Vol. 25, núm. 1 enero-febrero 2024

Los instrumentos de medida también quieren su certificado… ¡Pero digital!

Omar Jair Purata Sifuentes, Javier Yáñez Mendiola y Gisa Foyer Cita

Resumen

Algunos de nosotros veíamos películas como Matrix y pensábamos: “¡Imagínate cuando las máquinas tomen el control del mundo!” Si bien algunas máquinas ya tienen el control de partes de nuestra vida, desde los semáforos controlando la circulación de nuestros vehículos, hasta los dispositivos móviles decidiendo los contenidos que visualizamos en las redes sociales, hay un grupo de máquinas que se estaban quedando atrás en esto de tomar el control: los instrumentos de medida. Aunque en la fábrica la botella de yogur se llena con una maquina robotizada que forma parte de un sistema complejo desde hace mucho tiempo, la balanza donde se verificaba el llenado correcto de la botella seguía estando aislada, como náufrago en el mar que es la nube de la información. Eso está cambiando ya. Los certificados de calibración digital llegaron para quedarse y habilitar a los instrumentos de medición en el juego llamado industria 4.0, 5.0 o la que siga. Pero ¿qué es un certificado de calibración? y ¿qué importancia tiene para mí? Leyendo este artículo aprenderás por qué es necesaria y en qué consiste la emisión de certificados de calibración digitales.
Palabras clave: certificación digital, calibración de instrumentos, metrología 4.0, instrumentos de medida digitales.

Measurement instruments also want a certificate…and they want it digital!

Abstract

Some of us used to watch movies like Matrix and think, ‘Imagine when machines take control of the world!’ While some machines already control parts of our lives, from traffic lights managing our vehicle flow to mobile devices deciding the content we see on social media, there’s a group of machines that were lagging in taking control: measurement instruments. Even though in the factory, the yogurt bottle is filled with a robotic machine that has been part of a complex system for a long time, the scale used to verify the correct filling of the bottle remained isolated, like a castaway in the sea of information. That’s changing now. Digital calibration certificates are here to stay and empower measurement instruments in the game called industry 4.0, 5.0, or whatever comes next. But what is a calibration certificate, and what importance does it have for me? By reading this article, you will learn why it is necessary and what the issuance of digital calibration certificates entails.
Keywords: digital certification, instrument calibration, metrology 4.0, digital measuring instruments.


Introducción

La llamada industria 4.0 (I4.0) ha puesto de moda conceptos y términos como nube, Internet de las cosas, big data, inteligencia artificial, sistemas ciber físicos, aprendizaje de máquina, robótica y redes de sensores, entre otros. Por supuesto, la automatización de maquinaria ya existía desde hace mucho tiempo —la llamada Tercera Revolución Industrial tri—, es decir los botes de yogur se llenan de forma automática desde hace mucho.

El principal aporte de la I4.0 está relacionado con la conectividad y el flujo de la información, para una toma correcta de decisiones (Pereira y Romero, 2017). Ahora se trata, no solo de que las máquinas hagan cosas en forma automática, sino que además la información de qué están haciendo, cómo lo están haciendo, cada cuándo lo están haciendo, cuánto han consumido de algo (materiales, energía), etcétera, se conozca en tiempo real.

Y precisamente ahí está el problema con los instrumentos de medida. Se habían quedado rezagados en esta ola de la I4.0. Por supuesto, no es algo intencional o discriminatorio, es hasta cierto punto algo “natural”. Veamos: imagina que eres el dueño de una fábrica —no, de yogur no— y se acaban de poner al alcance del público computadoras, que básicamente sirven para automatizar algunas actividades humanas. ¿Dónde pondrías a trabajar a las primeras computadoras que comprarás? ¿En el área de mantenimiento, para gestionar los calendarios de mantenimiento de las máquinas? ¿En el área de recursos humanos, para eliminar los expedientes de personal que se tienen en papel? ¿O en el área de producción, para automatizar la programación, optimización y planeación de los lotes de producción? (que a fin de cuentas es lo que vende tu fábrica) ¿Verdad que es lógico?

¡Claro! La tecnología siempre se destina a apuntalar primero los procesos cruciales —los de producción—, y ya después le llega el turno al resto de los procesos en las organizaciones. No tendría sentido hacerlo de manera inversa —sería como colocar primero una cerradura en la tapa del tinaco, sabiendo que la puerta de entrada a la casa no tiene ninguna todavía—. La tecnología con la que cuentan los procesos de soporte o ayuda está siempre a expensas de la tecnología probada y adoptada en los procesos principales.

Si bien esas maquinitas, artefactos, dispositivos y materiales —todo eso puede ser un instrumento de medida—, no interpretan un rol protagónico en esta película llamada I4.0, su papel secundario no les resta importancia, ya que aunque no son máquinas que produzcan nada, al entregar información —peso, altura de llenado, densidad del material, etcétera— sobre lo que otra máquina produjo, otorgan el aval y la confianza que los usuarios necesitamos.

Ahora bien, esto no quiere decir que entonces los instrumentos de medida puedan quedarse “fuera” de la I4.0 durante mucho tiempo todavía. Hoy más que nunca el tiempo apremia. La I4.0 ha permitido evolucionar a industrias de todos los giros y tamaños, pero el retraso en incorporar estos avances en la metrología —la ciencia de las mediciones— ya no es sostenible (Kok, 2022). La cadena productiva, que termina generalmente con alguna medición, debe cerrar filas hacia ese traslado de información hacia la nube… y la información de las mediciones debe subirse al tren.

Tres claves sobre metrología, calibración y documentos digitales en la era del IoT

Antes de entrar de lleno en materia, es pertinente aclarar algunos puntos que generalmente se desconocen o manejan de forma equivocada en el día a día, con respecto a instrumentos de medida y las mediciones en general.

Primero, la metrología es la ciencia de las mediciones y sus aplicaciones (jcgm, 2012), y tiene tres grandes ramas: la científica, la legal y la industrial. A grandes rasgos, la metrología científica se encarga del desarrollo y preservación de los patrones nacionales e internacionales de las unidades del Sistema Internacional (si), así como de su diseminación.1 La metrología legal aborda lo relacionado con las mediciones hechas durante transacciones comerciales o legales. Y la metrología industrial se encarga de las aplicaciones de las mediciones en la industria en general (lic, 2020).

