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Vol. 22, núm. 3 mayo-junio 2021

Universitarios mexicanos: lo mejor y lo peor de la pandemia de COVID-19

Andrés Melchor Audirac, Andrea Guadalupe Hernández Zúñiga y Juan José Sánchez Sosa Cita

Resumen

La pandemia de la covid-19 ha provocado cambios radicales en las diversas actividades humanas, entre las más afectadas: la educación. El objetivo del presente estudio fue explorar las percepciones sobre lo mejor y lo peor que ha causado la pandemia de la covid-19 en los estudiantes de la Facultad de Psicología de la unam. Para lograrlo, se realizó una investigación cualitativa por medio de un sondeo de opinión exploratorio. Se obtuvo una muestra de 80 alumnos de licenciatura, maestría y doctorado, con un total de 271 respuestas.

La cancelación de planes personales, académicos y profesionales, así como emociones negativas como enojo, irritabilidad y tristeza, al igual que un aumento de estrés, ansiedad y depresión, fueron los temas más frecuentes reportados por los estudiantes como lo peor que trajo la pandemia. Por otro lado, el estar más tiempo con la familia y seres queridos, y un aumento en conductas de autocuidado como mejor alimentación, sueño y ejercicio se reflejaron como lo mejor de este mismo fenómeno. Es indispensable conocer las experiencias de los universitarios ante cambios radicales que atraviesan individualmente en las esferas de su vida durante esta crisis de salud pública, ya que tiene un impacto en su educación.
Palabras clave: COVID-19, Estudiantes Universitarios, Experiencias, Sondeo de Opinión, Distanciamiento Social.

Mexican University Students: The Best and Worst of the COVID-19 Pandemic

Abstract

The covid-19 pandemic has caused radical changes in diverse human activities. Among the most affected: education. The objective of the present study is to explore the perceptions of the best and the worst that the covid-19 pandemic has caused in college students of the Faculty of Psychology at unam. To achieve this, a qualitative research was carried out through an exploratory opinion poll. The sample was composed of 80 undergraduates and graduate students, collecting a total of 271 responses.

The postponement of personal, academic, and professional plans, the onset of negative emotions such as anger, irritability, and sadness, as well as an increase of stress, anxiety, and depression, were the most frequent topics reported by students as the worst that the pandemic brought. On the other hand, spending more time with their families, and a rise of self-care behaviors, such as better nutrition, sleep, and physical exercise were reported as the best experiences regarding the pandemic. It is essential to know the struggles of college students to cope with radical changes that they go through in the diverse spheres of their life, during this public health crisis since it has an impact on their education.
Keywords: COVID-19, University Students, Experiences, Opinion Poll, Social Distancing.

Introducción

A inicios del 2020, en China surgió un nuevo virus conocido como sars-CoV-2, que ha causado afectaciones en el sistema respiratorio de las personas infectadas. En poco tiempo este virus se esparció por todo el mundo, convirtiéndose en la pandemia más importante de nuestra era. El método más eficaz para combatir el incremento exponencial de personas infectadas fue el aislamiento social o cuarentena (oms, 2020). Así que, para el 1 de abril de 2020, más de 3 mil millones de personas en 80 países estaban recluidas en sus hogares para frenar la propagación del virus (unesco, 2020). Con esto, diversas actividades humanas cambiaron radicalmente, entre las más afectadas: la educación.

Con base en la encuesta realizada por la Asociación Internacional de Educación Superior en abril de 2020 (Marinoni, Van’t Land y Jensen, 2020), los recintos universitarios alrededor del mundo cerraron debido a la normatividad de distanciamiento social, lo que ha afectado a más de 1.5 mil millones de estudiantes en más de 182 naciones. En el continente americano, 72% de las universidades tuvieron que adaptar su enseñanza presencial a una en línea, en 22% la educación se encontraba suspendida y en 3% de las universidades la educación universitaria se canceló.

Debido a ello, surgió la urgencia de adaptar el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (tic) como las herramientas principales para continuar la educación universitaria, provocando así lo que se conoce ahora como la Crisis de la Digitalización de la Educación (Sanz, Sáinz y Capilla, 2020). Dicha crisis no sólo originó un cambio inmediato de las técnicas pedagógicas de enseñanza presencial a una virtual, sino que también acentuó las brechas socioeconómicas entre los estudiantes universitarios, ya que no todos cuentan con la infraestructura o habilidades necesarias para las clases en línea (computadora personal, acceso internet, habilidades en el uso de tic, etcétera).

No obstante, el escenario actual no sólo es oscuro. La adaptación a una nueva modalidad de enseñanza también permite vislumbrar formas más flexibles para la impartición de clases asincrónicas y en línea, que en un futuro pueden ser implementadas en los planes de estudios en las universidades.

Besser, Flett y Zeigler-Hill (2020) estudiaron el impacto de este cambio brusco y repentino al formato pedagógico en línea en la educación universitaria, debido a la pandemia por la covid-19 y el estado psicológico de los estudiantes universitarios. Dicha investigación brindó hallazgos muy interesantes. Entre los más relevantes, se encontró que el cambio a la modalidad en línea generó, en los universitarios, un incremento significativo de estados de ánimo negativos (ansiedad, frustración, impotencia y aburrimiento). También se observaron niveles elevados de estrés y soledad, aunados a un decremento notorio de concentración, motivación y aprendizaje. Algo sumamente relevante y novedoso en este estudio fue que se incluyó el factor de la adaptabilidad como variable mediadora de efectos negativos y positivos en las experiencias del aprendizaje en línea. Los universitarios con alta capacidad de adaptación mostraron ser los que reportaron menos emociones negativas y estrés asociadas a este cambio en la modalidad de sus clases.

Con respecto a cómo los estudiantes universitarios evaluaron la transición forzada de clases presenciales a clases en línea, Garris y Fleck (2020) encontraron que en una universidad de Estados Unidos sus estudiantes evaluaron negativamente el semestre en el cual se hizo dicho cambio. En su mayoría, el alumnado calificó sus cursos como menos interesantes, menos agradables y que incitaban en menor medida al aprendizaje significativo. Estas opiniones tuvieron un impacto negativo en la evaluación de la calidad de enseñanza universitaria.

Dicha evaluación negativa está influenciada por el contexto de la pandemia. Como Cao et al. (2020) exponen en su estudio con estudiantes universitarios chinos, las variables que más afectan la percepción de la calidad de enseñanza son el estrés y la ansiedad. Estas emociones negativas surgieron a raíz del contagio de familiares o del miedo al propio contagio. No es difícil concluir que la incertidumbre ocasionada por la crisis sanitaria tiene un gran efecto negativo en las demás esferas de la vida de un universitario (física, psicológica, académica, económica y social). Dzokoto, Hicks y Miller (2007) hallaron que el estrés causado por conflictos familiares, problemas económicos y un exceso en la carga de trabajo académico son un buen predictor para la depresión en los universitarios.

Bajo este contexto, resulta indispensable conocer la situación de la comunidad universitaria mexicana ante la actual crisis de salud pública internacional. Es importante entender las barreras percibidas ante esta nueva normalidad de la educación, así como los aspectos positivos que han adquirido en estos meses en aislamiento.

Objetivo

Explorar las percepciones sobre lo bueno y lo malo de la pandemia de la covid-19 por parte de estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, en sus tres niveles educativos: licenciatura, maestría y doctorado.

Método

Se realizó un estudio cualitativo por medio de un sondeo de opinión exploratorio sobre las percepciones de lo mejor y lo peor de la pandemia por la covid-19. Se contó con la participación voluntaria de 80 alumnos, 53 mujeres (66.3%) y 27 hombres (33.7%) de licenciatura, maestría y doctorado. Se invitó a participar en el sondeo de opinión al término de las clases impartidas por el Dr. Juan José Sánchez Sosa. Se les envió por correo dicha encuesta a todos los alumnos inscritos a los cursos. La pregunta estímulo fue: “Por favor, teclea en un par de renglones, uno con lo más negativo que te ha ocasionado la cuarentena y otro con lo más positivo”. Se recopilaron las respuestas de los alumnos entre el 14 de septiembre al 6 de octubre de 2020.

Procedimiento

Se recolectaron 271 respuestas en total, por correo electrónico, de los estudiantes que decidieron contestar a la pregunta estímulo. Se transcribieron todas a un archivo de procesador de textos. La distribución de la muestra por nivel de estudio de los 80 participantes fue: 42 de licenciatura, 29 de maestría y 9 de doctorado. La distribución de la muestra por nivel de estudio y por sexo se ilustra en la tabla 1.

Nivel de Estudio Mujeres Hombres Total
Licenciatura 32 10 42
Maestría 17 12 29
Doctorado 4 5 9

Tabla 1. Distribución de la muestra por sexo y por nivel de estudio.

Se realizó una lectura minuciosa de sus experiencias, buscando patrones o ideas que estuvieran relacionados entre los participantes. Posteriormente, se desarrolló un sistema de codificación para las percepciones que tuvieran una temática en común. Para el análisis temático, dos investigadores del presente estudio propusieron clasificaciones para agrupar las respuestas de los participantes en categorías temáticas con base en su contenido. La selección de las respuestas en cada categoría temática se hizo de manera independiente por los investigadores (Corbin y Strauss, 2015). Para tener una alta confiabilidad, se realizó un análisis de concordancia de categorización (Dey, 2007). Se obtuvo un porcentaje de acuerdo de 92.26%, con sólo 21 respuestas que difirieron de la categorización entre investigadores. En estas últimas hubo un acuerdo en el equipo de investigación y se reasignaron a categorías con base en su contenido.

En la tabla 2, se muestra la clasificación temática de las experiencias más positivas suscitadas por la pandemia de la covid-19. Se presentan el número de participantes incluidos en el estudio divididos por sexo, así como la frecuencia total de cada una de las opiniones por categoría.

