cantidades de otros elementos para inducir la conductividad eléctrica. A este proceso se le conoce como dopaje y al elemento que se introduce se le denomina impureza o dopante. Los elementos químicos más utilizados como dopantes son el fósforo (P) y el boro (B), y cada uno de estos materiales presenta propiedades atómicas muy interesantes, el fósforo, por ejemplo, posee 5 electrones en su nivel de valencia, mientras que el boro posee 3.

Al dopar cristales de silicio con fósforo, solamente 4 electrones del fósforo se podrán enlazar a los 4 del silicio, en consecuencia, el quinto electrón del fósforo quedará en solitario y, por lo tanto, débilmente enlazado. Esa carga negativa puede donarse a otro átomo, y así, al material que posea cargas de este tipo se le conoce como semiconductor tipo-n (ver figura 2b). Si se le suministra energía al material, ese electrón puede desprenderse totalmente del átomo de fósforo y saltar a un nivel superior de energía, el cual le permite moverse libremente por el cristal. Al conjunto de niveles de energía que ocupan estos electrones, se le nombra como la banda de conducción.



Figura 2. Esquemas de (a) la estructura cristalina de silicio unidos por enlaces covalentes y (b) la estructura cristalina de silicio donde se le añade una impureza (fósforo, P) el cual presenta un electrón extra (electrón libre) aprovechable para la conducción eléctrica y (c) estructura cristalina de silicio donde se le añade una impureza (Boro, B) con valencia 3, presentando un déficit de electrón (hueco) aprovechable para la conducción eléctrica. Adaptado de Connor, 2019.

Por otra parte, si un cristal de silicio se dopa con boro, solamente 3 de los electrones de silicio pueden formar un enlace y el cuarto electrón del silicio se queda en solitario, formando un tipo de partícula conocida como hueco, la cual se comporta como una carga positiva y puede, fácilmente, aceptar un electrón. Un material con cargas de este tipo se le conoce como semiconductor tipo-p (ver figura 2c) y adquiere características de aceptor.

Si el proceso de dopaje se lleva a cabo de manera controlada, y si se introduce un elevado número de cargas, los cristales de semiconductores se pueden transformar en un material capaz de conducir la electricidad. A las cargas (electrones o huecos) introducidas en el material (huecos o electrones), mediante este proceso de dopaje, se les conoce como portadores de carga mayoritarios.

Recordemos que cargas iguales se repelen y que cargas contrarias se atraen. Como las cargas positivas (huecos) se sienten atraídas por las cargas negativas (electrones) originan un movimiento: el electrón se mueve a un hueco y, al hacerlo, deja una carga positiva en la posición anterior. Si se aplica energía a los semiconductores ya sea tipo-p o tipo-n, se induce un desplazamiento de cargas tal y como sucede en un conductor. La parte negativa del voltaje mueve a los electrones al lado positivo, lo cual resulta en un movimiento aleatorio de los electrones y los huecos, lo que da como resultado una corriente eléctrica. A la diferencia energética entre la banda de valencia y la banda de conducción, se le llama banda prohibida, debido a que no existen niveles intermedios para que el
electrón pueda ocupar (ver figura 3).



Figura 3. Esquema de la teoría de bandas y representación del nivel de Fermi en semiconductores Adaptado de Connor, 2020.

Un punto importante dentro de la banda prohibida es el nivel de Fermi3 (FL). En los semiconductores, este nivel se encuentra en medio de la banda de valencia y la banda de conducción, mientras que, para los metales, se encuentra en la banda de conducción hipotética, que da paso a los electrones de conducción libre (Connor, 2020) (ver figura 3). El término FL es utilizado para explicar el conjunto más alto de niveles de energía de los electrones a la temperatura del cero absoluto, el cual proviene de las estadísticas de Fermi-Dirac4 donde se describe que, los fermiones o electrones no pueden existir en estados de energía idénticos de acuerdo con el principio de exclusión de Pauli.5 Es importante el concepto del nivel de Fermi, ya que proporciona información sobre las velocidades de los electrones que participan en la conducción eléctrica (Olmo y Nave, 2020).

Los materiales semiconductores, tipo-n y tipo-p, resultan de gran interés para la fabricación de materiales termoeléctricos debido a la capacidad de formación de los portadores de carga aprovechables para la generación de corriente eléctrica por medio del efecto termoeléctrico. El comportamiento electrónico de los materiales semiconductores se caracteriza por la existencia y el movimiento de portadores de carga (electrones con carga negativa y “huecos” con carga positiva).

La esta liga podrás encontrar más información sobre el funcionamiento de los dispositivos que emplean materiales semiconductores para su funcionamiento.

¿Qué es el efecto termoeléctrico?

Una vez que contamos con los materiales semiconductores, es necesario ponerlos a trabajar para que puedan convertir el calor en electricidad, o electricidad en calor a este fenómeno se le conoce como efecto Seebeck-Peltier o efecto termoeléctrico (Grupo de investigación de ingeniería térmica, s.f.).

El efecto Seebeck consiste en la capacidad de un cierto material de generar voltaje cuando se le suministra calor. Si se unen dos materiales semiconductores a través de un puente metálico (ver figura 4a) y se le aplica calor a esa unión, los portadores de carga mayoritarios de ambos materiales se desplazarán del extremo caliente al frío, lo cual generará una acumulación de cargas en el extremo frío de cada uno de ellos. Entre esos extremos se generará una diferencia de potencial o voltaje conocida como voltaje Seebeck o termovoltaje, cuya magnitud es proporcional a la diferencia de temperatura entre el extremo frío y caliente.

Por otro lado, si se aplica una diferencia de potencial entre los extremos libres de estos semiconductores (ver figura 4b), a través de ellos circulará una corriente. Y dependerá del sentido de esta, si los portadores de carga se desplazarán hacia los extremos libres de ambos materiales, enfriándola, o hacia la unión metálica, calentándola. A esto se le conoce como el efecto Peltier, a este par de materiales tipo n y tipo p unidos por un puente metálico (ver figura 4a y 4b), se le denomina par termoeléctrico.