Segundo, desde el punto de vista de la metrología, calibrar un instrumento de medida es compararlo. Por lo tanto, no tiene mucho sentido decir que un instrumento esta “descalibrado” —una comparación no se puede deshacer, ¿cierto?—. Ahora bien, ¿contra que se compara el instrumento de medida? Pues, contra otro instrumento de mayor exactitud, o contra algún material de referencia —un material que posee alguna propiedad que se mantiene estable y sirve de referencia al comparar contra él—. A su vez, ese instrumento de mejor exactitud se debe calibrar contra otro instrumento de mayor exactitud que él, y así sucesivamente, hasta llegar a los patrones nacionales e/o internacionales de la magnitud de la que se trate. Se dice entonces, que una medición tiene trazabilidad a un patrón nacional o internacional, si fue realizada con un instrumento que forma parte de una cadena ininterrumpida de calibraciones sucesivas, hasta llegar a la comparación contra dicho patrón.

Tercero —no referido a metrología—, un documento digital no lo entenderemos como un documento en papel que se escanea o como la fotografía digital de un documento original en papel, o un archivo que “se mandó a imprimir a un pdf” o “se guardó como imagen”. No. Un documento digital será para nosotros un documento con una estructura e información digitalizadas, de tal manera que las computadoras puedan validar su estructura2 y, en caso de ser válida, usar la información contenida.

Un ejemplo nos permitirá comprender mejor las características e importancia de este tercer punto. Imaginemos que adquirimos un producto o servicio y luego de pagarlo pedimos una factura y el proveedor nos dice “aquí tiene su factura impresa”, y nos entrega la factura en papel. En México, eso era suficiente hace 25 años, pero hoy en día con seguridad diríamos: “Oiga, joven, me la va a mandar también en digital, ¿verdad? ¿Le paso mi correo electrónico?” …ahora imaginemos la siguiente respuesta: “¡Ah! claro que sí, joven —somos un país de jóvenes—, permítame tantito la factura impresa, ahorita le tomo una foto con el celular y se la mando a su ‘Whats’, ¿cómo ve?” Obviamente eso no nos sirve hoy. Está claro que, si entregamos un archivo de imagen, o un pdf, nuestra contadora o contador nos va a regresar a conseguir el mentado archivo xml de la factura.

¿Y ese archivo xml qué tiene de especial? Pues bien, ese archivo xml es la versión digital de la factura. De hecho, para las computadoras es la versión original de la factura, y el pdf en realidad se extrajo de ese archivo como una versión traducida para los pobrecitos humanos que no entendemos cómo se comunican las computadoras entre sí. Y es que el avance tecnológico ha abierto las puertas a un nuevo paradigma en el intercambio de información: el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). IoT se refiere a la interconexión de objetos cotidianos a través de la red, permitiendo que máquinas, dispositivos y sensores interactúen y compartan datos de forma autónoma.

En este contexto, el archivo xml mencionado anteriormente, como una forma de intercambio de datos estructurados, adquiere un nuevo significado en el contexto del dominio de las máquinas. Con la integración del IoT, las computadoras ahora tienen la capacidad de recibir, procesar y analizar directamente el archivo xml, sin necesidad de traducción a un formato “más legible”, como el pdf.

¿Y para los instrumentos de medida?

Pues bien, lo mismo pasa con los certificados de calibración digitales. Ya hemos dicho que calibrar es comparar contra algo más exacto. Necesitamos también definir al mensurando, que es “lo que se quiere medir”. Entonces cuando hacemos una calibración, comparamos un instrumento de medida contra otro, llamado patrón —el instrumento o material de mejor exactitud— y determinamos el error, es decir, la diferencia de los valores del mensurando cuando se usa el instrumento y cuando se usa el patrón. También se determina la incertidumbre de medida, que nos indica la duda razonable sobre en qué intervalo de valores está el valor verdadero del mensurando (jcgm, 2012). Nótese que el valor verdadero del mensurando nunca podrá conocerse, puesto que siempre estaremos limitados por el valor más pequeño que un instrumento pueda medir (llamado resolución).

Ahora bien, en la mayoría de los países los instrumentos de medida se calibran y se les emite un certificado (o informe) de calibración. Dichos certificados de calibración se elaboran en el mismo laboratorio donde se llevó a cabo la calibración. Es común en los laboratorios de calibración que dichos certificados se generen desde una hoja de cálculo común, puesto que la mayoría de los laboratorios utilizan hojas de cálculo para calcular error e incertidumbre de medida (Bruns et al., 2021). Entonces, un laboratorio de calibración puede, en una misma hoja de cálculo:

  • Capturar la información del cliente (razón social, domicilio, entre otros.) y del instrumento (marca, modelo, resolución, etcétera)
  • Almacenar la información de la calibración del instrumento (error, incertidumbre, entre otros)
  • Guardar los cálculos necesarios (aritméticos, de probabilidad, entre otros)
  • Tener una plantilla de certificado de calibración que cumpla con los requisitos establecidos en la norma que rige los laboratorios de calibración (iso/iec 17025, 2017). Una vez llena dicha plantilla, se puede mandar a imprimir a un archivo pdf o físicamente a una impresora para tener el certificado en papel (ver figura 1).
Flujo de trabajo

Figura 1. Flujo de trabajo en la emisión de un certificado de calibración tradicional (PTB, DCC). Crédito: DCC, 2017.

Hasta aquí no hay ningún problema. Sin embargo, así como el pdf de la factura, que nos daba el joven del ejemplo, no puede ser leído eficientemente por los sistemas informáticos contables, tampoco el certificado de calibración en pdf se puede ingresar a ningún sistema computarizado para que automáticamente tome en cuenta la información que contiene. A una máquina debo ingresarle información en un lenguaje y formato que pueda entender. Y para los instrumentos de medida ese lenguaje-formato está precisamente en el Certificado de Calibración Digital (dcc, por sus siglas en inglés).

La figura 2 muestra la estructura fundamental del certificado de calibración digital propuesta por el Physikalisch-Technische Bundesanstalt (ptb) de Alemania. Dicha estructura está soportada por organismos y estándares relacionados con la metrología en general y las calibraciones en particular: el Vocabulario Internacional de Metrología (vim), la Guía para la expresión de la incertidumbre de medida (gum), el Comité de Datos del Consejo Internacional de Ciencias (codata, que define los valores de las constantes físicas universales), así como el si y la norma 17025, que ya hemos abordado.

