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Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Refrescando el hogar: técnicas pasivas para un ambiente fresco

Sergio Quezada García, M. Azucena Escobedo Izquierdo, Heriberto Sánchez Mora y Marco Antonio Polo Labarrios Cita

Resumen

Las olas de calor recientes han causado malestar e incomodidad en todo el país. Ante esta situación, surge la pregunta: ¿cómo podemos combatir el calor en nuestros hogares? Los sistemas de aire acondicionado son una solución común, pero su alto costo y su impacto ambiental son desafíos importantes. Por otro lado, las técnicas pasivas de refrigeración ofrecen una alternativa sostenible, sin necesidad de electricidad. Este artículo explora el concepto de confort térmico, detalla los sistemas de aire acondicionado y presenta ejemplos de técnicas pasivas basadas en protección térmica, modulación y disipación de calor.
Palabras clave: confort térmico, refrigeración, eficiencia energética, hogares sostenibles, condiciones ambientales.

Refreshing the home: passive techniques for a cool environment

Abstract

Recent heatwaves have caused discomfort and inconvenience nationwide. In response to this situation, the question arises: how can we combat the heat in our homes? Air conditioning systems are a common solution, but their high cost and environmental impact are significant challenges. On the other hand, passive cooling techniques offer a sustainable alternative, without the need for electricity. This article explores the concept of thermal comfort, details air conditioning systems, and presents examples of passive techniques based on thermal protection, modulation, and heat dissipation.
Keywords: thermal comfort, cooling, energy efficiency, sustainable homes, environmental conditions.


Refrigeración y confort en hogares mexicanos

A nivel mundial, las edificaciones consumen alrededor del 30% de la energía final y son responsables del 19% de las emisiones de gases de efecto invernadero (Iwata, 2014). Se estima que el 20% de la electricidad consumida en las edificaciones se utiliza para la refrigeración de espacios mediante sistemas de acondicionamiento de aire y ventiladores (oecd/iea, 2018). Además, se prevé que estas cifras aumenten debido al crecimiento económico mundial y al gran desplazamiento de los habitantes de los pueblos a las ciudades (Tumminia et al., 2020). Así, a medida que aumenten los ingresos y la calidad de vida, más gente comprará y utilizará sistemas de acondicionamiento de aire y ventiladores; especialmente, aquella gente que se ubica en las zonas más cálidas del planeta. Si no se toman medidas, para el año 2050 se triplicará el consumo de energía para la refrigeración de espacios con respecto al consumo en el año 2018 (oecd/iea, 2018).

Una gran extensión del territorio mexicano tiene clima cálido; por lo tanto, en México parte importante de la energía eléctrica que se consume en las edificaciones residenciales es para proporcionar confort térmico a sus ocupantes mediante la refrigeración de espacios. De hecho, el actual esquema tarifario doméstico de la Comisión Federal de Electricidad (cfe) contempla siete tarifas (1, 1A, 1B, 1C, 1D, 1E y 1F) que se asignan a diferentes localidades dependiendo de la temperatura media mínima en verano (cfe, 2023). A medida que aumenta la temperatura media mínima en verano, el subsidio en la tarifa doméstica aumenta. La tarifa con menor subsidio, ya que considera que no es necesario el uso de sistemas de acondicionamiento de aire, es la tarifa 1 que aplica para todos los servicios que destinen la energía para uso exclusivamente doméstico.

Por su parte, la tarifa 1F tiene el mayor subsidio; la aplican a localidades con temperatura media mínima en verano de 33 °C. Las localidades donde se aplica esta tarifa requieren emplear sistemas de acondicionamiento de aire para alcanzar condiciones de confort térmico. Existe otra tarifa doméstica para hogares con alto consumo, denominada Doméstica de Alto Consumo (dac); aplica cuando se supera el límite de consumo de energía eléctrica, y es la más cara porque no cuenta con subsidio.

Así, el esquema tarifario doméstico considera la necesidad de utilizar sistemas activos de acondicionamiento de aire para proporcionar confort térmico a la población dentro de los hogares, pero ¿qué es el confort térmico? Y, ¿qué son los sistemas de acondicionamiento de aire?

A continuación, responderemos a estas preguntas y se presentarán algunos ejemplos de técnicas pasivas de refrigeración basadas en protección térmica, modulación de calor y disipación de calor; las cuales nos pueden ayudar a alcanzar condiciones de confort en nuestros hogares.

Confort térmico

La comodidad del cuerpo humano depende principalmente de la temperatura, la humedad y la velocidad del viento, siendo la primera el factor más importante. De este modo, el confort térmico se refiere al rango de temperatura donde el cuerpo humano se siente más cómodo. Este rango depende de diversos factores como la ropa que lleve puesta la persona, la actividad física que esté realizando, su edad, las condiciones climáticas a las que la persona esté acostumbrada, entre otros.

Por ejemplo, dos personas en un mismo cuarto pueden tener sensaciones térmicas diferentes. Si una de ellas está en reposo, podría tener una sensación de frío; mientras que, la otra, si realiza una actividad física, como saltar la cuerda, podría tener una sensación de calor. Así, determinar los límites de confort en diferentes zonas y bajo diferentes condiciones sigue siendo un tema de estudio para los investigadores.

Sin embargo, se puede decir que la mayoría de la gente, en reposo o realizando actividad física moderada, se siente cómoda en el rango de temperatura que va de 22 °C a 27 °C, con una humedad relativa de 30% a 70% y cuando el aire tiene una velocidad aproximada de 12 metros por minuto (Cengel, 2007). Esto se puede ejemplificar en un Diagrama Bioclimático de Givoni (ver Figura 1); el cual, muestra la zona de confort que representa el rango de condiciones climáticas donde la mayoría de las personas se sienten cómodas (Ortiz et al., 2023). A la derecha de la zona de confort, las personas tienen una sensación de calor; mientras que, a la izquierda, tienen una sensación de frío.

Sistemas de acondicionamiento de aire

Por otro lado, los sistemas de acondicionamiento de aire se emplean para obtener el nivel deseado de calentamiento, enfriamiento, humidificación, deshumidificación, limpieza y desodorización; por ende, el objetivo de estos sistemas es brindar confort a las personas ocupantes de una edificación. Aquí nos concentraremos en los sistemas de acondicionamiento de aire para la refrigeración; es decir, en aquellos sistemas cuyo propósito es reducir la temperatura interna de nuestros hogares, removiendo calor, para llegar al rango de confort térmico.

Diagrama Bioclimático de Givoni

Figura 1. Diagrama Bioclimático de Givoni.
Crédito: elaboración propia.

Los sistemas de refrigeración se pueden dividir en dos grupos, los activos y los pasivos. Los primeros requieren de electricidad para funcionar; por ejemplo, los equipos minisplit que suelen utilizarse en espacios pequeños y tienen el mismo principio de operación que el refrigerador de nuestras casas. Mientras que, los segundos, o las también llamadas técnicas pasivas de refrigeración, no requieren de electricidad.

Técnicas pasivas de refrigeración

Los sistemas o técnicas pasivas de refrigeración pueden clasificarse, a su vez, en técnicas de protección térmica, de modulación de calor y de disipación de calor.

Técnicas de protección térmica

En las técnicas de protección térmica, el edificio se protege de las ganancias directas de calor por radiación solar mediante el sombreado de las envolventes de la edificación (paredes y techo). El uso de árboles o vegetación cerca del edificio es una solución eficiente, económica, estética y ambientalmente amigable para proteger al edificio de la ganancia de calor por radiación solar (ver Figura 2).

Ejemplo de técnica de protección térmica

Figura 2. Ejemplo de técnica de protección térmica: a) edificación sin protección térmica que recibe mayor radiación solar en comparación con b) edificación con un árbol actuando como protección térmica.
Crédito: elaboración propia.