Categorías temáticas Hombres Mujeres Total
Más tiempo con familia, pareja y amistades 13 29 42
Mayor autocuidado 7 24 31
Aprender nuevas cosas 10 10 20
Ahorro económico y de tiempo 6 6 12
Mejor organización de tiempo 4 8 12
Cursos y recursos en línea 2 5 7
Nuevas oportunidades laborales 3 4 7
Más tolerancia a la incertidumbre o frustración 3 2 5
Valorar lo que se tiene 0 4 4
Descansar más 0 4 4
Total de respuestas recolectadas 48 96 144

Tabla 2. Categorías temáticas: lo más positivo que te ha pasado por la pandemia de la covid-19.

En la tabla 3, se muestra la clasificación temática de las experiencias más negativas suscitadas por la pandemia de covid-19. En la tabla se presentan el número de participantes incluidos en el estudio divididos por sexo, así como la frecuencia total de cada una de las opiniones por categoría.

Categorías temáticas Hombres Mujeres Total
Cancelación de planes personales, académicos y profesionales 8 18 26
Problemas emocionales 8 14 22
Sensación de soledad y aislamiento 5 13 18
Dificultades para adaptarse a la cuarentena 8 8 16
Conflictos interpersonales con familiares y pareja 2 7 9
Problemas económicos o pérdida de empleo 1 8 9
Fallecimiento de seres queridos 4 4 8
Sensación de incertidumbre por el futuro 0 6 6
No poder ver a mis seres queridos 3 2 5
Miedo al contagio 1 3 4
Contagio por COVID-19 3 1 4
Total de respuestas recolectadas 43 84 127

Tabla 3. Categorías temáticas: lo más negativo que te ha pasado por la pandemia de la covid-19.

Una vez agrupadas todas las experiencias reportadas por los alumnos encuestados, se contabilizó la frecuencia de experiencias de los participantes en cada una de las categorías temáticas, para determinar el número total de respuestas por cada categoría y obtener su respectivo porcentaje.

Resultados

Experiencias positivas dentro de la pandemia por covid-19

La gráfica 1 ilustra los porcentajes de opinión acerca de las mejores experiencias que se suscitaron a partir de la pandemia por covid-19.

Dentro de las mejores experiencias que ocasionó la pandemia por la covid-19, se reportó con mayor frecuencia por los participantes el pasar más tiempo con sus familias, con 29% de experiencias reportadas de la muestra del presente estudio:

“Comparto más tiempo con mi familia y mis mascotas, lo que contribuye a un sentimiento de bienestar”.

“Pasar más tiempo con mi familia porque normalmente no vivo con ellos entre semana por la lejanía entre mi casa y la facultad”.

Gráfica 1. Porcentaje de respuestas de “Lo más positivo de la pandemia de covid-19”.

22% de las opiniones de los alumnos encuestados mencionó haber mejorado su autocuidado. En esta categoría se describieron varias conductas relacionadas con el autocuidado de la persona. De acuerdo con la definición de la oms (2019), el autocuidado es el comportamiento del individuo que promueve y preserva un estilo de vida saludable o está enfocado en la prevención de la enfermedad. Es un concepto amplio que abarca desde la buena higiene, nutrición, estilos de vida saludables (ejercicio, actividades recreativas, etcétera), factores ambientales y económicos.

Existieron diversas opiniones acerca de una mejor nutrición a causa de estar más tiempo en casa y no tener que alimentarse fuera de ella debido a las largas jornadas en la universidad. De igual manera, los estudiantes encuestados reportaron haber incorporado el ejercicio físico en sus rutinas cotidianas, dado que cuentan con más tiempo para realizarlo. El cuidado de la salud mental también se incluyó dentro de esta categoría, hubo comentarios referentes al tratamiento psicológico por medio de telepsicología, al igual que el experimentar emociones y pensamientos de sí mismos.

Es importante hacer notar que en esta categoría hubo una diferencia entre el número de opiniones con respecto al sexo de los participantes. Como se ilustra en la gráfica 2, el autocuidado se trató de experiencias positivas para 25% de las mujeres, mientras que lo fue para 14.3% de hombres en el estudio. También es relevante recalcar que la muestra del presente estudio no tuvo una paridad entre el número de participantes hombres y mujeres, por lo que esta diferencia puede deberse a ello. Dentro de las opiniones más representativas en este rubro se encuentran:

“Mejora de calidad de sueño y hábitos alimenticios”.

“Aprender a organizar mis tiempos y prestar atención a mis emociones y pensamientos”.

“Poder destinar más tiempo a áreas de mi vida que había mantenido descuidadas como salud (alimentación sana, actividad física y recreación)”.

Gráfica 2. Porcentajes de opiniones divididas por sexo en “Lo más positivo de la pandemia de covid-19”. Nota: es importante señalar que no hubo una distribución homogénea entre el número de participantes por sexo: 66.3% mujeres y 33.7% hombres.

Por otro lado, 14% dijo haber aprendido nuevas cosas durante la pandemia. En esta categorización se incluyeron opiniones concernientes al aprendizaje de habilidades fuera del ámbito académico o institucional que reportaban los estudiantes. Se recabaron opiniones acerca de alumnos con mayor tiempo y motivación para aprender un nuevo idioma o mejorar su nivel del inglés. De igual manera, hubo diversas opiniones que incluían pasatiempos o desarrollo de habilidades artísticas como la pintura, tocar un instrumento musical, etcétera.

“Tuve tiempo de mejorar mis habilidades en estadística e inglés, mi habilidad en dibujo y hasta empezar a aprender italiano”.

“Tiempo para dedicar a actividades relacionadas al arte”.

Con 12% se encuentran las opiniones asociadas al ahorro económico y en tiempo que se invertía en el traslado de los estudiantes de sus hogares a la universidad:

“Evitar viajar en transporte público (promedio de 3 horas diarias)”.

“No existe un desgaste en cuestión de invertir dinero y tiempo de traslado”.

De igual manera, con 12% se ubica la categoría que engloba las opiniones concernientes a una mejor organización del tiempo para realizar actividades de su interés:

“Más tiempo para seguir desarrollándome en otras áreas a las cuales no podía dedicarles suficiente atención antes”.

“Mayor organización de mis tiempos y actividades”.

El resto del porcentaje de las opiniones se divide dentro de categorías con experiencias acerca de capacitaciones en línea o acceso a recursos en línea, con 5% y con el mismo porcentaje de opinión se encuentran las experiencias referentes a nuevas oportunidades académicas o laborales:

“Posibilidad de hacer más cursos o especializaciones debido a que han tomado el formato virtual”.

“Emprender un negocio en el que me ha ido bastante bien.”

Por último, con un mismo porcentaje (3%) de las opiniones realizadas por la muestra de universitarios, se encuentran las categorías relacionadas con un aumento en la capacidad de adaptación, y con el valorar lo que se tiene y un mayor descanso:

“Progreso en mi adaptabilidad para trabajar de manera profesional en diferentes contextos y a distancia.”

“Valorar cada momento de vida que tengo”.

Experiencias negativas dentro de la pandemia

Como se muestra en la tabla 3, hubo once clasificaciones temáticas con un total de 127 experiencias negativas expresadas por los participantes incluidos en la investigación. Se puede mostrar el doble de comentarios con experiencias negativas por parte de las mujeres del estudio en ciertos rubros, aunque esto se puede explicar debido a la disparidad en la distribución de la muestra con respecto a hombres y mujeres, con más de la mitad de la muestra mujeres.

La gráfica 3 representa el porcentaje de opiniones acerca de lo peor que han experimentado los alumnos durante la cuarentena. Como se puede apreciar dentro de las experiencias más negativas que experimentaron los estudiantes encuestados estuvieron principalmente la cancelación de planes académicos, profesionales y personales, lo que conforma 21% de las experiencias recabadas.

Gráfica 3. Porcentaje de respuestas de “Lo más negativo de la pandemia de covid-19”.

Diversos comentarios hacían referencia a la cancelación de planes a futuro como estancias académicas o viajes al extranjero, dificultades para la culminación de sus estudios debido al cese temporal en los procesos administrativos en la universidad y postergación de proyectos de investigación que se vieron mermados por la pandemia:

“La pandemia cambió totalmente mis planes para este año, tanto a nivel académico como personal, impactando negativamente en el desarrollo de los estudios de mi tesis, así como en las posibilidades que contemplaba de movilidad a otros países, para un mayor desarrollo personal y profesional”.

“Perder un viaje internacional con fines académicos y recreativos, cuya planeación llevaba más de un año y además implicó pérdida de vuelos y hospedaje”.

Se pueden identificar experiencias negativas asociadas con los problemas emocionales o psicológicos provocados por la pandemia y por el aislamiento social en 17% de la muestra total. De acuerdo con las experiencias de los participantes del estudio, hubo un incremento en ansiedad, estrés y depresión. Se reportaron también alta labilidad emocional y un incremento de emociones negativas como irritabilidad, preocupación, miedo, tristeza, enojo y frustración. En esta categoría, a simple vista parece que hubo una mayor afectación reportada por las mujeres del estudio en comparación con los hombres, dado que fueron catorce las mujeres y sólo ocho los hombres que compartieron estas experiencias. Sin embargo, al transformar la frecuencia de las experiencias y en términos de porcentaje por sexo, 18.6% de hombres y 16.6% de mujeres expresaron estos problemas emocionales, relativizándose esta diferencia. Esto se debe a la disparidad entre número de hombres y mujeres que respondieron a la encuesta o por una diferencia en la expresión de las emociones entre hombres y mujeres.