La estructura del dcc comprende (Hackel et al., 2017):

  • Los datos administrativos regulados son imprescindibles para una identificación clara y precisa del dcc, por lo que los campos de datos están prestablecidos.
  • Los resultados de la calibración comprenden datos regulados por el si (valor de medición, la incertidumbre de medida, etcétera) Pero también pueden existir datos no regulados, como valores de presión en milímetros de mercurio, o algún valor adimensional solicitado por el cliente.
  • Los comentarios, incluidos gráficos o imágenes se guardan como información no sujeta a regulaciones.
  • Un documento comprensible para los seres humanos, de apariencia similar al certificado de calibración analógico, complementa el dcc.
Elementos del Certificado de Calibración Digital

Figura 2. Elementos del Certificado de Calibración Digital (Hackel et al., 2017).

El progreso logrado hasta la fecha está liderado principalmente por los Institutos Nacionales de Metrología (nmi, por sus siglas en ingles) de los países más desarrollados económicamente (Hackel et al., 2017; Boschung et al., 2021). La propuesta más difundida sobre el dcc, hasta la fecha implica la creación de estructuras (llamadas xml schema) de la información de los dcc, así como los elementos de esas estructuras, o sea, los archivos xml propiamente dichos, igual que en las facturas (Wiedenhöfer et al., 2019). Se requieren varias estructuras diferentes puesto que se calibran instrumentos de medida para diferentes magnitudes: masa, volumen, temperatura, pH, intensidad luminosa, rugosidad, resistencia eléctrica, etcétera. Y en cada una de esas magnitudes, los resultados de las calibraciones pueden implicar diferentes elementos, tales como gráficos, tablas, ecuaciones, etcétera. Además de requerir la representación adecuada de las unidades de medida correspondientes a cada magnitud (ver ejemplo en tabla 1).

Nombre Símbolo Representación en formato de unidades base del si (legible por humanos) Representación en formato de unidades base del si (legible por máquinas)
Ohm Ω \metre\tothe{2}\kilogram\second\tothe{-3}\ampere\tothe{-2}

Tabla 1. Semántica del si legible por máquina a utilizar en el DCC (Hutzchenreuter et al., 2019).

Nótese aquí la diferencia con el caso de las facturas, cuya estructura de información aunque no es simple no presenta muchas variantes, pues básicamente se ocupan datos de fechas, números reales, tablas, números enteros, símbolos y cadenas de texto relativamente cortas para todas las facturas, aunque unas sean de papelería, otras de un restaurante, otras de gasolina, etcétera. Ojo, el logotipo de la empresa es un accesorio de la factura impresa, legible por el humano, una máquina, de requerir esa información, la podría tener en una cadena de caracteres, por ejemplo.

Por otra parte, un dcc necesita todos esos tipos de datos, además de la posibilidad de requerir: ecuaciones, graficas 2D o 3D, largas cadenas de texto, listas de referencias, etcétera. Y por encima de todo esto, el dcc tiene una orientación internacional, dados el origen y la naturaleza de la metrología, a diferencia de las facturas, que generalmente son documentos de alcance nacional.

Actualmente se discuten también otras propuestas orientadas a satisfacer los requisitos de información tanto de las máquinas como de los humanos —antes de enviar a una máquina la información del certificado, deberá seguir revisándose por un humano—. Una de ellas es el uso de un archivo en pdf al que se le puede incrustar la hoja de cálculo con la información necesaria para la máquina (Boschung et al., 2021).

Próximos pasos

Actualmente se trabaja en aterrizar en forma práctica los esquemas xml —definen la estructura del documento— y la generación de archivos xml —contienen la información estructurada. Ver figura 3— en las distintas magnitudes que conforman el sistema internacional de unidades, si (bipm, 2019), pero sobre todo en lo que van demandando los distintos giros industriales de los países desarrollados. Por ejemplo, el nmi de Alemania, el ptb, ya ha desarrollado xml schema (esquema xml) para mediciones en masa o temperatura (entre otras magnitudes) (Oppermann et al., 2022) y trabaja ahora con mediciones de flujo, energía eléctrica y otras.

<si:real>

<si:label>temperature</si:label>

<si:value>23.2</si:value>

<si:unit>\degreecelsius</si:unit>

<si:expandedUnc>

<si:uncertainty>0.2</si:uncertainty>

<si:coverageFactor>1.96</si:coverageFactor>

<si:coverageProbability>0.95</si:coverageProbability>

<si:distribution>normal</si:distribution>

</si:expandedUnc>

</si:real>

Figura 3. Fragmento de formato XML.

De manera global, las máximas autoridades en metrología científica de cada país (los nmi) elaboran sus propias estrategias de desarrollo y difusión del dcc, dado que las condiciones del entorno socioeconómico e infraestructura de la calidad —metrología, normalización, acreditación y evaluación de la conformidad— varían de país en país (Sanetra y Marbán, 2007). Sin embargo, se tiene el consenso general de que las estructuras de los dcc deberán coincidir al menos para cada magnitud incluida en el Sistema Internacional de Unidades de medida, el si.

Conclusiones

La industria 4.0 lleva ya algo de camino recorrido y una variedad de tecnologías implementadas desde hace varios años. Al terminar la calibración de un instrumento de medida se emite un certificado de calibración, hasta la fecha en papel o en un tipo de digitalización (archivo pdf). Esta situación está cambiando con la emisión de certificados de calibración digitales (no digitalizados), que pueden ser legibles por máquina y, en caso de requerirse, generar una versión legible por los humanos. El objetivo final es que el dcc se vuelva un documento controlable por las máquinas, no solo legible por ellas.

Mas información se puede localizar en:

Referencias



Recepción: 09/12/2022. Aprobación: 01/11/2023.

Vol. 25, núm. 1 enero-febrero 2024

Explorando México a través de la lente de Úrsula Bernath: un vistazo a la identidad moderna

Fabiola Avalos Tovar Cita

Resumen

En 1946, tras la Segunda Guerra Mundial, Úrsula Bernath llegó a México como viuda con tres hijos, escapando de la devastación en Alemania. Su arribo coincidió con un extenso proyecto gubernamental para definir la identidad mexicana y modernizar el país, desde la Revolución Mexicana hasta la etapa de modernización. Úrsula, dedicada a la fotografía documental, capturó personajes, paisajes urbanos, diseño arquitectónico, productos y comunidades indígenas. Este texto busca identificar las contribuciones de Úrsula Bernath, extranjera, en la formación de la identidad mexicana moderna a través de su fotografía. Se examina su biografía y obra, reflexionando sobre el fenómeno histórico y artístico de construir una identidad mexicana moderna desde la perspectiva extranjera.
Palabras clave: Úrsula Bernath, fotografía documental, identidad mexicana, modernización en México, contribuciones fotográficas extranjeras.