Otra manera práctica de evitar grandes ganancias de calor por radiación es utilizar pintura aislante reflectiva en la cara exterior de las envolventes. Este tipo de pintura refleja la radiación solar evitando que sea absorbida por las envolventes y penetre al interior de la edificación, reduciendo la ganancia de calor hasta en un 44% por envolvente (Samani et al., 2016).

La radiación solar puede atravesar libremente las superficies transparentes convencionales (ventanas). Se estima que alrededor del 45% al 60% del calor que se transfiere del exterior al interior de la edificación, que denominaremos carga térmica, es debido a las ventanas cuando estas representan del 20% al 30% de la superficie total de las paredes (Bhamare et al., 2019).

De hecho, con el objetivo de reducir la carga térmica, se han creado normas mexicanas (por ejemplo, la nom-020-ener) que sugieren que la superficie transparente, en otras palabras, las ventanas, no deben de representar más del 40% de las envolventes sin colindancia, mientras que las envolventes con colindancia deben de ser 100% de material opaco (sener, 2011). En algunos casos, es posible aumentar el área destinada a las ventanas sin que aumente considerablemente la carga térmica, utilizando acristalamiento multicapa, acristalamiento al vacío y acristalamiento con revestimiento de baja emisividad (ver Figura 3), por mencionar algunas tecnologías.

Ejemplos de acristalamiento

Figura 3. Ejemplos de acristalamiento que evitan que aumente la carga térmica, a) acristalamiento multicapa y b) acristalamiento con revestimiento de baja emisividad.
Crédito: elaboración propia.

Técnicas de modulación de calor

En las técnicas de modulación de calor, el calor ganado por las envolventes de un edificio se almacena en sus materiales constructivos para descargarlo posteriormente, de preferencia cuando se requiera; por ejemplo, durante la noche cuando no se tiene ganancia de calor debido al Sol y la temperatura en el interior de las edificaciones desciende (ver Figura 4).

Así como algunos materiales son mejores conductores de calor (como los metales), existen materiales que son mejores para almacenar el calor, los cuales pueden formar parte de los materiales estructurales de los edificios para aumentar la inercia térmica y disminuir la amplitud de oscilación de la temperatura interior de la edificación (ver nuevamente Figura 4). Para zonas con climas cálidos, una baja inercia térmica implica condiciones de calor excesivo durante el día y condiciones de frío durante la noche.

Cambio de la temperatura interna de la edificación

Figura 4. Cambio de la temperatura interna de la edificación a lo largo del día (curva color rojo).
Crédito: elaboración propia.

El calor ganado durante el día se puede liberar durante la noche mediante la entrada de aire frío exterior que sustituye al aire caliente interior. La eficiencia de esta técnica, llamada ventilación nocturna, depende de la temperatura nocturna del aire. Esta técnica no es nueva; de hecho, Gabriel García Márquez en El amor en los tiempos del cólera escribe:

[…] terminaron por convencerse de las bondades del método romano contra el calor, que consistía en mantener las casas cerradas en el sopor de agosto para que no se metiera el aire ardiente de la calle, y abrirlas por completo para los vientos de la noche. (1985, p. 27).

Técnicas de disipación de calor

En la técnica de disipación de calor, se utiliza un disipador ambiental a temperatura más baja, como el aire, el agua o el cielo, para remover el calor del interior de la edificación y disminuir su temperatura. Pero la pregunta recurrente es ¿por qué se necesita que el disipador de calor se encuentre a una menor temperatura?

El calor es una forma de energía que se transporta de un cuerpo o sustancia que se encuentra a una temperatura caliente, a un cuerpo o sustancia que se encuentra a una temperatura fría. La transferencia de calor siempre ocurre en esta dirección; de mayor a menor temperatura, y cuando se iguala la temperatura de los cuerpos o sustancias, la transferencia de calor neta entre estos es cero. Esta es la razón por la cual se requiere que el disipador de calor se encuentre a una menor temperatura con respecto a la temperatura interior de la edificación.

Volviendo a las técnicas de disipación de calor, estas se dividen en técnicas de refrigeración por convección, evaporación y radiación. Un ejemplo de refrigeración por convección es la tecnología de ventilación por chimenea, que consiste en calentar la pared de la chimenea por medio de radiación solar. El calor es transferido al aire contenido en la chimenea, aumentando su temperatura y con ello impulsándolo hacia arriba, creando un efecto de succión en el interior de la edificación que provoca la entrada de una mayor masa de aire fresco del exterior (ver Figura 5).

Tecnología de ventilación por chimenea

Figura 5. Tecnología de ventilación por chimenea.
Crédito: elaboración propia.

El enfriamiento evaporativo consiste en poner en contacto aire no saturado (aire seco) con gotas de agua para que estas humedezcan el aire y se evaporen al absorber calor, disminuyendo así la temperatura del aire (ver Figura 6). Es importante mencionar que la evaporación y la ebullición son fenómenos diferentes. La evaporación se da entre un líquido y un gas, y puede ocurrir a cualquier temperatura, pero la masa de líquido evaporada aumenta conforme aumenta la temperatura; mientras que la ebullición se da entre un líquido y un sólido, para que esto ocurra el sólido debe estar a igual o mayor temperatura que la temperatura de saturación del líquido (temperatura de ebullición); para el agua es de aproximadamente 100 °C a 1 atm de presión, es decir, a nivel del mar.

Ejemplo de enfriamiento evaporativo

Figura 6. Ejemplo de enfriamiento evaporativo.
Crédito: elaboración propia.

En cuanto al enfriamiento por radiación, el cielo nocturno despejado funciona como disipador de calor al recibir la radiación térmica de onda larga emitida por el techo de la edificación (ver Figura 7). Todos los cuerpos emiten cierta cantidad de radiación térmica que varía dependiendo de la temperatura del cuerpo, la temperatura de los alrededores y la eficiencia con la que las superficies emiten radiación (esta última propiedad se conoce como emisividad).

Enfriamiento por radiación

Figura 7. Enfriamiento por radiación.
Crédito: elaboración propia.

Conclusión

Las técnicas pasivas de refrigeración son una opción amigable con el ambiente para alcanzar condiciones de confort térmico en nuestros hogares. La instalación de algunas de estas técnicas puede resultar costosa; sin embargo, los gastos de operación son bajos comparados con los sistemas activos de acondicionamiento de aire que requieren grandes cantidades de energía eléctrica. Incluso, algunas técnicas pasivas de refrigeración no requieren de ningún tipo de inversión, como es el caso de la ventilación nocturna. Anteriormente, el gobierno de México ha implementado programas de modernización de refrigeradores domésticos para disminuir el consumo de energía; se podrían implementar programas similares para la implementación de las técnicas pasivas de refrigeración, principalmente en zonas con altas temperaturas, como es el caso de las localidades con las tarifas eléctricas 1E y 1F.

Referencias



Recepción: 01/07/2023. Aprobación: 12/03/2024.

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Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Basura a la vista: el problema de los residuos sólidos en el Valle de Zamora

Ismael Barrera Valdivia y Guillermo Hernández García Cita

Resumen

En la región del Valle de Zamora, ubicada en el estado de Michoacán, México, el problema de los residuos sólidos es evidente, reflejando una carencia de educación ambiental. Esta educación se concentra principalmente en los niveles medio superior y superior, excluyendo a una parte significativa de la población. Para analizar este fenómeno, se llevó a cabo observación directa en las ciudades del Valle de Zamora y se realizó un muestreo aleatorio mediante redes sociales debido a la contingencia sanitaria. Los resultados revelaron una falta de acción con respecto a los residuos sólidos, a pesar de que existe conocimiento sobre su manejo. Además, se evidenció la presencia visible de residuos sólidos en las áreas urbanas, lo que indica una necesidad urgente de intervención. Se destaca la importancia de una educación ambiental más amplia y accesible para toda la población, así como la implementación de medidas concretas para abordar el manejo inadecuado de los residuos sólidos en la región del Valle de Zamora.
Palabras clave: residuos sólidos, educación ambiental, Valle de Zamora, manejo de residuos, impacto ambiental.