“Me daba ansiedad a un nivel que me hacía vomitar diariamente una vez al día cuando ya iba mucho tiempo de la pandemia”.

“Incertidumbre, estrés, tristeza, enojo, es un cúmulo de emociones que muchas veces no me deja dormir, que me provoca ansiedad, y necesito ayuda para regularme”.

Por otro lado, relacionado inherentemente al aislamiento social, los participantes en el estudio reportaron sentimientos de soledad y aislamiento, formándose esta categoría con 14% del total de opiniones. En su mayoría, esta categoría está constituida por comentarios que hacen alusión a una sensación de soledad y tristeza debido al cese de contacto interpersonal, sobre todo en amistades cercanas y en miembros fuera del núcleo familiar:

“El aislamiento a veces me causa sensación de soledad ya que soy una persona que le gusta el afecto y cercanía social”.

“Tener que tener comunicación meramente digital con mis seres queridos”.

Otra categoría que es importante resaltar fueron las dificultades para adaptarse a la cuarentena. En esta categoría temática se agruparon experiencias relacionadas con las dificultades que percibieron los alumnos para adaptarse a las nuevas normatividades que exige el distanciamiento social. Comentarios que hacen alusión a la imposibilidad de salir y cambios en la forma de trabajo a distancia conformaron 13% de la muestra total, por ejemplo:

“Las clases en línea y la escasa interacción con compañeros y docentes, eso dificulta las labores de aprendizaje”.

“Mi espacio personal se volvió: trabajo y cuarto de estudio”.

Con 7% se encuentran las vivencias experimentadas con respecto a conflictos familiares o con la pareja. Las temáticas que dentro de esta categoría incluyen desacuerdos y conflictos en la convivencia familiar prolongada por el encierro. Como lo ilustra la gráfica 4, estas experiencias fueron reportadas por 8.3% del total de mujeres y 4.7% para los hombres, respectivamente. Esta diferencia puede deberse a la disparidad del número de participantes mujeres (53) y hombres (27).

“Más roces que pueden llevar a discusiones familiares y de pareja”.

“Darme cuenta de las conductas machistas y misóginas que persisten en mi familia, mismas que, aunque he tratado de eliminar, siguen existiendo prejuicios, tabúes y creencias, al cuestionarlas me ha provocado disgustos y peleas familiares”.

También con 7% se observa la categoría que engloba comentarios asociados con problemas económicos o la pérdida de empleo, que fueron reportados entre lo más negativo que provocó la pandemia:

“Lo más negativo que me ha pasado esta cuarentena son las dificultades económicas en mi casa”.

“Lo peor de la pandemia es la pérdida de oportunidades laborales y, por ende, severas dificultades económicas con todo lo que éstas acarrean”.

Al ser un nuevo virus, el sars-CoV-2, aparte de las vacunas, no cuenta aún con una cura o tratamiento específico. Como se ha reportado, este nuevo virus puede llegar a ser letal para toda la población, en especial para personas con ciertas comorbilidades (diabetes, obesidad, hipertensión, epoc y problemas del sistema inmunológico), al igual que llegar a causar mayor afectación a personas mayores de 60 años. En nuestro país, el virus sars-CoV-2 ha causado la muerte de poco más de 200,000 mexicanos (Secretaría de Salud, 2021). Considerando lo anterior, no es sorpresivo que haya opiniones relacionadas con el fallecimiento de seres queridos dentro de la comunidad estudiantil de la Facultad de Psicología. Éstas constituyeron 5% de la muestra total.

“Lo más negativo que me ha ocasionado esta pandemia es el fallecimiento de amistades forjadas desde la infancia hasta el ámbito profesional”.

“Muerte por covid de una persona muy importante y la imposibilidad de estar en su velorio por la misma situación de la pandemia”.

La sensación de incertidumbre por el futuro ocupó también 5% de las opiniones de los alumnos. Esto, porque estamos inmersos en el contexto de la pandemia, que está fuera de nuestro control y que depende de diversas variables, como un fin incierto y lejano, o debido a la adaptación a la nueva normalidad, que ha modificado nuestra forma de vida.

“Preocupaciones sobre el futuro respecto a lo que será la vida con el virus y sobre si se restablecerá al menos parcialmente la normalidad de antes.”

“Incertidumbre sobre mi futuro y pensamiento de que ya no podré ver a mis amigos jamás.”

El no poder ver a los seres queridos fue una de las repercusiones negativas reportadas por los estudiantes, con 4% de las respuestas:

“No poder estar cerca de gente que amo y preocupado de que les pueda pasar algo”.

“Aislarme de las personas que estimo cuando de por sí ya me sentía aislado socialmente”.

No obstante, la categoría de miedo al contagio obtuvo un porcentaje relativamente bajo en comparación de las demás (3%). Esto podría apuntar a que hay un gran temor a ser infectado por el nuevo virus sars-CoV-2 y que, por ende, los encuestados tienden a aislarse de sus seres queridos:

“Miedo a relacionarme con los demás por la posibilidad de contagiarme”.

“Ansiedad por aumento de trabajo y por miedo a contraer covid”.

El contagio de la enfermedad también resultó ser uno de los efectos más negativos que han tenido los alumnos de la comunidad universitaria (3%) de la Facultad de Psicología:

“Problemas familiares pues prácticamente toda mi familia paterna se contagió”.

“Lo peor ha sido que me contagié de covid”.

Gráfica 4. Porcentaje de opiniones, divididas por sexo, de “Lo más negativo de la pandemia de covid-19”. Es importante señalar que no hubo una distribución homogénea entre el número de participantes por sexo: 66.3% mujeres y 33.7% hombres.

Discusión

El objetivo de la presente investigación fue explorar las experiencias positivas y negativas que ha traído consigo la pandemia de la covid-19 para la comunidad estudiantil de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Esta pandemia ha planteado grandes retos para los estudiantes universitarios encuestados. La cancelación de planes personales académicos y profesionales fue de las opiniones más reportadas por los alumnos. Esto, a su vez, causó emociones negativas como frustración, enojo e irritabilidad, al igual que exacerbación de problemas psicológicos como ansiedad, estrés y depresión.

Aunado a ello, el aislamiento social trajo consigo un sentimiento de soledad entre los universitarios y se reportaron dificultades para adaptarse a la cuarentena, como la imposibilidad de salir de casa, frecuentar a amistades y familiares o la adaptación a clases en línea y trabajo a distancia. La incertidumbre del progreso y fin de esta emergencia sanitaria repercutió en los alumnos encuestados, reportándose sentimientos de incertidumbre por el futuro. Eventos y situaciones causadas directamente por el nuevo virus del sars-CoV-2 también se reportaron, como el fallecimiento de seres queridos, el miedo al contagio propio o de seres queridos y problemas económicos o pérdida del empleo. Es posible que estas experiencias negativas que se detonaron durante la pandemia estén implicadas en cierta medida con dificultades para tener un buen aprovechamiento en las clases a distancia.

Parte de los hallazgos del presente estudio se corresponden con investigaciones realizadas en otros países. Con respecto a las problemáticas emocionales, suscitadas por la pandemia y reportadas en la presente investigación, hay diversos estudios que hallaron los mismos cambios emocionales en estudiantes universitarios alrededor del mundo. En la investigación realizada por Husky, Kovess-Masfety y Swendsen (2020), con alumnos universitarios franceses, se encontró que el confinamiento por la pandemia de la covid-19 afectó su salud mental de manera notoria. 60% de los universitarios en la muestra poblacional de ese estudio mostraron niveles altos de ansiedad y estrés provocados por una situación financiera incierta y preocupación por la salud física de sus seres queridos.

En Bangladesh se encontró que alrededor de 72% de los estudiantes de distintas universidades de ese país presentaban sintomatología depresiva de leve a moderada, mientras que 87% tuvo síntomas de ansiedad de leve a moderada a causa de la pandemia (Islam et al., 2020). Los investigadores concluyeron que no sólo el aislamiento social producto de la pandemia acentuó los ya existentes síntomas de ansiedad y depresión en ciertos estudiantes, sino que también afectó su calidad de vida global y su desempeño académico.

Los hallazgos de la presente investigación acerca del miedo al contagio o preocupación por el contagio de sus seres queridos también concuerdan con el estudio de universitarios estadounidenses conducido por Son, Hedge, Smith, Wang y Sasangohar (2020), quienes mencionan que entre las principales afectaciones a los estudiantes se encuentra la preocupación por la salud propia y de los seres queridos, lo cual afecta su concentración y desempeño en actividades académicas.

Otra problemática que se vio reflejada en las respuestas recabadas en la presente investigación fue la de los conflictos familiares o de pareja causados por el aislamiento social y la convivencia prolongada de las personas que habitan en un mismo domicilio. Con base en Zhang (2020), el cohabitar por un mayor tiempo, bajo un contexto de emergencia sanitaria como lo es la pandemia por la covid-19, acentuó problemas dentro del núcleo familiar, o bien, que nuevos estresores como tensiones provocadas por el aislamiento social, cambios radicales en el estilo de vida, desempleo, problemas económicos y contagios de familiares, pudieran generar nuevos conflictos y diferencias entre personas bajo un mismo techo.

Es importante subrayar que estos conflictos intrafamiliares y de pareja generados por las medidas de distanciamiento social afectan con mayor severidad a las mujeres, sobre todo en Latinoamérica. De acuerdo con onu Mujeres (2021), en la región de América Latina y el Caribe, la pandemia por la covid-19 y el distanciamiento social han afectado desproporcionadamente a las mujeres. Según datos de esta oficina regional de la onu, en Latinoamérica ha aumentado el número de violencia contra las mujeres, ya que en su mayoría éstas viven con su abusador y al respetar las medidas de distanciamiento social se encuentran encerradas, con lo que se dificulta la posibilidad de buscar ayuda y salir de esa situación.