Exploring Mexico through the Lens of Úrsula Bernath: A Glimpse into Modern Identity

Abstract

In 1946, following World War II, Úrsula Bernath arrived in Mexico as a widow with three children, seeking refuge from the devastation in Germany. Her arrival coincided with an extensive government project aimed at defining Mexican identity and modernizing the country, spanning from the Mexican Revolution to the modernization era. Dedicated to documentary photography, Úrsula captured characters, urban landscapes, architectural design, products, and indigenous communities. This text aims to identify the contributions of Úrsula Bernath, a foreigner, in shaping modern Mexican identity through her photography. Her biography and body of work are examined, reflecting on the historical and artistic phenomenon of constructing a modern Mexican identity from a foreign perspective.
Keywords: Úrsula Bernath, documentary photography, Mexican identity, modernization in Mexico, foreign photographic contributions.


Introducción

La fotografía se presenta como una herramienta para capturar nuestro entorno, y a través de la difusión de estos registros en el tiempo, estas imágenes logran arraigarse en la memoria colectiva, convirtiéndose en “piezas clave de la identidad” (Bellido, 2002, p. 113). En México, la fotografía hizo su entrada en el año 1840 (Bellido, 2002, p. 114) y desde entonces se ha consolidado como una herramienta importante para documentar la vida cotidiana y la historia del país. A lo largo del siglo XX, diversas fotógrafas, algunas de ellas extranjeras, inmortalizaron eventos, paisajes, personas y costumbres, plasmando en sus imágenes características consideradas propias de lo mexicano.

Estas artistas, a través de sus obras, han contribuido a la construcción de un imaginario en torno a la identidad mexicana. Trabajos de mujeres fotógrafas como Tina Modotti (1896-1942), Lola Álvarez Bravo (1903-1993), Kati Horna (1912-2000), Mariana Yampolsky (1925-2002), Graciela Iturbide (1942-) y Flor Garduño (1957-) han sido difundidos y explorados tanto como obras artísticas como documentos históricos que reflejan la identidad de un país moderno en desarrollo. Hacia la segunda mitad del siglo xx, Úrsula Bernath (1915-2011), una fotógrafa alemana relativamente desconocida cuyo trabajo no ha sido explorado de manera igualitaria que el de sus colegas, llegó a México para retratar el país en un momento histórico de suma importancia en la configuración de la identidad mexicana: la modernización.1 Úrsula capturó su entorno, plasmando en sus imágenes los contrastes de la realidad mexicana, entre la modernización con personajes y proyectos clave y, por otro lado, las comunidades indígenas y sus expresiones culturales.

Este trabajo contribuye al interés continuo de ampliar el análisis de las obras que han influido en la construcción de un imaginario sobre la identidad moderna en México, así como al debate sobre la contribución de esta índole a través de la lente de una artista extranjera. El análisis y estudio de las fotógrafas y sus obras en México en esta época se han centrado principalmente en unas pocas mujeres, por lo que la obra artística de Úrsula Bernath ofrece una perspectiva adicional a explorar que contribuye a este interés. Sin embargo, no se aborda la habilidad técnica de la fotógrafa ni su contribución a la fotografía como campo disciplinario en este artículo; dicho análisis deberá abordarse en investigaciones futuras.

Comenzando con una breve reseña de la vida de Úrsula Bernath y su llegada a la Ciudad de México, el artículo continúa con una descripción de las temáticas presentes en las fotografías de la artista, para finalmente reflexionar sobre su contribución al imaginario de la identidad del México moderno.

Una fotógrafa de la modernidad

Úrsula Agnes Nina Bernath Duemmler nació el 26 de diciembre de 1915 en Leipzig, Alemania. Aunque su biografía es escasa, se sabe que provenía de una familia judía y experimentó las adversidades de la Alemania del Tercer Reich. Su esposo, un soldado, falleció en combate, dejándola con tres hijos pequeños. Tras su muerte, Úrsula encontró empleo en un estudio fotográfico que describiría como “muy bueno” (Carrillo, 2000, p. 48). Sin embargo, esta estabilidad fue efímera, ya que un bombardeo destruyó el estudio después de solo ocho o doce días, dejándola sin trabajo. En 1946, viuda y con sus tres hijos, Úrsula emigró a México, un país desconocido para ella, pero que sus padres habían elegido años antes como destino. En una entrevista con el periodista Iván Carrillo en 2000, Úrsula relató sus primeras impresiones al llegar a la Ciudad de México:

Me acuerdo que cuando recién llegué a la ciudad y la miré en el trayecto del aeropuerto… del viejo aeropuerto a la casa donde vivían mis padres en el centro, tuve la impresión de transitar las ruinas de alguna de las ciudades alemanas que yo venía de dejar atrás. Exactamente: parecía una ciudad bombardeada (Carrillo, 2000, p.49).

Carrillo aclara que lo que ella percibió no era una ciudad en ruinas, sino obras en construcción (Carrillo, 2000, p. 49). Úrsula llegaba a un país que experimentaba el auge de la posguerra y que se embarcaba en un plan modernizador.

En esta época, la Ciudad de México fue testigo y epicentro de una serie de acciones políticas, económicas y sociales destinadas a modernizar el país. Úrsula, proveniente de una ciudad destruida, se encontró con otra en pleno crecimiento poblacional2 y en proceso de construir una nueva identidad moderna. ¿Cómo contrastaba este contexto con el bagaje cultural de Úrsula en Alemania? Es pertinente reflexionar sobre las experiencias de Úrsula durante su crecimiento en Alemania y, por ende, el contexto que dejaba atrás al migrar a México. Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania buscó su reconstrucción, traduciéndose en grandes edificaciones e industrialización en diferentes partes del país. En la década de 1920, considerada “dorada”, se construyeron teatros, aeropuertos y la primera autopista del mundo, la AVUS Automobil-Verkehrs- und Übungsstrecke.

Culturalmente, Berlín se consolidó como una metrópoli donde se congregaron los artistas más importantes de la época y donde floreció una vida rica en espectáculos y entretenimiento. En 1919 se fundó la Bauhaus, la escuela de diseño, artesanía y arte, que cerró sus puertas en 1933 debido a la presión política del Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista. Con la llegada del partido Nazi al poder, se revirtieron los esfuerzos modernizadores y la vanguardia artística de los años veinte. ¿Cómo habría influido en Úrsula y en su obra el contraste entre el contexto alemán y el mexicano, es decir, la destrucción de la modernidad en su país natal para luego llegar a otro que estaba en plena construcción?