Trash in sight: the issue of solid waste in the Valle de Zamora

Abstract

In the region of Valle de Zamora, located in the state of Michoacán, Mexico, the problem of solid waste is evident, reflecting a lack of environmental education. This education is primarily focused on middle and upper levels, excluding a significant portion of the population. To analyze this phenomenon, direct observation was carried out in the cities of Valle de Zamora, and a random sampling was conducted through social media due to the health contingency. The results revealed a lack of action regarding solid waste, despite knowledge of its management. Additionally, the visible presence of solid waste in urban areas was evidenced, indicating an urgent need for intervention. The importance of broader and more accessible environmental education for the entire population is highlighted, as well as the implementation of concrete measures to address the inadequate management of solid waste in the Valle de Zamora region.
Keywords: Solid waste, environmental education, Valle de Zamora, waste management, environmental impact.


Introducción

Las actividades antropogénicas, al realizarse de manera constante, influyen en la generación de Residuos Sólidos (rs), los cuales proceden tanto de desperdicios domésticos como industriales. Por su naturaleza, son residuos no biodegradables o degradables a muy largo plazo. En esta categoría entran los desechos químicos, la basura eléctrica y electrónica, los desechos metálicos, plásticos, vidrio, telas sintéticas o neumáticos, entre otros (Castro, 2019). Estos rs no se degradan fácilmente; como resultado, sus períodos de desintegración son prolongados. Como ejemplo, se pueden mencionar el papel carbón, los residuos de construcción, el poliestireno expandido y los envases plásticos (Ochoa, 2018).

En 2018, en México, la educación ambiental se adquiere durante la preparación académica pertinente, en la cual los tópicos ambientales se imparten en asignaturas correspondientes al grado académico que cursan los estudiantes. En el nivel medio superior y superior es donde se nota un mayor énfasis en el enfoque y tratamiento de los temas que abarcan el desarrollo sostenible. En México, de cada 100 alumnos que ingresan a primaria, 21 terminan la universidad, cuatro estudian una maestría y uno llegará a estudiar un doctorado (Valadez, 2018). El grado escolar de la población mexicana de 15 años o más presenta un indicador de 9.2 años de escolaridad, equivalente a la culminación de la secundaria. Específicamente para Michoacán de Ocampo, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 7.9, lo que equivale a casi segundo año de secundaria (inegi, 2015).

La educación ambiental constituye un nuevo y emergente enfoque pedagógico que se define como un proceso que forma al individuo para desempeñar un papel crítico en la sociedad, con el objetivo de establecer una relación armónica con la naturaleza, brindándole elementos que le permitan analizar la problemática ambiental actual y conocer el papel que juega en la transformación de la sociedad, a fin de alcanzar mejores condiciones de vida (semarnat, 2018).

El Valle de Zamora en Michoacán fue la región seleccionada para el estudio. Este valle está constituido por dos ciudades: la ciudad de Zamora de Hidalgo y la ciudad de Jacona de Plancarte. El objetivo primordial es evidenciar si realmente existe una carencia de educación ambiental y el impacto que genera su ausencia en la gestión de rs.

Explorando el terreno: método de investigación y encuesta virtual

Se recurrió a la observación y la interrogación como principales técnicas, las cuales fueron específicas de la investigación de campo, utilizadas con la finalidad de recoger y registrar ordenadamente los datos obtenidos (Baena, 2017). La investigación de campo se dividió en dos rubros principales:

  1. La observación y exploración del terreno, lo que conlleva el contacto directo con la población a estudiar durante su actividad cotidiana.
  2. La interrogación, que consiste en el acopio de información proporcionada por los habitantes de la región mediante el uso de un instrumento de recolección de datos.

Durante la realización de la investigación, se estaba en plena emergencia sanitaria debido al covid-19. Se optó por realizar el cuestionario de manera virtual mediante el uso de redes sociales. Este cuestionario constaba de preguntas simples de forma dicotómica, lo que hacía que quienes las respondieran se circunscribieran a las respuestas ofrecidas (Fresno, 2019). Las preguntas presentadas fueron las siguientes:

  1. ¿Qué residuos sólidos generas más: orgánicos o inorgánicos?
  2. ¿Sabes dónde terminan tus residuos sólidos?
  3. ¿Crees que Zamora-Jacona son ciudades limpias?
  4. ¿Te han afectado alguna vez los residuos sólidos?
  5. ¿Has visto personas desechar residuos sólidos en lugares inadecuados en Zamora o Jacona?
  6. ¿En tu escuela o trabajo te han dado alguna capacitación ambiental del correcto manejo de los residuos sólidos?

Para determinar el tamaño de muestra, se utilizó herramientas básicas de estadística inferencial. Se empleó la ecuación para el cálculo de muestra para una población finita, que es:

Donde:

n= Tamaño de muestra buscado.

N= Tamaño de la población o universo.

Z= Parámetro estadístico que depende el nivel de confianza.

d= Nivel de precisión absoluta.

P= Probabilidad que ocurra el evento estimado.

q= Probabilidad de que no ocurra el evento estimado.

Se optó por manejar un nivel de confianza del 95%, lo que otorgó un valor de Z=1.96. El tamaño del universo poblacional ya es conocido, siendo el número de habitantes proyectados de la zona del Valle de Zamora para el año 2020 de 72,672 para el municipio de Jacona (coespo, 2020a), mientras que para el municipio de Zamora fueron 207,985 los habitantes proyectados, dando un total de 280,657. Como se desconoce la probabilidad del evento, se asignó un 50% para ambos casos. Por último, el nivel de precisión absoluta se fijó en un 5% (coespo, 2020b).

El resultado fue de 383 personas como cantidad mínima de personas a ser encuestadas en el Valle de Zamora. La herramienta utilizada para distribuir las encuestas fue QuestionPro, las cuales fueron transmitidas por medios digitales para ser contestadas. La muestra fue totalmente aleatoria, sin ningún tipo de segmentación. Si bien el tamaño de muestra mínimo para que el estudio fuera representativo debía ser de 383 habitantes para un nivel de confianza del 95%, debido a la naturaleza digital de la transmisión de las encuestas, se obtuvieron 415 encuestas contestadas, número que se decidió aceptar y utilizar para el análisis de los datos recabados.

Explorando el corazón del Valle: un vistazo al entorno de Zamora y Jacona

El Valle de Zamora (Figura 1), ubicado en el Estado de Michoacán de Ocampo en México, es un valle conformado por dos municipios: Zamora (municipio que da nombre al valle) y Jacona. Zamora de Hidalgo es el nombre completo de este municipio, ubicado en el estado de Michoacán. En la actualidad, es una zona productora importante de frambuesas, zarzamoras, fresas y arándanos (Cisneros, 2022).

Valle de Zamora

Figura 1. Valle de Zamora. Nota. Mapa de Zamora de Hidalgo [Fotografía].
Crédito: Satellites Pro, s.f.

Jacona de Plancarte (siendo este su nombre completo) es el otro municipio que conforma al Valle de Zamora. La agricultura es la principal actividad económica que se desarrolla en el municipio, se cultiva la fresa, el maíz, el trigo, sorgo, así como hortalizas, frutas y flores (Enciclopedia de los Municipios y Delegaciones de México, 2018).

Perspectivas de la gestión de residuos en el Valle de Zamora

Las observaciones directas obtenidas de recorridos por las calles del Valle de Zamora fueron reveladoras con respecto a lo que se sospechaba en cuanto al manejo de rs, ya que se observó un desorden total (Figura 2). Incluso en la parte exterior de una escuela primaria se observó que no se manejaban adecuadamente los rs, sino que eran apilados en un poste.

Depósito de residuos sólidos en la vía pública

Figura 2. Depósito de residuos sólidos en la vía pública afuera de escuela primaria.
Crédito: fotografía tomada por los autores.