Con este estudio exploratorio también se observó que emergieron aspectos positivos en la vida de los estudiantes a pesar de la pandemia, tales como la posibilidad de mejorar el autocuidado, incluyendo una mejor nutrición, ejercicio, mejores hábitos de sueño y salud mental; oportunidad de aprender nuevas cosas; mejor organización del tiempo; acceso a capacitaciones y cursos en línea gratuitos; nuevas oportunidades laborales; aumento de la capacidad de tolerancia a la incertidumbre y frustración; valorar lo que se tiene; posibilidad de descansar más, y ahorrar tiempo y dinero al evitarse el transporte y los trayectos. Todos los anteriores aspectos también juegan un papel importante en el desempeño académico remoto de la comunidad universitaria.

Al igual que con los negativos, parte de los hallazgos positivos que se encontraron en este estudio exploratorio corresponden con estudios previos relacionados con el tema. En una universidad de Estados Unidos, se reportaron niveles de estrés más bajos en los estudiantes, los investigadores atribuyeron este fenómeno a que al estar confinados se han acercado más a sus familias lo cual les ha brindado apoyo socioemocional (Son, 2020). Esto se puede equiparar con los aspectos positivos señalados en el presente estudio en los cuales se reportó un mayor tiempo con los seres queridos y se relaciona con una sensación de bienestar.

Las experiencias positivas que se encontraron en este estudio referentes a la organización del tiempo coinciden con lo mencionado en el estudio de Miguel (2020), que también encontró que existen alumnos que al estar estudiando desde casa se sienten en paz y ahorran tiempo, lo cual traduce el autor como optimización del tiempo.

Es muy relevante resaltar que algunos participantes reportaron un aumento en su capacidad de adaptarse ante cambios que quedan fuera de su control y poder así tolerar la incertidumbre que está completamente asociada a esta crisis de salud pública. La adaptación es un factor fundamental para sobrellevar esta pandemia. Como lo mencionan Besser, Flett y Zeigler-Hill (2020), una buena capacidad de adaptación en estudiantes universitarios afecta la percepción que tienen acerca de su educación en línea, ya que no sólo se perciben como más autoeficaces para sobrellevar este cambio, sino también mantienen un alto nivel de involucramiento y por ende un buen aprendizaje. Como lo explican estos investigadores, una mayor adaptabilidad está asociada con estilos de afrontamiento eficaces y técnicas óptimas de solución de problemas que en su totalidad propician respuestas de resiliencia en la persona. Esto es especialmente importante ya que no sólo la crisis sanitaria está inmersa en incertidumbre en su fin o control, sino que ésta también implica una forzada adaptación a nuevos hábitos, como el uso del cubrebocas, lavado de manos constante y aislamiento social, que protegen al individuo del contagio.

Conclusiones

Para ofrecer a los alumnos una educación lo más apropiada posible dentro de las condiciones de emergencia sanitaria actual, es importante reflexionar sobre la perspectiva que tienen los estudiantes en cuanto a los aspectos positivos y negativos que ha traído la pandemia por la covid-19 en las distintas áreas de su vida.

Es un hecho que la educación en su modalidad a distancia puede ser complicada por todos los factores negativos con los que deben lidiar los alumnos. Sin embargo, conocer los aspectos positivos que se han generado con la pandemia resulta muy útil, pues de esa forma se conoce qué herramientas se tienen para hacer frente a las dificultades, por ejemplo, el hecho de ahorrar tiempo en el transporte a la universidad repercute de forma positiva para evitar el estrés. La cercanía con las personas con quienes se encuentran confinados los estudiantes les puede ayudar a disminuir su sensación de soledad, o bien, el aumento en conductas de autocuidado puede ayudar a prevenir problemáticas de salud tanto física como psicológica.

Para realizar un traslado adecuado y oportuno a la educación a distancia se recomienda favorecer el nivel de involucramiento en las clases en línea. Como lo señalaron Garris y Fleck (2020), es indispensable promover en esta modalidad que los alumnos estén involucrados. Esto es un doble reto ya que, por sí sola, la educación a distancia tiende a mostrar niveles más bajos de involucramiento en comparación con las clases presenciales; además, con la emergencia sanitaria se acentúa la necesidad de mantener interés entre los estudiantes y el contenido del curso. Esto se puede lograr al utilizar el abanico amplio que ofrecen las tic, así como al promover la interacción sustancial entre los alumnos y profesores. Como los autores lo señalan en su investigación, altos niveles de interés, disfrute y atención predicen una evaluación positiva de la calidad de la educación y un aprendizaje significativo.

De igual manera, es indispensable tener en mente que el estado emocional de los alumnos, así como las dificultades por las que atraviesan individualmente en las demás esferas de su vida, tienen un impacto en su educación universitaria. Es por esto que es necesario que las instituciones educativas universitarias cuenten con programas y centros de apoyo psicosocial que implementen estrategias adaptativas de afrontamiento a la adversidad, con un enfoque específico para la emergencia sanitaria de covid-19. Estas estrategias de afrontamiento y técnicas de solución dotan a la comunidad universitaria de habilidades útiles para afrontar los problemas de forma que aumente su autoeficacia y por ende su resiliencia.

Es importante considerar que la comunidad docente también necesita de este tipo de apoyo psicológico, ya que así podrían maximizar y replicar el uso de competencias socioemocionales de situaciones adversas en sus cursos. De acuerdo con la investigación realizada por Linor, Hadar, Ergas (2020), las competencias socioemocionales propias de los docentes no sólo los protegen contra el burnout o estrés relacionado con la alta carga de trabajo, sino también permiten establecer relaciones empáticas con sus alumnos, las cuales mejoran la calidad de enseñanza durante situaciones adversas. Los hallazgos del estudio reflejaron que, mediante esta relación de confianza y empatía, los profesores pudieron comprender las barreras personales y académicas por las que atravesaban los alumnos durante la pandemia y así fueron capaces de modificar la demanda de trabajo y crear ambientes positivos para potenciar el éxito dentro del aula.

La flexibilidad en la práctica docente es una de las destrezas de mayor utilidad durante estas situaciones de crisis. Entender el contexto por el cual los estudiantes atraviesan en su cotidianidad, y empatizar con las barreras y dificultades que los afectan diferencialmente, permiten a los académicos universitarios modificar la carga de trabajo, adoptar nuevas herramientas pedagógicas y así favorecer el aprendizaje significativo de los estudiantes.

Recomendaciones

Se recomienda realizar en el futuro investigaciones con metodología cuantitativa, utilizando muestras representativas y proporcionales de toda la comunidad estudiantil universitaria de la unam. Esto para poder estudiar cómo afecta la pandemia de la covid-19 a los estudiantes universitarios mexicanos, visualizar posibles diferencias entre carreras, situaciones socioeconómicas y personales, con el fin de empatizar con la situación y poder ofrecer el apoyo que se requiera para maximizar la calidad educativa durante esta crisis sanitaria.

También valdría la pena indagar la perspectiva de los docentes ante este grandísimo reto pedagógico de la migración de la educación universitaria en línea. Es de vital importancia conocer las barreras y aspectos positivos que perciben ante esta emergencia sanitaria, ya que la educación está compuesta por la díada entre alumno y docente.

De igual manera, sería oportuno investigar el rol que tienen las instituciones educativas en el apoyo a los estudiantes y docentes ante esta situación de pandemia.

Referencias



Recepción: 18/01/2021. Aprobación: 23/03/2021.

Vol. 22, núm. 3 mayo-junio 2021

¿Sabías que el japonés tiene miles de onomatopeyas?

Elisa Akemi Shimazaki Miho Cita

Resumen

Las onomatopeyas son esenciales en el uso del idioma japonés; sin embargo, es un tema poco incluido durante el proceso de aprendizaje. Este trabajo es una propuesta para apoyar a los estudiantes de idioma japonés de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción (enallt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Próximamente se incluirá este tipo de material digital en las redes sociales de la mediateca de la enallt.
Palabras clave: onomatopeya, idioma japonés, aprendizaje de idiomas.

Did you know that Japanese has thousands of onomatopoeias?

Abstract

Onomatopoeias are essential in the usage of Japanese language; however, it is a topic little explored during the learning process. This is a proposal to support the students of Japanese language of the enallt at the National Autonomous University of Mexico (unam). This type of digital material will soon be included on the social networks of enallt’s media library.
Keywords: onomatopoeia, Japanese language, language learning.


Incluso desde antes del inicio de la pandemia por la covid-19, en la mediateca de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción (enallt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), se ha estado realizando un gran esfuerzo para crear materiales digitales de apoyo, que faciliten el estudio autónomo de los estudiantes de idiomas, y el caso del japonés no es la excepción.

En este proyecto se propone crear material sobre las onomatopeyas, pues es un tema poco abarcado dentro de la enseñanza, que, sin embargo, es esencial en el aprendizaje del japonés.

Imagen 1. Korokoro. Onomatopeya al rodar un objeto.

El japonés es una lengua que utiliza mucho simbolismo, no solamente en la escritura a través de los kanji –ideogramas de origen chino, que son similares a los jeroglíficos egipcios o mayas–, sino también mediante los sonidos al hablar.

Imagen 2. Doki doki. Sonido de palpitación del corazón.

Según la definición del Diccionario de la lengua española, una onomatopeya es una “palabra cuya forma fónica imita el sonido de aquello que designa” (Real Academia Española, 2014).

Imagen 3. Guru guru. Onomatopeya usada para decir que algo está rodando o dando vueltas.

Las onomatopeyas existen en todas las lenguas; sin embargo, en el japonés existen miles y adquieren otra dimensión pues no sólo imitan los sonidos de animales y de personas, o de la naturaleza y de objetos, sino también los sonidos que hacen al moverse. Además, también representan sentimientos y emociones; condiciones o estados de ánimo.