Al llegar a la Ciudad de México, Úrsula podría finalmente ejercer como fotógrafa, una vocación que había anhelado durante toda su vida. Mientras que en Alemania necesitaba un registro y aprobar un curso para ejercer, en México no se requería ninguno de estos requisitos. Al elegir los temas que capturaría con su lente, surge la pregunta de si le atraían las diferencias entre ambos países y sus contextos (costumbres, comunidades indígenas, tradiciones) o más bien las posibles similitudes (industrialización, modernización). En México, un país en busca de una identidad moderna, Úrsula se convertiría en una fotógrafa de la modernidad. A continuación, revisaremos las temáticas que giraron en torno a sus fotografías.

Representaciones para la posteridad

La fotografía en México, al igual que el país mismo, experimentó cambios significativos en las temáticas durante la segunda mitad del siglo xx. Se dejaron atrás los retratos artificiales de la élite con fondos preparados, y las cámaras se dirigieron hacia los sucesos de la vida cotidiana y cultural del país, así como hacia los grupos marginados. Además, se adoptó una nueva perspectiva al retratar a las comunidades indígenas, abandonando la idealización y adoptando “una mirada más crítica” (Ancira, 2022, p.64).

 Campesinas de Yuriria
Imagen 1. Campesinas de Yuriria, ca. 1955 (Bellido, 2002).

Una vez establecida en México, Úrsula inauguró un estudio fotográfico con la ayuda de su padre, ubicado cerca de La Lagunilla. En una entrevista con el periodista Iván Carrillo en 2000, le preguntaron a Úrsula qué consideraba una buena foto, y ella respondió citando dos de sus propias imágenes. La primera, un retrato del arquitecto y escultor Mathias Goeritz (1915-1990), que según ella “dice “todo lo que era Mathias pues está rodeado de su obra” (Carrillo, 2000, p.52). El segundo ejemplo es un retrato de una niña que le parece bueno porque “esta niña representa toda la pobreza del Mezquital” (Carrillo, 2000, p.52). Concluye afirmando que le gustan las fotos que dicen lo que ella quiere expresar, es decir, “una foto que te dice algo” (Carrillo, 2000, p.52).

Es relevante destacar dos aspectos en estas afirmaciones para los objetivos de este artículo. En primer lugar, hay una noción absoluta de representación, donde Úrsula sugiere que la imagen capturada puede abarcar la esencia completa de una persona o fenómeno. En segundo lugar, la importancia de la comunicación que la fotografía debe transmitir: “que diga algo”. Por lo tanto, se podría concluir que, para Úrsula Bernath, una buena fotografía es aquella que comunica la esencia absoluta de una persona o fenómeno.

¿Qué esencia quería comunicar Úrsula acerca de su entorno o del contexto en el que se encontraba cuando tomaba la decisión de oprimir el obturador de su cámara?

La obra de Úrsula abarca diversas temáticas que reflejan su entorno y el contexto en el que se encontraba al decidir pulsar el obturador de su cámara. Su trabajo incluye retratos de indígenas, la vida artística y cultural de la época, escenas cotidianas en las calles de las ciudades y en la vida rural, costumbres y tradiciones, retratos de amigos intelectuales, así como proyectos arquitectónicos e industriales.

La faceta indigenista es la más asociada a su trabajo, especialmente en retratos y escenas cotidianas en las calles que sugieren una fotografía más espontánea. En estas imágenes, los sujetos no parecen completamente conscientes de la presencia de la fotógrafa, las miradas no se encuentran con la lente, y se evitan poses y gestos artificiales. Estas fotografías ofrecen una contextualización de la vida cotidiana cultural, comercial y religiosa de la época.

La obra fotográfica de Úrsula aborda diferentes aspectos del contexto mexicano de la segunda mitad del siglo xx. En el ámbito artístico, documentó obras de teatro en la Ciudad de México y retrató a intelectuales como Luis Barragán (1902-1988),3 Mathias Goeritz (1915-1990), Seki Sano (1905-1966), Héctor Azar (1930-2000) y Manuel Felguérez (1928-2020) (Flores, 2011, p.6). Estas fotografías ofrecen una visión de los espacios de trabajo y la vida cotidiana de estas personas.

Mobiliario diseñado para el Multifamiliar Centro Urbano Presidente Alemán, 1949

Otro aspecto relevante en su obra son las fotografías que realizó para ilustrar artículos de revistas. Se desconoce cómo era el proceso de trabajo entre la fotógrafa y quien redactaba los artículos; lo cierto es que estas imágenes ilustraron elementos o procesos artesanales propios de la cultura mexicana. Un ejemplo de ello fue la elaboración de pulque en el artículo “Breve léxico del maguey” (Hinke, 1997). Su hija, Anette Schzulte, comentó al respecto: “Mi madre nunca le dio importancia a sus fotografías; siempre trabajó haciendo talacha, ilustrando con fotografías, como lo hizo en la revista Expansión. En el espíritu Bauhaus, se consideraba una artesana de la fotografía, contando mucho de la vida” (Flores, 2011, p.6).

En el registro visual de procesos artesanales, Úrsula documentó objetos de distintos contextos, como las castañas (barriles para la producción del pulque),4 así como objetos de procesos industriales como el mobiliario moderno de la diseñadora cubano-mexicana Clara Porset (1895-1981) propuesto para el multifamiliar Centro Urbano Presidente Alemán en 1949. Sus fotografías retratan contextos rurales y urbanos; a través de sus imágenes, se puede conocer cómo lucía el campo mexicano y, de la misma forma, la ciudad con grandes obras urbanas. En estos documentos, se presenta la diferencia de materiales en los contextos; mientras que, en las imágenes de procesos artesanales, vislumbramos pisos empedrados, en el caso del mobiliario moderno conocemos algunos acabados del primer multifamiliar moderno de México.

Mobiliario diseñado para el Multifamiliar Centro Urbano Presidente Alemán, 1949
Imagen 2. Mobiliario diseñado para el Multifamiliar Centro Urbano Presidente Alemán, 1949.
Crédito: Archivo Clara Porset, Centro de Investigaciones de Diseño Industrial, Facultad de Arquitectura, UNAM.