Figura 4. Representación esquemática del efecto Seebeck (a), efecto Peltier (b), y el de un dispositivo termoeléctrico (c). Adaptado de Vining, 2001.

Dispositivos termoeléctricos

El efecto termoeléctrico se puede aprovechar para la generación de electricidad, medir temperatura, enfriar o calentar objetos. En la actualidad, se han desarrollado dispositivos termoeléctricos que permiten recuperar el calor disipado, en máquinas de combustión, para la generación de electricidad en sondas espaciales en el exterior del sistema solar, y también para la generación de sistemas de enfriamiento.

Para la fabricación de un dispositivo termoeléctrico, como una celda (ver figura 4c), deberán unirse centenas o miles de estos pares termoeléctricos, en serie y en paralelo para generar un voltaje y una corriente adecuada para que funcionen los dispositivos electro-electrónicos. La eficiencia de un material termoeléctrico se mide a través del factor de mérito (Z), definido como:

Z = σ S2 / k

El cual debe tener un alto coeficiente Seebeck (S), una elevada conductividad eléctrica (σ) y una conductividad térmica (k) lo más baja posible. Obtener un material con todas estas propiedades es un gran desafío tecnológico. Actualmente, la eficiencia de estos materiales se encuentra entre 1 y 2.2 lo que significa un rendimiento de conversión eléctrica entre 7% y 15%. Cabe señalar que, los materiales termoeléctricos, hasta ahora utilizados, son de naturaleza tóxica, de difícil procesamiento y de alto costo. Por tanto, la investigación científica se ha centrado en el entendimiento de nuevos materiales que tengan un mejor desempeño termoeléctrico y que presenten un bajo impacto al medio ambiente.

Conclusión

Desde los experimentos de Benjamín Franklin con el cometa en el año 1752 hasta la actualidad, el consumo de la electricidad ha crecido exponencialmente ya que, con el paso del tiempo se han encontrado varias maneras de mejorar nuestra vida a través de ella. El aprovechamiento de fuentes renovables o limpias aún tiene un largo camino por recorrer en términos de la eficiencia de conversión de energía. La dependencia de los combustibles fósiles y su impacto negativo en el medio ambiente motivan a la comunidad científica, a organizaciones no gubernamentales y a civiles a promover y a realizar actividades en pro del ambiente.

En nuestro país, se han establecido parques eólicos en Oaxaca, Baja California, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas y Chiapas (Grieta, s.f.) y fotovoltaicos en Chihuahua, Baja California Norte y Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Ciudad de México, Querétaro, por mencionar algunos estados del país (Singh, 2019), para aprovechar las fuentes renovables de energía. El aprovechamiento del calor residual para convertirlo en electricidad ha generado interés en los grupos de investigación y en la iniciativa privada alrededor del planeta para desarrollar dispositivos termoeléctricos, ya que representan un campo benéfico para nuestro país y para el resto del mundo.

El uso del calor residual para la obtención de energía eléctrica es prometedor y pone en manifiesto la necesidad de desarrollar materiales en un laboratorio que cuenten con las características químicas requeridas para el proceso de transformación energética y, al mismo tiempo, que sea amigable con el medio ambiente.

Referencias



Recepción: 21/01/2021. Aprobación: 21/04/2021.

Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

Una inundación global de plásticos

Guillermo Murray-Tortarolo, Montserrat Serrano-Medrano y Marco A. Miranda-Ackerman Cita

Resumen

Hace 150 años se inventaron los primeros tipos de plásticos. Estos surgieron como alternativas sustentables e ingeniosas para resolver problemas de almacenamiento, transporte, vestimenta y construcción. No obstante, desde su aparición hasta la actualidad, su uso, a nivel global, se ha disparado exponencialmente, lo que ha ocasionado un serio problema ambiental. El plástico inunda nuestras tierras, lagos y, sobre todo, nuestros océanos. Causan la muerte y el sufrimiento de millones de animales y, como hemos descubierto recientemente, tienen serios impactos en la salud humana. Se ha vuelto imperativo el pensar en alternativas para sustituir su uso, evitar su desecho y promover su reúso con la finalidad de disminuir este serio problema. En este artículo, te contaremos la historia de los usos del plástico, desde sus nobles orígenes hasta su problemática actual, por medio de una revisión de su historia y de su evolución en la sociedad. Al final, te mostraremos ciertas propuestas para combatir los problemas ambientales que ha generado, con la esperanza de que a ti se te ocurran nuevas alternativas.
Palabras clave: plástico, bioplástico, microplásticos, deterioro ambiental.

A global flooding of plastics

Abstract

Plastics were invented 150 years ago. They emerged as sustainable and ingenious alternatives to solve storage, transportation, clothing, and construction issues. Nonetheless, since their early beginnings to the current moment, their global usage has grown exponentially, leading to a severe environmental problem. Plastics have flooded our lands, lakes, rivers and, mostly, the oceans. They caused the death and suffering of millions of animals and, as we discovered recently, are responsible for several human illnesses. In the current scenario, there is a pressing need for alternatives to plastic usage, disposal and reuse to start reducing their multiple impacts. In this article we tell you the story of plastics, a journey from their noble beginnings to a serious environmental issue. In the last part, we will share with you some of the alternatives to counteract the problem, in the hope that you will also think of novel alternatives.
Keywords: plastic, bioplastic, microplastic, environmental deterioration.

Introducción

Pocas veces nos detenemos a pensar en las cualidades de la vida moderna y, en particular, en las de los productos a los que estamos tan acostumbrados. Uno de los más comunes, en nuestra vida diaria, es el plástico. Lo usamos en nuestros empaques, en aparatos electrónicos, automóviles y juguetes; es parte de todas nuestras construcciones, en forma de impermeabilizantes, de tuberías y de cables; tenemos platos y vasos de plástico, algunos hasta de un sólo uso o desechables, y hasta lo usamos en nuestra ropa bajo el nombre nylon, que es, esencialmente, una tela de plástico (Andrady y Neal, 2009).