Imagen 4. Pyon pyon. Sonido de cuando se salta.

Para los aprendices del japonés, es esencial dominar las onomatopeyas, pues éstas aparecen con gran frecuencia en los animes y mangas que tanto gustan a los estudiantes de japonés. Asimismo, son palabras imprescindibles para poder hablar como un nativo.

Imagen 5. Uki uki. Onomatopeya de cuando se está muy contento.

Gracias a mi participación en el taller de “Herramientas para la educación docente. De lo oral a lo digital”, pude materializar la idea que tenía en mente acerca de las onomatopeyas en el japonés. Próximamente tomará forma y acción, además de en este artículo, al ser publicado en las redes sociales de la mediateca de la unam.

Páginas de interés

Referencias

  • Real Academia Española (rae). (2014). Onomatopeya. En Diccionario de la lengua española (23.a ed., versión 23.4). https://dle.rae.es/onomatopeya.


Recepción: 04/02/2021. Aprobación: 18/03/2021.

Vol. 22, núm. 3 mayo-junio 2021

El cómic y el arte pop

Martha Patricia Trejo Cerón Cita

Resumen

En este video hablo sobre las características principales del Arte Pop, usando al comic como centro visual como lo hizo en su momento esta corriente artística de trasmitir un mensaje y llegar con más impacto a la sociedad, en este caso lo uso para captar de una forma más efectiva la atención de mis alumnos de un tema teórico, haciendo el material atractivo y dinámico, con el cual se puedan identificar, reflexionar y comprender lo más representativo del tema.
Palabras clave: Arte Pop, comic, video, superhéroes, pandemia.

Comic and pop art

Abstract

In this video I talk about the main characteristics of Pop Art, using the comic as a visual center as this artistic trend did at the time of transmitting a message and reaching society with more impact, in this case I use it to capture in a way more effective the attention of my students of a theoretical topic, making the material attractive and dynamic, with which they can identify, reflect and understand the most representative of the topic.
Keywords: Pop art, comic, video, superheros, pandemic.


Lo que me encanta del arte es que, en particular a través de sus diferentes manifestaciones artísticas y técnicas de pintura, podemos representar cualquier tema y época. De esta manera, se puede llegar a las personas; con un mensaje en específico se logra compartir un conocimiento o concientizar sobre algún hecho actual que afecte a la sociedad y se despierta su interés, en especial el de las nuevas generaciones, para que se involucren en lo que sucede en el mundo.

Es por ello que durante el curso “Herramientas para la comunicación docente. Entre lo oral y lo digital”, impartido por la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (cuaieed), realicé un video como proyecto final, sobre el arte pop enfocado al cómic, que es algo que a través del tiempo no pasa de moda, sigue vigente y captura la atención de los jóvenes. Además, es un material que puedo usar como introducción, para esta corriente artística, en mis clases de Taller de Expresión Gráfica, al explicar sus características principales y mostrar imágenes con las que se identifiquen mis alumnos, con lo que se captura su atención y se logra desarrollar de manera más amplia el tema en clase.




Para realizar dicho video, busqué imágenes de diferentes superhéroes con los que las nuevas generaciones se identifican. En los temas musicales, el primero fue la introducción de la serie de Batman de los años sesenta, pues en su opening manejaban partes de comic. La segunda canción fue “Take on me”, del grupo A-HA, ya que su video se desarrolla dentro de una historieta a blanco y negro, y mi objetivo es que todo tuviera relación con el tema del cómic, además de que sea atractivo y deje no sólo un conocimiento, sino también un mensaje. Por ello, al final de mi video, use imágenes de superhéroes con cubrebocas, para dar a entender que, a pesar de sus poderes, no son inmunes a lo que vivimos en la actualidad a nivel mundial. Así, por la pandemia todos debemos tomar precauciones.

Cuando expuse este material en mis clases, noté a mis alumnos muy atentos, divertidos y disfrutando de la música. Yo realmente quedé satisfecha, pero no había imaginado el alcance que tendría el video; no sólo porque desperté su interés en un tema académico, sino porque de verdad hicieron una reflexión con el tema de la pandemia, hablaron de sus experiencias de haber contraído coronavirus, ellos o algún integrante de su familia. Hubo los que lamentablemente tuvieron pérdidas de familiares o amigos y los que daban gracias porque salieron adelante. Al final, el video contribuyó a que sacaran esa carga sobre el tema, ya que muchas veces ellos sólo buscan que alguien los escuche, los apoye, sentir que no están solos. Así, considero que de alguna forma, sin buscarlo, los apoyé. Es por eso que este proyecto me deja una muy grata experiencia y mucho aprendizaje, que me motivan a seguir desarrollando materiales para mis clases.

Referencias



Recepción: 04/02/2021. Aprobación: 18/03/2021.

Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

Preguntas, indeterminaciones y conjeturas

Morgana Carranco Cita


“El conocimiento nos hace responsables”

Ernesto “Che” Guevara

“Sucedía así que él crecía y yo no sabía lo propuesto,
porque el pelo crecía aprisa y yo aprendía despacio,
y con efecto le cortaba en pena de la rudeza:
que no me parecía razón
que estuviese vestida de cabellos cabeza
que estaba tan desnuda de noticias,
que era más apetecible adorno”

Sor Juana Inés de la Cruz

El camino del conocimiento no es lineal y, además del obvio esfuerzo que conlleva, está poblado de tropiezos, hipótesis equivocadas y coincidencias. El conocimiento, en todos sus ámbitos, es algo que perseguimos y perseguimos, pero que no es fijo. Por ello, este número de la Revista Digital Universitaria sintetiza las diferentes formas de explorar el conocimiento, su empleo e implicaciones para la sociedad.

En el camino del saber, aprendemos hoy algo que puede dejar de ser válido mañana. Sin embargo, el pasado y los orígenes suelen ser valiosos. En este sentido, como ejemplo de la importancia de los lugares de procedencia y del ayer, está el primer artículo del presente número de la Revista Digital Universitaria. En “Los últimos serán los primeros: la importancia de los hablantes de herencia”, conocemos sobre los hablantes de herencia, cuya primera lengua es empleada en casa y que se maneja hasta cierto grado, pues está restringida por el contexto social dominante de su segunda lengua, de la que obtienen más estímulos, por lo que ésta prevalece. Esto se da, por ejemplo, en México en las lenguas originarias con relación al contexto dominante del español y, en Estados Unidos, en hijos de inmigrantes hispanohablantes con el inglés. Aquí se resalta la importancia de recuperar esas lenguas de herencia, de revitalizarlas y resignificarlas, puesto que nos dicen mucho de nuestra cultura, historia, origen y valores, y contribuyen a construir nuestra identidad.

Asimismo, en la búsqueda de conocimiento hay algo muy bello: siempre hay más que explorar. Basta recordar que no estamos solos en la Tierra, que nos acompañan muchísimas especies, algunas más cercanas que otras. Por ello, en la presente emisión de la rdu, examinamos nuestro mundo desde varios frentes. Primero, en “Flautistas, bagels y tortillas: la vida secreta de ratas y ratones”, conocemos más acerca de los ratones y ratas, los mitos relacionados con ellos y sus verdaderos roles en nuestra vida diaria, así como en los ecosistemas.

Segundo, en “El enemigo de mi enemigo es… Un virus que ataca a las bacterias: los bacteriófagos”, profundizamos sobre estos virus que atacan a las bacterias y de los cuales se aborda su biología, su importancia en el desarrollo de la ciencia, así como su contribución a la salud y su potencial como vehículos de transporte de moléculas, diagnosis y generación de vacunas.

Tercero, en “Bacterias del maíz como aliadas en la producción agroecológica de alimentos”, conocemos que el biocontrol permite utilizar componentes biológicos (insectos, hongos y bacterias) para controlar el crecimiento de otros seres que dañan los cultivos. De este modo, exploramos los detalles de esta técnica mediante un ejemplo, en el que se usa la bacteria de la rizósfera del maíz Bacillus cereus B25 para disminuir una enfermedad en el maíz causada por un hongo infeccioso.

Por último, en relación con la diversidad en el planeta en general, y en especial en la región del Pacífico mexicano, contamos con dos artículos “Las extraordinarias formas de vida de los dinoflagelados del Pacífico mexicano” y “Medusozoos: tesoro oculto del Pacífico mexicano”. En el primero, los autores nos cuentan sobre los dinoflagelados marinos, el segundo grupo más abundante en el fitoplancton. Además, ahondan en sus funciones como producción de oxígeno y otros compuestos que pueden ser útiles para la sociedad. En el segundo texto, el tema son los meduzoos, animales de los cuales hemos oído por la existencia de especies como las medusas, pólipos y sifonóforos, que tienen gran importancia en lo ecológico, económico y social. Igualmente, se comparte más sobre su diversidad, distribución y la manera en que algunos científicos los estudian.

Sin duda, con el crecimiento de la ciencia, los humanos también hemos sido capaces de aplicarla, para tener una vida más sencilla. No obstante, hay desarrollos que en el momento de su creación pudieron parecer adecuados, pero que con el paso del tiempo representan un gran problema. Tal es el caso en “Una inundación global de plásticos”. Corresponde, entonces, como seres racionales y responsables, encontrar una solución a esta cuestión que nosotros mismos hemos provocado, para evitar que siga afectando a nuestra Tierra y que, incluso, amenace nuestra existencia.