En la faceta de fotografiar productos industriales, como es el caso del mobiliario mencionado, estas imágenes se perciben con un estilo propio de catálogo, que se presume pudo haber sido requerido por la diseñadora de los muebles para documentar su proyecto. En este tenor, resulta oportuno reflexionar acerca de las intenciones de dichas imágenes, ya que Úrsula también fotografió proyectos industriales y arquitectónicos que estaban cambiando el paisaje y las formas de habitar de la ciudad. Probablemente estas fotografías respondieron también a encargos para ilustrar, ya sea con fines propagandísticos o de documentación para los diseñadores de estos proyectos, en busca de alcanzar esta nueva identidad moderna que se quería en la Ciudad de México.1

Por último, cabe mencionar que la obra de Úrsula Bernath es muy extensa. Actualmente, se pueden encontrar dos libros con un compendio principal de fotografías de su autoría titulados: “Tú eres mi hermano: una historia de esperanza infantil por el Padre Wasson” (1975) y “Mexico: la tierra, el arte y la gente” (1967) en coautoría con Richard Grossmann. Sin embargo, a su muerte en el año 2011, quedaron un sinfín de negativos sin clasificar, tarea que el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (muac) ha comenzado a partir del año 2020.

Reflexiones finales

Aunque las obras de varios fotógrafos han caracterizado y contribuido a la configuración del imaginario del México moderno en el siglo xx, el estudio de la obra de fotógrafas menos exploradas puede enriquecer nuestra comprensión de las imágenes difundidas y los factores que contribuyeron a su creación. A partir de la revisión de la vida y obra de Úrsula Bernath, es pertinente abordar varios puntos para reflexionar sobre las contribuciones que la fotógrafa hizo en la configuración de la identidad de un México moderno.

En primer lugar, destaca su condición de extranjera, que podría haber funcionado como una lente para contrastar lo observado en México con la cotidianeidad de su país natal. Escenas que para la mayoría de los habitantes de la Ciudad de México podrían haber pasado desapercibidas, resaltarían en la experiencia de “lo común” de Úrsula.

En segundo lugar, se destaca la abundancia en la obra de la fotógrafa. El extenso material que produjo a lo largo de su carrera, junto con la tarea de clasificación de los numerosos negativos por parte del muac desde 2020, subraya la riqueza de su legado. Gran parte de este material podría no haber visto la luz hasta ahora, pero algunas imágenes fueron utilizadas para ilustrar y documentar artículos en revistas.

En tercer lugar, destaca la amplitud de temáticas y personas que Úrsula abordó en su fotografía. A través de su lente, accedemos a la vida cotidiana en ciudades y comunidades indígenas, presenciamos escenas religiosas y festivas, y observamos cambios urbanos significativos, obras de infraestructura moderna y productos industriales que proponen nuevas formas de habitar. Su obra nos ofrece un amplio espectro del contexto comercial, social, religioso y artístico de la época. Así, podemos observar desde una familia en el mercado hasta la vida cotidiana de una madre llevando a sus hijos a un templo católico, así como la labor física de un trabajador en el campo. Es crucial resaltar el peso que Úrsula asignó a personas de diversos ámbitos: capturó no solo a figuras de la vida intelectual y sus espacios de trabajo, sino también a personas que trabajaban en entornos rurales. En su obra, conocemos no solo al arquitecto moderno o a la escritora renombrada, sino también al tlachiquero desconocido que elaboraba pulque.

En cuarto lugar, destaca el contraste entre la tradición y lo moderno en la obra fotográfica de Úrsula. Ilustró tanto procesos artesanales como industriales, registrando artefactos tradicionales, como las castañas para la elaboración de pulque, obras arquitectónicas modernas, como los multifamiliares, y diseño industrial, como los muebles diseñados por Clara Porset para el Centro Urbano Presidente Alemán. Esto invita a una nueva discusión sobre el papel que estos artefactos, procesos y obras desempeñan en la configuración de la identidad mexicana moderna y cómo conforman un conjunto de rasgos característicos propios de lo mexicano.

Finalmente, reflexiona sobre cómo la obra de Úrsula presenta a los espectadores los grandes contrastes que se gestaron en la época en México: lo tradicional frente a lo moderno, lo artesanal frente a lo industrial, lo urbano frente a lo rural. Queda pendiente continuar la discusión sobre las posibles motivaciones de la fotógrafa al realizar sus imágenes, como posturas políticas o intereses comerciales, y si algunas pudieron responder a un interés propagandístico de la modernidad. Estas discusiones y reflexiones deben continuar para comprender la evolución de la configuración de la identidad mexicana a lo largo del tiempo.

Referencias



Recepción: 02/12/2022. Aprobación: 01/11/2023.

Vol. 25, núm. 1 enero-febrero 2024

El inexorable tiempo: un viaje de 24 años hacia el conocimiento

Ana María del Pilar Martínez Hernández Cita




“Para vivir es demasiado el tiempo;
para saber no es nada.
¿A qué vinimos, noche, corazón de la noche?…”

Rosario Castellanos





Inicia un nuevo año e inevitablemente, al cierre del anterior, por tradición, y gracias a la capacidad humana de recordar y prospectar, miramos hacia atrás, retomamos nuestras listas de buenas intenciones, imaginamos un “borrón y cuenta nueva”. Como si dependiera de ello, atribuimos al nuevo año poderes mágicos para lograr, “ahora sí”, las metas planeadas.

En las últimas semanas del mes de diciembre pasado, sin duda, escuchamos o expresamos, frases como las siguientes: “no puedo creer que se está acabando el año”, “el tiempo pasa cada vez más rápido”, o “este año que termina pasó sin darme cuenta”. Seguramente esto ha pasado a lo largo de toda la existencia de la humanidad. Desde las primeras etapas, los seres humanos, con su capacidad de observación, análisis e inferencia, debieron darse cuenta de los cambios que ocurrían a su alrededor, el ciclo día-noche, el cambio y la duración de las estaciones; derivaron inferencias acerca de la sucesión de los hechos: el antes, el durante, el después; y desarrollaron métodos e instrumentos cada vez más precisos para medir el tiempo.

A lo largo de la historia se han encontrado múltiples evidencias del interés humano por dejar testimonio de su paso por el mundo para la posteridad. Por ejemplo, las pinturas rupestres, los códices y las cápsulas del tiempo. Pero ¿qué es el tiempo? La palabra proviene del latín tempus y no es un término que admita una respuesta única o simple, sino que su interpretación depende de su uso. La entrada en el diccionario de la rae presenta más de 18 acepciones, que varían en función del contexto o campo de aplicación en que se use, tales como la música, la mecánica o la gramática, entre otros (2023).

Diferentes campos de conocimiento —ciencias— se han ocupado del concepto; en especial la física y la filosofía. Esta última, cuenta con una rama de estudio denominada “cosmología filosófica” que trata de los aspectos referidos a la ontología, la epistemología y la naturaleza del espacio y el tiempo, que han sido centrales en los sistemas filosóficos, desde los presocráticos hasta Bergson y Heidegger, entre múltiples autores que se han ocupado del tema. De acuerdo con Segundo Spíndola (2022), el tiempo es una magnitud física que se utiliza para medir la duración, simultaneidad y separación de los hechos y acontecimientos que se pueden ordenar en una secuencia, de la que se desprenden las nociones de pasado, presente y futuro.