Desde su surgimiento, hasta hace 150 años, los usos del plástico se han multiplicado y se ha inmiscuido en nuestra realidad en todas sus formas posibles, en conclusión, ha inundado nuestra vida. En palabras de Richard Thompson y colaboradores, desde las últimas cinco décadas, hemos comenzado a vivir en una era plástica (2009). ¿Y cómo no iba a serlo? El plástico es un material sumamente versátil, resistente y duradero. Además, es resistente a la corrosión, o sea, al deterioro de los elementos y de la descomposición bacteriana; los plásticos más complejos, pueden tardar miles o decenas de miles de años en desaparecer.

Difícilmente, podemos concebir a la sociedad actual sin el plástico, pero sus impactos en el medio ambiente, la biodiversidad y la salud humana lo hacen, también, cada día, menos atractivo para todos, de igual manera, la necesidad de una sustitución tecnológica es, cada día, más evidente (Lebreton y Andrady, 2019). En este artículo, te platicaremos cómo es que los plásticos dominan al mundo gracias a sus usos y a su flexibilidad. Además, te contaremos, también, de algunos de los impactos que tienen en el medio ambiente y en la salud humana, para finalmente, abordar las potenciales alternativas y propuestas proponiendo para sustituirlo.

El surgimiento y expansión del plástico

Cuenta la leyenda, que, en 1860, se ofreció un gran premio, en Estados Unidos, a cualquier inventor que pudiera sustituir el marfil de las bolas de billar por otra sustancia con las mismas propiedades. Luego de varios fracasos, el ganador del premio fue John Hyatt, quien perfeccionó el proceso del celuloide usado después en el cine, esto comenzó una nueva era para la humanidad: la era plástica (Breskin, 1945). Aunque esta es una bonita anécdota, en realidad, es difícil hablar del origen del plástico como tal, pues este producto abarca una gran cantidad de sustancias parecidas desarrolladas todas ellas entre el año 1850 y el presente.

Y es que, así como el plástico sustituyó la necesidad de cazar elefantes para jugar billar, también reemplazó a las nocivas bolsas de papel, anunciadas en su tiempo, pues su uso implicaba la tala de árboles; también sustituía al peligroso vidrio, que se rompía con tanta facilidad (Meikle, 1995). En los siguientes 150 años de la historia de Hyatt, se crearon, al menos, diez diferentes tipos de plástico, entre los que resaltan: el pvc (Polyvinyl Chloride o Cloruro de Polivinilo en español) usado en las tuberías; el pet (Polyethylene terephthalate o Tereftalato de Polietileno en español) famoso por los envases de refresco; el hdpe (High Density Polyethylene o Polietileno de Alta Densidad en español), material del que están hechos los envases de productos de limpieza, como el cloro; el ldpe (Low Density Polyethylene o Polietileno de Baja Densidad en español) famoso por ser el componente de las bolsas de supermercado —ahora prohibidas en casi todo el país— y el ps, o poliestireno, más conocido como unicel.

Todas estas maravillas de la ingeniería se crearon para cubrir necesidades básicas de almacenado, transporte y distribución de mercancías. Originalmente, se plantearon como soluciones altamente sustentables y fueron fueron una maravilla y, en cierto sentido, todavía lo son. No obstante, todo cambió cuando sucedió la aceleración de nuestro sistema de consumo y con ello, el incremento en los desperdicios domésticos e industriales. Pasamos de consumir y desechar un promedio de 10 gramos de plástico al día en 1980 a 300 gramos en 2010, un incremento de 3,000% de acuerdo con los datos presentados por Roland Geyer y colaboradores (Geyer et al., 2017). Cuando traducimos esta cifra a totales anuales, da como resultado que cada persona del mundo desecha aproximadamente 100 kg de plástico por año. Esto significan un desperdicio de entre 1.07 y 2.91 millones de toneladas métricas al año que terminan, en su mayoría, en el océano (Lebreton et al., 2019). Claramente, el uso de los plásticos dejó de ser sustentable y comenzó a tener un serio impacto en el ambiente, en la vida y en los seres humanos.

Impactos en el ambiente, la vida y la salud humana debido a los plásticos

Muy probablemente, ya viste las fotos de los animales atrapados en las redecillas de plástico que se usan para transportar latas o de algún animal que perdió la vida dentro de una botella plástica o por comerse una bolsa. De hecho, existe toda una isla hecha de plástico en el océano Pacífico, que tiene una extensión similar al estado de Texas, tan grande en tamaño, que la podemos ver desde el espacio. También, seguramente, ya viste imágenes de nuestros tiraderos de basura, inundados por botellas de pet y bolsas de plástico, que estarán allí por centurias o milenios.1 Todos estos impactos son terribles y necesitan una solución urgente. Pero, en particular, la atención de la ciencia recientemente se ha centrado en un problema menos conocido: el impacto de los microplásticos (Andrady, 2017).

Los microplásticos, como su nombre lo indica, son partículas diminutas, que se forman a partir de la descomposición de productos más grandes. Lo que sucede es que el plástico, lejos de descomponerse, como sucede con la materia orgánica mediante la gasificación por bacterias, se parte en cachitos cada vez más pequeños. El impacto del sol, la sal marina, la precipitación y los cambios de temperatura, parten lentamente las botellas, las bolsas y los empaques, hasta llevarlos a tamaños microscópicos. ¿El problema? Se quedan flotando en el agua, ya sea marina, en los ríos o hasta en la misma agua que bebemos todos los días.