Sin embargo, no hay que permitir que los errores del pasado limiten nuestra búsqueda de conocimientos y su aplicación, porque también hay oportunidad de llevar a cabo cambios positivos. En este sentido, en “La termoelectricidad: convirtiendo el calor en electricidad”, los autores analizan los mecanismos para la generación de electricidad —tan básica para nuestra forma de vida actual—, mediante el aprovechamiento del calor liberado por un proceso donde se realice un trabajo. Además de la alta disponibilidad de este tipo de energía, su uso nos permitiría reducir el impacto en el medio ambiente debido al uso de combustibles fósiles para la creación de electricidad.

En el ámbito social, vale la pena resaltar que, a pesar de todo el conocimiento que como humanidad poseemos, como sociedad todavía vivimos rodeados de prejuicios, discriminación y estigmas, y, lo peor, algunos se siguen perpetuando. Basta mencionar la discriminación racial o por preferencias sexuales, la violencia de género y los feminicidios. En este orden de ideas, incluso aunque se sabe que el aborto, la lactancia y la educación sexual son seguros, benéficos y eficaces, todavía nos desenvolvemos en una sociedad que los estigmatiza.

Por ello, en “Estigma hacia el aborto y sus consecuencias: acciones para reducirlo”, las autoras tratan los diferentes ámbitos en los que lamentablemente existe una satanización hacia el aborto, lo cual, además, refleja la misoginia, el machismo y la oposición de un sector de la sociedad a dejar que las mujeres elijamos, y no hablo sólo de las decisiones sobre nuestro cuerpo. En este texto se exploran los niveles en los que se sigue presentando este discurso de odio hacia el aborto: lo mismo en los medios de comunicación y la opinión pública, que en lo legal, institucional, comunitario y hasta individual.

Asimismo, el artículo “Lactancia materna: rompiendo las barreras”, se ahonda en las ventajas de la lactancia, tanto para el bebé como para la madre. Y, con fundamentos científicos sólidos, se le promueve, ya que, con muy pocas excepciones, es conveniente para ambas partes, a corto y largo plazo. Por mencionar algunos, disminuye el riesgo materno de cáncer de mama, de sangrado posterior al parto y mejora el vínculo emocional entre la madre y el hijo. En el caso del bebé, le ayuda en su desarrollo emocional y social, al tiempo que promueve el crecimiento de bacterias benéficas del tracto digestivo y de la piel.

En el mismo sentido, en “La educación sexual escolar… ¿Funciona?”, las autoras comparan la impartición de la educación sexual en México y en otros países, y cómo la manera en la que se aborda en nuestro país se traduce en prácticas de riesgo, búsqueda de fuentes de información inadecuadas y la perpetuación de roles estereotipados de género y violencia contra la mujer.

Dichos textos nos recuerdan que es importante conocer y llevar a cabo acciones para reducir el estigma hacia el aborto, la lactancia y la educación sexual, ya que, aunque pareciera que sabemos más y estamos informados y abiertos al respecto, en nuestro contexto permanecen discursos obsoletos, infundados y discriminatorios que, como entes racionales y sociales, debemos erradicar, con la esperanza de una sociedad más incluyente, respetuosa y armónica.

Aún más, a pesar de todo nuestro conocimiento y tecnología, si hay algo que esta pandemia nos ha recordado, es que estamos inmersos en un mundo que se transforma y al que cambiamos a través de nuestras acciones; que dependemos del medio ambiente, de sus eventos estocásticos, como el surgimiento de nuevos virus. Es por ello que la capacidad de resiliencia que presentemos, la habilidad de adaptarnos ante nuevas condiciones, es clave.

De esta manera, en el texto tic: facilitadoras de la continuidad de actividades en la contingencia de covid-19 se explora y analiza el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (tic) en un centro de investigación. Este caso particular es representativo de lo que hemos vivido durante el año anterior, y que probablemente tengamos que integrar a nuestro nuevo paradigma educativo. En el mismo sentido, en este número, incluímos el ahead of print de “Los retos educativos durante la pandemia de covid-19: segunda encuesta a profesoras y profesores de la unam, con la esperanza de que sea útil a los docentes universitarios de las distintas entidades y niveles, para reflexionar sobre las problemáticas, necesidades de formación, herramientas digitales y prácticas de enseñanza que comparten y pueden mejorarse.

Como ya lo mencioné, el conocimiento es algo que buscamos incesantemente, por lo que se puede percibir como lejano e inasible. Pero hay que recordar que se soporta y está construido por muchas personas. Esto lo ha puesto en evidencia la pandemia que seguimos enfrentando. Así, el desarrollo tan veloz de vacunas no es sólo producto de la gran inversión monetaria en el tema, del trabajo a marchas forzadas de los científicos, o de la generosidad de los ciudadanos que aceptaron contribuir para investigar la efectividad de las vacunas en ensayos clínicos. Es también resultado de los descubrimientos y técnicas que se fueron desarrollando a través del tiempo, de los conocimientos previos y de su difusión y entendimiento. Por ello, todos deberíamos ser parte de la comunicación de los saberes, lo que es uno de los objetivos de esta Revista.

El saber no es ese ente abstracto, alejado de lo cotidiano. El saber está más cerca de lo que imaginamos y crece cuando lo comunicamos, cuando lo hacemos llegar a otros, que, con una perspectiva diferente, pueden aportar a él y a todos. En este sentido, como lo expresa nuestra querida editora Rosa María del Ángel Martínez en “Dejando una huella durante el servicio social”, la sección Caleidoscopio está dedicada a esos estudiantes que han contribuido con su servicio social a la misma existencia de esta Revista, a su papel en la difusión y comunicación social del conocimiento: de la ciencia, las humanidades y las artes. Sin ellos, no me queda ninguna duda, habría menos saberes al alcance de nuestra comunidad. Gracias por mejorar los artículos, por compartir su entusiasmo y energía con nosotras, y por enseñarnos tanto.

De igual manera, alcanzar el conocimiento depende mucho de que tengamos una predisposición y actitud para ello, y me refiero no sólo a las circunstancias adecuadas en lo social, económico y emocional. Hablo de que la búsqueda de nuevo conocimiento nos atraiga. Que veamos los saberes no como estáticos e inalcanzables, sino como una cuestión que provoca nuestra curiosidad y a la que podemos contribuir. Para ello, no hay mejor momento que la infancia. Entonces, una de las maneras de propiciar la búsqueda de conocimiento en los individuos se presenta en “Educación integral en la infancia: un aula innovadora, exitosa y feliz”, donde, a través de la descripción de esta estrategia, se busca el desarrollo de las capacidades cognitivas, comunicativas, afectivas, sociales y creativas de los estudiantes, con un enfoque holístico.

Sin duda el conocimiento nos brinda certezas, pero nos regala, en mayor medida, preguntas, indeterminaciones y conjeturas. Son éstas, también, la forma en la que vivimos la vida, decidiendo lo que consideramos mejor con la información que poseemos. Son las preguntas, indeterminaciones y conjeturas las que nos mueven en esta búsqueda del saber, las que nos hacen cuestionar lo que conocemos y el rumbo que llevamos. Sin ellas no habría cambios de paradigmas, ni la cantidad y diversidad de los conocimientos y sus aplicaciones. Asimismo, sin las preguntas, indeterminaciones y conjeturas no podríamos cuestionarnos si estamos haciendo lo mejor que podemos como seres humanos, si lo que aprendemos es integrado para alcanzar una mejor sociedad.

La búsqueda del conocimiento es siempre abierta, mejorable, transformable. Y es algo a lo que todos podemos —y debemos— contribuir, ya sea ejerciendo nuestra profesión, fomentando los cambios de paradigmas sociales que se traduzcan en la construcción de comunidades más incluyentes y tolerantes, y cuestionándonos aquellos prejuicios que a veces, sin saberlo ni quererlo, también cargamos. Porque al igual que el conocimiento, somos seres siempre cambiantes y perfectibles.



Vol. 22, núm. 4 julio-agosto 2021

El enemigo de mi enemigo es… Un virus que ataca a las bacterias: los bacteriófagos

María Anel Fuentes Valencia, Adriana Carolina Gil Correa, Carlos Antonio Martínez Palacios, Víctor Manuel Baizabal Aguirre y Juan José Valdez Alarcón Cita

Resumen

Los virus son partículas que infectan a todas las formas de vida. Los virus bacteriófagos, que infectan bacterias, fueron descubiertos antes que los antibióticos. A pesar de su tamaño pequeño, han contribuido al desarrollo científico desde hace décadas, como en el descubrimiento de numerosas enzimas con aplicaciones en la biología molecular.1 En este trabajo se analizarán aspectos generales de la biología de los virus bacteriófagos, su contribución a la salud y se presentarán algunos casos exitosos de la terapia antimicrobiana usando bacteriófagos en humanos y animales. Aunque la terapia con bacteriófagos no cuenta con autorización para su uso global, ya existen formulaciones comerciales de bacteriófagos para la industria alimentaria. Se describirá el arma principal de los bacteriófagos, la endolisina, enzima que “revienta” a las bacterias. Las endolisinas se consideran una alternativa más segura que los bacteriófagos, al carecer de material genético. Los bacteriófagos y las endolisinas tienen aplicaciones revolucionarias en la medicina, como vehículos de transporte de moléculas y generación de vacunas, de fantasmas bacterianos, o en la detección diagnóstica de bacterias patógenas.


Palabras clave: terapia de bacteriófagos, endolisinas, enzibióticos, partículas tipo virus (vlp), fantasmas bacterianos.