Esta editorial quiere hacer una somera mención a la inexorabilidad del tiempo en la vida individual y colectiva; a cómo pensar en él —consciente o inconscientemente— determina nuestro actuar en la vida, así como en el valor cada vez mayor que le damos conforme asumimos la conciencia de la finitud de nuestras —paradójica y potencialmente— cada vez más largas existencias. Al inicio del año 2024, pensando en el tema de esta editorial, le solicité a familiares y a amigos que me compartieran frases, versos, relatos e imágenes cuyo tema fuera el tiempo, y que les fueran caros por su profundidad, contundencia o belleza que han dejado marca en sus vidas, porque es privilegio humano la capacidad de, a través del arte, hablar de aquello que nos importa. Para cerrar este apartado les comparto un par de estas bellezas en materia literaria.





Nocturno
Carlos Pellicer

No tengo tiempo de mirar las cosas
como yo lo deseo…
Esta obligada prisa de inexorablemente
quiere entregarme el mundo con un dato pequeño…
No tengo tiempo de mirar cosas,
casi las adivino…
Vivo en doradas márgenes; ignoro el central gozo
de las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.
Y acelerando rachas -quillas o ala de oro-,
repongo el dulce tiempo que nunca he de tener (1924).



Parábola
Wislawa Szymborska

Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella. Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras: “¡Socorro!, estoy aquí. El océano me arrojo a una isla desierta. Estoy en la orilla y espero ayuda. ¡Dense prisa! ¡Estoy aquí!”
—No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde. La botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.
—Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano, dijo el pescador segundo.
—Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla Aquí está en todos lados, dijo el pescador tercero.
El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema (2008).



En cuanto a material gráfico, les invito a ver cuatro obras notables en las que la temática del tiempo y la finitud de la vida se abordan de manera magistral. Éstas pertenecen a pintores reconocidos: Champaigne, Goya, Klimt y Magritte.


El tiempo y las mujeres viejas, Francisco Goya, 1810

Figura 1. Vanitas, Philippe de Champaigne (Bruselas, 26 de mayo de 1602 – 12 de agosto de 1674). Crédito: Champaigne, 1671.





El tiempo y las mujeres viejas, Francisco Goya, 1810

Figura 2. El tiempo y las mujeres viejas, Francisco Goya (España, 30 marzo 1746-16 abril 1828). Crédito: Goya, 1810.





Las tres edades de la mujer, Gustav Klimt, 1905

Figura 3. Las tres edades de la mujer, Gustav Klimt (Austria, 14 de julio de 1862 – 6 de febrero de 1918). Crédito: Klimt, 1905.





Tiempo paralizado, René Magritte

Figura 4. Tiempo paralizado, René Magritte (Bélgica, 21 de noviembre de 1898 – 15 de agosto de 1967). Crédito: Art Institute of Chicago.

El tiempo ha sido abordado en obras musicales, cine, tiktoks, videos, etcétera, pero sería imposible incluir en esta editorial otras muestras de ello. ¿Podrían nuestras/os amables lectoras/es sugerirnos otros ejemplos en los que se aborde el tema?

Retomando nuestro objetivo, compartimos con ustedes el contenido del primer número de la Revista Digital Universitaria (rdu) para este año 2024. Queremos recordarles que el próximo mes de marzo, la revista, que empezó a publicarse en el año 2000, cumplirá 24 años de aparición ininterrumpida.

Como hemos compartido con ustedes en algún otro momento, la rdu fue la primera revista digital con la que contó la unam. En un cálculo aproximado, dado que su periodicidad ha cambiado a lo largo del tiempo, se han publicado más de 220 números, en los que se han publicado alrededor de 2,000 artículos de divulgación de la ciencia, las humanidades y las artes, cumpliendo a cabalidad con su objetivo. De enfoque abierto, la comunidad universitaria de la unam, del país y aun del extranjero, ha tenido acceso a este material desde sus orígenes.

En este número, gracias al interés de nuestros colaboradores, encontrarán 17 trabajos que reflejan un crisol de temas, los cuales se describen brevemente a continuación.

En la sección Varietas, exploramos distintos temas que cruzan los límites de la ciencia y la tecnología para reconocer la interconexión de diversos campos, desde la innovación en salud y la biología hasta los desafíos medioambientales y la gestión urbana.

Iniciamos el viaje inspeccionando cómo la tecnología contemporánea está transformando la búsqueda de nuevos fármacos. En el artículo “¿Es posible identificar nuevos fármacos desde tu computadora?”, los autores revelan cómo la bioinformática y algoritmos avanzados permiten caracterizar moléculas antes de los costosos procesos de laboratorio, abriendo nuevas perspectivas en el diseño de compuestos desde el ámbito digital.

En el campo de la medición, el texto “Los instrumentos de medida también quieren su certificado… ¡Pero digital!” nos sumerge en la revolución tecnológica. El artículo se centra en la llegada y relevancia de los certificados de calibración digitales, que han transformado la manera en que los instrumentos de medición operan en entornos como la industria 4.0 y más allá. Se explora la naturaleza y la importancia de estos certificados en el contexto de la calibración, proporcionando a los lectores una comprensión detallada de su necesidad y aplicación en la era digital.

En el área educativa, “Explorar los matices: aprendizaje personalizado y adaptativo en la educación digital” se examina la intersección entre el aprendizaje personalizado y adaptativo en entornos digitales. La revisión aborda la confusión terminológica común entre aprendizaje personalizado, aprendizaje adaptativo y aprendizaje adaptable. Se destacan modelos y entornos educativos que se centran en la adaptación de contenido, navegación, interfaces y retroalimentación, identificando un nuevo paradigma educativo. Este enfoque fortalece modelos centrados en el alumno, aprovechando la adaptabilidad de las tecnologías avanzadas para la personalización del aprendizaje en la educación digital.

El viaje a través de la ciencia y la tecnología continúa con el artículo “Murmullos sismológicos: cómo Oaxaca escuchó la explosión del volcán Hunga-Tonga”. Aquí, la red de sismómetros en la costa de Oaxaca se convierte en una herramienta inesperada para registrar ondas sísmicas, brindando una visión única del impacto de la erupción de un volcán ubicado a miles de kilómetros. Este texto destaca la importancia de las redes sísmicas para comprender eventos globales y abordar incógnitas sobre la estructura interna de nuestro planeta.