También las áreas verdes han sido invadidas por los residuos sólidos orgánicos (Figura 3), lo que no solamente genera una mala imagen, sino que también se convierten en un foco de infección, ya que pueden servir de hábitat para roedores y alimañas que son vectores de enfermedades.

Residuos sólidos inorgánicos en áreas verdes

Figura 3. Residuos sólidos inorgánicos en áreas verdes.
Crédito: fotografía tomada por los autores.

En lo referente a la parte visual, se obtuvieron imágenes de un pobre manejo de los residuos sólidos, pero se observó que para la gente resultaba normal tener los desechos a la vista y amontonados, algo que se contrastó con lo obtenido mediante las encuestas realizadas (Figura 4). Una vez obtenida la información, se realizó su análisis.

Resultados generales de encuestas aleatorias

Figura 4. Resultados generales de encuestas aleatorias a la población Zamora y Jacona.
Crédito: elaboración propia

Las personas saben que la mayoría de los rs generados son inorgánicos (pregunta 1). Esto sucede así porque actualmente los residuos orgánicos son vistos como algo que puede ser regresado al ambiente para su descomposición, pero los inorgánicos, de manera regional, no tienen posibilidad de ser reciclados correctamente.

El resultado del análisis de los resultados obtenidos de las encuestas es coherente con lo observado en el Valle de Zamora (preguntas 2, 3, 4, 5). Se puede inferir que la población a nivel global opina que el actuar de la población no es el adecuado y que la mayoría de los habitantes han percibido a otros habitantes realizar prácticas inadecuadas en el manejo de residuos sólidos inorgánicos dentro de las poblaciones, siendo coherente con la observación directa.

Si bien existe una respuesta equilibrada con respecto a la capacitación en el correcto manejo de los rs (pregunta 6), esta no está funcionando de manera adecuada. Mientras esta respuesta no tiene una diferencia significativa entre las dos opiniones, la observación de la suciedad en las ciudades es significativamente alta.

Lo que evidencia no sólo la necesidad de una educación integral en todos los sectores sociales (académico, gubernamental y empresarial), sino que debe haber más participación de todos los sectores y no quedarse solamente en “pláticas”, sino que se conviertan en actividades de consumo responsable y correcto manejo de los rs.

El Valle de Zamora es sólo una región de México, pero los sistemas educativos formales son nacionales y los mismos problemas de difusión de la educación ambiental tenderán a ser semejantes en otras regiones, ya que las regiones son reflejo de la ideología propia de cada estado y cada estado será reflejo de la ideología del país.

En algunos casos exitosos de educación ambiental, se tiene que en España, esta educación encontró su hábitat perfecto en los movimientos de renovación pedagógica y ecologistas de principios de los 80 del pasado siglo. La educación ambiental no debe estar centrada exclusivamente en la conservación de especies y hábitats, sino que también debe posibilitar el cambio social que supere la actual situación de emergencia ambiental (Rodrigo-Cano et al., 2019).

También se observa a Francia, país que ocupa el segundo puesto entre los países que tienen un manejo adecuado de sus recursos naturales, lo que genera un cuidado medioambiental. Logra completar uno de los mejores resultados en biodiversidad y hábitat. También se ubica en el primer puesto, junto a Dinamarca, que es uno de los países que cuentan con más áreas marinas protegidas, además de resaltar en cuanto a la protección de sus paisajes bioclimáticos (Castillo, 2022).

Estos países son representativos en cuestión del correcto manejo de recursos naturales y cuidado medioambiental, superiores en estos temas si los comparamos con México. Países como Noruega o Suecia, al ser escandinavos, son culturalmente más alejados, mientras que Francia y España, al ser occidentales, pueden ser culturalmente más cercanos con México, por lo que serían idóneos para utilizar como modelo a seguir.

Conclusiones

Es fundamental iniciar la implementación de una educación ambiental integral e inclusiva que abarque todos los niveles educativos. Si bien existen asignaturas y planes en el sector académico de nivel medio superior y superior, es crucial expandir su alcance a niveles educativos básicos. Además, es imperativo involucrar de manera activa al sector empresarial y gubernamental en este proceso.

Los habitantes del Valle de Zamora poseen ciertos conocimientos sobre el manejo de residuos sólidos (rs). Sin embargo, debido a la falta de una sanción clara por desechar estos residuos en espacios públicos, muchos optan por simplemente acumular los rs en cualquier lugar que consideren apropiado, sin considerar las consecuencias de sus acciones.

Aunque se observó que los habitantes han recibido educación ambiental en las escuelas, esta no es suficiente para contrarrestar la dinámica social de arrojar los rs en la vía pública. A pesar de conocer las consecuencias y saber cómo gestionar los residuos, muchos optan por no actuar en consecuencia.

Se evidenció la necesidad de una mayor educación ambiental y su intensificación, así como el desarrollo de una cultura ciudadana que promueva el cuidado de los espacios públicos. El hecho de que los rs sean arrojados a la vía pública refleja una falta de conciencia sobre el impacto de estas acciones, a pesar de que la población reconoce la suciedad en las ciudades y conoce a personas que continúan con estas prácticas.

El impacto de esta problemática es visible para los transeúntes, ya que los rs se acumulan en las calles. Por lo tanto, más que una carencia de educación ambiental, lo que se necesita es una educación ambiental más efectiva que sensibilice a los habitantes sobre los daños causados por el mal manejo de los rs y los motive a adoptar una gestión adecuada de los residuos actuales, así como acciones preventivas para reducir la generación de rs en el futuro.

Referencias



Recepción: 03/03/2023. Aprobación: 12/03/2024.

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Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Atributos de una práctica docente efectiva en sistemas presenciales y a distancia

Hortensia Hickman Rodríguez, María Luisa Cepeda Islas y María Leticia Bautista Díaz Cita

Resumen

El objetivo de este estudio es mostrar la complejidad de significados que se tiene respecto al buen ejercicio docente de profesores de sistemas presenciales y del suayed psicología. Entendemos a la educación, las instituciones donde esta se ejerce, los sujetos y sus prácticas como un sistema social complejo que interactúa y se adapta continuamente a los cambios internos y externos, lo que crea una red de relaciones dinámica. Se aplicó a una muestra intencional de profesores de la carrera de psicología presencial y suayed, la técnica de redes semánticas naturales a fin de medir el significado que le otorgaban al constructo “buen profesor”. Con las definidoras obtenidas se elaboraron los grafos y clústeres semánticos que nos permitieron observar las interrelaciones entre las definidoras emitidas por el profesorado en ambos sistemas. Aun cuando los grafos para cada modalidad tienen un comportamiento diferencial, se observa que el profesorado de ambos sistemas prioriza como centrales las habilidades y competencias vinculadas con aspectos relativos al proceso de enseñanza y aprendizaje, pero también a los atributos de la personalidad, es decir, a cuestiones relacionadas con la forma de ser de las personas. Se sugieren actividades que coadyuven al proceso de intermodalidad en el ejercicio docente universitario.
Palabras clave: práctica docente; educación a distancia; enseñanza universitaria; profesorado; intermodalidad.

Attributes of effective teaching practice in face-to-face and distance systems

Abstract

The objective of this study was to show the complexity of meanings held regarding, the good teaching practice of teachers of face-to-face systems and suayed psychology. We understand education, the institutions where it is exercised, the subjects and their practices as a complex social system that interacts and continuously adapts to internal and external changes, which creates a dynamic network of relationships. The technique of natural semantic networks was applied to an intentional sample of professors of the psychology degree program and suayed, to measure the meaning they gave to the construct “good teacher”. With the definers obtained, graphs and semantic clusters were elaborated that allowed us to observe the interrelations between the definers issued by the teachers in both systems. Even though the graphs for each modality have a differential behavior, it is observed that the teachers of both systems prioritize as central the skills and competencies linked to aspects related to the teaching and learning process, but also to personality attributes, that is, to issues related to the way people are. Activities that contribute to the process of intermodality in university teaching are suggested.
Keywords: teaching practice; distance education; university teaching; faculty; intermodality.