Los animales, incluidos los seres humanos, carecemos de metabolismos corporales para lidiar con los microplásticos, pues su aparición es demasiado reciente en la historia. Lo único que pueden hacer nuestros cuerpos es acumularlos en el tejido, con la esperanza de que no lleguen más. No obstante, estos llegan y llegan. Hasta hace muy poco, se pensaba que su efecto era inocuo, pero recientemente, una investigación por Joana Correia Prata y colaboradores de Portugal, publicada en la revista Science of the Total Environment en febrero de 2020, mostró que la acumulación en el cuerpo humano de estas sustancias —y muy seguramente en el de otros animales— lleva a una inflamación del tejido, con serias consecuencias neurotóxicas y una disminución en la capacidad de respuesta de nuestro sistema inmune (2020). En este mismo año, Madhu Sharma y colaboradores de la India mostraron que la exposición a los microplásticos lleva a un aumento en los casos de cáncer, ya sea por ingerirlos directamente o mediante los animales que consumimos (2020).

La historia de los plásticos es una historia de buenas causas, de búsqueda de alternativas para facilitar la vida a las personas, pero que acabó con terribles consecuencias. Se crearon y expandieron con un emblema de ayuda al medio ambiente, al reducir la tala de árboles, al ser más duraderos e inocuos. Pero, conforme hemos exagerado su uso —y particularmente en su desecho—, se han vuelto uno de los problemas ambientales más serios de la actualidad, con una cascada de consecuencias para los ecosistemas naturales, la biodiversidad y la misma salud humana. Está claro que se necesita un cambio sistémico en el uso y en el desecho del plástico, y nuevas alternativas en la forma de utilizarlo en la sociedad. En el siguiente apartado te contaremos algunas de las soluciones que se están proponiendo para hacerle frente a este enorme problema ambiental.

Pensar en soluciones: bioplásticos, reciclaje y recolección

Como humanidad, hemos pensado en al menos cuatro grandes soluciones para el problema del plástico: el sustituirlo por otra sustancia —los llamados bioplásticos—, el digerirlo mediante bacterias, el reciclarlo y el recolectarlo para su transformación. Aquí te platicamos un poco de cada una: en primer lugar, tenemos los bioplásticos, que son sustancias con la misma estructura química (polímeros) que el plástico, pero cuyo origen proviene de plantas (por ejemplo, de maíz o de huesos de aguacate) en lugar de petróleo. Se han desarrollado una enorme cantidad de variaciones y muchas de las grandes empresas ya han comenzado a sustituir sus empaques por bioplásticos, por ejemplo, el grupo Bimbo. La gran ventaja con el medio ambiente es su alta tasa de descomposición y la posibilidad de usar recursos distintos al petróleo, lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, por sí solos, no solucionan los problemas de desecho y contaminación que generan el creciente problema de los microplásticos.

La segunda vía y una solución prometedora se encuentra en la degradación de los plásticos a través de las bacterias presentes en el intestino de algunos tipos de gusanos—biodegradación—. Diversos estudios han obtenido resultados positivos de la biodegradación de polímeros (ps) mediante las bacterias intestinales de los gusanos de harina, gusanos gigantes (Zophobas morio), una especie de escarabajos) y larvas de polilla de cera mayor, por mencionar algunos (Yang et al., 2015, Kim et al., 2020, Lou et al., 2020). En teoría, podríamos cultivar a estos animales y depositarlos en el mar o en los tiraderos de basura, para que se coman todo el plástico y lo transformen en gases, en lugar de en micropartículas. Esta opción podría tener muchísimas aplicaciones, pero aún nos queda mucho por investigar y experimentar antes de poder aplicarla a gran escala.

Las siguientes piezas, para comenzar a reducir el problema, se encuentran en el reciclaje y la recolección. En ese sentido, ambas estrategias se parecen: se trata de tomar los recursos ya usados, o tirados en el medio ambiente, lavarlos y darles un segundo uso. El segundo uso del plástico tiene tantas posibilidades como todas sus funciones originales: ropa, platos, mochilas, ventanas… o lo que se te ocurra. Por ejemplo, una famosa marca de ropa deportiva lanzó, desde hace cinco años, una campaña para recolectar plástico del océano y transformarlo en tenis y playeras. Gracias a ello se han logrado reciclar hasta nueve millones de toneladas métricas de plástico depositado en el océano. No obstante, pese al extraordinario esfuerzo y las buenas intenciones, el reciclaje y el reúso del plástico sólo representa un total de 6% de todo lo que tiramos, es decir una porción muy, muy pequeña.

Es aquí donde entras tú. Necesitamos nuevas soluciones para este importante problema global. Está claro que, como humanidad, somos dependientes del plástico para todas nuestras actividades como, por ejemplo, en la industria, el transporte y el envasado de alimentos; pero también, está claro que el camino que hemos seguido tiene serias consecuencias para el ambiente y para nosotros mismos.

Esperamos que, con nuestro artículo, te des cuenta de por qué surgieron los plásticos y cómo, lentamente se han vuelto un problema ambiental. De cómo partieron de ideas novedosas y amigables con el ambiente, y se volvieron un serio problema ecológico global. No cabe duda de que los siguientes años serán cruciales para dirigir estos esfuerzos a encontrar nuevos caminos más sustentables. De manera inmediata, podemos dejar de utilizar bolsas de un solo uso y bebidas embotelladas en plástico que, en conjunto, representan hasta una cuarta parte de todo el plástico generado en México (Murray Tortarolo et al., 2021). No obstante, aún necesitamos reducir la producción y el uso del plástico, aumentar el reciclado y buscar alternativas para eliminar los microplásticos; todo esto se necesita lograr lo más pronto posible. Pero, quién sabe, a lo mejor, esa solución ¿Puede venir de ti?