En el ámbito de la salud y la biología, Escherichia coli: amiga y enemiga en nuestro cuerpo” desentraña los mecanismos utilizados por esta bacteria común en el intestino para provocar infecciones del tracto urinario. Se destaca la importancia de comprender la E. coli uropatógena y la disponibilidad de antimicrobianos como herramientas fundamentales para combatir estas infecciones.

También, el artículo “Acarología forense: más sabe el ácaro por viejo que por ácaro” nos adentra en la creciente relevancia de la acarología forense en México, destacando el papel clave de la unam en esta disciplina. Los diminutos ácaros se revelan como testigos en casos médico-legales y de productos almacenados, contribuyendo a la procuración de justicia en el país.

En este recorrido por la sección Varietas, damos un brinco a la acuicultura, pues el artículo “Bacteriófagos y producción de alimentos” presenta una innovadora estrategia de biocontrol. Destaca la aparición de cepas patógenas que causan graves pérdidas económicas debido a su alta mortalidad. El objetivo final es explicar de manera clara el papel de los fagos líticos en la producción de pescados y mariscos, así como su preservación, para utilizarlos eficazmente en el control de bacterias patógenas.

En “Los anfibios: platillos, remedios y su papel en los ecosistemas” los autores destacan la dualidad de estos animales, no sólo como elementos de la cultura mexicana, sino como eslabones vitales en los ecosistemas. A pesar de su importancia, el artículo destaca la amenaza de extinción que enfrentan muchas especies de anfibios, lo que pone en riesgo tanto sus funciones ecológicas como su presencia en la cultura y tradiciones mexicanas.

Continuamos este recorrido con el artículo “Bosques de Michoacán: guardianes del carbono contra el cambio climático”, en el cual se hace un llamado a la acción para mitigar, restaurar y rehabilitar estos bosques esenciales en la lucha contra el cambio climático.

Hablando de cuidar los recursos naturales, presentamos el artículo “Métodos para evitar la evaporación de agua en reservas abiertas”, el cual aborda la escasez de agua en Nuevo León, México, debido a sequías recurrentes y crecimiento poblacional. Además, presenta soluciones innovadoras, como monocapas de alcoholes grasos, shade balls y sistemas flotantes, para reducir la evaporación en presas. Asimismo, se abordan experiencias exitosas en otros países, destacando el potencial de estas tecnologías para gestionar el agua, y ofrecer soluciones sostenibles ante desafíos climáticos y demográficos.

En este mismo tono, el artículo “Ecologización de la industria farmacéutica: la química verde en el desarrollo de medicamentos” aborda la contaminación química y los riesgos para la salud, y presenta la química verde como una solución, explorando estrategias sostenibles, tanto experimentales como computacionales, implementadas en la industria farmacéutica. Se resalta cómo estas prácticas buscan hacer que los procesos de desarrollo de medicamentos sean más respetuosos con el medio ambiente y, por ende, más seguros para la salud humana.

En “¿Cómo podemos encontrar la mejor ruta de recolección de basura?”, damos un salto a la gestión urbana y la logística. El texto aborda eficazmente el desafío de optimizar la recolección de basura en la colonia Rosarito, Los Cabos, México. Al utilizar la Teoría de Gráficas y algoritmos como Fleury y Kruskal, se modela la disposición de calles para minimizar las vueltas en U. La propuesta no sólo mejora la eficiencia en la recolección de basura, sino que también tiene aplicaciones potenciales en otros contextos logísticos urbanos.

Concluimos el recorrido de esta sección con “¿Sabes qué significan ©, TM, ® y SM, en propiedad intelectual?”, donde los autores exploran el significado, uso y características de los símbolos clave en el ámbito de la propiedad intelectual. Se destaca el uso y características de estos distintivos en el contexto de las creaciones originales que se forman en la mente y se expresan a través de diversos soportes, sean tangibles o no.

Por otro lado, en la sección Universidades, los autores del artículo “Piloteando ando: ajustes a un cuestionario de investigación a partir del estudio piloto” se enfocan en el análisis del estudio piloto del proyecto “Transición de docentes y estudiantes de la unam a la educación remota durante la pandemia”. Este estudio piloto cumple sus objetivos: identifica áreas de mejora y sienta las bases para la investigación principal sobre la transición a la educación remota en la unam.

Mientras que, en la sección Continuum educativo, el artículo “Aprendizaje creativo: la cocina como laboratorio de ciencias” reflexiona sobre el impacto de la pandemia de covid-19 en la enseñanza experimental de las ciencias naturales. Ante la implementación rápida de técnicas con simuladores para compensar la falta de experiencias prácticas, el autor explora la posibilidad de mantener herramientas de enseñanza remota vinculadas a actividades experimentales simples y seguras en una cocina. Esta aproximación se presenta como una manera de enriquecer significativamente el aprendizaje experimental de estudiantes, tanto en escuelas preparatorias como a nivel de licenciatura.

En la misma sección, se encuentra el artículo “Desafíos emocionales en la Innovación Educativa”, el cual aborda la compleja dimensión emocional que acompaña a quienes se embarcan en procesos de innovación educativa. Reconoce que la innovación es tanto apoyada como desafiada por una amplia gama de emociones, desde la pasión y entusiasmo que la impulsan, hasta la incertidumbre y resistencia al cambio, que pueden generar ansiedad, miedo o frustración. El artículo propone acciones concretas de gestión emocional para aquellos que optan por adentrarse en el camino de la innovación educativa, enfatizando la necesidad de equilibrar las emociones para lograr un proceso innovador efectivo.

Por último en este viaje, en la sección Caleidoscopio, el artículo “Explorando México a través de la lente de Úrsula Bernath: un vistazo a la identidad moderna” examina la llegada de Úrsula Bernath a México, en 1946, una viuda alemana que escapó de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. El trabajo, realizado durante un extenso proyecto gubernamental de definición de la identidad mexicana y modernización del país, destaca la contribución de Úrsula a través de su fotografía documental. La colaboración aborda diversos aspectos de México, desde personajes y paisajes urbanos hasta diseño arquitectónico, productos y comunidades indígenas, explorando cómo una perspectiva extranjera pudo influir en la construcción de la identidad mexicana moderna.

Como podrán notar, la variedad y riqueza de los artículos nos convoca a dedicar un espacio de tiempo para leerlos, sorprendernos, conocer e invitar a sus amigos y conocidos a que se acerquen a explorar este nuevo número de la rdu. Que este y los próximos números de la revista nos mantengan unidos, compartiendo sus contenidos a lo largo de este año que inicia.

Referencias



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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079