The enemy of my enemy is… A virus that attacks bacteria: bacteriophages

Abstract

Virus particles infect all life forms. Bacteriophage viruses, the ones that infect bacteria, were discovered before antibiotics. Despite its small size, they have contributed to scientific development such as the discovery of many enzymes with applications in molecular biology. In this paper we describe general aspects of their biology and their contribution to health, along with successful cases of antimicrobial therapy using bacteriophages in humans and animals. Despite the fact that there are no commercial authorizations for its global use, there are commercial bacteriophage formulations for the food industry. We will describe the main weapon of bacteriophages, endolysin, an enzyme useful for lysing bacteria. Endolysins are considered safer than bacteriophages because they lack genetic material. Bacteriophages and endolysins have revolutionary applications in medicine, such as the viral-like particles, useful for small molecules delivery or vaccine design, in the generation of bacterial ghosts and in the diagnostic and detection of pathogenic bacteria.
Keywords: phage therapy, endolysin, viral like particles (vlp), bacterial ghosts.

Introducción

Al escuchar la palabra “virus” reaccionamos con temor debido a las experiencias recientes por la pandemia causada por el coronavirus sars-CoV-2. El significado de la palabra virus proviene del latín que significa veneno o ponzoña. Los virus infectan a los animales, plantas, hongos y a las bacterias. Los bacteriófagos, también llamados fagos, son un tipo de virus, y son partículas formadas por moléculas de ácido desoxirribonucleico (adn) o ácido ribonucleico (arn) y proteínas. Ellos infectan exclusivamente a las bacterias y son sus enemigos naturales. Los virus bacteriófagos son parásitos, que secuestran y utilizan los componentes de la célula para reproducirse (Salmond y Fineran, 2015).

Un descubrimiento “viral”

Los bacteriófagos fueron descubiertos, antes que los antibióticos, de manera independiente por Frederick Twort en 1915 y Félix d’Hérelle en 1917 (Salmond y Fineran, 2015). Su descubrimiento se considera uno de los más importantes en la historia moderna de la investigación biomédica, ya que fueron considerados como una herramienta muy prometedora contra las infecciones bacterianas. Félix d’Hérelle, en 1919, en París, fue el primer científico en administrar bacteriófagos por vía oral a niños con diarrea ocasionada por una infección con la bacteria Shigella dysenteriae. Los niños se recuperaron en 24 horas (Sulakvelidze y Kutter, 2005). No obstante, con el descubrimiento de la penicilina, el primer antibiótico, por Sir Alexander Fleming en 1928, los bacteriófagos quedaron relegados a un segundo plano.

Conociendo al enemigo íntimo de las bacterias

Los bacteriófagos, como todos los virus, están compuestos por una cubierta protectora de proteína llamada cápside, que asemeja a una cápsula de alunizaje, como la que llevó al hombre a la luna (ver figura 1). Dentro contiene material genético, que puede ser ácido desoxirribonucléico (adn) o ácido ribonucleico (arn). Los bacteriófagos se clasifican con base en la forma de su cápside (si tienen cola, si la cápside presenta formas variadas, o si es filamentosa o poliédrica; ver figura 1).



Figura 1. Familias de bacteriófagos y sus representantes. A. Clasificación de bacteriófagos de acuerdo con la forma de su cápsula y al tipo de ácido nucléico (adn o arn). B. Bacteriófago próximo a unirse a la superficie de una célula. C. Módulo lunar sobre la superficie de la luna. El “cuello” del bacteriófagos es un canal por el que el adn o arn se inyecta en la bacteria, semejante al túnel de salida del módulo lunar por donde desembarcan los astronautas.

Los bacteriófagos miden entre 50 y 200 nm (1 nm = 1 mil millonésima parte de un metro) (Richter et al., 2018) y sólo pueden ser visibles con un microscopio electrónico. Son las entidades biológicas más abundantes en la Tierra, superando 10 veces el número de bacterias en algunos ecosistemas (Dion et al., 2020). Los bacteriófagos son abundantes en el medio acuático, suelo, plantas y en los animales. En los humanos, los fagos se pueden encontrar en la piel, la boca, el estómago y el intestino, donde se han encontrado hasta 100 millones de partículas virales por ml de filtrados fecales (Hoyles et al., 2014).

¿Cómo infectan los bacteriófagos a las bacterias?

Los bacteriófagos reconocen de manera muy específica a las bacterias que invadirán. Para ello, se adhieren a la superficie bacteriana e inyectan su material genético dentro de la célula. Si el material genético del fago se combina con el material genético de la bacteria anfitriona, se le llama profago; en este caso, ambos se pueden replicar simultáneamente y la bacteria no es destruida, lo que se conoce como el ciclo de vida lisogénico del fago (Melo et al., 2020). En el caso de los fagos líticos, en cambio, al inyectar su material genético, éste es leído e interpretado por la bacteria para producir más moléculas de adn o arn del fago, proteínas de la cápside y una enzima llamada endolisina, que, en cuestión de minutos a horas, destruye a sus anfitriones, para liberar miles de bacteriófagos (ver figura 2). Este ciclo lítico se repite hasta que se agotan las bacterias por secuestrar. Los fagos líticos se consideran idóneos para el control de enfermedades de origen bacteriano (Melo et al., 2020).



Figura 2. Ciclos de vida de los bacteriófagos.

Los bacteriófagos y el avance de la biología molecular

El estudio de los bacteriófagos contribuyó al conocimiento de la biología molecular. Hershey y Chase, en 1952, al estudiar un bacteriófago, demostraron que los genes estaban hechos de ácidos nucleicos. De la interacción entre bacteria y bacteriófago se descubrieron varias enzimas. Entre ellas las enzimas de restricción, que las bacterias utilizan como “tijeras moleculares”, para cortar el adn del virus infectante; la ligasa, que actúa como “pegamento molecular”. De igual manera, el material genético de un bacteriófago se ha usado como vector molecular.2

Dichas herramientas tienen diferentes aplicaciones en la biología molecular, la ingeniería genética3 y la biotecnología. Por ejemplo, la arn polimerasa y la ribonucleasa H de bacteriófagos de Escherichia coli se usan como herramientas en biología sintética,4 y en un futuro podrían utilizarse para nanodispositivos y en la construcción de los genomas para células artificiales que realicen funciones útiles para la humanidad (Kim y Winfre, 2011). Asimismo, una de las herramientas de edición genética más recientes y versátiles, crispr-Cas,5 deriva de un mecanismo de defensa bacteriano contra los bacteriófagos, y permite la ingeniería genética in vivo en bacterias y células más complejas, como las de mamíferos o plantas (Mei et al., 2016).

Terapias con bacteriófagos

Un proverbio árabe dice: “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Por ello, como los bacteriófagos destruyen a las bacterias que nos atacan y enferman, entonces, son nuestros aliados. En este sentido, el interés en el uso de los bacteriófagos para el control de enfermedades es cada vez mayor, principalmente debido al incremento de las bacterias resistentes a varios tipos de antibióticos, las llamadas superbacterias, cada vez más difíciles de combatir. Las superbacterias son un problema de salud pública urgente, ya que cada vez hay menos antibióticos nuevos y efectivos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estiman 2.8 millones de infecciones por superbacterias en los Estados Unidos, que cada año causan más de 35,000 muertes (Centers for Disease Control and Prevention [cdc], 2020). También la Organización Mundial de la Salud (oms) alerta de la importancia en el incremento de las superbacterias, por lo que actualmente establece políticas y estrategias de control bajo el enfoque integral de “Una Salud”, que considera la salud humana, animal, vegetal y el ambiente (oms, 2020).

La terapia de bacteriófagos, que utiliza fagos para tratar las infecciones bacterianas, existe desde el siglo pasado y presenta numerosas ventajas en comparación con la terapia con antibióticos (Melo et al., 2020):

  1. Los bacteriófagos son abundantes en la naturaleza y de bajo costo: un solo bacteriófago puede aniquilar a un número elevado de bacterias.
  2. Los bacteriófagos líticos destruyen por completo a las bacterias, a diferencia de los antibióticos bacteriostáticos,6 que dificultan la reproducción de las bacterias, pero no las eliminan.
  3. Los bacteriófagos son muy específicos. Infectan únicamente a su bacteria hospedera, dejando intactas a otras bacterias benéficas. Además, no infectan a los humanos, animales o plantas.
  4. Es una terapia activa,7 una sola dosis es suficiente para el control de la infección bacteriana. Mientras existan bacterias, los bacteriófagos continuarán replicándose; una vez eliminadas, también dejarán de multiplicarse.
  5. Los bacteriófagos pueden cambiar (mutar) para evadir las defensas de las bacterias. Es posible usar mezclas (cócteles) de bacteriófagos para evitar el desarrollo de resistencia bacteriana.
  6. Los bacteriófagos no causan alergias como lo hacen algunos antibióticos.

Bacteriófagos al rescate de la salud humana y animal

Durante 1950 en Europa, África y en los Estados Unidos, se utilizaron preparaciones preventivas y terapéuticas de bacteriófagos que fueron desplazadas por los antibióticos en el mercado. Los bacteriófagos terapéuticos se administran en los humanos a través diversas rutas: por aerosol, intravenosa, oral, rectal y tópica, para el tratamiento de diversas infecciones bacterianas (Melo et al., 2020).

Los bacteriófagos son muy seguros, dado que hemos estado expuestos a ellos desde que estuvimos en el útero y hemos desarrollado tolerancia a su presencia. Existen ensayos clínicos y casos de éxito de la fagoterapia, sobre todo en Europa (Sulakvelidze y Kutter, 2005). A pesar de su éxito, ningún bacteriófago cuenta con aprobación para su uso terapéutico en humanos, aunque algunos productos terapéuticos con base en bacteriófagos cuentan con autorización por la Unión Europea para aplicarse en las granjas avícolas. A la fecha sólo algunas formulaciones de bacteriófagos en la industria alimentaria humana se autorizan por la Agencia Federal de Medicamentos y Alimentos (fda) de los Estados Unidos, quien los considera como “generalmente seguros”.