Referencias

  • Andrady, A. L. (2017). The plastic in microplastics: A review. Marine pollution bulletin, 119(1), 12-22. https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2017.01.082.
  • Andrady, A. L. y Neal, M. A. (2009). Applications and societal benefits of plastics. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 364(1526), 1977-1984. https://doi.org/10.1098/rstb.2008.0304.
  • Breskin, C. A. (1945). Plastics Through The Years. Scientific American, 172(5), 269-273.
  • Geyer, R., Jambeck, J. R. y Law, K. L. (2017). Production, use, and fate of all plastics ever made. Science advances, 3(7), e1700782. https://doi.org/10.1126/sciadv.1700782.
  • Kim, H. R., Lee, H. M., Yu, H. C., Jeon, E., Lee, S., Li, J. y Kim, D. H. (2020). Biodegradation of polystyrene by Pseudomonas sp. isolated from the gut of superworms (larvae of Zophobas atratus). Environmental science technology, 54(11), 6987-6996. https://doi.org/10.1021/acs.est.0c01495.
  • Lebreton, L. y Andrady, A. (2019). Future scenarios of global plastic waste generation and disposal. Palgrave Communications, 5(1), 1-11. https://doi.org/10.1057/s41599-018-0212-7.
  • Lebreton, L., Egger, M. y Slat, B. (2019). A global mass budget for positively buoyant macroplastic debris in the ocean. Scientific reports, 9(1), 1-10. https://doi.org/10.1038/s41598-019-49413-5.
  • Lou, Y., Ekaterina, P., Yang, S. S., Lu, B., Liu, B., Ren, N., Corvini, P. F.-X. y Xing, D. (2020). Biodegradation of polyethylene and polystyrene by greater wax moth larvae (Galleria mellonella L.) and the effect of co-diet supplementation on the core gut microbiome. Environmental science technology, 54(5), 2821-2831. https://doi.org/10.1021/acs.est.9b07044.
  • Meikle, J. L. (1995). American plastic: a cultural history. Rutgers University Press.
  • Murray Tortarolo, G., Miranda Ackerman, M. y Serrano Medrano, M. (2021). The carbon footprint of Mexican Plastics. https://cce-datasharing.gsfc.nasa.gov/files/conference_presentations/Poster_MurrayTortarolo__71_21.pdf.
  • Prata, J. C., da Costa, J. P., Lopes, I., Duarte, A. C. y Rocha-Santos, T. (2020). Environmental exposure to microplastics: An overview on possible human health effects. Science of the Total Environment, 702, 134455. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2019.134455.
  • Sharma, M. D., Elanjickal, A. I., Mankar, J. S. y Krupadam, R. J. (2020). Assessment of cancer risk of microplastics enriched with polycyclic aromatic hydrocarbons. Journal of Hazardous Materials, 398, 122994. https://doi.org/10.1016/j.jhazmat.2020.122994.
  • Thompson, R. C., Swan, S. H., Moore, C. J. y Vom Saal, F. S. (2009). Our plastic age. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 364(1526), 1973-1976. https://doi.org/10.1098/rstb.2009.0054.
  • Yang, Y., Yang, J., Wu, W. M., Zhao, J., Song, Y., Gao, L., Yang, R. y Jiang, L. (2015). Biodegradation and mineralization of polystyrene by plastic-eating mealworms: part 2. Role of gut microorganisms. Environmental science technology, 49(20), 12087-12093. https://doi.org/10.1021/acs.est.5b02663.

Sitios de interés



Recepción: 27/01/2021. Aprobación: 18/03/2021.

Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

Educación integral en la infancia: un aula innovadora, exitosa y feliz

Mónica Pilar Cobaleda Estepa Cita

Resumen

La educación integral en la infancia es fundamental para desarrollar las capacidades cognitivas, comunicativas, afectivas, sociales, creativas y práxicas de los estudiantes. Por ello, la dinamización de las estrategias de enseñanza-aprendizaje con enfoque holístico adquieren relevancia en todo momento. Este trabajo presenta la estrategia aief —aula innovadora, exitosa y feliz— para la educación integral en la infancia con un enfoque en la innovación, lo lúdico, el arte, el desarrollo del pensamiento científico, la inteligencia emocional y el aprendizaje significativo en el proceso formador, que incluye el uso innovador de las tecnologías y su relación con el contexto cultural. Además, se presentan los principios orientadores y un conjunto de didácticas transversales que pueden ser aplicadas directamente o con las adaptaciones de contexto por parte de otros maestros. Esta estrategia permite así, generar procesos donde, tanto el estudiante como el maestro, se renuevan constantemente y, desde su praxis, se hacen conscientes de las transformaciones de su rol que circula entre el aprender y enseñar.
Palabras clave: educación integral, desarrollo del pensamiento, arte, lúdica, innovación.

Integral Education in Childhood: An Innovative, Successful and Happy Classroom

Abstract

Integral education in childhood is fundamental to develop cognitive, communicative, affective, social, creative and practical abilities of students. For that reason, the dynamization of teaching-learning strategies with a holistic approach acquires relevance. This paper presents the aief –an innovative, successful and happy classroom–, a strategy for an integral education in childhood, focused on innovation, playfulness, art, and the development of scientific thought, emotional intelligence and meaningful learning in the training process, which includes the innovative use of technologies and their relationship with the cultural context. Additionally, we present guiding principles and a set of transversal didactics that can be applied directly or with context adaptations by other teachers. Thus, this strategy allows to generate processes where both the student and the teacher are constantly renewed and, from their praxis, they become aware of the transformations of their role, that circulates between learning and teaching.
Keywords: integral education, development of thought, art, play, innovation.

Introducción

El pensar en una educación con enfoque integral para la infancia es un reto constante para la comunidad docente, pues “no se trata simplemente de transmitir conocimientos, como supuso equivocadamente la Escuela Tradicional, sino de formar individuos más inteligentes a nivel cognitivo, afectivo y práxico” (De Zubiría Samper, 2020, p. 196). Por ello, surgen interrogantes como: ¿de qué manera implementar didácticas asertivas en la integralidad del desarrollo para la infancia?, ¿cuál debe ser la forma de interacción maestro-estudiante para lograr el aprendizaje integral? y ¿cómo aprovechar o generar los recursos didácticos innovadores con mirada holística?