Introducción

El confinamiento que provocó la pandemia de covid-19 afectó de múltiples maneras el desempeño de los docentes en todos los niveles educativos. Entre otras cosas se evidenció que un buen número de los profesores de educación superior en los sistemas formativos presenciales no estaban preparados para hacer frente de manera expedita al acelerado proceso de transición y dominio de las habilidades pedagógicas en la etapa de Educación Remota de Emergencia (Sánchez-Mendiola et al., 2020). Se tuvo que responder de forma rápida a la situación de crisis sin una planificación de recursos o infraestructura que garantizara la eficacia de la enseñanza (Eachempati y Ramnarayan, 2020; Whittle et al., 2020). Aun así, lo que sí se manifestó fue la pronta respuesta del profesorado de los sistemas presenciales con el fin de dar continuidad a los procesos formativos de los estudiantes.

Esto implicó también, para muchos profesores de estos sistemas, cuestionarse respecto a la muy extendida creencia de que la formación a distancia es una extensión literal de la formación presencial, y que el solo dominio de los conocimientos disciplinarios, de una computadora y algunos softwares, el uso del correo electrónico y aplicaciones (Facebook, WhatsApp), eran herramientas más que suficientes para la formación educativa a distancia. Consideramos, como bien lo han señalado investigaciones sobre el tema (Cruz et al., 2021; García, 2020; Rosas et al., 2023), que los buenos docentes comparten ciertos rasgos que los destacan como tales, independientemente del sistema en el cual se ejerza la profesión. Aunque también, los buenos profesores en los sistemas a distancia se destacan por el dominio de habilidades que no son necesarias para la docencia presencial, pero que, si queremos estar preparados para situaciones turbulentas como las vividas durante la pandemia, debemos ocuparnos en adquirir y dominar. Esto es relevante, sobre todo si tomamos en cuenta que las políticas institucionales de la unam se dirigen hacia la enseñanza intermodal, esto es, hacia un “modelo de universidad en el que las tecnologías digitales ocupen mayor centralidad en los procesos de enseñanza, ya sea que los docentes se desempeñen en una modalidad presencial, abierta o a distancia” (Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y a Distancia, 2020, p. 5).

Características de los Profesores en los Sistemas Presenciales y a Distancia

Es bien conocido que la práctica docente es un sistema multidimensional y complejo (Loredo, 2021) en el que la modalidad educativa —presencial o a distancia— impacta de forma diferencial el proceso de enseñanza-aprendizaje y, en este sentido, aun cuando existen rasgos compartidos entre los buenos profesores en estas dos modalidades, algunas de las habilidades y competencias del profesorado consideradas como determinantes para una docencia de calidad, variarán en función del sistema mismo.

En general, una buena práctica docente del profesorado en sistemas presenciales, releva atributos que van desde las competencias y habilidades personales y actitudinales durante las interacciones profesor-alumno, hasta aquellos de corte profesional, vinculados al dominio del conocimiento, metodología docente y sistemas de evaluación y retroalimentación (Cruz et al., 2021; Rosas et al., 2023).

Por su parte, la mediación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (tic), le imprime a la modalidad a distancia un matiz diferente al proceso de enseñanza-aprendizaje, y por ende, a la práctica docente de calidad. En este entorno, el profesor adquiere un rol de tutor encargado de promover y mantener comunicación constante con el estudiantado, ya sea para dar instrucciones acerca de las actividades o para ofrecer retroalimentación frecuente e inmediata a su desempeño, todo ello en el marco de un acompañamiento constante tecnológicamente mediado.

Espinoza y Ricaldi (2018) destacan como funciones relevantes del profesorado en esta modalidad el dominio de habilidades pedagógicas, sociales, administrativas y técnicas. Por su parte, Pagano (2007) afirma que un docente efectivo deberá ser proactivo, buen anfitrión, utilizar distintas formas de comunicación, así como saber diseñar las actividades que permitan el logro de los objetivos propuestos. Adicionalmente, el docente debe tener conocimiento del curso y los materiales, así como un adecuado diseño de actividades, métodos y estrategias.

Adicionalmente, el buen profesor se caracteriza por ser proactivo, flexible en las formas de comunicación con sus estudiantes y competente en el diseño de actividades que promuevan el logro de los objetivos de aprendizaje propuestos, así como conscientes de los diferentes estilos de aprendizaje del alumnado (Ávila y López, 2020; Bagriacik y Banyard, 2020; Pagano, 2007).

Por otro lado, las características y habilidades del profesorado de estas dos modalidades de enseñanza generalmente son valoradas por medio de encuestas de opinión aplicadas a los estudiantes; sin embargo, también es importante acercarnos a la opinión que el profesorado tiene respecto a las competencias y habilidades que deben dominar para ser docentes efectivos en sus prácticas de enseñanza, y ver cuáles son los elementos compartidos respecto a la efectividad docente en estos dos sistemas, con el fin, entre otras cosas, de impulsar políticas de formación docente compartidas.

En este sentido, estudiar las prácticas, comportamientos, creencias y estilos docentes que caracterizan a los buenos profesores, amerita un acercamiento que destaque la complejidad del proceso educativo. Consideramos que entender a la educación, las instituciones, los sujetos que la integran, así como a los procesos de enseñanza y aprendizaje como un sistema social complejo sería un paso en esa dirección.

La enseñanza como un sistema social complejo

Como indica Calli (2023, 4 de febrero) en el video, un sistema es un conjunto de elementos diversos, personas u objetos, que guardan relaciones entre sí. En los sistemas sociales (ver video de Youtube), los elementos interactúan y se adaptan continuamente a los cambios internos y externos, lo que crea una red de relaciones dinámicas. En el caso de los sistemas educativos, las relaciones incluyen no solo la interacción entre los diferentes sujetos, sino también la influencia bidireccional de factores externos en la forma en que se diseñan, aplican y evalúan los programas.

Además, la enseñanza es un sistema que tiene múltiples niveles y componentes, desde la educación preescolar hasta la educación superior, y abarca diferentes áreas del conocimiento y habilidades. La complejidad de la educación también se refleja en la diversidad de los contextos educativos, que van desde la educación formal en instituciones educativas (en nuestro caso una Facultad de Educación Superior de la unam), hasta la educación informal en la comunidad. En este sentido, las características y habilidades de un buen profesor universitario (las estrategias de planeación, las herramientas pedagógicas, los estilos de enseñanza, las relaciones que establece con sus estudiantes y colegas, por mencionar algunas), pueden concebirse como elementos del sistema que se relacionan entre sí y con otros de manera dinámica, en función de la forma y modo de interactuar de los sujetos (estudiantes y maestros), las áreas de conocimientos (en nuestro caso la carrera de Psicología), así como la modalidad en que se concrete la enseñanza (presencial o a distancia).

De acuerdo con lo dicho líneas arriba, el objetivo de este trabajo es mostrar la complejidad de significados que profesores universitarios del sistema presencial de la carrera de Psicología y del suayed Psicología le otorgan al constructo “buen profesor”. Esta comparación nos permitirá sugerir algunas de las habilidades que el profesorado de los sistemas podría fortalecer con miras a acercarnos a una enseñanza de corte intermodal.

Red social

Figura 1. Red social.

Metodología y Desarrollo

Se aplicó a una muestra intencional de profesores la técnica de redes semánticas naturales (Figueroa et al., 1981), lo que permitió recolectar el significado y las definidoras que le daban al constructo de “buen profesor”. Se les solicitó a docentes de la carrera de Psicología en el Sistema Presencial (12 mujeres y 7 hombres) y a docentes del Sistema suayed Psicología (10 mujeres y 7 hombres), que listaran en orden de relevancia las palabras o definidoras —adjetivos y/o sustantivos— que mejor describieran a un buen docente.