Existen casos, científicamente documentados, de terapia con bacteriófagos exitosa en los humanos. Thomas Patterson, un paciente diabético con pancreatitis infecciosa por Acinetobacter baumannii con multirresistencia a los antibióticos, recibió una terapia personalizada, un cóctel de nueve bacteriófagos con potencial destructor, administrado en las cavidades de los abscesos. Después de dicho tratamiento el paciente recuperó su salud, sin presentar efectos negativos a causa de la terapia con bacteriófagos (Schooley et al., 2017). Otro caso es el de Isabelle Camell-Holdaway, una adolescente de 15 años con fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta la función pulmonar. Al mes de someterse a un trasplante de pulmones presentó una infección en todo el cuerpo con llagas ocasionadas por Mycobacterium abscessus. A pesar de que los médicos estimaron una sobrevivencia nula, la administración de un cóctel de bacteriófagos mejoró notablemente la salud de la joven, incluso las heridas abiertas lograron cerrarse (Dedrick et al., 2019). Asimismo, los bacteriófagos rescatan la salud de animales terrestres y acuáticos. Algunos casos de éxito se observan en la tabla 1.

Uso Organismo/ producto alimenticio Bacteriófago Patógeno Aplicación resultados Cita
Medicina veterinaria Perros Cóctel de 6 bacteriófagos Pseudomonas aeruginosa Topica.
Redujo las bacterias a las 48 h.
Primer informe de terapia con bacteriófagos.*
Hawkins et al., 2010
Medicina veterinaria Truchas arco iris PAS-1 Aeromonas salmonicida Inyección intramuscular.
Incrementó la superviviencia de los peces.
Ausencia de lesiones externas.
Kim et al., 2013
Diagnóstico clínico Humano φA1122 y
L-413C
Yersinia pestis La detección molecular de los bacteriófagos permitió una identificación bacteriana rápida. Sergueev et al., 2015
Inocuidad alimentaria Carne cruda y cocinada Cóctel de 3 bacteriófagos para cada bacteria Listeria monocytogenes y Escherichia coli O157:H7 Bioadsorbentes en membranas de celulosa en carne contaminada
Biocontrol eficiente bacteriano
Anany et al., 2011

Tabla 1. Ejemplos de aplicaciones de los bacteriófagos en la salud humana y animal.
*Bajo la legislación Europea

Las armas virales: las endolisinas y sus aplicaciones

Los bacteriófagos producen holinas (proteínas formadoras de poro), que permiten la salida de las endolisinas, enzimas que degradan la pared celular bacteriana (Gondil et al., 2020; ver figura 2). Las endolisinas se consideran enzibióticos (enzimas con actividad antibiótica) con potencial para el tratamiento de infecciones bacterianas multirresistentes. Ya que son de naturaleza proteica, las endolisinas se consideran aún más seguras que los bacteriófagos al estar libres de material genético (Gondil et al., 2020). Hasta el momento no se ha identificado desarrollo de resistencia bacteriana a ellas, debido a que las moléculas que degradan poseen estructuras que prácticamente no cambian. Las endolisinas tienen un espectro de acción más amplio que los bacteriófagos, lo cual las hace más atractivas como fármacos. Existen investigaciones sobre la actividad antimicrobiana de las endolisinas con diversas aplicaciones (ver tabla 2), pero aún no existen fármacos comerciales basados en endolisinas.

Uso Organismo / producto alimenticio Endolisina Patógeno Aplicación y resultados Cita
Medicina humana y veterinaria Células pulmonares humanas y ratones LysSS (endolisina de bacteriófago vs Salmonella enterica) Acinetobacter baumannii, P. aeruginosa, Staphylococcus aureus, enterobacterias In vitro resultó ser un biocontrol efectivo para bacterias Gram- y Gram+.
Ausencia de efectos citotóxicos en las células humanas
Inyección intraperitoneal protegió a ratones con infección por A. baumanii
Kim et al., 2020
Agricultura Planta de papa Lisozima del Bacteriófago T4 Erwinia carotovora Tecnología genética
Las plantas con el gen de la lisozima fueron resistentes a la infección bacteriana.
Düring et al., 1993
Medicina veterinaria Mamíferos SAL200 S. aureus Inyección intravenosa en distintos modelos animales.
Reducción de las bacterias en la sangre.
Incrementó significativamente la sobrevivencia de los animales.
Jun et al., 2013; 2016
Inocuidad alimentaria Leche de soya LysZ5 Listeria monocytogenes Directa en leche contaminada.
Reducción de la bacteria (3 h, 4°C)
Zhang et al., 2012

Tabla 2. Ejemplos de aplicaciones de las endolisinas.

Las endolisinas son útiles para el control de las biopelículas (acumulaciones de bacterias que secretan moléculas que las protegen y que dificultan la efectividad de los antibióticos; Love et al., 2018). Las endolisinas también se emplean para la desinfección de equipo hospitalario, y la elaboración y empaque de alimentos (Barrera et al., 2015). Dichas proteínas tienen un potencial importante en la industria alimentaria como aditivos antimicrobianos o de ser producidas por bacterias ácido lácticas modificadas, en procesos de fermentación. La endolisinas también tienen potencial de aplicación para el control de infecciones bacterianas en diversos sectores productivos, tal como el agropecuario y el acuícola (Zduńczyk y Janowski, 2020; Zermeño et al., 2018).

Los bacteriófagos también son útiles de otras maneras

Utilizando solamente las proteínas de la cápside del bacteriófago se construyen las partículas tipo virus (vlps, por sus siglas del inglés Viral Like Particles), las cuales sirven para el diseño de vacunas contra infecciones virales. Las vlps carecen de material genético para producir una infección, por lo que se consideran una estrategia segura para la inducción de anticuerpos neutralizantes, por ejemplo, contra la influenza. En esta vacuna, modificaron un bacteriófago filamentoso de E. coli y le insertaron una proteína del virus de influenza. El bacteriófago generó respuesta inmunológica protectora, en modelos animales, contra una dosis letal del virus de la influenza (Deng et al., 2015). De una manera similar, las vlps derivadas de los bacteriófagos de cola se emplean para la generación de vacunas para enfermedades no infecciosas (cánceres de mama, pulmón, hígado, próstata y de piel).

Las endolisinas se utilizan para generar los llamados fantasmas bacterianos (Bacterial Ghosts o bgs, en inglés), células bacterianas que perdieron su contenido celular, quedando solamente la envoltura celular. La endolisina E del bacteriófago PhiX174 ocasiona la lisis celular de la bacteria en la que se produce, y una nucleasa procedente de Staphylococcus aureus (snuc) degrada el adn para garantizar que los bgs están libres de ácidos nucleicos. Los bgs se utilizan como sustitutos de las vacunas atenuadas por calor o inactivadas por tratamientos químicos; a diferencia de éstos, conservan la estructura tridimensional de sus proteínas lo que mejora su eficiencia como vacunas (Barrera et al., 2015). Con los bgs se han inmunizado a distintos modelos animales contra las bacterias: Vibrio cholerae, Klebsiella pneumoniae y Salmonella enterica. Los bgs se pueden emplear como micro-biorreactores para realizar reacciones enzimáticas, como transportadores de plaguicidas contra patógenos de plantas y en la entrega de medicamentos en la terapia antitumoral. Lo anterior permite una mayor especificidad hacia las células tumorales y una reducción en la cantidad de medicamento por aplicación (Hajam et al., 2017). Los bacteriófagos también se utilizan para el envío de genes reporteros a las bacterias y así generar un sistema para la detección de bacterias como E. coli, Listeria monocytogenes, S. Typhimurium, Yersinia pestis y Bacillus anthracis (Bardy et al., 2016).

Así, los bacteriófagos y las endolisinas son útiles para la detección rápida de las bacterias (Bai et al., 2016), y, por su especificidad para unirse a ellas, se pueden utilizar como biosondas, que presentan ventajas en comparación con los anticuerpos: replicación en gran número a un bajo costo y estabilidad ante condiciones desfavorables –variaciones en el pH, temperatura y salinidad (Bardy et al., 2016)–. Para la detección bacteriana, se utilizan también los dominios de unión de la pared celular bacteriana (cbd) de las endolisinas, debido a su unión específica con el huésped. Los cbd podrían ser candidatos potenciales para reemplazar los anticuerpos en la detección rápida y la determinación de la concentración de patógenos, ya que presentan una especificidad mayor y son más económicos (Bai et al., 2016).

Conclusiones

En nuestra historia, en un planeta lleno de virus, dentro de los cuales los bacteriófagos predominan y nos continuarán sorprendiendo, su estudio ha representado grandes avances para el desarrollo científico, particularmente para la biotecnología molecular y la biomedicina. La investigación de los bacteriófagos líticos nos permitirá emplearlos como nuestros aliados ante la guerra microbiana y en la mejora de los sectores productivos. En esta época post-antibiótica, el futuro de la terapia con bacteriófagos y sus endolisinas parece ser prometedor y versátil. No obstante, aún se requiere de investigación clínica que consolide finalmente la terapia con bacteriófagos. Además, éstos se consideran una tecnología verde, amigable con el medio ambiente y presentan otras cualidades que aún nos queda por explotar para el rescate de la salud humana, animal y vegetal.

Agradecimientos

El trabajo de bacteriófagos recibe apoyo del proyecto senasica “Desarrollo de una estrategia alternativa al uso de antibióticos para el biocontrol de cepas prevalentes de Aeromonas spp. en granjas trutícolas de Michoacán”, del Laboratorio Nacional de Nutrigenómica y Microbiómica Digestiva Animal y de la Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Los autores agradecen a la Lic. en Diseño Gráfico Andrea Valdez Chávez por su colaboración en la elaboración de la Figura 1.

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Recepción: 27/09/2020. Aprobación: 10/03/2021.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079