Así, en el presente artículo se retoman diversos avances y transformaciones desde una praxis docente obtenida en un trabajo escolar continuo y que, asimismo, sistematiza un diseño, una adaptación y una aplicación de técnicas y herramientas didácticas, algunas son de carácter propio y otras son adaptadas de modelos pedagógicos afines, con formas de comunicación dinámica y creativa. En esta sistematización, además del desarrollo disciplinar enfocado a la cognición y el pensamiento científico, participan, con fuerza y con igualdad, el sentido de importancia, el arte, la lúdica y la innovación tecnológica. Estos elementos conforman la estrategia un Aula Innovadora, Exitosa y Feliz (aief), en función del desenvolvimiento creativo e investigativo tanto del maestro como del estudiante. Este punto es importante, ya que permite al maestro sentirse y ser parte activa del proceso de aprendizaje, y no solo de enseñar. En consecuencia, esto lo anima y lo fortalece en la búsqueda constante de sentido y de trascendencia en los diversos espacios en su aula, y en encuentros mediados por la palabra, la dialogicidad, y la expresividad, tanto individual como colectiva, en el desarrollo holístico del ser estudiante o ser maestro.

Un aula para la cualificación de la educación integral

El aief surge como una alternativa para lograr, en el aula, un proceso de enseñanza de aprendizaje placentero, eficaz y holístico, que responda a las necesidades actuales y trascendente de los estudiantes y los maestros. El aief explica así su nombre:

  • Aula: “lugar de encuentro”, que trasciende la dimensión física y reconoce al “otro” para enseñar y para aprender juntos.
  • Innovadora: usar la creatividad para dar solución a retos formativos que hacen parte de su tiempo, integra tecnologías de la información y la comunicación (tic) y diversos lenguajes disciplinares.
  • Exitosa: al plantear metas al inicio del año escolar, en consonancia, con las habilidades para la vida.
  • Feliz: emplea la lúdica, el arte y la imaginación para lograr estados de felicidad y placidez al aprender.

El aief parte de la premisa que la integración de elementos holísticos disciplinares pueden tratarse, fácilmente, dentro de las didácticas y la cotidianidad escolar. Se entiende al aprendizaje holístico como el que transforma vivencias y experiencias transdisciplinares en la adquisición del conocimiento, en sintonía con las dimensiones físicas y espirituales del sujeto, en vínculo con el planeta que habita y los seres que le rodean (Gallegos Nava, 2015). Asimismo, propone el uso innovador de las tic en relación con la cultura para interactuar con distintos lenguajes, mientras aporta al desarrollo del ser y mantiene el sentido de lo humano. La estrategia aief se estructura con principios y didácticas transversales presentados en la imagen 1.



Imagen 1. Estructura del AIEF. AMAT: Aprendizaje de las Matemáticas Apoyada en TIC. Elaboración propia.

Principios orientadores

Los principios orientadores del aief invitan a la construcción de una relación empática entre el maestro y el estudiante para ver el aula más que un sitio de trabajo agobiador, e invita a verla como un lugar para la sorpresa donde se puede reír, jugar, expresarse, enseñar y aprender sin temor, en alteridad. Estos principios son:

  • Aula, lugar de encuentro. El aula como un espacio o un lugar físico y concreto, pero también, un lugar mental, o virtual, donde en el encuentro media el aprender. Esto convierte en aula y en encuentro, cualquier lugar donde estén el rol del enseñante y del aprendiz, y donde haya asombro, curiosidad, alegría y calma en la adquisición de metas formativas.
  • Aprendizaje lúdico y creativo. Comprende la lúdica como el disfrute y el placer por la vida (Jiménez Vélez, 2013); enriquece las didácticas desde el jugar para aprender, por ejemplo, al realizar juegos de palmas para memorizar nociones; jugar aprendiendo, al ejercitar habilidades motrices, emocionales o mentales mientras se juega; y aprender a jugar, al apropiarse y transformar, creativamente, las formas del juego, según los intereses de quienes juegan.
  • Ser en conexión y trascendencia. Este principio propone reconocerse y reconocer al otro a través del lenguaje integral que genera el maestro, ya sea con formas gestuales, con la palabra o con su entonación, posturas físicas y mentales. De igual manera, incluye el escuchar y el lenguaje discursivo, elementos del saber ancestral y cultural, según Gallegos Nava, para una sintonía con lo universal (2015).

Didácticas transversales

Desde estos principios, la estrategia aief presenta unas didácticas transversales, que trascienden esa sensación mecanicista que a veces acompaña a la rutina escolar, y cualifican la práctica docente desde el potencial creativo y transformador. Estas son la agenda creativa, el diseño de planeación integral, la metodología para el Aprendizaje de las Matemáticas Apoyada en tic (amat), los mapas de interacción y observación, y los rituales activadores de memoria.

1. Agenda creativa

Describe actividades para la rutina diaria que concientizan al niño para sentirse parte de un grupo, aún si se trabaja virtualmente. Aparta al maestro de la acción de controlar el grupo, y propone la construcción social y natural de ambientes de aprendizajes más enriquecedores.

Partes de la agenta creativa

  • Saludo y ¿a quién extrañamos hoy?: remplaza el pasar lista por las formas de percepción de presencia y ausencia del otro, además, visibiliza los vínculos entre compañeros y utiliza la herramienta mapas de interacción y observación grupal descritos posteriormente.
  • Meditación u oración: la meditación fomenta el autoconocimiento y el desarrollo de potencialidades mentales; la oración, en libertad de culto, genera conexión espiritual para la trascendencia.
  • Cantar: para generar placidez, alegría y estimular procesos de pensamiento, memorización, habilidades artísticas innatas y la creatividad.
  • Bitácora del sentir y pensar: fortalece la escritura en construcción colectiva de contenidos mientras se le da sentido a cada letra, trazo o frase registrada en una libreta, lo que lo transforma en un cuaderno filosófico que, desde la dialogicidad, genera reflexión y metacognición (ver imagen 2).

Imagen 2. Bitácora del sentir y pensar. Matías Tangarife, 2020.