Antes de iniciar el estudio se indicó a los profesores de ambos sistemas los protocolos de consentimiento informado, así como el aviso de privacidad y confidencialidad de los datos apegados al Código Ético del Psicólogo (Sociedad Mexicana de Psicología, 2010).

Los atributos mencionados por el profesorado se capturaron en el programa Excel, y se elaboró una base de datos con información de la frecuencia de emisión de las palabras definidoras de buen profesor para cada uno de los participantes. En total, los participantes del sistema presencial escribieron 36 palabras que representaban a un “buen profesor”, mientras que sus contrapartes del suayed indicaron un total de 20 definidoras.

Como nuestro propósito es mostrar la complejidad de relaciones que se tiene respecto al buen ejercicio docente, utilizamos el programa Gephi 0.9.2 de acceso libre con el fin de elaborar los grafos de las redes semánticas. En las figuras 1 y 2 se muestra un ejemplo de un grafo de red social y los elementos que lo componen.

 Red de ocho nodos y diez aristas

Figura 2. Red de ocho nodos y diez aristas. Adaptación de Newman (2003).
Crédito: Ortega, 2016.

Resultados

Las métricas analizadas (Kuz et al., 2016) para la elaboración de los grafos se describen en la Tabla 1. Estas métricas fueron los elementos a partir de los cuales se elaboraron los grafos de los atributos que mencionaron los profesores.

Métrica Descripción
Número total de nodos Frecuencia de emisión de todas las palabras definidoras
Número total de aristas Cantidad de relaciones existentes entre todos los elementos de los grafos
Modularidad Grupos o clústeres en la red en función de las relaciones entre los elementos

Tabla 1. Métricas y su descripción.
Crédito: elaboración propia.

Con el propósito de analizar las relaciones que se establecieron entre los atributos mencionados por los participantes de ambos sistemas formativos, se aplicó el estadístico de modularidad a cada grafo. Este análisis dio como resultado la conformación de tres clústeres o categorías semánticas integrados por los atributos de mayor frecuencia mencionados por los participantes, y que guardaban entre sí significados equivalentes. Los clústeres categoriales y su definición se muestran en la Tabla 2. El análisis de estos permitió conocer la dinámica de sus elementos y realizar inferencias sobre la lógica de su agrupación, mismas que se describen más adelante.

Clúster categorial Definición
Atributos personales Rasgos y atributos del profesor y que determinan su forma de ser.
Metodología docente Comportamientos y habilidades del profesor que inciden directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Actitud hacia los estudiantes Comportamientos habituales encaminados a la promoción de la motivación, generación de respeto y trato igualitario entre y hacia el estudiantado.

Tabla 2. Clústeres categoriales y su definición.
Crédito: elaboración propia.

La Figura 3 muestra que las características vinculadas a comportamientos y habilidades del profesor (nodos en verde) y los encaminados a la promoción de la motivación, generación de respeto y trato igualitario entre y hacia el estudiantado (nodo en rosa y azul), son las primordiales para caracterizar a un buen docente del sistema presencial.

Figura 3. Grafo de profesores del sistema presencial. Los colores representan los clústeres categoriales resultantes del estadístico de modularidad, donde: Verde= metodología docente; naranja= actitud hacia los estudiantes; rosa y azul= atributos personales.
Crédito: elaboración propia.

Para los profesores del suayed (Figura 4), la metodología docente (nodos en morado) se concibe principalmente relacionada con el dominio de habilidades tecnológicas que equivalen a mostrar una buena comunicación, interés por los estudiantes y vocación docente (nodos en naranja), entre los atributos más mencionados, evidenciando la primacía de estas habilidades como centrales para caracterizarse como buenos docentes.

Figura 4. Grafo de profesores del Sistema a distancia. Los colores representan los clústeres categoriales resultantes del estadístico de modularidad donde: Verde= actitud hacia los estudiantes; naranja= atributos personales y, morado= metodología docente.
Crédito: elaboración propia.

Conclusión

¿Qué podemos decir respecto al significado que los profesores de estos sistemas le dan al buen desempeño? Aun cuando los grafos para cada modalidad tienen un comportamiento diferencial, se observa que el profesorado de ambos sistemas prioriza como centrales las habilidades y competencias vinculadas con aspectos relativos al proceso de enseñanza y aprendizaje, pero también a los atributos de la personalidad, es decir, a cuestiones relacionadas con la forma de ser de las personas.

Aunque en términos genéricos se destacan categorías compartidas, los referentes que le dan sentido a estas no son necesariamente los mismos. Por ejemplo, para los profesores de los sistemas presenciales el compromiso, respeto, responsabilidad y hasta puntualidad son atributos que definen a los buenos docentes; por su parte, el ser organizado, responsable, flexible y preparado definen a los docentes a distancia. Lo que sí comparten ambos grupos docentes es la centralidad del compromiso como referente definitorio de un buen profesor. Esto coincide con lo encontrado por Cabalín et al. (2010), Guzmán (2011) y Hickman et al. (2016), quienes sostienen que los profesores valoran principalmente las características relacionadas con aspectos humanísticos y cognitivos para definir a un buen profesor.

En cuanto a los referentes vinculados con los procesos de enseñanza-aprendizaje, los profesores del suayed destacan como centrales el dominio de habilidades tecnológicas y la comunicación; mientras que los del presencial valoran la superación docente y el dominio de conocimientos, elementos cercanos a las competencias y habilidades profesionales.

Si parte del propósito de este trabajo es aportar al proceso de enseñanza intermodal, ¿qué propuestas podemos hacer al respecto en función de los datos recolectados? Pensamos que sería importante fortalecer las habilidades y competencias de metodología docente; en el caso de los profesores de los sistemas presenciales relevando el dominio de los usos educativos de las tecnologías de la información y comunicación y no solo el uso instrumental de éstas. Por su parte, en los profesores del suayed, promover la superación y formación docente de los aspectos disciplinares y pedagógicos mediados por las herramientas tecnológicas propias de su trabajo. También sería importante generar mecanismos de comunicación entre el profesorado de ambos sistemas dirigidos a la reflexión y análisis de la práctica docente, no como sistemas aislados sino como elementos que interactúan entre sí, y que tienen como denominador común la mejora e innovación del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Referencias

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  • Bagriacik, A., y Banyard, P. (2020). Engagement in distance education settings: A trend analysis. Turkish Online Journal of Distance Education, 21(1), 101–120. https://doi.org/10.17718/tojde.690362.
  • Cabalín, D., Navarro, N., Zamora, J., y San Martín, S. (2010). Concepción de estudiantes y docentes del buen profesor universitario: Facultad de Medicina de la Universidad de la Frontera. International Journal of Morphology, 28(1). https://doi.org/10.4067/S0717-95022010000100042.
  • Calli, O.J. (2023, 4 de febrero). ¿Qué es un sistema? Análisis y diseño de sistemas. [Video]. YouTube. https://youtu.be/dJ4XKBdOUX0?si=pNlPQFdfFeENVfTL.
  • Cruz, D., Torres, E., López, J., y Lira, J. (2021). La percepción del buen profesor en universitarios: El caso de una universidad politécnica de México. ride Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 11(22). https://doi.org/10.23913/ride.v11i22.934.
  • Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y a Distancia [cuaieed]. (2020). Transición de los profesores de la unam a la educación remota de emergencia durante la pandemia. unam. https://cutt.ly/kw48IvUn.
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  • Guzmán, J. (2011). La calidad de la enseñanza en educación superior ¿Qué es una buena enseñanza en este nivel educativo? Perfiles Educativos, 33(spe), 129–141.
  • Hickman, H., Alarcón, M., Cepeda, M., Cabrera, R., y Torres, X. (2016). Significado de buen profesor y de evaluación docente por estudiantes y maestros universitarios. La técnica de redes semánticas. Sinéctica, 47, 1–16.
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  • Sociedad Mexicana de Psicología. (2010). Código ético del psicólogo. Trillas.
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Recepción: 04/04/2023. Aprobación: 12/03/2024.