  • Es tiempo de…: práctica lúdica oral del maestro que conecta, desde la rítmica de la palabra, distintos momentos y rutinas, tanto planeadas como inesperadas.
  • Momento cultural: espacio de 15 minutos para compartir talentos, investigaciones o temáticas que amplían la apreciación estética y cultural.
  • Frase de cada día de la semana: promueve frases que fortalecen la cohesión grupal en contexto de los valores éticos (ver imagen 3).

Imagen 3. Agenda creativa. Autoría propia con el dibujo de Hayle Fonseca, 2020.

2. Diseño de planeación integral

Esta didáctica estructura las clases o los “encuentros”, reflejando su concepción integral desde estas perspectivas:

  • Aprendizaje holístico, lúdico, creativo, artístico.
  • Desarrollo del pensamiento y espíritu investigador.
  • Contenidos en contexto.
  • Identificación de fuentes de conocimiento.
  • Apropiación de rutinas, autonomía en el aprendizaje, e inteligencia emocional.
  • Reflexión, argumentación, diálogo en espacios de convivencia.
  • Gestión de didácticas creativas y trabajo colaborativo.
  • Proceso evaluativo y seguimiento en el lugar.

Elementos del diseño de la planeación integral

  • La pregunta: se plantea una pregunta para introducir el tema, que trasciende la mirada positivista de hallar respuestas “técnicamente correctas”. Tiende más a ser un puente con lo sensible, con lo emocional, con lo imaginativo y con lo divertido del aprender. De todas las respuestas, se le reconoce al autor (estudiante, docente, fuente) fomentando, así, la alteridad, el autoestima y el uso de fuentes investigativas. Esto propicia nuevas hipótesis, comprobaciones concretas o abstractas, activa la imaginación, provoca deseo de conocer, motiva desde vivencias y/o evoca conocimientos previos. Un ejemplo de esto se puede observar en la imagen 4.

Imagen 4. Pregunta y respuestas. Leyre Marulanda, 2017.

  • Actividades integrales de aprendizaje: buscan que el docente y el estudiante, hallen un sentido a cada actividad, la disfruten y se diviertan en el proceso, pues como propone Freire, juntos se aprende mejor (2012). Cada experiencia diseñada, a criterio distributivo del docente, contiene elementos de conexión multisensorial del Diseño Universal del Aprendizaje (dua), desarrollo de habilidades del pensamiento, uso de lenguajes artísticos y lúdicos mediados por un lenguaje que comprende la inteligencia emocional. Esto es transversalizado con procesos de lectura y escritura integral, una forma comunicativa que circula entre la interpretación de signos, formas, sonidos, gestos, e imágenes dentro de un contexto cultural.
  • Idea para recordar: es una frase escrita y descriptiva para sintetizar lo aprendido, como construcción conceptual para generar la cultura de memorización con significado.
  • Evaluación: encuentro de diálogo con enfoque reflexivo donde cada estudiante o de manera grupal se expresa sin temor al señalamiento por errores o dificultades, y son reconocidos por sus logros.
  • Orientaciones al maestro: enriquece el campo conceptual del docente. Describe consejos prácticos o sugerencias didácticas que surgen de procesos investigativos al interior de la institución educativa; aportes desde el acompañamiento directivo al quehacer docente hasta la lectura de contexto en consonancia con posturas teóricas que los docentes de grado consideren importantes.

3. Metodología para el Aprendizaje de las Matemáticas Apoyada en tic

El aief adopta una metodología para la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, con una mirada holística, donde considera tres enfoques: el cognitivo, lúdico-emocional y de integralidad.

El enfoque cognitivo desarrolla la adquisición de las nociones matemáticas desde el pensamiento concreto, la representación pictórica y la representación simbólica en consonancia al pensamiento de Bruner (1995). Además, considera la evolución del pensamiento concreto al simbólico u operaciones formales (Piaget y Inhelder, 2007), lo cual incluye los diferentes grados de complejidad nocional. Así mismo, relaciona esta función simbólica vital para la formación integral del ser, desde elementos del arte y la cultura, como parte de las prácticas cotidianas relacionadas con el pensamiento matemático (Gardner, 2005, p. 234). Un ejemplo de ello puede verse al adquirir la noción de seriación y conteos, cuando el niño parte de juegos corporales, mientras salta de dos en dos entre objetos similares, como sus cuadernos, pasa a representar, pictóricamente, el juego, luego, enumera los elementos saltados y por último, completa series empleando la notación numérica.

El enfoque lúdico-emocional considera “el aprender con placer”, “valorar el error como experiencia” y “jugando se aprende”. Busca la placidez en disposición intrínseca y extrínseca para el aprendizaje; de igual manera, pretende que el reír sea parte de las acciones, como preguntar para solucionar dudas, donde los aciertos y desaciertos son oportunidades de autoconocimiento y autosuperación, mientras se asume el error con tranquilidad; es decir, hacer del acto de aprender algo divertido. Goleman lo sustenta así: “el buen humor, mientras dura, favorece la capacidad de pensar con flexibilidad y con mayor complejidad, haciendo que resulte más fácil, encontrar soluciones a los problemas, ya sean intelectuales o interpersonales” (2010).

El enfoque de integralidad se correlaciona con el diseño de la “planeación integral” y articula experiencias disciplinares, la participación y la multisensorialidad. Transversaliza, desde los procesos de lecto-escritura que hacen parte del saber matemático, la aplicación de lo aprendido y la resolución de problemas en contexto. Igualmente, trabaja actividades de registro y memorización con formas de procesamiento de la información a nivel visual, táctil, o auditivo, entre otras (ver imagen 5).

Imagen 5. Pensamiento simbólico/enfoque lúdico-emocional en estudiantes de 2° (2019)

Esta metodología emplea un diseño original de actividades en un ambiente virtual de aprendizaje matemático, para el afianzamiento de habilidades, transversalizadas con áreas como el lenguaje; con narrativas vinculadas a la expresión creativa, artística y poética; las ciencias naturales, la ética, la formación en valores y la lúdica. Esto fortalece el rol del maestro como motivador desde el uso del lenguaje empático hasta conectarlo con el lenguaje matemático; también, refuerza al maestro como integrador que emplea los contextos de aprendizaje de los diferentes discursos del aprendizaje matemático; y, asimismo a un maestro observador porque capta, en cada estudiante, sus características individuales para lograr las metas propuestas, medibles y alcanzables respecto al dominio de nociones y conceptos.

4. Mapas de interacción y observación

Estos mapas hacen un registro en el lugar y tiempo real, para sistematizar las características observadas en los estudiantes en función del aprendizaje y del desarrollo integral. Exponen Vallés Arándiga y Vallés Tortosa “gran parte del aprendizaje social está favorecido por la observación de las ejecuciones reales de los demás y de las consecuencias que tales actuaciones les comportan” (2000, p. 68). Así, identifican afinidades en las relaciones que fortalecen el trabajo por pares, el cual recibe el nombre de identificación de sinergias focalizadas y pares creativos, basado en la teoría de campo de Kurt Lewin (1988). Además, estos mapas permiten conocer al grupo, no controlarlo, pues “el sentido que puede tener el análisis de las características del estilo individual de aprendizaje es ayudar a desarrollar aquellas estrategias que lleven a un rendimiento en el aprendizaje más eficaz” (Rose et al., 2003, p. 185).

5. Rituales activadores de memoria

Son prácticas artísticas, culturales y lúdicas para generar cohesión y recordación. Huizinga las posiciona como fuentes de significación simbólica en la visión estética de las subjetividades y las intersubjetividades conectadas con la inteligencia emocional que da elementos resilientes para la vida (2008), donde “las emociones positivas (felicidad, alegría, esperanza, optimismo…) mantienen y recuperan el equilibrio del organismo, ejercen efectos curativos” (Vallés Arándiga y Vallés Tortosa, 2000), mientras que las emociones negativas, como el enojo, la ira o la depresión, generan toxicidad en el organismo. Precisamente, los rituales de encuentro, festejo o reparación son los facilitadores de este proceso autosanador.

Conclusión: educación integral, el reto de actuar

La integralidad o mirada holística de la enseñanza se enriquece con las nuevas participaciones epistemológicas y discursivas que amplían las posibilidades de acción y praxis de los maestros dedicados al trabajo con la infancia. Si la escuela tiene como obligación “enseñarnos a pensar mejor, amar mejor y actuar mejor” (De Zubiría Samper, 2020), la educación integral requiere mayor visibilidad y realización al interior de las aulas; pues es urgente propiciar espacios para la formación de un ser humano consciente de sus capacidades y posibilidades creativas y transformadoras del mundo que habita. Así, es posible preguntarse: ¿qué pasaría, si las aulas de clase de los niños, sean de carácter virtual o físico, apuntan, primordialmente, a ser espacios de felicidad y tranquilidad para el aprendizaje?; ¿qué sucedería si los estudiantes vieran que su maestro, docente o tutor disfrutar tanto como ellos del enseñar y del aprender?; ¿cómo sería el ambiente de clase en un lugar donde no se sintiera miedo de tener habilidades distintas a los demás y se entendiera al fracaso o al éxito como parte del aprendizaje?. Por tanto, entender cómo y qué aprenden los niños de cada generación, identificar para qué lo aprenden desde un enfoque de autonomía y pensamiento crítico, demanda un análisis continuo del maestro, quien cumple una función irremplazable, pues es quien le abre la puerta a la niñez a ese mundo de aprendizajes holísticos.

El jugar no solo permite la expresión libre del niño ante su deseo de aprender, también, lo une con la información concreta, histórica y trascendente de su ámbito cultural, mientras realza un componente ineludible de la educación integral como lo es el campo lúdico del ser humano. Desde esta perspectiva, la estrategia aief pone al maestro en una postura proactiva y transgresora, en vez de colocarlo en una zona de confort que, con frecuencia, lo mecaniza, y le permite expresarse desde sus capacidades humanas a la par que ejerce su trabajo. Al hacer de la formación integral una disposición cotidiana, le permite renovar su praxis dándole la oportunidad de resignificar su ejercicio, no solo desde un reconocimiento social o laboral, sino propio.

Referencias

  • Bruner, J. (1995). Desarrollo cognitivo y educación (2.ª ed.). Morata.
  • De Zubiría Samper, J. (2020). Los modelos pedagógicos. Hacia una pedagogía dialogante. Magisterio.
  • Freire, P. (2012). Pedagogía del oprimido (2.ª ed.). Siglo xxi.
  • Gallegos Nava, R. (2015). Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación internacional para la Educación Holista.
  • Gardner, H. (2005). Arte, mente y cerebro. Una aproximación cognitiva a la creatividad. Paidós Ibérica.
  • Goleman, D. (2010). La inteligencia emocional (5.ª ed.). Zeta.
  • Huizinga, J. (2008). Homo ludens. fce.
  • Jiménez Vélez, C. A. (2013). La lúdica y los nativos digitales. Lúdica Pedagógica, 1(18), 49-57. https://doi.org/10.17227/01214128.18ludica49.57.
  • Lewin, K. (1988). La teoría del campo en la ciencia social. Ediciones Paidós Iberica, S.A.
  • Piaget, J. y Inhelder, B. (2007). Psicología del niño. Ediciones Morata.
  • Rose, R., Florian, L., Tilstone, C. y Cardona Moltó, M. C. (2003). Promoción y desarrollo de prácticas educativas inclusivas. Fundamentos.
  • Vallés Arándiga, A., y Vallés Tortosa, C. (2000). Inteligencia emocional. Aplicaciones educativas (2.ª ed.). eos (Instituto de Orientación Psicológica Asociados).

Agradecimientos

Agradezco el apoyo de la Institución Educativa Jorge Robledo (iejr) de Medellín, Colombia, a mis colegas, familias y estudiantes que aportaron y disfrutaron de este trabajo.



Recepción: 06/10/2020. Aprobación: 05/03/2021.

Show Buttons
Hide Buttons

Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079