Documento sin título

Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Nanofertilizantes en la agricultura: una visión hacia el futuro alimentario

Graciela Ávila Quezada y Cynthia Aylin Álvarez Álvarez Cita

Resumen

La infografía aborda las nuevas estrategias de aplicación de fertilizantes en la agricultura, destacando el uso de la nanotecnología para mejorar el potencial agrícola de manera ambientalmente racional. Explora cómo los nanofertilizantes facilitan la absorción de nutrientes por parte de las plantas, promoviendo un mayor crecimiento y producción. Además, subraya la importancia de estas innovaciones tecnológicas en un contexto de crisis alimentaria mundial, enfatizando la necesidad de promover prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes.
Palabras clave: nanotecnología, nanofertilizantes, agricultura, fertilizantes, innovación, sostenibilidad.

Nanofertilizers in agriculture: a vision towards the future of food

Abstract

The infographic addresses new strategies for fertilizer application in agriculture, highlighting the use of nanotechnology to enhance agricultural potential in an environmentally rational manner. It explores how nanofertilizers facilitate nutrient absorption by plants, promoting greater growth and production. Additionally, it underscores the importance of these technological innovations in the context of global food crisis, emphasizing the need to promote more sustainable and efficient agricultural practices.
Keywords: nanotechnology, nanofertilizers, agriculture, fertilizers, innovation, sustainability.


Recientemente, se han desarrollado fertilizantes a nanoescala, para encapsular tanto macro como micronutrientes, que ayudarán al sano desarrollo de las plantas. Sí, así como lo lees, apreciable lector, se han diseñado minifertilizantes que dejarán disponibles los nutrientes necesarios para los cultivos.

El uso de la nanotecnología tiene un gran interés para la ciencia de las plantas, debido a que se requiere un sistema más eficiente para la absorción de los nutrientes hacia el interior de estas, sin generar perjuicios como lo hacen los fertilizantes convencionales. Esto puede deberse a que su pequeño tamaño logra que las plantas puedan absorberlo más fácilmente, promoviendo un mayor crecimiento y producción, además de que, al estar bien nutridas, las plantas son más resistentes (Kumari y Singh, 2020). Es por esto que los nanofertilizantes son el futuro de la agricultura, causan un impacto positivo en el ambiente, el suelo, la salud y también reducen el impacto económico de los agricultores y productores.

En un futuro muy cercano, el mundo se enfrentará a una crisis alimentaria; de acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas, durante los primeros meses del año 2022 el número de personas hambrientas en el mundo creció doscientos ochenta millones, por ello, se ha propuesto el plan de priorizar las acciones para evitar que un gran número de personas mueran de hambre (onu, 2022). Para ello, es indispensable promover sistemas de producción de alimentos más sostenibles, mediante un manejo más eficiente de los recursos.

Por ende, el uso de nanofertilizantes juega un papel fundamental en el aumento de la producción y calidad de los alimentos producidos por los agricultores. En mi opinión, considero que el uso de las tecnologías modernas satisfará las crecientes necesidades alimentarias del mundo y traerá una amplia gama de beneficios ambientales, económicos y de salud.

Pues bien, los nutrientes se pueden ir liberando de forma gradual a través del tiempo debido a la desintegración de las nanopartículas. En general, el tamaño de partículas cargadas de nutrientes varía entre 20-25 nm, lo que ayuda a que el nutriente se libere en el lugar preciso que lo requiere la planta. Como si pensaran por sí mismas.

Estas suelen aplicarse de manera foliar (en las hojas) o al suelo (para entrar por la raíz) —es decir, se acercan a la planta y poco a poco van liberando mininutrientes, que son absorbidos.

Nanomundo de nuevos fertilizantes

Referencias

  • Kumari, R., y Singh, D. P. (2020). Nano-biofertilizer: an emerging eco-friendly approach for sustainable agriculture. Proceedings of the National Academy of Sciences, India Section B: Biological Sciences, 90, 733-741.
  • Organización de las Naciones Unidas onu. (2022). El mundo se enfrenta a una crisis alimentaria sin precedentes y sin final aparente. Noticias onu. https://news.un.org/es/story/2022/10/1516122


Recepción: 11/05/2023. Aprobación: 12/03/2024.

Documento sin título

Vol. 25, núm. 3 mayo-junio 2024

Elegía del tlacuache

Homero Quezada Pacheco Cita

Resumen

Este ensayo refiere el encuentro del autor con un tlacuache muerto en una acera aledaña a un conocido parque de la Ciudad de México. El acontecimiento transcurre durante 2020, en la época más crítica de la pandemia de covid-19, cuando se desaceleró el movimiento del mundo entero, cuando el silencio se apoderó de las calles por la reclusión humana y cuando un gran número de animales emergieron de sus guaridas para explorar el entorno. La muerte del tlacuache genera en el autor evocaciones literarias, factuales y mitológicas, vinculadas a esos singulares marsupiales, endémicos del continente americano. El texto afirma la melancólica certeza de que una gran cantidad de animales ―en cualquier época y lugar― son diezmados en tanto no satisfagan los requerimientos prácticos del ser humano.
Palabras clave: tlacuache, ciudad, animales silvestres, literatura, mitología mesoamericana, cultura.

Elegy of the tlacuache

Abstract

This essay refers the author’s encounter with a dead tlacuache on a sidewalk, next to a well-known park in Mexico City. The event takes place during the most critical period of the covid-19 pandemic in 2020, when the movement of the whole world slowed down, the silence took over the streets due to human reclusion, and a significant number of animals emerged from their dens to explore. For the author, the death of the tlacuache generates literary, factual, and mythological evocations associated with these unique marsupials, endemic to the American continent. The text sustains the melancholic certainty that a great number of animals ―in any time and place― are decimated as they do not satisfy the practical requirements of human beings.
Keywords: tlacuache, city, wildlife, literature, mesoamerican mythology, culture.


Introducción

Salvo en fotografías o en videos sobre la fauna silvestre en México, nunca había visto un tlacuache hasta esa mañana de 2020, en una de las calles adyacentes a los Viveros de Coyoacán. En la banqueta, como pidiendo clemencia, el animalillo yacía exánime, con el hocico sangrante. Entre su pelaje de brocha resplandecía el rocío de la madrugada, iluminado por las primeras luces del día.

Alguien más grande y más fuerte había masacrado al tlacuache, haciendo gala de una crueldad ciega y tupida; al parecer, capaz de estallar al menor estímulo. Con absoluta impunidad, el subterfugio de aquella ejecución habría sido, muy probablemente ―como en casos semejantes―, que los tlacuaches parecen ratas gigantes, que husmean entre la basura y los desperdicios, que son feos.

Nunca había visto un tlacuache hasta entonces. Estaba muerto. Alguien ―no hacía mucho― lo había pateado, apaleado o lapidado y, sin embargo, incluso bajo esa condición de despojo, aquel tlacuache no era de ningún modo desagradable. El aparente desaliño de su aspecto, en realidad, era parte de una figura en la que se equilibraba una mezcla de bonhomía y candidez.

Su vientre era del color de la ceniza; su dorso y su cabeza, predominantemente blancos. Las orejas diminutas y la extensa cola eran lampiñas (desde mi perspectiva, suaves como la cera). El tlacuache tenía cinco dedos en cada pata, y pulgares oponibles en las traseras. De su rostro de isósceles asomaban unos colmillos inofensivos, y, de éstos, un cúmulo de sangre coagulada. Sus ojos permanecían irremediablemente cerrados.

José Revueltas fabuló sobre la existencia trágica de los escorpiones que, obligados a morar entre rocas húmedas, oscuridades y recovecos, estaban condenados a una vida misteriosa y nostálgica, inconscientes de su nombre, de su índole ponzoñosa y hasta de su propio ser. Por eso en ocasiones emergían de sus escondrijos, confiados y anhelantes, a esparcir todo el amor que eran capaces de consagrar a los seres humanos, antes de ser perseguidos y aplastados por ellos. Frente a esa inesperada ingratitud, los escorpiones que imaginaba Revueltas morían primero de estupor y después bajo la inminente furia de un zapatazo (Revueltas, 1976, pp. 724-725).

La ingenuidad de los tlacuaches no llega a tanto. Suelen ser precavidos y sigilosos, de rutinas predominantemente nocturnas. Su recelo los resguarda de enemigos y presencias incómodas. En las ciudades donde aún subsisten, extreman precauciones. Con la pandemia que confinó a multitudes y disminuyó el fragor de las actividades capitalinas, sin embargo, algunos bajaron la guardia.

Salieron al asfalto a explorar los territorios que en épocas pasadas les habían pertenecido y de los cuales fueron expulsados a fuerza de incomprensión. Sin duda, fue el caso del tlacuache que encontré esa mañana: se fio del sosiego pasajero de la muchedumbre. Fue un error fatal: a la primera oportunidad algún energúmeno al acecho, borracho de ira y soberbia, juzgó oportuno aniquilar a ese intrépido, otro ser vivo cuya infracción principal era ser tan diferente.

Al igual que los canguros, las especies más grandes de tlacuaches tienen un marsupio donde las crías, que nacen prematuras, se terminan de desarrollar. En esa bolsa externa, las hembras alimentan a su camada (Fuente Cid, 2018, p. 16). Las crías se amamantan durante un período de dos meses. Después de ese lapso, se trasladan al lomo de la madre, desde el cual, en el transcurso de otro par de meses, aprenden los principios básicos de ser tlacuaches (Nájera Coronado, 1992, p. 48).

Respecto a su clasificación zoológica, reciben el nombre científico de Didelphis virginiana, perteneciente a la familia Didelphidae. Son de dimensión mediana, compactos y relativamente pesados. Cambian el pelaje varias veces al año, por lo cual presentan una variación en su tonalidad: entre febrero y octubre el pelo es más oscuro y más largo; entre noviembre y enero, menos abundante. Su alimentación es omnívora: una dieta que abarca frutas, aves, insectos, cangrejos, caracoles y anfibios (Salazar Goroztieta, 2001, p. iii).

Tlacuache

Los tlacuaches poseen buen olfato, pero mala vista. En general son lentos al caminar; compensan esa parsimonia, no obstante, con un admirable truco de sobrevivencia: cuando se sienten amenazados, entran en una especie de coma para simular la muerte y para desinteresar a sus potenciales depredadores. Cuando se sienten a salvo, “reviven” y continúan su lánguida marcha (Nava Escudero, 2015, p. 31).

Aparte de sus singulares atributos biológicos, que descubrí en algunas referencias especializadas, recordé que, a la par, los tlacuaches poseían características imaginarias únicas, las cuales fueron consignadas en distintas mitologías mesoamericanas. A pesar de su fama de pendenciero, borracho y ladrón, al tlacuache se le consideraba un héroe fundador, y el personaje principal en cuentos de sagacidad. Cargado de símbolos, algunos códices lo vinculan con el juego de pelota, el cruce de caminos, la luna, el pulque y la aurora (López Austin, 2006).

El mito más conocido en el que participó fue el del robo del fuego. La narración varía de acuerdo con el lugar o el grupo que refiera la hazaña; sin embargo, en esencia, ésta atribuye al tlacuache haber despojado a un jaguar irascible —a una deidad de gran poderío— de una brasa incandescente con su cola; posteriormente, la sujetó con el hocico, la escondió en el marsupio y la ofreció a los hombres y mujeres que no conocían el fuego para que, además de obtener calor, pudieran cocinar sus alimentos.

En la etimología de su nombre, tlacuatzin, hay reminiscencias de esa proeza: tla, fuego; cua, comer; tzin, chico. El pequeño que come fuego (Castro, 1961, p. 452).

En esa gesta, se registra una serie de transformaciones en el cuerpo del tlacuache ―la cola se le tatema y le queda pelona― y de peripecias que coinciden en resaltar su generosidad y astucia. En algunas versiones, el regreso del tlacuache después de robar el fuego fue tan accidentado que murió o quedó partido en pedazos; no obstante, tuvo el poder y la capacidad para resucitar o recomponerse (López Austin, 2006, p. 273).

Prometeo mesoamericano, el tlacuache es resistente a los golpes y a los elementos; es el descuartizado que renace, el civilizador y bienhechor, el abuelo venerable y sabio (Huerta Mendoza, 2013). Su carencia de defensas naturales fue compensada con la inteligencia y la valentía.

La representación femenina del tlacuache, por su parte, toma en cuenta a un marsupial didélfido, es decir, que posee dos matrices, una de las cuales es una bolsa protectora con múltiples pezones para alimentar a la prole. La tlacuacha parece estar siempre pendiente de los hijos: cuadrillas de diez o más tlacuachitos en cualquier época del año. Para el indio mesoamericano, el tlacuache era, por antonomasia, el ejemplo de “el que come”, “el que se alimenta”; era la vida misma: el surtidor de donde ésta brota. De ahí su antiguo vínculo con principios vitales como la fecundidad, la tierra, el maíz (Castro, 1961, p. 452).

La mañana que encontré aquel tlacuache sin vida en Coyoacán, en algún momento, evoqué a Cri-Cri, quien lo recreó como un ropavejero que recorría las calles “de la gran ciudad”, pregonando la compraventa y el intercambio de productos variopintos. A voz en cuello, por unos pocos pesos, el señor tlacuache adquiría tanto zapatos viejos y tiliches chamuscados como chamacos groseros, chillones insoportables y maloras incorregibles.

A la perplejidad derivada de la muerte de aquel tlacuache, se sumaba la melancólica certeza de que una gran cantidad de animales ―en cualquier época y lugar― es diezmada en tanto no satisfaga los requerimientos prácticos del ser humano. Mientras más alejadas de la civilización se hallen las demás criaturas del mundo, mientras más insumisas, más propensas a ser arrinconadas en los últimos escalafones del entorno físico.

Milan Kundera afirmaba que la auténtica bondad de los seres humanos se revela, con total pulcritud y libertad, con quienes no oponen fuerza alguna. La genuina prueba de moralidad de los seres humanos, la más profunda ―tan insondable que huye de toda percepción―, se encuentra en el vínculo establecido con quienes están a su merced y son más vulnerables: los animales (Kundera, 1992, pp. 295-296).

Los animales, sin embargo, siguen siendo percibidos como entidades menores a las cuales es necesario dominar o destruir. En especial si su presencia resulta desconcertante, si representan una pérdida de control, o si son potenciales mensajeros del caos.

La sombría suerte del tlacuache sin vida me trajo a la memoria, además de la canción de Cri-Cri, el episodio en el que se desató la locura de Nietzsche. Éste, en la ciudad de Turín, a finales del siglo xix, vio a un cochero fustigar a su caballo, que, exhausto por el peso de la carga, era incapaz de reanudar la marcha. El filósofo prorrumpió en sollozos, incriminó al hombre y se aproximó al afligido animal. Lo abrazó del cuello y se echó a llorar a gritos, ofreciéndole perdón por el abuso cometido. Se dice que ni siquiera la intervención de la policía logró convencerlo de soltar al caballo, y que sus últimas palabras en aquel incidente ―antes de perder la lucidez para siempre― fueron: “Mutter, ich bin dumm” (“madre, soy tonto”) (Argullol, 2012).

El tlacuache muerto y desolado a la orilla de la banqueta me hizo evocar aquel acontecimiento. Yo también, como Nietzsche ―pero en silencio―, le ofrecí disculpas en nombre de la humanidad.

Referencias

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Recepción: 24/07/2023. Aprobación: 12/03/2024.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079